Cambiar Desde Cero

Por Elisabeth S Fergunson

Si alguna vez has llegado al punto en que piensas que la vida es injusta, que los otros tienen la fortuna de ser simpáticos, atractivos y exitosos, mientras tu debes batallar con la malafortuna, ten presente que quizás estás viendo la realidad de manera equivocada.

Has intentado cambiar cada año nuevo, pero sigues siendo el mismo. Copias posturas externas, imitas a los que te agradan, modificas lo que te parece que no te funciona… pero sigues igual y al poco tiempo te abandonas en una espiral de negatividad y oscuridad.

La solución no es tan complicada, si no estás conforme contigo mismo, pues bien, hecha mano a la obra aprendiendo correctamente cual es el comportamiento que los demás admiran, identifica tus fortalezas y debilidades, y comienza el cambio en ti mismo.

Comenzar de cero, es un libro guía que te enseñará que todos podemos mejorar en poco tiempo, sin importar el cuerpo ni la edad que poseas, solo necesitas voluntad y compromiso.

• Idioma: Español
• Editorial: Ediciones Afrodita
• Fecha de lanzamiento: 27 mar 2023
• ISBN: 9798215021026

Vista previa del libro

Cambiar

desde cero

-La transformación necesaria para ser feliz-

Elisabeth S. Fergunson

Ediciones Afrodita

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Contenido

Cap. 1 Desear el cambio

Cap. 2 Miedo al cambio

Cap. 3 Amarse uno mismo

Cap. 4 Vencer la timidez

Cap. 5 Motivación y carácter

Cap. 6 Relaciones sociales saludables

Cap. 7 Ser feliz

Capítulo 1

Desear el cambio

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¿Realmente puedes cambiar tu vida? En primer lugar, también debemos preguntarnos sobre la resistencia personal al cambio y las extrañas repeticiones de los mismos escenarios de conducción a lo largo de la vida.

Cambia tu vida... Cámbiate a ti mismo... Todo el mundo quiere, un día u otro, pero sólo algunos toman medidas. ¿Por qué? ¿Cómo?, ¿O qué hay que cambiar?

Cambiarse la vida y cambiarse a uno mismo son enfoques muy similares, porque uno afecta al otro.

La necesidad de cambiar responde a una motivación negativa: escapar de una situación que ya no soporta, dejar una pareja, un trabajo que ya no le gusta... La necesidad de cambiarse muchas veces aparece en un segundo tiempo: cuando el que sufre su situación se da cuenta de que es su propia personalidad la que lo ha llevado y/o lo mantiene allí encerrado. Es el caso de los escenarios de vida negativos y agobiantes que lo torturan, como los repetidos conflictos con los demás, repetidas elecciones de compañeros insatisfactorios, incapacidad para tomar decisiones, sentirse rechazado, etc.

El deseo de cambio responde a una motivación positiva: ir hacia otro lugar que atrae. Progresa silenciosamente, acecha en los sueños nocturnos, en las fantasías despiertas, o aparece de repente como una revelación religiosa, o el deseo sentimental por el otro. Un amor a primera vista que no solo se refiere a un otro, sino que puede ser un lugar u ocupación.

Hay que distinguir entre deseos de cambio con planificación y el deseo de cambio compulsivo, del cual el complejo de Don Juan es un buen ejemplo: Don Juan deja a Julie para irse con Catherine porque Catherine es nueva en su vida; si la hubiera conocido primero, la dejaría por Julie. Otros adictos al cambio van de país en país, de apartamento en apartamento... de flor en flor.

Obstáculos materiales existen, por supuesto: falta de dinero, de tiempo, del diploma necesario...

También están las barreras resistencias, esquemas cognitivos o prisiones internas - diferentes nombres para realidades muy similares. Se ponen en marcha desde la infancia, en general, por la forma en que nos han tratado, los modelos parentales que hemos imbuido, los valores familiares que hemos interiorizado. Se han convertido en creencias que guían nuestras acciones sin que nos demos cuenta: una mujer no debe intentar superar a los hombres, un hombre no debe mostrarse débil, no lo merezco. nadie me ama, soy aburrido.

A menudo pasamos por alto las barreras internas para el cambio, porque nuestro subconsciente usa engaños para ocultárnoslas. El camuflaje más frecuente es la racionalización: nos damos explicaciones racionales. Anna vive sola a los 35; le gustaría casarse, incluso está considerando usar una agencia matrimonial, pero encuentra buenas razones para retrasar esos deseos: en su empresa, solo hay hombres, perderá toda autoridad sobre ellos si ven que está embarazada. Así logra disimular su miedo a los hombres. La racionalización funciona tanto mejor cuando se sostiene a sí misma, en particular gracias a la atención selectiva: una persona que justifica su perpetua desconfianza afirmando que hay ladrones en todas partes y que nunca encontrará honestos, solo construye una lista negra de personas oscuras que refuerza su convicción de que tiene razón en desconfiar.

El miedo al cambio no siempre es descabellado. Cualquier cambio conlleva un riesgo y tiene un costo; por lo tanto, es normal dudar, sopesar los pros y los contras. Pero si los resultados de este examen son positivos, y no somos capaces de cambiar, y, sobre todo, si este es un escenario repetido, es mejor admitir que el miedo razonable camufla los miedos irracionales.

La primera condición para el cambio es quererlo de verdad. Todos soñamos, un día u otro, con cambiar de vida. No hay nada de malo en eso... siempre que no nos engañemos a nosotros mismos. Esto sucede a veces: a fuerza de soñar con un cambio de vida, de afinar en el pensamiento el proyecto, terminas convenciéndote de que vale la pena realizarlo, aunque no hayas dado ningún paso. Es por eso que un estadounidense, creador de un seminario para ayudar a las personas a realizar su sueño, había impuesto a los participantes dar un paso en la dirección del logro después de cada sesión, aunque fuera un paso muy pequeño. El cambio es acción, ante todo.

Querer realmente cambiar es por lo tanto necesario, pero ¿es suficiente? No, en los casos en que una barrera interna es un obstáculo, muchas veces será necesario recurrir a la terapia para entender de dónde viene el obstáculo y superarlo. La terapia cognitiva, que se centra, no en explorar el pasado, sino en modificar conductas y representaciones mentales, puede ser de gran ayuda. También se encuentran otras terapias que pueden servir según su enfoque y lo que necesita