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La Verdad Prohibida: Libro Dos: La Verdad Prohibida, #2
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Libro electrónico179 páginas2 horas

La Verdad Prohibida: Libro Dos: La Verdad Prohibida, #2

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“Cuando una nación se rehúsa a admitir que tiene un enemigo, ¿Qué posibilidad existe de que ellos estén dispuestos a proteger a sus ciudadanos de ese enemigo?”

–General Shoriveer, La Verdad Prohibida, Segunda Temporada.

En la búsqueda de El Libro de La Verdad, Noora y su equipo llegan a Cynthia, un pueblo fronterizo olvidado por Dios, que se encuentra en el norte de Sidua, a gran altitud y en alguna parte de la cordillera de Sheenyuki.

El enemigo los está observando, siguiendo cada paso que dan y preparando un ataque sorpresa.

Rodeados y superados en número, no hay manera de que Yadu, Noora y su equipo puedan continuar su viaje. Ellos van a tener que luchar y enfrentar al enemigo, sin refuerzos que los respalden, y… lo que es peor el invierno ya ha empezado a establecerse. El gélido invierno de Cynthia que congela hasta los huesos.

Por otra parte, ¿quién es ese misterioso Dev, que los tiene a todos convencidos de que es su aliado? ¿Es Dev realmente quién dice ser?

¿Podrá la magia de Yadu ayudar? …y ¿qué podrá hacer la mágica y mítica espada de Sringeri?

Prepárate para lanzarte a la aventura en una montaña rusa llena de hechizos mágicos, giros cargados de intriga y emocionante desarrollo de eventos a cada paso, lo que te hará preguntarte quiénes son realmente las buenas personas y quienes definitivamente no lo son.

Si te gustó el Señor de los Anillos y el Juego de Tronos, también te vas a enamorar de LA VERDAD PROHIBIDA.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento3 ago 2023
ISBN9798223912545
La Verdad Prohibida: Libro Dos: La Verdad Prohibida, #2

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    La Verdad Prohibida - Prasenjeet Kumar

    Prólogo

    AH... EL ATAJO FUNCIONÓ. Parece que ahora estamos adelante de ellos, dijo Yosh.

    Los otros asintieron y sonrieron sin ocultar su satisfacción ante la expectativa de encontrarse pronto con su presa. Los cuatro soldados de Malsia han estado cabalgando casi sin parar a través del bosque tropical a lo largo del caudaloso Rio Sidve. Yosh estaba mirando a su rubí, que brillaba. Él recitó un mantra y pudo inmediatamente ver a Noora, Yadu e Ila montados en sus caballos.

    Ellos obviamente habían dejado Roopgarh y se encontraban en su camino a Sringeri. Eso es perfecto... pero existe un uhm, un problema.

    ¿Qué ocurre? dijo Omar alarmado.

    La chica,

    ¿Qué? preguntó Unis.

    Si, esa chica, respondió Yosh señalando a la imagen de Ila en el rubí. Yo la reconozco, y si, existe la probabilidad de que ella también me pueda reconocer.

    ¿Cómo es eso posible? preguntó Isbek. Nosotros nunca hemos estado aqui. Esto es territorio Siduan y aqui nadie nos conoce.

    Si... y no, porque esta muchacha me conoce, dijo Yosh. Después de todo... fui yo, ... sin lugar a duda ... yo, quien tuvo el placer de ejecutar a su padre.

    Mientras Yosh más respondía daba la impresión de que confundía aún más a los otros.

    ¿Ejecutaste a su padre? Unis preguntaba con incredulidad. Pero si tú nunca has estado aqui.

    No ocurrió aqui, estúpido, sino en Malsia, aclaró Yosh. Esta muchacha se escapó de Malsia.

    ¿Te refieres ... a que ella es Malsiana? preguntó Omar. 

    No, Yosh estaba perdiendo su paciencia. Ella nació en Malsia, pero profesa su fe Sidiana.

    Oh, dijo Isbek. Entonces eso quiere decir que ella es una pagana...

    Si, ella es una pagana, dijo Yosh. Por eso fue por lo que nosotros ejecutamos a su padre, le hicimos cargos de practicar magia negra, y fue entonces que ella juró vengar su muerte.

    Se produjo un largo silencio solo interrumpido por el canto de los pájaros.

    ¿Qué vamos a hacer ... entonces? dijo Omar.

    Yosh sonrió y con un gesto de sus manos le restó importancia a todo eso. No se preocupen, yo sé qué hacer."

    Parte I–La Espada de Sringeri

    Capítulo 1: Noora

    YO NO PUEDO HACER ESTO, dijo Noora con extrema frustración.

    Claro que tú puedes. Inténtalo de nuevo, dijo Yadu con dureza.

    Por enésima vez Noora había perdido el ojo del toro.

    "Vamos a hacerlo de nuevo ... y a completar todos los once pasos de la arquería ... yo te los he enseñado uno por uno, dijo Yadu.

    Si, once pasos ... nada menos, suspiró Noora.

    Primero volvamos a chequear la postura del cuerpo," Yadu ignoró el suspiro, si es que lo escuchó, y procedió a chequear si Noora había ubicado un pie a cada lado de la línea de tiro, si su pie había encontrado una posición que se ajustara de forma adecuada con el espacio entre ellos, si el pie más cercano al objetivo había sido ligeramente retirado hacia atrás, si él estaba parado derecho sin encorvarse, con su cabeza en alto y sus hombros abajo y relajados...

    Satisfecho él gritó, "ahora establecemos contacto con el equipo, coloca la flecha en la cuerda para disparar." Noora levantó la flecha, la pasó por encima del arco, la colocó sobre el perno de soporte y encajó la muesca de la punta de la flecha en la cuerda del arco debajo del localizador.

    Bien, Yadu asintió con su cabeza y dijo, "Prepara tu mano y Noora agarró su dedo meñique con su pulgar, manteniendo sus otros tres dedos juntos. Seguidamente colocó esos tres dedos sobre la cuerda, haciendo una trampa y asegurándose de que la cuerda se mantuviera en la punta de los dedos y NO cayera en la depresión posterior a los nudillos de sus dedos

    "Excelente, mi muchacho, ahora prepara tú mano." La voz de Yadu se había suavizado un poco. Esta era la señal para dejar que Noora colocara su mano en el soporte usando solo la red y su pulgar

    Yadu chequeó que el pulgar de Noora apuntara hacia adelante en el borde del agarre, y que sus tres dedos estuvieran flexionados hasta que sus puntas descansaran delicadamente en el frente del agarre.

    Mantén el agarre flojo, por amor de Dios, no apretes exageradamente el agarre, Advirtió Yadu mientras aflojaba la mano de Noora.

    Seguidamente pasamos al quinto paso de la etapa de preparación ... bien mi pequeño guerrero, continuó Yadu Ahora levanta la mano del arco hacia el objetivo, mientras mantienes el hombro hacia abajo.

    "Ahora puedes mirar al objetivo por encima de la punta de la flecha ... ¿Okey? Rota el codo de la mano del arco lejos de la cuerda y ciérralo al nivel de tú nariz

    Continuamos con el sexto paso, ordenó Yadu ... mantener el movimiento del arco. Entonces Noora movió el arco hacia atrás volteando su mano hasta que su codo estuvo ubicado detrás de la flecha, mientras repetía incesantemente el movimiento.

    "Excelente, ahora anclaje," gritó Yadu. Eso hizo que Noora halara la cuerda hasta que la articulación de su apuntador se encontrara al lado de su sonrisa. Él ahora podía sentir contra sus dientes la cuerda y la mano que sólidamente la tensaba, y sentir también la cuerda tocando su nariz.

    "Hasta ahora, todo está bien... seguimos con apuntar... enfoca tus ojos en la punta de la flecha," dijo Yadu y habrás alcanzado el octavo paso.

    Noora ya había completado también ese paso, e instintivamente continuó hacia el noveno paso que era el de configurar el tiro.

    "Perfecto ... ahora procede a realizar el movimiento de tensar el arco sin detenerte ... continua expandiendo la mano del arco hacia el objetivo ... continua concentrándote en el ojo del toro, y ahora el décimo paso ... La liberación."

    Mientras Noora procedía a la liberación, fue establecida automáticamente su undécima y última etapa de seguimiento y reflejo. Su mano de paso procedió a retroceder desde la cara y terminando cerca del hombro, mientras que la mano del arco mantenía su posición y él continuaba concentrándose en el ojo del toro.

    Hasta que se produjo un silbido y la flecha falló la diana por una pulgada.

    Guau... no estuvo nada mal! ¿Cómo hice eso? Noora saltaba con satisfacción.

    Muy simple, solo siguiendo cuidadosamente los once pasos de la arquería ... con disciplina y concentración. Yadu estaba sonriendo porque Noora estaba convencido de que no iba a poder manejar la arquería, porque él no era lo suficientemente atlético para ser un gran arquero.

    Ila también estaba observando la práctica de Noora. Una sonrisa se formó en sus labios cuando vio que en su enésimo intento erró la diana por muy poco. Ella estaba cocinando el pescado que había capturado en el arroyo.

    Grandioso... ese fue tremendo logro, digo yo, Ila gritó mientras revolvía el curry.

    Yo no estoy seguro..., dijo Noora con la inseguridad apoderándose de su espíritu nuevamente.

    ¿Qué tan lejos de aqui se encuentra Cynthia? pregunto Noora, cambiando el tema.

    Es un viaje de algunas semanas como mínimo, replico Yadu. Definitivamente es un viaje largo, suspiro Noora.

    DESPUÉS DE CENAR PESCADO y algo de granos silvestre y raíces y un dulce de moras de postre, todos ellos se acostaron a dormir en la grama. La noche era cálida y húmeda, pero acostados en la grama se sentían cómodos.

    Para el primer prahar (la primera guardia) de tres horas, Yadu estaba de vigilante, después de eso, el despertó gentilmente a Ila. La última guardia iba a ser responsabilidad de Noora.

    Noora estaba tan somnoliento que tuvo problemas para levantarse. Entonces Ila humedeció sus manos y juguetonamente las puso en los ojos de Noora. Eso hizo que Noora se pusiera de pie e hiciera su guardia sin ningún vestigio de sueño

    Fue entonces que él pensó haber escuchado el rompimiento de una rama. Definitivamente había algo detrás de esos arbustos. Noora se congeló.

    ¿Escuchaste eso? pregunto Noora.

    Si, lo escuche, Ila se sentó alarmada. ¿Qué fue eso?

    Los caballos también estaban relinchando fuerte y pisando el suelo con fuerza

    Los arbustos repentinamente se separaron y un animal peludo se abalanzó gruñendo sobre Noora. Instintivamente Noora se movió y el animal rebotó en sus hombros sin lograr herirle el cuello.

    "Cuidado... ese es un pantherolf," gritó Yadu, quien también había escuchado el gruñido y estaba agarrando su espada.

    Pantherolf era una criatura más pequeña que una pantera, pero más grande que un lobo. Tenía manchas como las de la pantera que le ayudaban a camuflarse fácilmente en los alrededores, pero lo que la hacía más peligrosa era que a diferencia de la pantera y muy similar a los lobos, cazaba en manadas.

    ¿Manadas? Los tres se pusieron de pie con las armas en sus manos, seguros de que otros pantherolves iban a emerger de los arbustos que los rodeaban. Entonces tres más se les unieron-todos gruñendo y moviéndose de manera amenazadora.

    Sorpresivamente se escuchó un silbido y una flecha se clavó en el tórax del líder de la manada de pantherolf, que impactado cayó al piso con un sonoro aullido.

    Los miembros de la manada se detuvieron confundidos e impotentes ante la caída de su líder.

    Repentinamente cuatro hombres emergieron corriendo del lado del bosque y se unieron a los esfuerzos de ellos tres para alejar a la manada. Había un joven alto con cabello liso y negro que cargaba un arco y una flecha quién le preguntó a Noora.

    ¿Te encuentras bien?

    Yo estoy bien. No tengo ningún hueso roto. Creo que solo tengo un rasguño en la mejilla. Dijo Noora, tocándose la mejilla que el pantherolf le había arañado cuando lo atacó. El pantherolf estaba tirado en el piso, gimiendo y quejándose del dolor. El hombre joven sacó un hacha, la agarró por el mango y la dejó caer en el cuello del lobo, cortándolo por completo. El golpe del hacha fue con tanta fuerza que la cabeza del pantherolf salió volando a gran distancia.

    No, gritó Yadu. ¿Qué hiciste? Tú no necesitabas matarlo. Nosotros no matamos animales a menos que sea necesario. Pero el lobo casi lo mata a él, argumentó el joven, mientras señalaba a Noora.

    "Noora puede defenderse a sí mismo, y tú ya le habías disparado al pantherolf, dijo Yadu. Suficiente. ¿No sabes ... que la vida es sagrada?

    El hombre entonces quedó desanimado. Yo me disculpo, señor. Nosotros solo estábamos tratando de salvarlos de una manada peligrosa.

    ¿Cuál es tú nombre? preguntó Yadu. Su voz se había calmado un poco.

    Yo soy Dev, gran señor, dijo el hombre, ...y estos son mis amigos: Amar, Anish, e Ikesh. Todos ellos inclinaron su cabeza al mismo tiempo.

    Capítulo 2: Ila y Yadu

    "¿TÚ DESEAS

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