MMC: Motivación y Mente Consciente: Un programa de 6 pasos enfocado a la apertura de la consciencia, al adiestramiento mental, a la productividad, a la plenitud y a la trascendencia

Por Juan Antonio Razo

Si quieres cambiar, mejorar tu situación financiera, tener un mejor estado de salud, ser mejor persona, crecer y cambiar el mundo, este audiolibro es para ti. La Motivación consciente es una teoría que nos enseña cómo adquirir una nueva conciencia orientada hacia su bienestar y la productividad. Es un estado mental superior que nos confiere el poder de controlar conscientemente nuestros estados emocionales; un proceso que empieza con el cambio y que termina con la trascendencia, pasando por el compromiso, la responsabilidad, el bienestar, el éxito, la plenitud, la armonía interior, la apertura del corazón y la grandeza.

Con la motivación consciente serás más libre, más feliz y mejor ser humano. Te ayudará a desarrollar una mente alerta, clara y sana, y así, a alcanzar la trascendencia y a cambiar el mundo.

• Idioma: Español
• Editorial: Everand Productions
• Fecha de lanzamiento: 5 mar 2024
• ISBN: 9781094448336

Vista previa del libro

1

La motivación simple

El nivel 1 del desarrollo personal

La motivación simple te impulsa a hacer las cosas,

comienza con lo que puedas, con lo que tengas y donde estés.

Este capítulo es el nivel 1 de su desarrollo personal y corresponde a la motivación simple o tradicional, esa que todos conocemos y que es la que nos impulsa a hacer las cosas. Aunque esta motivación es simple y temporal, y se halla en un nivel elemental de desarrollo, resulta necesaria para iniciar cualquier actividad o proyecto o poner en práctica un sueño. Así iniciaron sus proyectos de vida personajes como Cristóbal Colón, Henry Ford o Bill Gates.

Es como el primer tanque de gasolina para que se mueva el vehículo, o la energía que sentimos al despertarnos para ir a laborar, o ir al campo de entrenamiento, o a nuestro quehacer cotidiano.

Si usted tiene otro nivel de desarrollo, puede saltarse este capítulo, aunque tal vez convenga que lo lea de todos modos para entender por qué es el nivel 1 del programa MMC. Quien tiene un nivel de desarrollo superior suele ver con desdén la motivación simple o tradicional, lo cual es un error.

La motivación simple

Yo defino la motivación simple como la fuerza que nos impulsa a hacer cosas; es como un resorte que nos levanta. Esta motivación nos induce a tener una actitud y una conducta positivas. Normalmente, detrás de esa fuerza o energía están los deseos, las emociones y, principalmente, las ilusiones o los sueños.

Esto nos permite manejar con ventaja los diversos problemas que se nos presentan día con día. Un estado de ánimo positivo transformado en entusiasmo y optimismo nos permite ver el vaso medio lleno, en vez del vaso medio vacío.

El entusiasmo, el estado de ánimo y la alegría son estados característicos de la motivación simple.

Sin embargo, la motivación simple es una motivación sin conciencia y hay que diferenciarla de la motivación consciente o motivación con conciencia.

Al no tener conciencia, la motivación simple no es permanente ni duradera y se vuelve un estado temporal. A veces esa temporalidad es tan corta y hasta efímera que ni siquiera podemos mantenerla durante el transcurso del día, por lo que tenemos que renovarla tantas veces como se requiera.

La temporalidad limitada, la ignorancia, en mayor o menor grado y la inconciencia son las características principales de la motivación simple. La gente que se encuentra en este estado es susceptible a la manipulación, a los cambios de estado de ánimo y a las emociones negativas.

Los cambios de estado de ánimo suelen ser tales que un individuo puede, de un instante a otro, pasar de un estado de alegría a un estado de enojo o agresividad, incluso en individuos que consideramos como tranquilos. Por eso, la motivación simple tiene que estar constantemente renovándose con estímulos positivos para retomar el estado de ánimo inicial.

Pido al lector que haga aquí una pausa y se autoanalice con respecto a lo que acaba de leer.

Despertar cada mañana con entusiasmo, alegría y un ánimo positivo es señal de un buen inicio de la jornada. Es como tener lleno nuestro tanque de gasolina y tratar que nos rinda para todo el día.

La característica temporalidad limitada de la motivación simple originó que, desde hace ya algunas décadas, los cursos y seminarios sobre este tema, también llamado autoayuda o superación personal, tengan un gran mercado, pues hay una necesidad recurrente de estar motivado. Sin embargo, la mayoría son ineficaces porque se centran en levantar el ánimo y dar un mensaje de alegría a los asistentes, lo cual hace que se vuelva una situación repetitiva cayendo en el abuso y falta de seriedad por parte de los instructores. Algo similar sucede con muchos libros que tratan sobre el tema. Es como tomar un calmante sin resolver la raíz del problema

Las expresiones: échale ganas, tú puedes o ponte las pilas son frases hechas que se utilizan con cierta dosis de engaño y manipulación por parte de los instructores. Aunque claro que hay discursos y libros que sí ayudan y enseñan porque aportan ideas, conocimientos y valores al lector y lo inducen a salir de la ignorancia y a despertar su conciencia.

A pesar de todo, hay que tratar de mantener la motivación o que los altibajos de ánimo propios de los vaivenes cotidianos no nos afecten.

Razonémoslo de esta manera: si cambiar nuestra actitud es en sí misma una gran cosa, imagínese lo que sería poder mantenerla sin que esté sujeta a nuestros cambios emocionales. Estos estados de ánimo se podrían controlar mejor si tuviéramos despierta nuestra conciencia, pero para eso hay que prepararse. En el capítulo tres me referiré a lo que sucede cuando desarrollamos la motivación con conciencia y el concepto APC.

Por fortuna, podemos apelar al recurso de la de la automotivación y al de las autoafirmaciones, ya que, como se verá en los siguientes apartados de este capítulo, son buenas técnicas para mantenernos motivados.

Y es que como dije al principio, sin motivación no hay nada. Sin motivación, las cosas difícilmente funcionan, o lo hacen de una manera ineficaz o a medias.

Así también, la falta de conciencia conlleva a la falta de compromiso y responsabilidad.

Qué nos motiva

Todo aquello que funciona como un estímulo o nos da una razón para ponernos activos en busca de lograr un propósito puede ser considerado un elemento motivacional. Nuestros sueños e ilusiones son el principal elemento motriz de la motivación, pues la posibilidad de realizarlos es lo que hace que nuestra vida tenga sentido.

Por otra parte, hay elementos y circunstancias universales que a todos nos deberían motivar, tales como la familia, comprar una casa, viajar, salir de vacaciones, el ánimo de los viernes, recibir un regalo, una visita de un familiar, ver crecer a nuestros hijos, pensar en un grato recuerdo, tomar una taza de café, recibir un premio, la curiosidad y un largo etcétera.

La diversión es un motivador característico, pero lo menciono por separado porque se cae en el abuso y en la dependencia, y con frecuencia la diversión no es sana.

La lista puede ser ilimitada y dependerá de cada uno. Cada quien puede tener sus propias motivaciones; elabore su propia lista, pero tome en cuenta que se trata de enlistar solo motivaciones positivas, pues los motivaciones negativas aunque nos impulsan a la vez nos destruyen.

Tome en cuenta que el dinero, el poder y el enamoramiento, entre otros, son motivadores de doble filo o ambivalentes, pues pueden ser para bien o para mal.

Qué nos desmotiva

La pandemia por COVID-19 y sus mutaciones, la inflación, estar desempleado, el conflictivo tránsito, viajar en metro o en cualquier transporte público, las deudas, la incertidumbre y un largo etcétera son situaciones que nos desmotivan.

Viajar en el Metro, o cualquier transporte público, no sólo nos baja el ánimo sino que nos causa temor y hasta terror.

La falta de motivación y conciencia nos hace llevar a cabo actos como tirar la basura en cualquier parte, faltar los lunes al trabajo, no leer las etiquetas en los productos, no hacer ejercicio, seguir saliendo y no avisarle a la gente que nos contagiamos de covid, etcétera.

El trabajo en este nivel de desarrollo suele ser un suplicio, por eso la llegada del domingo por la tarde nos pone de malas y estresados porque al otro día hay que ir a trabajar. Se han hecho estudios en las fábricas y se ha encontrado que los obreros cambian su actitud y se ponen contentos cuando llega la hora de