Descubre este podcast y mucho más

Los podcasts se pueden disfrutar de forma gratuita sin necesidad de una suscripción. También ofrecemos libros electrónicos, audiolibros y mucho más por solo $11.99 al mes.

153. Caza de persistencia: por qué funciona, ritmos, duración y si merece la pena (parte I)

153. Caza de persistencia: por qué funciona, ritmos, duración y si merece la pena (parte I)

DeMi GYM en casa


153. Caza de persistencia: por qué funciona, ritmos, duración y si merece la pena (parte I)

DeMi GYM en casa

valoraciones:
Longitud:
35 minutos
Publicado:
19 abr 2018
Formato:
Episodio de podcast

Descripción

Piensas lo duro que está trabajando el kudú, lo sientes en tu propio cuerpo. Lo ves en sus huellas, ella está contigo y las piernas ya no te pesan tanto. (Karoha, cazador bosquimano)
Hemos nacido para caminar y para correr. Somos los mejores atletas de fondo entre los mamíferos. Caminar de forma bípeda nos permite principalmente gastar menos energía y acumular menos calor. En el Paleolítico, y quizá aún hoy en día en algunos rincones del mundo, estas adaptaciones nos hicieron poder cazar grandes presas agotándolas a la carrera.


Imagen de caza de persistencia del documental The Great Dance
Si normalmente sales a correr por el monte y cuando se te cruza un corzo, se te ocurre la peregrina idea de que conseguirás agotarle si lo persigues, estás muy equivocado. Los humanos que eran, y son, capaces de agotar una presa a la carrera tenían unos conocimientos y lo hacían bajo unas condiciones determinadas para, en algunos casos, tener éxito. Vamos a ver la caza de persistencia en detalle.

Un poco de Prehistoria
Sabemos que aproximadamente hace unos 2,5 millones de años nuestros antepasados empezaron a consumir carne, primero carroñeando y después cazando por ellos mismos (fuente). Esto lo sabemos porque los arqueólogos encontraron marcas de piedra en los huesos de algún antepasado nuestro intentando apurar la pata de algún caballo o un antílope.
Hace más o menos medio millón de años aparecen las primeras puntas de lanza decentes de piedra (fuente). El arco y las flechas hace tan sólo 10.000 años. Esto nos da un rato de unos 2 millones de años en los que el arma más tecnológica era un palo afilado o una cachiporra. Abatir presas mucho más grandes que nosotros sólo con esta tecnología no era muy viable...
No sabemos a ciencia cierta qué métodos de caza se utilizaban, por ejemplo espantar una manada de caballos hacia un desfiladero y que con suerte alguno se despeñara. Uno de estos posibles métodos, desde luego el que más al límite pone la capacidad física humana y que a más corredores de fondo ha inspirado, es la caza de persistencia.
Esta hipótesis de arte de caza en el Paleolítico fue lanzada por Carrier en 1.984 habiendo recogido de varias fuentes este tipo de caza entre cazadores-recolectores (estudio) y observada in situ por Lieberman en el Kalahari años más tarde (estudio). Quizá sea mayor el mérito de Lieberman el haberla dado a conocer a través de su libro La historia del cuerpo humano.
La caza de persistencia de la que estamos hablando es correr detrás de un animal hasta la conseguir que éste desfallezca por agotamiento. Pero, ¿es posible agotar a un animal salvaje corriendo? ¿Bajo qué condiciones? ¿Durante cuánto tiempo? ¿Merece la pena el gasto energético? ¡Vamos a verlo!

La clave está en la manera en que nos refrigeramos
Sabana africana. Son las dos de la tarde. 40º C a la sombra.
En estas condiciones extremas un humano puede correr durante más tiempo que un antílope. Si es uno de los grandes como un kudú mucho mejor. Y si es macho, mejor aún, porque lleva el peso extra de la cornamenta. Digo esto porque los mamíferos tienen una pérdida del calor lineal respecto a su peso, pero un aumento de calor exponencial respecto a él. Es decir, cuanto más grande sea la presa más se va a sobrecalentar. En este caso estamos hablando de 300 kg de animal.

¿Cómo nos refrigeramos los humanos?
Mediante la sudoración. Cuando sube nuestra temperatura, el gran número de glándulas sudoríparas (entre 5 y 10 millones) secretan principalmente agua. Cuando este sudor sobre la piel se va evaporando nos quita calor y nos refrigera. Esto qué parece de poca importancia no lo puede hacer tu perro...
Además si respiramos a través de la nariz somos capaces de huminidifar el aire seco que entra en nuestros pulmones y al expulsarlo recuperar esa humedad de nuevo (Más sobre estas adaptaciones y alguna más en Nacidos para correr).

¿Cómo se refrigera el resto de mamíferos?
Tu perro, el kudú y la inmensa mayoría de mamíferos tienen...
Publicado:
19 abr 2018
Formato:
Episodio de podcast

Títulos en esta serie (100)

EJERCICIO en CASA desde un punto de vista DIFERENTE e INDEPENDIENTE. https://migymencasa.com/