Abrazo

Por Sofía Raquel Fernández Casabianca

Sofía Raquel nos trae con Abrazo historias perfectamente delineadas. Un selecto conjunto de narrativa y de poesía. Su fascinante modo de describir situaciones y la libertad de sus temas nos introduce amablemente en escenarios tan gráficos que resulta muy sencillo vivir las historias como si fuese uno el protagonista de las mismas. Al leer a Sofía Raquel nos hacemos cómplices de su ingenio y da la impresión que lo narrado sucede en tiempo real y ante nuestros ojos. Su voz literaria,
auténtica, amena y bien trabajada es un deleite que todos nos deberíamos brindar.

• Idioma: Español
• Editorial: Sofía Raquel Fernández Casabianca
• Fecha de lanzamiento: 13 feb 2024
• ISBN: 9798224044252

Sofía Raquel Fernández Casabianca

Sofía Raquel Fernández Casabianca nació en Asunción, es egresada del Colegio Internacional, y de la Facultad de Derecho de la UNA, como Abogada y Escribana. Fue catequista de varias Parroquias. Trabajó en ONGs, como voluntaria, consultora y miembro. Es Mediadora, y forma parte del Centro de Mediación del Colegio de Escribanos del Paraguay. Asistió a la Academia Diplomática y Consular del Ministerio de Relaciones Exteriores, de donde egresó, abrigando la esperanza de servir a su país algún día en el extranjero. Impartió cátedras de Derecho, Notariado y otras materias relacionadas con las ciencias sociales en diversas universidades, y en la Educación Media, hasta el año 2008. Ejerce la profesión de Escribana Pública, hasta la fecha. El sobre azul de rafia, es el segundo libro que publica; La caja de latón es el primero. Actualmente se encuentra trabajando en un libro enfocado en la espiritualidad.

Vista previa del libro

Sofia Raquel

Fernández Casabianca

Sofía Raquel Fernández Casabianca - Abrazo

© Sofía Raquel Fernández Casabianca. 2024

Abrazo

Edicción digital: Matías Cardozo

ISBN:

Hecho el depósito que marca la Ley 11723

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, conservada en un sistema reproductor o transmitirse en cualquier forma o por cualquier medio electrónico, mecánico, fotocopia, grabación o cualquier otro, sin previa autorización del editor.

Índice de contenidos

La procesión

El galpón

Las muñecas de Majo

Xenia

Siestas del Paraguay

Mal de amores

Navegamos a la deriva

Laurelty

Casamiento exprés

Las visitas de Liz a Doña Josefina

La lápida quebrada

El acecho

El baile soñado

Oda al jopará

Atrincherado en la perfumería

Los muñequitos de trapo de la polaca

Abrazo

Fiesta de colación

Raro amor

Un amigo ideal

Fin de línea

Una noche para el olvido

Mudo reencuentro

La procesión

Pilita amaba la fiesta patronal de su barrio. Una semana antes del 24 de mayo comenzaban los preparativos para la procesión del día de María Auxiliadora. Su mamá había sido alumna del colegio que llevaba el nombre de la Virgen, al igual que su abuela. Pero Pilita no tuvo esa suerte, los tiempos habían cambiado y sus padres la inscribieron en la escuela pública del barrio.

Los vecinos se esmeraban en hermosear el frente de sus casas. Algunos colgaban banderines, otros adornaban con globos o guirnaldas. Todo era válido para engalanar las fachadas ese día. Era infaltable la merienda con chocolate y deliciosos bocaditos que las vecinas más pudientes ofrecían a los niños, cumpliendo una promesa o por pura generosidad.

Llegado el día más esperado del año por todos los habitantes del barrio, Pilita lució sus mejores galas para acompañar la procesión. Antes había ayudado a su mamá y a su abuela a adornar el jardín de la casa y el viejo portón de hierro labrado.

Colocaron banderines rosas y celestes, además de coloridas flores.

Luego de dejar bien engalanado el frente de la casa. Toda la familia se dirigió hasta la parroquia para acompañar desde allí a la patrona junto a los vecinos.

Durante la Novena desfilaban por el templo una diversidad de personajes, antiguos habitantes del barrio, exalumnos de los colegios salesianos, devotos de la virgen y algún que otro tekorei partida.

La manzana del antiguo santuario, al costado de la nueva construcción, se hallaba atestada de