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El sistema educativo "duerme" por inmovilidad pedagógica: Innovación educativa. Hacia inteligencias más diferenciadas, creativas e integrales
El sistema educativo "duerme" por inmovilidad pedagógica: Innovación educativa. Hacia inteligencias más diferenciadas, creativas e integrales
El sistema educativo "duerme" por inmovilidad pedagógica: Innovación educativa. Hacia inteligencias más diferenciadas, creativas e integrales
Libro electrónico419 páginas5 horas

El sistema educativo "duerme" por inmovilidad pedagógica: Innovación educativa. Hacia inteligencias más diferenciadas, creativas e integrales

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El propósito de explicitar detalladamente en este libro formas, orientaciones y procedimientos capaces de conseguir un aprendizaje significativo para las nuevas generaciones, nace del interés por intentar y dar una educación más satisfactoria e inclusiva a muchos niños y adolescentes. El autor tiene la convicción de que la educación todavía no se ha enterado de la superficialidad con que actúa en los contenidos que realmente interesan a los escolares, en considerar la grandeza existente en cada alumno, y en el uso efectivo de metodologías activas para conseguirlo.

Cada persona viene a este mundo con su grandeza particular y, desde la más temprana infancia, hay que identificar y potenciar el conjunto de características y valores con los que llega y que le son propios. Obviamente, que existen condicionamientos, unos más serios que otros, provenientes del medio familiar, escolar, social y hasta personal. No obstante, si el sistema de cada centro educativo cuenta con una diversidad de profesionales para prestar la atención requerida y diferencial a cada escolar, se podrán superar con éxito esos condicionamientos.

Creemos, que es posible, y hasta fácil, mejorar el proceso del aprendizaje si al profesorado de cada centro se le restituye la capacidad y la iniciativa de dar respuesta a implementar, por consenso y cooperativamente, las necesarias mejoras pedagógicas.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento22 may 2023
ISBN9788427727922
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    El sistema educativo "duerme" por inmovilidad pedagógica - Jacinto J. Izcue Ancín

    I

    SOBRE LIDERAZGO DE CENTRO

    1

    FACTORES ESENCIALES PARA ELEVAR LA EFICIENCIA EN CUALQUIER CENTRO EDUCATIVO

    El trabajo realizado en equipo, es uno de los factores que pone a funcionar cualquier Centro con calidad y eficiencia. Para funcionar así y trabajar en equipo, tiene que existir un liderazgo directivo afirmativo en su implementación, que sepa lo que quiere y lo que de hecho transfiere a los profesionales, comprometidos en el trabajo diario del mismo. Es lo primero, en lo que deberían estar meridianamente claros, todos los que dirigen y aspiran a dirigir Centros Educativos.

    Teniendo presente que la Dirección no la compone una sola persona, sino varios profesionales, entre todos ellos deberían presentar un Proyecto de Educación Experimental y, mucho más importante, el Proyecto de Concreción Pedagógica, donde se perfeccione el tradicional arquetipo, organizado principalmente en función de aspectos administrativos. Esto es, cómo poner en práctica trabajo de equipo, cómo hacerlo factible por objetivos de nivel y por actividades de interacción común en el trabajo asociado de aula.

    Solamente después de cierto tiempo buscando razones para el buen funcionamiento de los colegios, descubres que radica en la organización del centro, cuando funciona unido, como una «familia» bien integrada.

    Es todo el grupo impulsado desde arriba por la Gerencia de Centro, pasando por los Directores Pedagógicos de los diferentes niveles educativos, de los profesores y hasta de las demás personas que completan servicios.

    Las diferentes Direcciones pedagógicas son las portadoras y ejecutoras del Proyecto Educativo o Ideario Pedagógico, en plena sintonía con la Dirección General del Centro. A ese equipo de personas corresponde que tales planificaciones no se queden en papel, por el contrario, tienen que pasar al aula día a día, concretizando los objetivos operativos, líneas pedagógicas específicas y valores a implementar. Del mismo modo, a ese Equipo Directivo le corresponde suscitar el espíritu, la motivación, respeto, afecto e implicación en el cambio, que llegue a todos los educadores y demás personal integrante de Centro.

    Los profesores, a través de la actividad de la clase, son los que concretizan las líneas pedagógicas y de avance científico de lo acabado de mencionar, mediante la cercanía, la firme creencia en claves eficaces ya probadas y con disposición abierta de creer y potenciar a los alumnos. Ayuda a este respecto, la actitud empática y actitud clara y consciente de que la dignidad de cada estudiante es lo más importante y merece respeto valorativo.

    En cuanto a la organización de la variedad de alumnos, es necesario disponer de actitudes abiertas a recibir, conocer, motivar y respetar capacidades diferenciales y, en consecuencia, organizar diferentes grupos, según necesidades educativas reales y evidentes. Este es un estilo efectivo y un liderazgo afirmativo por parte de los profesionales, que componen e integran todo el claustro del profesorado con la Dirección a la cabeza. Un Equipo Directivo, el cual también actuará como verdadero marco de referencia, configurando relaciones de buena interacción entre todos y cada uno de los profesionales.

    Por otra parte, la Dirección como observadora del proceso y del trabajo de los profesionales, tendrá una función más: estimular y aportar el punto motivacional al profesional que lo necesite, dialogando sinceramente con quien lo requiera, trato cercano y expresión solícita. Es la vía clarividente y típica, para lograr que cada profesor se sienta valorado, tratado como persona importante, asuma las actividades pedagógicas de consenso, porque facilitan trabajo de aula, mejoran rendimiento y las líneas de evolución pedagógico-administrativas solicitadas, de acuerdo a las necesidades siglo XXI.

    EL ALUMNO, COMO CENTRO PRINCIPAL EN EL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO

    Elemento imprescindible en un centro educativo es poner al alumno como centro de todas las actividades escolares: académicas, formativas, sociales y deportivas. Todo centro requiere estar bien organizado, para acompañar al alumno en todo el proceso integral de crecimiento y desarrollo. No es solamente disponer de unas aulas para impartir determinadas clases sin más implicación, obviando áreas también de aprendizaje integral como: Formación Ética, Acompañamiento disciplinar y académico imprescindible, Ayuda Psicopedagógica, Formación cívico-social y Físico-deportiva. Dejar en educación esos espacios sin atención, es «adulterar» y desestimar elementos necesarios para aprendizajes integrales y de balance personal en muchos alumnos, con serias implicaciones de insatisfacción y desequilibrios futuros en la vida. Ahora mismo no podemos engañarnos, el profesor está programado para apenas dar sus clases y «alejarse» de los colegios.

    Quizá pueda ser, que el aislamiento estructural programado y organizativo lo hace imposible, y aún más en estas circunstancias reducidas de tiempo, limitaciones particulares de cada quien y falta de implicación en el trabajo de grupo, que aporte participación en tareas y en actividades de aprendizaje interactivo y social. Desde el rol profesional, estas experiencias formativas no se advierten y menos se sienten como obligación inclusiva de las competencias docentes. Solamente determinadas Direcciones pedagógicas y educadores con disposición natural y apertura mental valoran el convencimiento y compromiso de participar en acciones de formación integral con los alumnos.

    Esas experiencias pueden y deben existir, pero es el equipo directivo quien debe ver la necesidad del objetivo común y en equipo para, mediante actividades personalizantes, formar personas integrales. De no ser así, cada uno se busca la vida como puede y más en estos tiempos del «estar siempre ocupados». Ahora bien, una Dirección responsable, que siente y vive la educación de manera integral, ¿no es capaz de implementar actividades de formación necesarias, persuadiendo a determinadas inteligencias para que sean capaces de crear algunos espacios mediante la Web, mediante actividades culturales, mediante formación tutorial, actividades teatrales, deportivas? Incluso pudiera ser, mediante la creación de algún vídeo educativo e ilustrativo, realización de algunas exposiciones sencillas, algún concurso escrito o representado, pictórico sobre temas de actualidad o simplemente unos « Buenos Días», que, con noticias e información de actualidad, puedan promover orientaciones ilustrativas de lo que es el bien y el mal, denominador común compartido por todos los seres humanos.

    Es el interés vocacional, el seguimiento y la presencia profesional o, lo que es lo mismo, poner al alumno como objetivo prioritario, como centro de las actividades docentes, lo que mueve realmente el buen hacer educativo.

    En terminología salesiana, el acompañamiento es la continuidad y seguimiento del alumno en el proceso de maduración, siendo la mejor forma de hacerlo, a partir de atender necesidades evolutivas, que favorezcan aprendizaje integral y participativo, con planteamientos reales y con las correspondientes salidas pertinentes. No puede faltar, la asistencia psicopedagógica imprescindible, apoyos y soportes a determinados alumnos. Varios artículos lo ilustran en la sección V sobre conocimiento y amor por el alumno, el capítulo 29 «Terapia integral como alternativa a desadaptaciones personales» y en el 31 «Profesor y Orientador juntos, pueden cambiar el diálogo interior». La parte social también a través del curso escolar puede y debe tener actividades intra-institución: salidas campestres, convivencias reflexivas, visitas a parques, jornadas de puertas abiertas, representaciones escénicas diversas por nivel… No pueden faltar las actividades deportivas, ejercicios de bailes por grupo, danzas, ejercicios de participación por clase, competencias deportivas varias…

    Es normal que las Direcciones pedagógicas tengan una mente inclusiva con todas las actividades educativas, puedan explicar, programar, valorar y premiar según criterios, que lleguen al cuerpo, al espíritu y a la mente. Los Directores deben tenerlo claro ellos mismos primero, y después, ser capaces de motivar, persuadir y convencer, para que entre todos se creen y pongan sobre la mesa, durante todo el año escolar hay lugar y pertinencia, algunos eventos de los ya mencionados. Que tengan carácter de socialización y de competencia con destrezas y logros a ser evaluadas, según niveles de desarrollo, que bien pueden satisfacer algunas determinadas necesidades educativas.

    Ya ves, noche estrellada, canto y copa

    en que bebes el agua que yo bebo,

    vivo en tu vida, vives en mi vida,

    nada me has dado y todo te lo debo.

    CONFIANZA SIN LÍMITES EN LA GRANDEZA QUE POSEE CADA ESTUDIANTE

    Un tercer elemento es el espíritu cercano, la disposición personal y profesional de creer sin límites y esperar sin límites lo mejor de los alumnos. Confieso que bastantes ideas y planteamientos que expreso, surgen de haber trabajado en la educación salesiana. Realmente el profesorado y trabajadores en concreto, están mentalizados por convencimiento, de que sí existe grandeza, inteligencia y capacidad en cualquier estudiante, es por la dotación natural que acompaña a cada ser humano. Desde esa mentalidad, es necesario creer, demostrar y manifestar que cualquier objetivo se puede lograr en la mayoría de los alumnos, si se sabe acompañarles con la motivación adecuada.

    La aptitud vocacional de muchos profesores, dispuestos a dar lo mejor, es importante para el crecimiento y desarrollo integral de niños y jóvenes. Realmente, a través del tiempo en los colegios salesianos, se viene conservando esta motivación de fondo y que, para Don Bosco, era imposible desvincular la dignidad humana de la condición humana; imposible desvincularla de la condición de todos los estudiantes, por el mero hecho de serlo. Para él, ese imperativo, naturalmente asociado a la persona, es el que le vinculaba con todos los jóvenes que se le acercaban. Por eso, dentro del Ideario Salesiano el aprendizaje educativo es integral; es decir, profesionales «buenos cristianos y honrados ciudadanos». Para lograr esto, es necesario proyectar y dotar a los alumnos de energía interior con ejemplos constructivos de solidaridad, de comprensión personal y también profesional, para que al seguir la conciencia por el camino del bien, se manifieste en el mundo laboral, en el mundo de la familia y en el mundo social.

    El Ideario Salesiano, implementado en la organización de actividades tanto formales, como en las no formales, contiene la mayoría de directrices, relaciones y vivencias necesarias para conformar la educación de excelencia. Y todo, por creer sin límites, exigir siempre, esperar lo mejor y mostrar en la actividad del aprendizaje los valores humanos. Mencionamos, la dignidad humana como motivación impulsora, que no se desvincula en ninguna de las muchas actividades complementarias en las que participa el estudiante. Por eso, todo educador que trabaje dentro del ideario salesiano, requiere estar abierto para encontrarse con el ser, reclamos, ideas, disposiciones reales y hasta con las contradicciones del educando como persona. De esa forma se crea confianza, se abren a la buena comunicación, a la valoración, al conocimiento mutuo y a la asistencia práctica en las inquietudes y necesidades. Todo alumno recibe la atención empática por parte del adulto-educador y el profesor pasa a ser considerado por el alumno, como un «padre» en el sentido más apropiado de la palabra. Don Bosco lo solicitaba y exigía cuando decía: « procure el educador hacerse amar de los alumnos, si quiere hacerse temer».

    Y es que la experiencia era tan profunda y extensiva en casos de diferentes características de alumnos, que cuando se refería a los niños agresivos, díscolos e indisciplinados, no perdía la esperanza con ellos, porque dentro en su interior siempre encontraba un espacio para intentar el cambio. La transición no se alcanzaba por medio de represión y castigos físicos, sino por el diálogo, el amor y el hacerle sentir, que era importante en la gran familia educativa de la cual formaba parte.

    LIDERAZGO EN CREATIVIDAD, MOTIVACIÓN Y EDUCACIÓN DE VALORES

    El factor principal, que genera la buena marcha y funcionamiento de Centro, nace de una mentalidad clara y capaz de ejercer la Dirección, seleccionando personal, proponiendo las directrices organizativas y pedagógicas del caso; esto es, un liderazgo claro, consciente de lo que es y de lo que debe ser la educación. La gerencia ponderada y motivada con el grupo de Directores Pedagógicos de nivel en un Centro, es la variable más determinante de todo lo que se programa y se ejecuta, para realizar la educación integral y moderna que se necesita. Desde las esferas de gestión bien claras o desde el seguimiento de líneas originales del fundador, aparecen las pautas acertadas a seguir en estos tiempos para los profesionales, tanto a nivel general como en el compromiso particular de cada centro educativo salesiano. En la educación salesiana, al menos en el centro que yo he conocido, no existía enfoque mercantilista; es decir, disociación entre el mundo académico y las actividades de formación, incluidas las de desarrollo personal.

    En cuanto a los profesores, en este ideario, no cabe duda para llevar a cabo una educación completa, precisa implicarse en la formación personal y profesional al mismo tiempo. Para esto, se requiere personas válidas, dispuestas a recorrer este itinerario de educación integral. De no ser así, la actividad educativa naufragaría. Difícilmente alguien puede poner énfasis en aspectos relacionados con el desarrollo y la estimulación de conductas positivas, éticas y de trascendencia en los jóvenes, si no se posee de manera connatural esos valores.

    Cualquier persona puede involucrarse en el aprendizaje de valores, porque esta formación tiene que aflorar desde dentro, nacer desde la persona y expandirse a través del ejemplo en el día a día: dedicación, tolerancia, perseverancia, compromiso e implicación.

    Los sistemas educativos, en la mayoría de centros, por lo general, ponen énfasis en saberes académicos y de información, lo cual hace que la escuela, en cuanto sistema, se convierta en una propuesta de aprendizaje cognitivo, que olvida los aspectos relacionados con la educación integral de los individuos. A los estudiantes no se les orienta a que estudien para mejorar como personas y para que el aprendizaje sea instrumento que potencie la reflexión mental, la libertad y el compromiso. Se enfoca el aprendizaje en adquirir y «comprar» conocimientos, que se usan y después se tiran. Las escuelas no pueden descuidar los aprendizajes integrales y la formación de ciudadanos responsables, sobre todo en la coyuntura empírica y superficial tan cambiante del momento actual. Sería desviarse de un camino de difícil retorno, si la educación no es entendida así por sus profesores y por el personal laboral, y la convierten en un trabajo más.

    2

    APOYOS INTEGRALES EN EDUCACIÓN. QUÉ SON Y SU IMPORTANCIA

    Partimos de que, en condiciones normales, un tanto por ciento muy elevado de estudiantes desarrolla su capacidad y el rendimiento evolutivo a ritmo de su crecimiento. Se acepta que los profesores respetan sus intereses, inquietudes y ellos se dedican a su tarea de estudiar por motivación y, en menos casos, por la inercia del grupo que va en esa dirección. No obstante, el profesor por sentido profesional y también común, lo natural es observar y analizar el proceso de sus alumnos, hacia las metas educativas establecidas por él mismo, además de ir identificando en el camino los factores intervinientes en el aprendizaje sucesivo del grupo. Por eso, cuando el alumno tropieza con algunas dificultades, el profesor requiere poner atención, determinar qué tipo de obstáculos pudieran ser y qué causas contribuyen a crearlos. Por tanto, en primera instancia al observar ausencia de avance, es normal sentir responsabilidad y acercarse al alumno o alumnos para, a través de diálogo, diagnosticar la dificultad. Ahora bien, si el caso o casos lo ameritan, según su opinión personal, remitir en segundo lugar al Orientador para completar diagnóstico y la entre-ayuda si la necesitara.

    El trabajo en equipo desde la Dirección con los profesionales es significativo, porque logra descubrir factores, que están incidiendo en bajos resultados educativos. Y dentro de este equipo, no puede faltar consultar a los padres, para conocer algunos aspectos más influyentes sobre estos alumnos, asociar la información al historial personal del alumno, disponer de expediente con resúmenes de evaluación, entrevistas y otros test pertinentes. Es proponerse, que el esfuerzo y dedicación sean eficientes al trabajar todos unidos con herramientas de comunicación apropiadas en la misma dirección. Incluso, ayudan los casos semejantes habidos en los años de experiencia anteriores, para así emitir de forma consensuada, por los tres referentes responsables, un diagnóstico que garantice el probable éxito de los objetivos que se proponen.

    Alcanzar apoyo integral sin duda consiste en unir esfuerzos: padres-profesores-orientador con pertinentes informes bio-psico-sociales, realizados en equipo.

    La mayoría de alumnos crecen con evolución normal, pero también consideramos a los alumnos que se encuentran con tropiezos sucesivos y problemas. Después de que profesionales en equipo realizan un diagnóstico integral, se recurre a incorporarles a programas apropiados: apoyo puntual, refuerzos, programas de iniciación profesional, reprogramación curricular, etc. Los obstáculos en el camino del aprendizaje de niños y adolescentes aparecen, pero el personal como equipo profesional propone alternativas y salidas apropiadas y pertinentes, buscando subsanar las deficiencias particulares en este proceso progresivo del aprendizaje.

    UN LIDERAZGO COMPETENTE SABE DAR RESPUESTAS DE ACTUALIDAD

    Saber estar a la altura de las circunstancias son competencias de la Dirección de Centro. El Proyecto educativo no puede estar distante de la realidad encontrada en las aulas. La diversidad de las necesidades educativas, la transformación de la sociedad con la multi-pluralidad de culturas, personas y libertades de pensamiento, demanda saber qué objetivos se propone el grupo de profesores, con un determinado grupo de estudiantes, en un determinado espacio social y en un Colegio específico. Para favorecer el aprendizaje, primero habrá que observar, analizar e identificar necesidades apropiadas y particulares de alumnos matriculados en el centro y posteriormente organizar las tareas relacionadas en función de la diversidad.

    El grupo rector debe diagnosticar las necesidades educativas de los alumnos, para después proponer lineamientos pedagógicos y prácticos a esas carencias. En otras circunstancias, se entiende que han sabido motivar, persuadir y organizar el tipo de trabajo de forma integrada, con profesionales diversos y, además, trabajando todos ellos en una misma dirección. Basta con poner en marcha todos los recursos existentes en las Instituciones, para que los resultados se vean. El problema viene, cuando algunos determinados alumnos encuentran demasiadas dificultades para lograr objetivos semejantes. Por lo que, cuando los alumnos tropiezan con consecutivas dificultades, el profesor requiere observar y poner atención, para determinar tipo de obstáculos y cuáles pueden ser las causas, que contribuyen a crearlos.

    Es fundamental la adecuada flexibilidad en el Pensum de asignaturas y en la organización de los horarios, para dar atención pertinente a determinados alumnos, mediante apoyos y refuerzos, y además dentro del mismo grupo de compañeros.

    El diagnóstico es, no solamente un deber del docente, al ser profesional de la educación y de los procesos propios del aprendizaje, sino también del departamento de Psico-pedagogía. En estos escenarios inconsistentes, la programación curricular y las disciplinas nunca pueden ser las mismas de siempre y para todos igual. Los contenidos requieren estar adaptados a carencias, necesidades, intereses y a nivel de desarrollo de los estudiantes.

    De estas líneas de acción no pueden desentenderse los profesores, más bien unir esfuerzos asociativamente con sus colegas del trabajo asistencial y de Orientación. Sólo es posible dar un buen tratamiento, después de un diagnóstico, cuando los profesores se interesen y se involucren, de igual a igual con el departamento de Psicopedagogía. Necesario hacer diagnóstico integral, para delimitar nivel y dificultades de ciertos alumnos, en relación con los otros. En este estudio, aparecen alumnos que requieren especial atención personal, académica y organizativa. Lo más cómodo sería dejarlo pasar, no hacer este análisis exhaustivo y dejar que sigan el ritmo de la mayoría, lo cual sería imposible de secundarlo.

    Hay una responsabilidad en todo el grupo docente con los alumnos de atención especial, para que se mentalicen en una completa, adecuada atención a los apoyos integrales y refuerzos en las asignaturas de necesidad obvia, mediante reorganizaciones mínimas de grupo y dentro también del horario lectivo. Por tanto, la programación curricular no puede ser la misma, los contenidos piden estar adaptados a necesidades, intereses y nivel de desarrollo de estos estudiantes. La presentación del material de auto-aprendizaje, abierto a participación variable en forma y fondo y, por tanto, a un método didáctico lo suficientemente motivante para estos casos, por la multiforme diversidad de personas diferentes, que hoy día existe en todos los Institutos.

    Llegaste a mi pensamiento

    y un poco más que eso

    pero nunca tocaste

    adentro de mi pecho.

    SIN LAS CONDICIONES BÁSICAS DE MADUREZ SE DIFICULTA EL APRENDIZAJE

    Una cosa tiene que quedar clara y se requiere además como necesidad, discriminar por capacidad y madurez la población de alumnos. La variedad de emergencias educativas son muchas y es de recibo saber organizarlas, para crear grupos afines y darles los apoyos que necesitan, de lo contrario la conflictividad de los mismos puede aumentar por desencuentros e irrespeto de unos alumnos con otros. Y es que las relaciones tienden a no fluir de igual entre iguales, donde unos, por diferencias muy notorias y ostensibles con otros compañeros, manifiestan rechazo, distanciamiento y tiende a originar subgrupos cerrados, alimentando animosidad y bullying, como consecuencia natural de circunstancias particulares y dispares. En realidad, hay impedimentos reales para favorecer buenas relaciones y logro de resultados, porque no se dan las condiciones básicas de desarrollo personal entre muchos alumnos y así es muy difícil y complicado lograr el aprendizaje. Ayuda y contribuye a un normal desarrollo, acercarse a su mundo con amor e inteligencia comprensiva, buscando entender sus momentos de cambios y evolución. Confirmado el nivel de sensatez, darles el apoyo educativo que necesiten en algunas asignaturas y, en otros casos de asignaturas, refuerzo educativo puntual y esporádico. Son estos, los casos donde las dificultades normalmente suelen ser temporales, lo mismo que les pasa a aquellos que se incorporaron con deficiencias educativas y otros que entran tardíamente al sistema, por lo que no se debe dejarles de lado e incluirles en la categoría de «fracasados».

    La verdadera disposición y responsabilidad del Centro muestra de antemano el éxito, si son diagnosticados con precisión y reciben las ayudas pertinentes, ya que normalmente las dificultades son superables en corto plazo. De no ser así, el deterioro de los ambientes educativos será poco a poco peor, los profesores amenazados y la enseñanza con más razón, seguirá a medias y sin transcendencia en relaciones empáticas de entendimiento, aprendizajes irrelevantes y siguiendo la costumbre existente, de una mera trasmisión de contenidos abstractos.

    El equipo Directivo-pedagógico necesita conocer y diferenciar bien a todos los estudiantes. Esto no se puede obviar, requiere ser responsables y verdaderamente profesionales, mediante el saber enterarse correctamente para organizar bien las ayudas y ponerle amor también a la profesión.

    QUÉ HACER CON DIFICULTADES EDUCATIVAS DE CARÁCTER MÁS SEVERO

    No es fácil llegar a identificar alumnos en esas condiciones, solamente se puede reconocer a través de observar datos varios y diferentes, que sean coincidentes con un mismo alumno. Además, estas personas requieren poseer diagnóstico psicopedagógico de la secuencia en años atrás, integrados y de relevancia personal en cada caso, para acercarse con una valoración precisa y de garantías en estar haciendo las cosas correctamente. Realizando este trabajo, se puede encontrar alumnos con impedimentos continuados en el tiempo, que son dificultades más serias que persisten y entonces estaríamos ante dificultades de carácter permanente. Normalmente vienen causadas por desfase de algunos años, por la historia personal de desigualdad, por cierta discapacidad psíquica, entre otras causas. El Centro educativo tiene en sus manos la adaptación a estos aspectos de enseñanza-aprendizaje con esta clase de alumnos y características, mediante diversificación curricular externa en la mayoría de las asignaturas. Lo cual nos muestra a las claras, lo indispensable que se está haciendo, primero, conocer perfiles de alumnos con claridad, para después dar respuestas personalizantes a sus aprendizajes.

    Esto pone en alerta a Instituciones Universitarias, Sistema Nacional de Educación, Centros Educativos, Directores y aspirantes a docentes, sobre las cualidades temperamentales a poseer por los aspirantes a profesores. Realmente pronto, las Universidades van a necesitar realizar test de actitudes a los aspirantes, para poder atender adecuadamente la educación, disminuir la descomposición social y constatar si poseen disposición natural y temperamental para la interacción empática y el trabajo de aula con personas. Igualmente se requiere valorar, si, al enfrentar situaciones relacionales, demuestran poseer inteligencia emocional y si, al confrontar un problema, sus reacciones son asertivas con balance personal; esto es, personalidad adecuada, que se demanda en la profesión, lo mismo que en el trabajo: un equilibrio adecuado entre agresividad y pasividad.

    Es esencial tener personas competentes, con actitud positiva y naturalmente empáticas para trabajar y tener éxito con este tipo de personas.

    Esta dinámica natural garantizaría realización a las personas, a través de un trabajo que sabe entender, valorizar y llevar adelante procesos educativos de manera integral. Las características indicadas muestran las evidencias de poseer vocación para el profesional en educación y también ser imprescindibles para el trabajo concomitante y los planteamientos acompañantes, que surgen muchas veces como indispensables.

    LAS SOLUCIONES AL APRENDIZAJE PASAN POR LA INCLUSIÓN DEL CONTEXTO FAMILIAR-SOCIAL

    Muchas dificultades en el aprendizaje, tienen que ver con problemas de cierto calado en la familia y también desde ciertos medios sociales limitados y deteriorados. Las dificultades que tienen que ver con problemas familiares y sociales en nuestros días, el profesor necesita conocerlas, al menos ayudan mucho a identificar ciertos caracteres y disposiciones particulares en alumnos y, para ello, se pide la colaboración de los propios padres con un diálogo abierto, buena relación y un acercamiento de diagnóstico coincidente, para a posteriori elaborar un plan probable de medidas en común acuerdo. En un diagnóstico acertado, intervienen en equipo: padres-profesores-orientador y exige incluir elementos socio-culturales, necesidades concretas a reencontrar y modo operativo de asumir responsabilidad de cada agente interviniente.

    Los padres necesitan participar en el porqué de la situación y en el tratamiento diseñado.

    La propuesta educativa concreta es redactada por el Departamento psicopedagógico con la implicación y participación concreta de los agentes intervinientes en el trabajo y en las soluciones que se buscan, solventando las dificultades de un aprendizaje contextualizado. Profesores, muchos de ellos, se desentienden de este tipo de cosas y pretenden justificar su rol, solamente impartiendo clase. Los padres conocen muchos factores que afectan a los hijos y, simplemente haciendo algunas preguntas a ellos, estos aportan vías de solución. Este es el caso sorpresa en algunos profesores con alumnos, cuando los padres vienen a manifestar limitaciones ignoradas como: deficiencias visuales, fobias y miedos, heredados de sus antecesores, presión excesiva en las notas, relaciones autocráticas, irritabilidad, etc. Son factores que aportan los padres de alumnos con deficiencias diversas y, por lo general, estando seguros en sus posibilidades y capacidades, buscan y piden sean atendidas con la ayuda apropiada.

    Es necesario dialogar, escuchar para poder comprender a fondo lo que les está pasando y, mediante atención empática identificarse con ellos, aportando estima, valor personal y la correspondiente asistencia psicológica. Es un procedimiento, que les hace sentir bien: no están solos, tienen respaldo personal, académico y atención afectiva en su marcha hacia adelante. Resulta que vienen de medios sociales muy alterados y se encuentran inquietos por la energía entrópica descontrolada que tienen, por lo que inventan, por su espontaneidad, por sus juegos azarosos y por la sensibilidad. En algunos casos, porque no pueden parar, intentando liberar todas sus preocupaciones, que les pasa por la mente y, en otros casos les sobrepasan.

    ¿Qué recomendamos a los profesores? Lo hemos indicado ya, durante la infancia nunca estará demás la inteligencia emocional o, lo que es lo mismo, disposición interna para saber escuchar y ponerse en el lugar de estas personas especiales. Saber entender e interpretar la problemática real de ellos, por debajo de sus «justificaciones» que a veces expresan y que muestran poca motivación, dedicación a sus estudios, inestabilidades personales, inseguridad y falta de consistencia por vivir en un espacio nocivo psico-emocional. Todo esto lo llevan en su mente y se refleja en la inestabilidad de conductas y en la falta de concentración y desarrollo normal para el aprendizaje.

    Estos alumnos, no solamente necesitan ayuda en lo académico y en lo emocional, sino también desde el punto de vista de la convivencia social. Se hará necesario dialogar mucho, explicarles bastante más veces las cosas y también hacerlo de buenas formas. Mantener la empatía, pero siempre con firmeza en: límites, reglas, pautas de relación y comportamiento, porque, aunque no se manifiesten claramente esas necesidades y directrices, las están pidiendo de forma expresa, por ser una necesidad que hasta ahora la han desconocido.

    3

    TERAPIA PSICOLÓGICA Y TRABAJO DE AULA LOGRAN REPROGRAMACIÓN MENTAL

    Un Instituto educativo con el Equipo Directivo al frente, ante demandas urgentes en la sociedad del cambio rápido, tendrá que hacerse presente en las necesidades de innovación y actualización. En principio, tendrá que entender la necesidad de realizar un trabajo de mentalización en equipo, precisamente por ser una necesidad educativa de origen social, debido a: los cambios y a las «arenas movedizas» en las que andan hoy día muchas personas y ciertas familias, a los avances veloces tecnológicos, la poca atención que

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