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Roberto Rojas, el cóndor
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Libro electrónico94 páginas1 hora

Roberto Rojas, el cóndor

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Deslumbrante, vertiginosa y marcada por algo parecido a la fatalidad: así parece la trayectoria de quien fuera en los años 80 uno de los mejores arqueros del mundo: Roberto Rojas, el Cóndor, el hombre que no descansaba hasta que se pegaba 200 atajadas y 200 remates en la cancha de Deportes Aviación, que en 1982 llegó a Colo Colo, equipo con el que salió campeón en cuatro oportunidades, y que llevó a nuestra selección a la final de la Copa América 1987. Narrada por Juan Cristóbal Guarello con un estilo acerado y sumamente visual, además de dotada de información sorprendente —de la cancha y fuera de la cancha—, esta es la historia de un ídolo que cae, también, velozmente hacia el abismo. Unas eliminatorias en las que prácticamente Chile ya estaba eliminado, el Maracaná repleto, la bengala, el arquero cae, su rostro está bañado en sangre... y es entonces cuando el relato de Guarello adquiere el tono de una pesquisa, porque entra la FIFA, los interrogatorios, las declaraciones de prensa... En fin, el final es conocido —un gran fraude—, pero todos sabemos que no leemos para conocer los finales, sino para entender cómo se llegó a ellos: por eso importa la falsificación de edad en un Sudamericano juvenil, el doping positivo, el poder de negociación de los premios, el éxito en Brasil, la familia que se desintegra y la enfermedad.
IdiomaEspañol
EditorialHueders
Fecha de lanzamiento4 sept 2023
ISBN9789563652765
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    Roberto Rojas, el cóndor - Juan Cristóbal Guarello

    ROBERTO ROJAS, EL CÓNDOR

    por Juan Cristóbal Guarello

    Hueders Chilenos / Roberto Rojas, el Cóndor

    Juan Cristóbal Guarello

    © Editorial Hueders

    Primera edición: agosto de 2022

    ISBN digital 978-956-365-276-5

    Registro de Propiedad Intelectual nº 2022-A-6043

    Todos los derechos reservados.

    Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida

    sin la autorización de los editores.

    Diseño de colección: Inés Picchetti

    Diseño: Luis Henríquez

    Ilustración portada: Francisco Olea

    Ilustraciones interior: Constanza Diez

    Registro fotográfico de Mabel Maldonado a fotografías aparecidas en las revistas Deporte Total y Triunfo, y de una portada del diario La Tercera.

    www.hueders.cl | contacto@hueders.cl

    SANTIAGO DE CHILE

    Diagramación digital: ebooks Patagonia

    www.ebookspatagonia.com

    info@ebookspatagonia.com

    FOTOGRAFÍA: DEPORTE TOTAL, Nº 129, NOVIEMBRE DE 1983.

    El Cóndor, como tal, nació una calurosa tarde en febrero de 1982 en el restaurante La Ponderosa de Colina, y solo tuvo cuatro testigos. Murió, simbólicamente, un 3 de septiembre de 1989 en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro, con 140 mil testigos directos y más de 500 millones a través de la televisión.

    El nacimiento fue una feliz e inocente casualidad. La muerte, un plan malamente urdido y peor ejecutado. Una tragedia.

    Roberto Antonio Rojas Saavedra tenía 23 años cuando fue contratado por Colo Colo a comienzos de 1982. Su pase no generó mayor ruido entre la hinchada alba, más preocupada de la polémica entre Carlos Caszely y el entrenador Pedro García por la contratación del delantero argentino, campeón mundial en 1978, René Orlando Houseman, quien le quitó el puesto y a la larga sacó del club al compadre del Chino Caszely: el Pollo Leonardo Véliz.

    Rojas, en cambio, no le quitó el puesto a nadie. Llegaba en reemplazo de Miguel Ángel Leyes, quien, cansado de ser suplente de Mario Osbén, aceptó una buena oferta de Universidad Católica.

    1981 había sido bueno para Roberto Rojas: su equipo, Aviación, había terminado tercero en el campeonato de Segunda División y él fue elegido el mejor arquero del torneo. En ese tiempo, Televisión Nacional transmitía los sábados por la tarde un partido del ascenso y, por razones presupuestarias, evitaban desplazarse desde la capital. Con Santiago Morning haciendo de local en Melipilla y Ferroviarios jugando en Talagante, Aviación quedó como el único equipo de la categoría en Santiago. Esto permitió que los partidos del cuadro celeste y las atajadas de Rojas se vieran con frecuencia en televisión. Hacía de local en el estadio Reinaldo Martín de Gran Avenida, ubicado dentro de la base aérea El Bosque, y el público nunca superaba las 200 personas. Alguna vez el coronel a cargo del equipo mandaba a los cadetes a hacer número a las tribunas, pero la imagen recurrente de las modestas gradas de madera era el vacío.

    Sin más representatividad que la rama más pequeña de las Fuerzas Armadas, y con el querido Magallanes afincado en el vecino San Bernardo, Aviación era apenas un lujo costoso para el Estado. A fines de 1981, y pese a la buena campaña en la Segunda División, el club fue disuelto y los jugadores quedaron libres. Aquí vino el primero de los eventos azarosos de un arquero que siete años más tarde protagonizaría, según la FIFA, el engañó más grande de la historia del fútbol mundial.

    Antes que Colo Colo, Universidad de Chile se interesó en él. Los dirigentes azules veían que Hugo Carballo, titular indiscutido desde 1976, bajaba paulatinamente su rendimiento y buscaban un reemplazante a corto plazo. En 2012 el mismo Rojas contó por qué no se puso la camiseta de la U: Eduardo Peralta, que había sido mi compañero en Aviación, me recomendó a Fernando Riera como suplente de Hugo Carballo. Riera le dijo que la U tenía el arquero del futuro: Jaime Tejeda.

    Riera tardaría poco en darse cuenta de su error. Tejeda salió dos años después de Universidad de Chile e hizo la mayor parte de su carrera en el modesto Deportes Arica. La U no tendría un reemplazante de nivel de Carballo hasta la contratación de Sergio Bernabé Vargas, 10 años más tarde.

    Roberto Rojas pudo llegar siete años antes a la U, la historia nunca ha sido publicada. Hugo Tassara, DT de los azules en 1975, preguntó por el joven y promisorio arquero de Aviación. Alguien le advirtió, se presume que fue Hernán Carrasco, que Rojas era muy complicado: Nunca había visto que el ego de un solo jugador afectara tanto al rendimiento colectivo. Tassara desechó la posibilidad.

    Cuando Rojas llegó a Colo Colo, en febrero de 1982, no era un desconocido para el entrenador Pedro García. Ambos habían estado en la tristemente célebre selección juvenil que jugó el sudamericano de 1979 en Uruguay. Equipo que terminó con su cuerpo técnico, varios dirigentes y 16 de los 18 jugadores presos en la Cárcel Pública por adulteración de pasaportes.

    Tres décadas más tarde, Rojas explicaba la trampa, señalando que era una práctica habitual en los equipos juveniles de esa época: Hubo muchos excesos, porque se sabía que argentinos, brasileños y paraguayos estaban pasados en la edad. Entonces, desde arriba, vino la orden de hacer lo mismo. Ese arriba se refería al general de Carabineros Eduardo Gordon Cañas, entonces presidente de la Asociación Central del Fútbol, quien junto al coronel Luis Zúñiga y Pedro García, elaboraron el plan de adulterar las fechas de nacimiento de los pasaportes para que Chile jugara con adultos en vez de juveniles.

    Roberto Rojas, nacido el 8 de agosto de 1957, estaba pasado casi tres años en la edad límite; además había sido parte del plantel en el campeonato sudamericano anterior, jugado en Venezuela.

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