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La Mafiosa Y El Magnate Viudo
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Libro electrónico314 páginas3 horas

La Mafiosa Y El Magnate Viudo

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¡Enamorada de un magnate viudo y padre soltero! Kristy hará todo por hacer suyo para siempre a Nathaniel. 

 

Kristy, hija de un mafioso ruso está enamorada locamente de Nathaniel desde hace cuatro años atrás. 

 

Ambos se comprometen por beneficios mutuos, sin embargo aunque Nathaniel comienza siendo dulce con Kristy, todo cambiará de la noche a la mañana.

 

Cómo si eso fuese poco, ella tendrá que lidiar con el sucesor de su padre; un mafioso ruso que la ama con locura y es su ex prometido.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento28 mar 2024
ISBN9798224482641
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    La Mafiosa Y El Magnate Viudo - Yosebeth Kaori

    CAPITULO 01: ALGÚN DÍA SERÁS MÍO.

    El frío viento de esa noche de otoño balanceando el cabello rubio y ondulado de la bella Kristy. 

    Sus ojos de un hermoso tono dorado observando el lago frente a ella en ese solitario jardín de rosas. 

    En la mansión de los Nekrásov se celebraba el cumpleaños número dieciocho de ella, la única hija del poderoso hombre dueño de varios casinos en la ciudad de Los Angeles y rumorado mafioso ruso. 

    — ¡Dije que no lo haré papá! — Exclamó una voz masculina a distancia. 

    Kristy logró escuchar aquel tono grave y se dirigió hacia la voz como si se tratara de una polilla atraída por la luz de una farola.  

    Ella caminó hasta detenerse tras unos arbustos del amplio jardín. 

    Las luces que iluminaban el lugar no eran suficientes, pero ella logró distinguir esa figura masculina, alta y llamativa de un hombre joven de cabello castaño usando una gabardina oscura y un sombrero del mismo tono. 

    Él estaba hablando por teléfono, sus movimientos caminando de un lado a otro parecían los de alguien molesto. 

    Finalmente terminó la llamada y guardó su móvil, en ese instante el hombre posó su mirada hacia esos arbustos viendo ligeramente la silueta de alguien trás ellos. 

    Él se acercó rápidamente. 

    Kristy guardó silencio creyendo que no era lo suficientemente visible y que todo estaría bien si simplemente se quedaba oculta. 

    Grave error.  

    — ¡Ay! — Exclamó ella por sorpresa al ser jalada con fuerza de su muñeca derecha. 

    — ¡¿Quién eres y por qué me estabas espiando?! — Exigió él joven heredero de un conglomerado Nathaniel Jhonson. 

    El atractivo joven de entonces veintitrés años posó sus manos enguantadas en los brazos de esa jovencita. 

    La mirada de un hermoso color azul claro la veía con molestia y gran frialdad. 

    Kristy tuvo miedo. 

    Nunca en sus dieciocho años de vida había sido tratada de manera tan ruda. 

    — Soy... Soy Kri...kristy...— Contestó ella con su voz temblorosa. 

    — ¿Has dicho Kristy? ¿Kristy Nekrásov? — Preguntó él sorprendido. 

    La jovencita asintió varias veces con rapidez aún nerviosa.  

    Se trataba de la cumpleañera e hija del anfitrión y peligroso hombre de negocios, Gregori Nekrásov. 

    Nathaniel la soltó de inmediato. 

    — ¿Que haces aquí? Es tu cumpleaños, ¿Por qué no estás adentro y disfrutas de tu fiesta? 

    — Me cansé, no me gusta cuando soy el centro de atención y tantas miradas se dirigen en mí, siento que me juzgan de pies a cabeza, así que quería un momento de paz y he vendido hacia  aquí... mi jardín favorito. — Comentó Kristy avergonzada. 

    Nathaniel notó que Kristy usaba un hermoso vestido de gala corto y pomposo de un color celeste brillante, sin embargo, ella no estaba utilizando ningún tipo de abrigo esa fría noche. 

    El joven se quitó de inmediato su gabardina colocando la misma alrededor de ella. 

    — Te haré compañía hasta que estés lista para ingresar. — Sonrió él con amabilidad ofreciendo su mano enguantada a Kristy quien la tomó de inmediato. — Aunque me temo que serás tú la que guíe y me muestre su jardín favorito~ 

    Ante tan amigable comentario, ella se sintió en calma y comenzó a caminar con ese apuesto joven que tenía una hermosa sonrisa con hoyuelos. 

    Esa fría noche en el otoño de sus dieciocho años, Kristy comenzó a creer en el amor a primera vista. 

    Su corazón no dejó de latir aceleradamente durante la hora y media que charló con el apuesto heredero de los Jhonson.  

    ¿Era a caso su destino? 

    ¡Eso no importaba mucho! 

    Lo fuera o no, ella solo tuvo un pensamiento al que se aferró con todo su corazón.  

    Él... Tiene que ser mío 

    ••••••••••

    Una semanas después. 

    — ¡Por favor papá te lo he pedido muchas veces ya! — Rogaba Kristy a su padre durante un almuerzo en la mansión de los Nekrásov. 

    — ¡No! Ya te he dicho que no, ese joven tiene más de veinte años, ¡Por el amor de Dios, Kristy! Eres solo una niña que recién cumplió sus dieciocho, él solo fue amable, probablemente ni te recuerda, no voy a buscarlo y comprometerte con el hijo de los Jhonson. 

    — ¡No es justo papá! ¡Nunca has hecho nada por mí! ¡Nada que yo realmente quiera! Solo tengo que vivir bajo tus estrictas reglas... — Decía Kristy exaltada con los bordes de sus bellos ojos dorados llenos de lágrimas. 

    — Es solo un capricho tuyo, lo que sientes por ese joven NO ES amor. — Recalcó Gregori Nekrásov para después levantarse de su asiento y dejar a Kristy sola en el comedor. 

    Aún si mi padre no lo acepta ahora, tendré más oportunidades, tengo más tiempo... Seguiré intentando convencerlo 

    Si tan solo lo viera una vez más, sabría que tan profundos son mis sentimientos por él... Nathaniel Jhonson 

    Pensó la joven llevando la copa con jugo de frutas a su boca. 

    Sin embargo, su padre no pensaba para nada ceder a su única hija a alguien como el heredero de ese conglomerado. 

    .....

    Esa misma noche. 

    — Te irás a Rusia. — Informó Gregori a su hija que recién había bajado en pijama a darle las buenas noches a su padre. 

    Kristy se exaltó de inmediato. 

    — ¡No! ¡No quiero! ¡No me iré a Rusia! ¿Por qué? ¿Por qué tengo que ir? ¡No tengo nada que hacer allá! — Gritaba ella enojada. 

    — Sí, continuarás tus estudios de administración empresarial allá y conocerás en un año al joven adecuado con el que se te comprometerá. 

    ¡Atónita!

    Kristy no tuvo palabras y sus lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas sin parar. 

    Ella perdió sus fuerzas terminando por caer sentada en un sofá de la elegante sala. 

    Cubrió su rostro con sus delicadas manos y comenzó a llorar desconsolada. 

    Su padre la obligaba a irse de regreso a su país natal y prepararse para un compromiso obligado. 

    — Tienes que entenderlo hija mía, tu destino ha sido decidido desde el día en el que naciste, debes casarte con quién yo elija para heredar mis negocios... — Dijo con seriedad, el mafioso Gregori Nekrásov. — Alguien que pueda protegerte de nuestros muchos enemigos y no un niño consentido que no sabe nada de nosotros. Uno que no sabe nada de ti, no es para ti y nunca lo será. — Añadió antes de marcharse. 

    .....

    Al día siguiente, Kristy partió del país rumbo a Rusia. 

    El comienzo de su agonía recién comenzaba y aquella noche que compartió con quién creyó era su alma gemela.

    Se volvió un recuerdo que guardaría como un tesoro en su corazón. 

    Volveré...

    Algún día volveré y no me importará nada, yo de alguna manera terminaré haciéndote mío, Nathaniel Jhonson 

    Pensó Kristy decidida.

    CAPITULO 02: DOLOROSAS PERDIDAS.

    •••••••••• 

    Un año después.  

    ••••••••••

    Moscú, Rusia. 

    — Felicidades por el compromiso. Aún son muy jóvenes, pero sé que serán muy felices. 

    Decía un viejo conocido de la nueva pareja que era presentada en ese lujoso salón de una antigua mansión perteneciente a los Nekrásov. 

    Kristy sonrió con falsedad, para llevar a su boca la copa con champagne. 

    Su nuevo prometido, Vladimir Korovin, era un joven inteligente y prometedor de entonces veintisiete años, en el cual el padre de Kristy confiaba mucho para que se ocupe de los negocios de la familia Nekrásov en Rusia. 

    El apuesto hombre rubio, posó sus hermosos ojos celestes claros en la mujer que estaba a su lado. 

    Kristy llevaba puesto un vestido largo y negro, así como guantes de talle alto y un abrigo de piel animal esponjoso de color blanco. 

    Su cabello rubio ondulado suelto y la seductora fragancia de su perfume de rosas se podía oler muy bien para su prometido. 

    ¡Ella lucía radiante! 

    Era hermosa y tenía una aura altiva e imponente. 

    Vladimir no podía apartar su mirada de ella, la única rosa de tan poderosa familia.

    Él se inclinó y susurró al oído de Kristy. 

    — ¿Deberíamos ir a un lugar más privado? Me gustaría hablar contigo a solas. — Sonrió él al alejarse, sin embargo posó lentamente su mano en el brazo de la bella joven de entonces diecinueve años. 

    Los hermosos ojos dorados de la única hija del pilar de los Nekrásov se dirigieron hacía Vladimir y ella curvó sus labios de un color rojo cerezas de manera seductora. 

    ¡Flechazo! 

    Vladimir sintió en ese instante como si algo atravesará lo más profundo de su ser y a la vez le recorriera de pies a cabeza causándole un estremecer. 

    Ella se adelantó caminando con sus altas zapatillas, volviendo a ver hacia atrás por unos segundos y haciéndole un gesto con su dedo a Vladimir para que la siguiera. 

    Cómo si estuviera bajo un hechizo, el apuesto joven ruso siguió de inmediato a Kristy sin objetar. 

    .....

    Recién lo conocí ayer cuando mi padre me lo presento como su más óptimo candidato a heredar 

    Es incluso mayor que Nathaniel Jhonson, lo que ahora me hace entender que no fue la edad la verdadera razón por la que mi padre no lo quiso para mí 

    Hoy ya es una fiesta de compromiso donde todos los involucrados en los negocios del bajo mundo ligados a los Nekrásov se han hecho presentes 

    Soy como una corona, un objeto lujoso que utilizará el Rey de un podrido mundo para demostrar su poder 

    Pensó Kristy frunciendo el ceño. 

    Sus pasos finalmente se detuvieron y ella abrió la puerta de esa habitación de invitados, que sabía estaba vacía. 

    La bella rubia ingresó y Vladimir le siguió de inmediato. 

    Kristy le rodeó con sus brazos y le besó apenas la puerta se cerró. 

    — Tómame. — Pidió ella una vez sus labios se alejaron de los de él y sosteniendo a Vladimir de la mano lo guío hasta la cama. 

    — ¿Segura que quieres esto? — Preguntó él quitándose rápidamente la parte superior de sus ropas. 

    Kristy sonrió complaciente. 

    — Sí, toma mi primera vez. 

    Así creerás que te pertenezco y podré tenerte en la palma de mi mano 

    Pensó ella sintiendo una satisfacción interna. 

    Da igual si usas este cuerpo para complacerte, al final no será tuyo, así como mi corazón que desde un principio se quedó en norte america con su verdadero dueño 

    Vladimir se inclinó haciendo suya a esa hermosa y distinguida mujer. 

    ••••••••••

    Ese mismo año, solo unas semanas después del compromiso de Kristy. 

    En Los Angeles, Nathaniel Jhonson estaba celebrando su ceremonia de bodas. 

    — Los declaro marido y mujer, puede besar a la novia. — Dijo el sacerdote casando a Nathaniel. 

    La hermosa mujer vestida de blanco, era Jasmine Cooper, la hija de una familia millonaria, de la que se escuchaban rumores de bancarrota. 

    Los padres de Nathaniel como los de Jasmine eran viejos amigos y decidieron arreglar un matrimonio entre sus únicos hijos. 

    La bella mujer de un largo y lacio cabello castaño, miro con sus bellos ojos verdes a ese hombre apuesto a su lado. 

    Ella no podía creer que era la esposa del nuevo CEO del conglomerado Jhonson. 

    Un futuro brillante le esperaría y su corazón se llenó de regocijo. 

    .....

    Solo dos meses después, las alegrías continuarían... 

    — Felicidades señor y señora Jhonson, los exámenes indican que serán padres. — Felicitó el doctor a la recién casada pareja que fue al hospital, por algunos síntomas en Jasmine. 

    Todo era un mundo de ensueño para la joven pareja, que a pesar de comenzar un matrimonio arreglado, el embarazo les unió y el amor floreció en su más grande esplendor. 

    •••••••••• 

    Poco más de tres años después.  

    ••••••••••

    Los Angeles, Estados Unidos. 

    Nathaniel llegaba en un vuelo privado de emergencia desde Inglaterra tras haber estado en un viaje de negocios por una semana. 

    En su mansión sus padres lo esperaban con su pequeña y hermosa hija parecida a Jasmine. 

    Una dulce niña de solo tres añitos.  

    Cuando él atractivo e importante hombre de negocios llegó vió a su madre cargando a la bebé en sus brazos. 

    — Mamá, no hagas eso, la mal acostumbras. — Decía Nathaniel recién llegando mientras se acercaba a su madre y tomaba a su hija entre sus brazos. 

    — ¡Papi! — Exclamó la pequeña abrazando con fuerza a ese hombre. 

    — Mamá, ¿Por qué estás tan callada? Luces pálida, ¿Será que has estado fuera? Es otoño y ha estado haciendo mucho frío, cuídate más. — Decía Nathaniel regañando a su madre. — ¿Para que me hicieron venir de emergencia? ¿Dónde está papá?

    — Él está bien... — Contestó la mujer mayor de cabello oscuro decaída. 

    En ese instante, el padre de Nathaniel se hizo presente. 

    — ¡Papá! ¿Que sucedió? ¿Por qué ambos tienen expresiones tan tristes? — Preguntaba Nathaniel confundido. 

    — Sígueme hijo. — Pidió el señor mayor de cabello castaño canoso a su hijo dirigiéndose a la sala principal de esa mansión. 

    Una vez llegaron. 

    La madre de Nathaniel, Andrea, se acercó y tomó a su pequeña nieta nuevamente en brazos saliendo del salón. 

    Nathaniel no entendía que sucedía, pero tuvo una horrible corazonada. 

    Su padre le pidió que se sentara en un sofá largo, justo al lado de él y el joven CEO lo obedeció. 

    — Jasmine ha fallecido... — Dijo sin rodeos el padre de Nathaniel, Robert. 

    — ¿Ah? Ja, ¿Que clase de broma papá, no... No digas... — Nathaniel notó que su padre no mentía y lo miraba seriamente. 

    Sintió como si algo se rompiera desde lo más profundo de su corazón y una sensación asfixiante le invadió. 

    — No... No puede ser... — La voz del joven CEO salía entre cortada y sus manos comenzaron a temblar, mismas que su padre tomó con las suyas. 

    — Ahí no termina todo... Hijo, fue un crímen triple... Jasmine y sus padres, mis queridos amigos... los tres... Han partido de este mundo, está mañana les encontraron sin vida en una atroz escena. 

    Nathaniel se puso pálido, sentía que estaba teniendo una horrible pesadilla. 

    Su padre que estaba también afectado por la muerte de sus amigos, sabía que tenía que ser fuerte por su hijo que más lo necesitaba en ese momento. 

    Robert apoyó su mano en la espalda de Nathaniel que se lanzó hacia su padre aferrándose a él y soltando un desgarrador grito inconsolable.

    CAPITULO 03: DE REGRESO A TI.

    Una semana después. 

    Los Angeles, Estados Unidos. 

    En el centro de la ciudad, en un sector secreto de uno de los casinos del señor Nekrásov. 

    — Disculpe señor, no puede entrar aquí, es un área restringida. — Informó uno de los guardias en las puertas vestido de oscuro, mientras apoyaba su mano derecha en el cinturón de su portador de armas en una clara señal de advertencia. 

    — He venido a ver a tu jefe, dile que A.K llegó, él entenderá. — Comentó el hombre bastante alto en sus treinta años, que utilizaba su cabellera oscura peinada perfectamente hacia atrás y vestía una camisa manga larga enrollada hasta sus codos, mostrando sus llamativos tatuajes. 

    El guarda informó a alguien del interior que de inmediato llevó el mensaje al jefe de los Nekrásov. 

    Solo unos minutos después, hicieron pasar a la oficina de Don Gregori al misterioso hombre que desprendía un aura peligrosa. 

    — ¿Terminaste todo el trabajo? — Preguntó Gregori Nekrásov mientras dejaba su copa de vodka sobre la mesa de su escritorio. 

    — Todo señor, la pareja de los Cooper Allison y Michael, ya no existen en este mundo, así mismo, se silencio a la única hija de ellos, Jasmine Cooper. 

    — ¿Hija? — Preguntó él mafioso alzando una ceja. — En ningún momento les ordené que acabarán con la vida de la hija. 

    — Señor, no eran los planes; pero ella estaba ahí en el momento de la ejecución y según las reglas, debíamos silenciar cualquier testigo. 

    — Entiendo, ya que más da. — Comentó él hombre mayor haciendo un gesto de aburrimiento. — ¿Cuántos fallecidos en total?

    — Contando los empleados y presentes, un total de seis.   

    — Bien hecho, muy bien hecho; puedes retirarte, informaré a Andrey que se ocupe del resto.

    CLAK~ 

    Una vez la puerta en la oficina se cerró.

    Gregori volvió a ver a su costado derecho, justo ahí de pie se encontraba su sucesor. 

    — ¿No te lo dije? Mis hombres son bastantes rápidos y eficaces; nunca van a dar con el culpable de la destrucción de esa familia. — Comentó confiado el señor de cabello rubio y canoso. 

    — ¿Los Cooper? ¿No eran una millonaria e influyente familia en la industria hotelera? 

    — Ellos cometieron un error que muchos otros cometen. — Contó Gregori posando su fría mirada verde limón en la copa vacía. —  Estaban prácticamente quebrados y casaron a su hija con el heredero del conglomerado Jhonson. Pensaban robarles a través de ese matrimonio, pero los Jhonson se protegen muy bien, al final nos hicieron un préstamo, uno nada pequeño por cierto.

    — ¿A caso los Cooper no le pagaron Don Gregori? — Preguntó Vladimir curioso por el tema. 

    — Ja, si lo hicieron, pero no la suma completa y no en el tiempo acordado; ellos no lograron reunir el dinero y del resto, ya sabes cómo termina la historia.   

    El hombre de cabello rubio y llamativos ojos celestes observó a su jefe con seriedad. 

    No les tuvo ni un poco de piedad aún por ser una familia reconocida que despertaría un gran escándalo si terminan sin vida una mañana todos juntos  

    Pensó Vladimir de Gregori. 

    — Don Gregori, ¿No es eso un problema? Tendrá a la policía y detectives, quizá hasta a la familia Jhonson trás ese caso múltiple. 

    El viejo y astuto hombre ruso, rió en ese instante. 

    Una maliciosa sonrisa que curvó sus labios. 

    — Todo estará bien, ahora con tu ayuda me será mucho más sencillo controlar mis negocios aquí y en Rusia. 

    — Mmm, ¿Así que para eso me ha traído a Los Angeles? — Preguntó Vladimir acercándose a la estantería refrigerada y sacando otra botella del frío vodka. — Pensé que quería que me ocupara de la empresa que recién abrió el año pasado, esa de cosméticos Sweet Lady mientras su amada hija termina la universidad. 

    — Claro, eso también, pero es solo una fachada y parte de mi plan para entrenar a Kristy; lo que importan son los casinos y nuestros negocios secretos en ellos.  — Comentó Gregori extendiendo su mano con la copa vacía. 

    — En unas semanas ella estará aquí, supongo que puedo ocuparme de la empresa nueva y los otros asuntos de los Nekrásov. — Respondió él sirviendo la fría bebida en la copa de su jefe. 

    — Oh Vladimir, eres como el hijo que nunca tuve, no me arrepiento ni un solo día de haberte acogido hace veinte años en Rusia. — Sonrió él señor mayor tomando de su bebida.  — Por cierto, ¿Cuando piensan mi hija y tú, casarse? Ya tienen mucho tiempo comprometidos y me gustaría conocer a mis nietos antes de morir. 

    Una semi sonrisa curvó los labios del apuesto joven ruso. 

    — Ella aún no quiere tocar el tema del matrimonio, lo he intentado en algunas ocasiones, pero todo es en vano; como si ella estuviera en un modo defensivo cuando quiero hablarle de ello. — Reía Vladimir mientras se servía un poco de vodka. — ¿Quizá usted tenga idea de que le sucede a Kristy y por qué me evita tanto? Al comienzo ella no era así conmigo, Don Gregori; está más distante. 

    El señor Nekrásov posó dos de sus dedos en su mandíbula en un gesto pensativo. 

    ¿Podría ser por qué le he exigido que se comprometa con Vladimir? No, si bien no hay amor entre ellos, tampoco es la gran cosa; las relaciones sin amor son muy habituales 

    Pensó el señor mayor para después tomar otro trago y volver a ver seriamente a Vladimir.  

    — No te preocupes hijo, ella debe estar ansiosa por su carrera en administración. — Mintió Gregori sin titubeo alguno. 

    — ¿Pero todo no está arreglado para que ella pase sin importar nada? — Preguntó

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