CULTURA ARGÁRICA LA EDAD DEL BRONCE
LA BASTIDA Y LA ALMOLOYA, YACIMIENTOS UBICADOS EN LAS ACTUALES LOCALIDADES MURCIANAS DE TOTANA Y PLIEGO RESPECTIVAMENTE, “fueron fundados en torno al año 2200 antes de nuestra era y fueron abandonados hacia el 1550 ANE, por lo que existieron a lo largo de toda la línea temporal argárica. La Bastida fue una urbe de grandes dimensiones, escondida de las principales vías de comunicación, rodeada de un 'circo' montañoso. La Almoloya, sin embargo, era de tamaño restringido y muy visible dado su emplazamiento, en lo alto de un cerro amesetado rodeado por barrancos. Esta sociedad abarcó un territorio que alcanzó, en torno al año 1750 ANE, unos 35.000 km2 de extensión”, explica el arqueólogo Carlos Velasco Felipe, en relación a la importancia territorial de la cultura argárica, una importancia también reflejada en otros aspectos. “Los hallazgos realizados hasta la fecha hablan por sí solos. En La Bastida se encuentra una muralla considerada uno de los 10 descubrimientos más importantes del mundo en 2012 según National Geographic, cuyas últimas excavaciones patrocinó en 2018. En La Almoloya está la que es hasta la fecha, la tumba ‘principesca’ más rica de la Edad del Bronce antiguo peninsular. Sin duda, ambos emplazamientos habrían sido centros de gran relevancia a nivel de gestión territorial y política”, añade Velasco.
–¿Qué ha supuesto para los arqueólogos el hallazgo de tumbas principescas en los yacimientos de El Argar?
–El Argar era una sociedad jerárquica. Por tanto, en su registro funerario destacan algunas tumbas con ricos ajuares que distinguían a personajes relevantes. Entre estas las más destacadas son las que, entre todos los objetos, incorporaban una diade ma de disco acompañando a una mujer. Hasta la fecha se han descubierto cinco tumbas de estas características: cuatro en El Argar (Antas, Almería), en el siglo XIX; y la quinta la localizamos durante la segunda campaña de excavación de nuestro equipo en La Almoloya, en 2014. Pero también hay otras tumbas muy importantes, como Fuente Álamo 9, Gatas 2 y otras de El Argar con espada. Estas inhumaciones representan la cúspide de aquella pirámide social, y suponen la prueba definitiva de la emergencia de esta élite y, en paralelo, de este modelo de sociedad donde se reconocía ritualmente la figura del individuo.
