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Monasterio de Nuestra Señora de la Candelaria
Monasterio de Nuestra Señora de la Candelaria
Monasterio de Nuestra Señora de la Candelaria
Libro electrónico292 páginas2 horas

Monasterio de Nuestra Señora de la Candelaria

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Apreciado lector: los autores de la Enciclopedia Histórica de Cartagena de Indias presentan con orgullo el TOMO I.

El Monasterio de Nuestra Señora de la Candelaria en la colina Popa de la Galera situado en la mágica Cartagena de Indias, Colombia (declarada por la UNESCO en 1984 Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad), es visto por los locales y visitantes con un halo de misterio, desde su fundación en 1606 a 1607, conjuntamente por fray Vicente Mallol y fray Alonso García Paredes y hasta nuestros días.

Drama, fiesta y mística agustiniana se conjugan, y como en un éxtasis se cierne sobre él la figura cimera de San Agustín de Hipona (354-430) doctor de la Iglesia Católica; iniciando este portento la historia de la Comunidad de los Agustinos.

España y Suramérica, en especial el Nuevo Reino de Granada (actual Colombia), son los escenarios de esta saga. Cinco siglos de historia se afianzan en Santa Cruz de la Popa y desfilan entonces la realidad y la leyenda. Un museo, un claustro, un santuario. Un Retablo esplendoroso y deslumbrante que sin duda compite a nivel mundial con las más reconocidas obras de arte religioso.

La Popa de la Galera fue testigo de excepción en acontecimientos bélicos, así como también de la presencia de personajes importantes: San Pedro Claver, Sir Edward Vernon, El Barón de Pointis, Alexander Von Humboldt… y el Libertador Simón Bolívar. Se sorprenderán que ingleses, franceses, alemanes... y venezolanos fueron protagonistas de esta historia.

Querido lector te subyugará todo; y las muchas fotografías a color que van recreando la trama, pero, y ¿La Cumbia?... ¿Qué es eso?
Te invitamos a desentrañar el misterio.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento11 mar 2024
ISBN9788410682238
Monasterio de Nuestra Señora de la Candelaria

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    Monasterio de Nuestra Señora de la Candelaria - Josué Guillermo Vargas Ortiz y Juan Manuel Torres Castro

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    © Derechos de edición reservados.

    Letrame Editorial.

    www.Letrame.com

    info@Letrame.com

    © Josué Guillermo Vargas Ortiz

    © Juan Manuel Torres Castro

    Diseño de edición: Letrame Editorial.

    Maquetación: Juan Muñoz Céspedes

    Diseño de portada: Rubén García

    Supervisión de corrección: Ana Castañeda

    ISBN: 978-84-1068-223-8

    Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.

    «Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».

    PRÓLOGO

    HISTORIA DE CARTAGENA:

    JOSUÉ GUILLERMO VARGAS Y JUAN MANUEL TORRES

    Josué Guillermo Vargas Ortiz y Juan Manuel Torres Castro emprendieron, hace años, el sueño de reescribir la historia de Cartagena de Indias, su ciudad natal. Para ello han desempolvado bibliotecas y archivos de instituciones culturales, han entrevistado a académicos, historiadores, promotores culturales y a superiores de la Comunidad de agustinos recoletos, fundadores y administradores del Santuario de Nuestra Señora de la Candelaria, encumbrado en la cima del Cerro de la Popa.

    Testigo del espíritu investigador y su afán de conocer el devenir histórico cultural, analizando todos los fenómenos y causas que les permitan emitir su versión personal, no puedo menos de valorar y agradecer a Josué Guillermo y a Juan Manuel este magno aporte. Josué Guillermo, historiador autodidacta, políglota y guía turístico profesional, es respetado por los amigos por su amplio saber. Juan Manuel es reportero gráfico de calles y lugares de Cartagena y de vasta experiencia como profesor de matemáticas.

    El Cerro de la Popa se alza como faro de luz y de comunicación para navegantes y residentes de Cartagena. Sobresale rodeado de islas, canales, puentes, bahías, tierra continental y colinas; todo este conjunto geográfico recostado en el Mar Caribe. El Cerro de la Popa, o la Galera, crisol de las razas que cohabitaron en Cartagena, tanto para los indígenas, como para los colonizadores blancos españoles y los negros traídos como esclavos, era una montaña sagrada. Escenario de mitos, leyendas e historias, fuente de inspiración para los artistas. El tiempo ha sido inclemente con el Cerro que, de no haberse reforzado, el Santuario de Nuestra Señora de la Candelaria sería cosa del pasado.

    Las órdenes monásticas de dominicos, franciscanos, jesuitas y agustinos desarrollaron acción evangelizadora y educadora. Crearon colegios y centros universitarios. Los agustinos recoletos fundados por San Agustín, padre de la Iglesia católica, arribaron a Cartagena vinculándose a la construcción del santuario, la propagación de la devoción a la Virgen de la Candelaria y la educación, orientados por la filosofía neoplatónica y teología agustinianas. Aunque los agustinos recoletos pasaron largos años ausentes de Cartagena, su influencia cultural es inmensa, ya que la filosofía y teología de San Agustín sigue vigente por la escuela agustino-franciscana y amantes del saber.

    La festividad de Nuestra Señora de la Candelaria de la Popa congregó a indígenas, blancos y negros. Actos religiosos como misas y procesiones, actividades culturales y sociales. Días de carnaval, que como en la Europa medieval, ocultos en capuchones y disfraces inspiraron el teatro, las danzas, la música y a poetas. Sigue vigente la celebración de Nuestra Señora de la Candelaria con la participación de autoridades locales, grupos culturales, establecimientos y pueblo cartagenero.

    La conquista y colonización española fue a sangre y fuego con los indios calamarí y caribes. Venían con la mentalidad de cultura indoeuropea, obligados a imponerla junto con la religión católica. Los pueblos europeos se creyeron con derecho a conquistar territorios en otros continentes, estableciendo el mapa geopolítico internacional hasta la independencia de los pueblos dominados.

    Vergonzosa y cruel la caza, traída y venta de los negros arrancados de sus territorios africanos. La esclavitud fue uno de los capítulos más negativos del período colonial. La raza negra fue vigorosa, forma el grupo poblacional más numeroso de Cartagena. San Basilio de Palenque, legado de los negros rebeldes, lidera la conservación y expansión de la cultura afrodescendiente. Sigue habiendo deuda histórica y la Agencia Española para la Cooperación Internacional debe canalizar las ayudas hacia estos grupos, que arrastran los efectos de la esclavitud de sus antepasados bajo el dominio español.

    El cierre de fronteras por el rey Felipe II para impedir la entrada del protestantismo en España y sus colonias privó del Renacimiento científico desarrollado en Italia, Francia, Inglaterra y otros países. España realiza la colonización con mentalidad medieval, de ahí que arrastró un atraso histórico. Por contra, tuvo el Siglo de Oro en literatura, pintura, escultura, arquitectura y artesanías; es lo que trajo a Cartagena y a las colonias. Los autores nos describen el legado arquitectónico, artístico y cultural, que junto con sus bellezas naturales, han jalonado el turismo nacional e internacional a Cartagena.

    Es encomiable la restauración de casas y edificios del centro histórico, o Corralito de Piedra. La mayoría de los antiguos claustros, conservando su estilo arquitectónico, son sedes universitarias y de cadenas hoteleras. La Agencia Española para la Cooperación Internacional ha reconstruido varios edificios coloniales con personal de Cartagena en parte formados en la Escuela Taller, que forma artesanos de construcción, hierro y madera.

    La magnífica descripción del santuario: capillas, claustro, biblioteca y museo nos invita a visitar, valorar estos tesoros. ¡Cerro de la Popa, sigue altivo a pesar de los rascacielos que quieren ocultarte!¡Custodia los mitos, leyendas y costumbres, fuentes de inspiración para los artistas cartageneros!

    Felicito a los autores Josué Guillermo Vargas Ortiz y Juan Manuel Torres Castro por el excelente trabajo realizado y les animo a continuar con el proyecto histórico hasta la feliz culminación.

    Profesor Pablo Tobar Bernal. Más de medio siglo entregado a la educación de la juventud en Panamá y Colombia.

    PRÓLOGO

    La población de Cartagena de Indias en 1777, a la sazón el segundo centro urbano del Virreinato de la Nueva Granada, según el único censo detallado con que se cuenta, era de 13.690 personas, progresivamente protegida por razones militares, por murallas, baluartes y fortalezas que rodean la ciudad desde su establecimiento; así como la isla de Getsemaní también amurallada. La Cartagena de 1777 era una ciudad en pleno crecimiento demográfico y económico, a pesar de las desigualdades sociales que hasta hoy persisten. La Cartagena de 1875 está sumida en profunda crisis social y económica. La Cartagena de 2023 abatida en la desventura de ciudad amada por los colombianos, admirada por aquellos que contemplan el esplendor de su arquitectura e historia, pero sumida en el caos del desgobierno y la corrupción.

    Historiadores, de las más variadas especialidades, han contribuido en la extensa historiografía cartagenera. Ahora, Josué Guillermo Vargas Ortiz y Juan Manuel Torres Castro, cartageneros unidos por el espíritu lasallista, bachilleres 1968 y 1973, han emprendido la titánica tarea de elaborar la Enciclopedia Histórica de Cartagena de Indias en 18 volúmenes. Hoy presentan el Tomo I: Monasterio de Nuestra Señora de La Candelaria.

    En su profusa investigación han contado con la colaboración del prior José David Niño Gómez, elegido prior general de la provincia de Nuestra Señora de la Candelaria el 22 Septiembre de 2022. Buscando las raíces han consultado, entre otras fuentes, la Real Academia Española de Historia y el Archivo General de Indias, con sede en Sevilla, España.

    Ilustra sobre el devenir histórico de la Orden de San Agustín, desde sus inicios en la vida y obra de San Agustín, en los remotos tiempos del año 351 D. C.; su implantación en América en 1533: «nadie niega a Dios, sino aquel a quien le conviene que Dios no exista». Y la historia del Monasterio de la Santa Cruz de la Popa desde 1606.

    Encontrará el lector una narrativa penetrante y cautivadora. Con inmediata facilidad transporta al lector al lugar que describe, percibiendo su gente, las formas arquitectónicas y materiales de las construcciones descritas; imagina el paisaje en sus formas topográficas, su arquitectura, los posibles colores, el sonido de los vientos… Desde la altura del Cerro de la Popa aprecia palmo a palmo el terreno trazando ángulos con compás y distancia hasta donde su vista le permite en el horizonte, percibe los cuerpos de agua, ilustra e imagina la traza de la navegación cursada por navíos de guerra al acecho de la Gran Ciudad. Asiste como invitado de honor a las fiestas de febrero celebrando el aniversario de Nuestra Señora de la Candelaria, enterándose de sus ritmos musicales, su vestimenta y etiqueta.

    General Fredy Padilla de León

    DEDICATORIAS

    A la Academia de Historia de Cartagena de Indias.

    Los nombres de Eduardo Lemaitre Román, Donaldo Bossa Erazo, Miguel Camacho Sánchez, Alberto Zabaleta Lombana, Pedro C. Covo Torres, Rafael Ballestas Morales, Raúl Porto del Portillo, Rafael del Castillo Mathieu, Haroldo Calvo Stevenson, Adolfo Meisel Roca, Adelaida Sourdis Nájera, Gabriel Porras Troconis, Rodolfo Segovia Salas, Presidentes y miembros de número de la Academia Colombiana de Historia y correspondientes de la Real Academia de Historia de España.

    Así mismo a los historiadores españoles Enrique Marco Dorta, Juan Manuel Zapatero y el cubano-colombiano Germán Arciniegas. Para vosotros que distéis identidad a mi Cartagena de Indias y para quienes rindo tributo de admiración.

    A los ciudadanos y ciudadanas de Cartagena de Indias.

    Mi deseo es que algún día nuestro proyecto sea superado por otro autor, con lo cual podré reposar con tranquilidad. Esa es mi meta y así sabré que el alumno superó al profesor y que mi discurso no fue en vano.

    Por último dedico la Enciclopedia Histórica de Cartagena de Indias a mi esposa Julia del Pilar Figueroa Ayola, baluarte, faro y apoyo, ya que sin su entusiasmo, ánimo y voz de aliento, esta obra habría sido imposible de consolidar. Y, junto a ella, mis hijos Julie, Angélica y Josué Guillermo III fieles guardianes de su padre.

    Muchas gracias.

    AGRADECIMIENTOS

    A Yahweh, Dios, pues me miró con ojos de piedad y reforzó mi resiliencia en los momentos difíciles.

    A mis padres Josué Guillermo (q.e.p.d.) y Lilia Soledad, columna vertebral de mi sabiduría, quienes a la edad temprana de 6 años ya colocaron en mis manos los clásicos griegos. ¡Loor a vosotros y gratitud eterna!

    A mi amado Colegio de San Juan Bautista de la Salle. Mi experiencia con los hermanos españoles de las escuelas cristianas fue fundamental, pues acicatearon mi permanente búsqueda de las raíces de la historia universal y en los entornos de la época en que se produjeron los acontecimientos aquí descritos.

    A la comunidad de los agustinos recoletos, cuyo prior José David Niño Gómez, nos aconsejó y señaló directrices de gran importancia, lo que acrisoló sólidamente nuestra obra.

    A la Universidad Agustiniana de Bogotá por confiar en nosotros y suministrar el material del que se nutrieron los autores para producirla.

    Al Dr. Rafael Ballestas Morales, leyenda viva de la «cartagenidad». Este adalid de todos los cartageneros me deja atónito con su pluma, que sin duda será inmortal. Su espaldarazo a esta obra plausible llenó nuestras expectativas y sirvió de aliciente para no desmayar en la empresa.

    Al Dr. Eduardo Enrique Hernández Fuentes, director de Artes

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