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Frente a la guerra
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Libro electrónico101 páginas44 minutos

Frente a la guerra

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Información de este libro electrónico

De todas las terribles situaciones en las que pueden encontrarse los seres humanos, ninguna es tan salvajemente cruel,
tan atrozmente ignominiosa y tan degradante para la especie humana como la guerra. Ninguna crueldad se provoca de forma tan directa, tan dirigida exprofeso a causar daño, como la guerra.

Lamentablemente la historia está atestada de guerras y algunos poetas sienten la necesidad de escribir versos que denuncien esta barbarie. La poesía comprometida de José Ignacio Besga se suma a todos estos versos por la paz.

Como tituló uno de sus poemas Gabriel Celaya, "La poesía es un arma cargada de futuro".

Bajo esta premisa "Frente a la guerra" es un clamor de repulsa, pues nada causa tanto dolor ni destroza tantos sueños
como la guerra. Sus poemas están dedicados a quienes la sufren, a quienes mueren en ella, a quienes están a sus puertas, pues para todos ellos no existe futuro.
IdiomaEspañol
EditorialALT autores
Fecha de lanzamiento7 may 2024
ISBN9788419880260
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    Frente a la guerra - José Ignacio Besga

    Prólogo

    De todas las terribles situaciones en las que pueden encontrarse los seres humanos, ninguna es tan salvajemente cruel, tan atrozmente ignominiosa, tan degradante para la especie humana como la guerra. Ninguna está provocada de una forma tan directa, tan dirigida ex profeso a causar daño, como la guerra.

    Ni que esté originada por la suma de millones de acciones, de actitudes, de situaciones, de personas contra personas.

    La guerra, tan vieja como la humanidad, que destroza los sueños, instala el terror, aplasta el anhelo de libertad, masacra los cuerpos y rompe en mil pedazos la convivencia.

    Y nada hay peor que seres humanos aniquilando a seres humanos.

    Destruyendo sus vidas, sus ciudades, sus viviendas, sus hospitales.

    Masacrando su dignidad. Niños, niñas, ancianas, ancianos, mujeres, hombres, personas sanas, enfermas. Víctimas. Erradicados sus Derechos Humanos.

    ¿Cuántos genocidios puedes enumerar, Historia de la especie humana?

    El poeta escribió: «La Poesía es un arma cargada de futuro».

    Para quienes sufren la guerra, para quienes que mueren en ella, para quienes están a sus puertas, no existe el futuro.

    Preliminar

    Vuelve a caer la tarde

    contra las paredes de hiedra roja,

    con la luz inclinada

    sobre las nubes rasgadas,

    y el tiempo vuelve de nuevo

    recorrida la curva del pasado.

    O tal vez no transcurre

    y permanece inmóvil

    como permanece el deseo

    profundamente arraigado.

    O se va y no vuelve

    y el tiempo somos nosotros,

    lo que dura el cielo gris

    sobre las ruinas de los edificios,

    lo que duran los sueños

    que caen con el viento del otoño.

    El viento que empujará las hojas

    como el viento nos empuja

    dentro del laberinto de paredes altas,

    por encima de las cuales

    solo podemos ver la forma de las nubes.

    II

    Todavía la noche es más larga

    en aquellos para los que la esperanza

    es un largo túnel sin luz y sin salida.

    Esa clase de oscuridad ajena a la latitud

    que va pegada a la piel

    y tapa cada uno de sus poros.

    Aún más larga si su tiempo

    se dobla en el corto espacio de unas horas

    o se arrastra por el árido suelo

    de una existencia sin calendario.

    Pero aquellos cuya poesía

    se escribe en el estrecho margen

    de una mirada implorante,

    saben que siempre existe la posibilidad

    de construir un mundo distinto

    y, entonces, la palabra futuro

    será un concepto alcanzable.

    Antes

    Quienes, Poesía, desistimos de la belleza

    en los pétalos de las mariposas,

    debemos ser capaces de eliminar la violencia

    y de averiguar cómo cercenar los planes

    de los asesinos antes de que los lleven a cabo.

    Porque los llevan a cabo, y los ejecutan. Fríamente.

    Y las llagas de las víctimas no son virtuales.

    Antes de que tu último poema

    deje de ser pacífico,

    tanto pánico y tanta muerte

    deben cambiar el enfoque

    de la gobernanza mundial,

    para diseñar, sin fisuras,

    un método definitivo contra los violentos.

    La especie hostigada es un título adecuado

    para una poesía de desesperanza.

    Después, el tiempo

    Creí que nunca volvería a pasar.

    Que el tiempo devoraría la Historia.

    Porque ahora, nuevamente, la vomita

    matando sus llagas purulentas

    el terror que creíamos sepultado,

    tomando de la mano a la desesperanza.

    En todo caso, el dolor avisaba de su existencia.

    La guerra, lejana, muy lejana. En otros.

    Europa: Un ejemplo para el planeta,

    siglos de guerras continúan

    ensangrentando su suelo.

    Entre los mismos, se crean enemigos.

    Un ejemplo para las guerras en África, en Asia,

    en América. De antes y de ahora.

    La misma atrocidad para millones de vidas

    desapareciendo con la última luz

    del improvisado crepúsculo,

    hundiendo las vidas aniquiladas

    en la pesada carga de la noche.

    ¿De qué les sirve haber aprendido a tener miedo

    cuando las garras de los buitres de

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