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Luces del más allá
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Luces del más allá
Libro electrónico224 páginas2 horas

Luces del más allá

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En este libro voy a tratar de brindar mis conocimientos adquiridos sobre las Devociones Populares que más admiro: Pancho Sierra "Resero del Infinito", Italia Inglese de Maresco "Hermanita Irma de la Caridad", Antonio Mamerto Gil Núñez o Antonio Curuzú Gil "El Gauchito Gil de Mercedes, Corrientes", el reconocido e inolvidable Omar Maresco "Semilla de Dios" y "La Difunta Correa".
Pero mi mayor admiración es hacia el Hermano "Miguel Maresco", un gran Predicador Laico Cristiano, primer difusor de las devociones populares en toda América Latina, teólogo, licenciado en parapsicología y en religiones comparadas. Con una trayectoria de más de 60 años de tarea en una gran misión espiritual mariana y cristiana, director del Templo Cristiano "Irma de Maresco", fichero de cultos N°13, registro de firmas N°18, en el 1° Templo y Casa Madre, fundado por la Inmortal Hermanita Irma de la Caridad, donde el hermano Miguel sigue con su brillante tarea.
Pero antes que nada, comenzaré con una breve historia desde la Creación de la Tierra en que vivimos, la revelación de los ángeles caídos, y del porqué existe una lucha entre el bien y el mal en este mundo. El mayor interés de este libro es acercar a más hermanos a los senderos de Dios. Por tal motivo los invito a relajarse y a acompañarme en este extraordinario recorrido espiritual de fe y esperanza con una visible demostración de leyendas y oraciones para protección, liberación y exorcismo.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento24 may 2023
ISBN9789878737133
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    Luces del más allá - Diana Helen Duque

    Prólogo

    En este libro voy a tratar de brindar mis conocimientos adquiridos sobre las Devociones Populares que más admiro: Pancho Sierra (Resero del Infinito), Italia Inglese de Maresco (Hermanita Irma de la Caridad), Antonio Mamerto Gil Núñez o Antonio Curuzú Gil (El Gauchito Gil de Mercedes Corrientes), el reconocido e inolvidable Omar Maresco Semilla de Dios y La Difunta Correa.

    Pero mi mayor admiración proviene hacía el Hermano Miguel Maresco, un gran predicador laico cristiano, primer difusor de las devociones populares en toda América Latina, teólogo, licenciado en parapsicología y en religiones comparadas. Con una trayectoria de más de 60 años de tarea en una gran misión espiritual mariana y cristiana, director del Templo Cristiano Irma de Maresco, fichero de cultos N° 13, registro de firmas N°18 en el 1° Templo y Casa Madre fundado por la Inmortal Hermanita Irma de la Caridad donde el hermano Miguel sigue con su brillante tarea.

    Pero antes que todo, comenzaré con una breve historia desde la Creación de la Tierra en que vivimos, la revelación de los ángeles caídos, y del por qué existe una lucha entre el bien y el mal en este mundo. El mayor interés de este libro es acercar a más hermanos a los senderos de Dios. Por tal motivo, los invito a relajarse y a acompañarme en este extraordinario recorrido espiritual de fe y esperanza con una visible demostración de leyendas y oraciones para protección, liberación y exorcismo.

    Parte 1

    Filipenses 2:12-16

    Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor

    LOS ÁNGELES DE DIOS Y LOS CULTOS POPULARES

    El ser humano, en su afán de supervivencia, busca proyectarse más allá de la realidad, y encuentra en la fe en Dios, la posibilidad de la existencia espiritual que ansía.

    De allí surge el culto a un gran Dios Supremo, en las grandes religiones universales; o a diversos Dioses, en creencias politeístas.

    Los cultos populares suelen creer en distintas divinidades. Esta reverencia se manifiesta en las diversas advocaciones bajo las cuales se rinde culto a la única Virgen María, o en las devociones a los diversos Santos, intercesores de los humanos ante Dios.

    Por ello, en el catolicismo, que admite la presencia de innumerables imágenes religiosas, no solo en las distintas advocaciones de la Virgen María, los ángeles y los arcángeles, sino también de los numerosos Santos que la iglesia ha canonizado, y por cuya intercesión se supone más fácil el camino para llegar a la Divinidad Suprema del Altísimo.

    El pueblo ha adscripto a los cultos consagrados con una serie de veneraciones y ritos populares, ya sea estableciendo y unificando rasgos de deidades indígenas y santos cristianos, o santificando a personajes del pueblo que, por alguna causa, han llegado a conmover su sensibilidad.

    Así han surgido cultos como el de la Difunta Correa, aquella joven y valerosa mujer que muere de sed en una zona desértica donde sigue amantando a su hijo manteniéndolo con vida; el del Gauchito Gil al que se supone injustamente perseguido y ajusticiado; u otros gauchos como Pancho Sierra, gran taumaturgo, que por dolor a la muerte de su querida Nemesia se encierra en un altillo a morir por amor, y ahí es donde recibe el llamado de Dios para comenzar con una misión divina, la cual significa curar con un vaso de agua y una oración a todo aquel que se le acerca buscando ayuda espiritual; o alguno como el de San La Muerte, que surge de la fusión del culto cristiano con el Cristo de la Buena Muerte o de la Paciencia, con la Parca grecorromana, y un payé guaraní.

    1

    En el apocalipsis se refiere a Jesucristo

    como la oveja que fue muerto desde el

    principio del mundo.

    Que se entregó a la muerte

    por amor a los humanos.

    Desde la creación el mundo se ha mantenido en un equilibrio entre el bien y el mal.

    Entre los Vigilantes religiosos han tratado de destruir toda perversión del mal. Pero a pesar de la aniquilación aún se escucha susurrar la espina de maldad que camina entre las personas manipulando sus mentes para cumplir con sus objetivos dañinos.

    Las religiones han sido entrenadas desde su inicio en idiomas, protocolos, políticas y asesinatos. Para muchos es también el origen, ya que su Padre es el Dios legítimo, aunque en estos momentos, quien manipule perturbando la vida en la Tierra sea el mismo Diablo. Sin embargo, tras la maldición, las religiones deben resistirse a las presiones que surgen entre las sociedades, y en respuesta a su resistencia, el mal hace que se englobe al planeta en un baño de ritos y de sangre.

    Por ello se decide a seguir con el incógnito secreto al que hace que en varias generaciones se hayan ido masacrando todos los malditos. Y aunque nadie lo nombre, aunque se considere una leyenda, el mal existe reencarnado en sus diferentes hijos maldecidos como brujas, hechiceros y otros.

    De este modo, cada persona, emprende su viaje iniciático, que lo conducirá por las peligrosas sendas del planeta contaminado por la maldad donde la libertad esta entre la fe, la oración y el libre albedrío.

    Profecías sobre el final

    Entre los creyentes se espera

    que se cumpla la anhelada profecía de la

    Sagrada Biblia, citada en el capítulo 22,

    versículo 12 del Apocalipsis;

    El Señor Jesús profetizó:

    He aquí, yo vengo pronto.

    Mateo 24: 6-8: Y habréis de oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis, porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es sólo el comienzo de los dolores.

    Los desastres que se han producido en todo el mundo en los últimos años son cada vez más graves y, para horror del hombre, los terremotos, las inundaciones, las sequías, los incendios forestales, las hambrunas y los brotes de enfermedades son frecuentes y están muy extendidos.

    El mundo se encuentra en un estado cambiante y turbulento, y la guerra, los actos violentos, los conflictos regionales y los atentados terroristas se producen con frecuencia y siguen agravándose.

    El Camino de la Verdad

    En el mundo espiritual ocurren batallas todo el tiempo. A excepción de cada religión, la mayoría acepta que hay una lucha constante entre las fuerzas del bien y del mal. Una lucha colosal entre la luz y las tinieblas, la verdad y el error, la opresión y la libertad, y finalmente, una guerra entre la vida y la muerte.

    —¿Cuál es la historia de esta paradoja evidente?

    La mayoría de las religiones enseñan que detrás del velo tridimensional del mundo físico que observamos a nuestro alrededor, existe otro mundo, uno místico y espiritual. En esta realidad invisible, existe un rey Supremo y justo, omnipresente, omnipotente y omnisciente. Este Señor es un Dios y Creador, que está en contra del villano más atroz y maligno, que es el Diablo o Lucifer.

    —¿Quiénes son estos combatientes? ¿Cómo, cuándo, dónde y por qué surgió esta crisis cósmica y universal?

    Este es el misterio más grande de todas las edades, religiones, épocas e historia más fascinante que jamás haya sido contada.

    Esta crisis envuelve a cada persona sobre la Tierra.

    El origen del gran conflicto astral

    Desde nuestros antepasados, la evolución de la humanidad ha estado llena de historias de guerra, y todos los seres humanos hemos experimentado conflictos. Pero para comprender este origen debemos viajar al pasado. Ubicarnos en la primera guerra que hubo en el universo antes de la existencia de nuestro planeta.

    Desde el principio de los tiempos, Dios ordenó que las leyes de la física gobernaran al mundo material en el que vivimos. Sin esas leyes naturales el universo sería un caos. Del mismo modo las leyes de Dios siempre han provisto de seguridad y estabilidad al cosmos.

    Es casi inimaginable para cada uno creer que pudiera haber batallas y conflictos entre las creaciones perfectas de Dios en el Paraíso.

    —¿Qué pudo haber causado este conflicto celestial, galáctico y espiritual?

    Afortunadamente la Sagrada Biblia ha sido creada para darnos suficientes detalles, para poder atar los asombrosos cabos sueltos y alejarnos de la duda. Aunque es una historia trágica, por así decirlo, también es una hermosa historia de amor y misericordia, qué se extiende desde el principio de los tiempos hasta nuestros días, tocándonos.

    La historia comienza desde el origen del tiempo en la capital del universo, en un lugar llamado El Cielo. Este reino estaba lleno de seres angelicales que amaban hacer la voluntad de Dios. Bajo el justo y amoroso gobierno del Creador. Todo aquel que integraba este sitio, disfrutaba de una existencia de felicidad y dicha perfecta. El príncipe Supremo y comandante de los ángeles era el Todopoderoso: El hijo de Dios o Jesús. Él era todo y uno en propósito y mente con Dios el Padre.

    El Reino estaba bajo el mandato compasivo del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Todo en su forma, probó ser un maravilloso lugar de paz y armonía. Para llevar a cabo las órdenes del Altísimo, la Sagrada Trinidad estaba rodeada de un océano virtual de innumerables criaturas espirituales administradoras, los espíritus llamados querubines y serafines. Estos poderosos e inteligentes ángeles descubrieron que su mayor alegría era cumplir con las órdenes de Dios.

    Pero, por otro lado, Dios creó un extraordinario ángel para servir como líder de la multitud celestial. La Biblia nos dice que su nombre era Lucifer, que significa, portador de luz. Este querubín fue el más grande ser creado por el Todopoderoso, estaba dotado de sabiduría y belleza, un espectáculo de impecabilidad. Al ser el favorito, tenía la posición más cercana al trono de Dios, y estaba directamente bajo la autoridad de Jesús. Su trabajo era comunicar la luz y el conocimiento de la voluntad de Dios a todos los otros ángeles. Lucifer fue el ser más esplendido creado por Dios, era cautivamente hermoso y dotado con poderes asombrosos de liderazgo y organización. Entre los ángeles fue el más admirado, respetado y amado, como amigo y hermano. Aunque Dios ya sabía la miseria que se estaba a punto de introducir por Lucifer al reino de la luz.

    Ezequiel 28: 12-15

    Lleno de sabiduría y acabado de hermosura de toda piedra preciosa era tu vestidura. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos, desde el día que fuiste creado hasta que se halló en ti maldad.

    2

    Lucifer pudo darse cuenta de su belleza y poder, su corazón y sus pensamientos comenzaron a cambiar gradualmente. Se permitió que su enfoque se alejara de Dios. Y dirigió su amor hacia el sí mismo. Nunca se podrá explicar con exactitud cómo esta semilla de rebelión germino en su ser. Pero el profeta Isaías nos da una visión muy cercana del obnubilado pensamiento de Lucifer:

    Isaías 14: 12-14

    Como caíste del cielo, o lucero, ¡hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, sobre las alturas de las nubes subiré y seré semejante al Altísimo.

    Lucifer comenzó a codiciar el Poder de Dios, pero no su personalidad. Al pensar: en su belleza, inteligencia, sabiduría y sus extraordinarias habilidades. Los cancerosos tentáculos del orgullo, vanidad, soberbia, egoísmo y auto admiración cautivaron su mente. Este resentimiento y envidia crecieron tanto que lo condujeron a rebelarse contra la sagrada ley del creador y su gobierno.

    Muchas personas creen que los 10 Mandamientos no existieron hasta que Dios los entregó a través de Moisés en el Monte de Sinaí. Pero las sagradas escrituras nos enseñan que los principios de las leyes de Dios han existido por toda la eternidad. Son la base fundamental de su paradisíaco Reino de amor y paz.

    Salmos 111: 7- 8

    "Fieles son todos sus mandamientos, afirmados eternamente y para siempre, hechos en verdad

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