LOS MITOS Una explicación a las incógnitas de la vida
Pinturas rupestres: El pensamiento simbólico
Los santuarios rupestres de Lascaux (en la Dordo- ña francesa, suroeste del país) y de Altamira (en Cantabria, España) nos permiten imaginar cuáles eran las creencias religiosas en el periodo paleolítico, una de cuyas deidades más representativas debió ser la Madre creadora de la vida. Hace unos 25,000 años, nuestros antepasados fueron capaces de desarrollar un pensa miento simbólico que plasmaron en las paredes de grandes cuevas pintando animales, formas humanas con máscaras y enigmáticas manos.
Pero ¿por qué hicieron aquellas fantásticas obras en lo más hondo de las cuevas? ¿Sus autores querían que fueran vistas sólo en determinadas ocasiones? En su libro Nuestra especie, el antropólogo Marvin Harris da respuesta a estas preguntas: “El hecho de que las pintu ras murales aparezcan en galerías subterráneas remotas e inaccesibles, donde los artistas tenían que utilizar lámparas de aceite para ver lo que hacían, prueba que esas figuras formaban parte de ceremonias religiosas”.
En el zoroastrismo -religión ancestral que todavía hoy se practica en India e Irán-, el dios Ozmad fue el creador de la vida al arrojar parte de su luz al abismo del cosmos. En el Egipto milenario, Ra fue la divinidad que hizo posible todo lo que existe. En Mesoamérica, el mismo papel correspondió a Quet- zalcóatl, la Serpiente Emplumada, el ser superior
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