El Ingrediente Mágico

Por MIGUEL URIBE ARANGO

Quieres vivir una vida extraordinaria?

¿Te gustaría conocer los secretos de las personas exitosas?

Descubre el ingrediente para construir una vida de entusiasmo.

El Ingrediente Mágico no es un libro de autoyuda más. A través de historias, de forma entretenida y fácil de leer descubrirás 10 secretos de las personas de éxito con los cuales podrás generar un cambio real en tu vida.

Es simple, sencillo y aplicable a tu vida. Lo puedes leer en un fin de semana y va a generar un cambio radical en ti.

En este libro podrás encontrar los secretos para:

• Descubrir los paradigmas que rigen tu vida en el amor, el dinero y la salud.
• Conocer el Poder de la Disciplina
• Revelar la importancia de cómo ganar amigos
• La forma de aplicar la ley de la atracción con agenda para tu vida.
• El poder de los hábitos positivos en tu vida.
• El Poder de la Gratitud.
• El poder del Ahora viviendo el presente.
• Los secretos de la superación personal en español.
• El poder del pensamiento positivo en tu vida
• Apoyarte en tu equipo, tu familia y tus amigos.
• Vivir el presente para no caer en la ansiedad.

El Ingrediente Mágico te revelará los secretos de las personas que han logrado sobresalir y alcanzar una vida de éxito, salud, prosperidad y gozo.

Una lectura que transformará tu vida.

¡DESCUBRE EL INGREDIENTE MÁGICO!

• Idioma: Español
• Editorial: MIGUEL URIBE ARANGO
• Fecha de lanzamiento: 2 mar 2023
• ISBN: 9798215390955

Vista previa del libro

1

FRACASADO

Todos somos fracasados. Al menos los mejores de nosotros lo somos.

J.M. BARRIE - NOVELISTA ESCOCÉS Y CREADOR DE PETER PAN

"Los fracasos, fracasos repetidos, son el mapa en el camino hacia el logro. Se fracasa cuando vamos caminando hacia el éxito".

C.S. LEWIS - ESCRITOR BRITÁNICO

El fracaso es un estado mental. Si crees que eres fracasado: ¡Eres fracasado!.

EL MAESTRO

¡R ing, ring, ring!

Era lunes 9 de agosto a las 7 de la mañana, y la alarma del despertador de Pedro no paraba de sonar. ¿Para qué me voy a levantar?, pensaba Pedro mientras se acomodaba entre las cobijas.

Ese año había sido una catástrofe para Pedro. Sus ventas caían todos los meses, el dinero no le alcanzaba para cubrir sus gastos, las deudas lo ahogaban y sus relaciones personales eran terribles. Sentía que su vida a los 34 años no tenía sentido. Se definía a sí mismo como un fracasado.

Todo le salía mal.

Tomó fuerzas para levantarse, se fue al baño para ducharse y salir a trabajar sin desayunar, pues la nevera estaba vacía. Se detuvo en una cafetería y compró el pan más barato para calmar a su estómago rugiente.

Recibió una llamada de su jefe enfurecido:

Pedro, ¿qué pasa con tus resultados? ¡Este mes no has tenido ni una sola venta! Debes vender o te despediremos. Su jefe colgó.

Pedro sintió un vacío en su estómago, y no era hambre. Era desasosiego y dolor en el alma. ¿Dónde estaban los sueños de su juventud? ¿Qué pasó con su entusiasmo?.

Visitó dos clientes en la mañana sin ninguna venta. No tenía dinero para almorzar, así que tuvo que recurrir a la panadería nuevamente para comprar el pan más barato.

Su auto ya parecía una chatarra y Pedro se avergonzaba al conducirlo. Además, sus amigos sentían lástima por él.

Tocando fondo

Ese día Pedro tocó fondo. Pensó lo peor. ¿Para qué seguir viviendo?. Este pensamiento aterrador lo asustó. Sin embargo, se sentía en un túnel sin salida que era cada vez más oscuro.

Intentó visitar a tres clientes en la tarde pero ninguno quiso atenderlo. Todo era gris y oscuro. Pedro estaba tocando fondo.

Regresó a la panadería y se sentó a pensar: ¿Cuál es el sentido de la vida? Si soy un fracasado a esta edad, ¿seré una catástrofe a mis cuarenta años, y ni siquiera quiero pensar a mis cincuenta o sesenta?. Todas estas preguntas llegaban a Pedro desde su interior. Es que no veo salida. Todo me sale mal. Ya nadie cree en mí.

Cuando algo sale bien…

Mientras estaba comiendo el tercer pan de ese día, tuvo otro pensamiento aterrador: Cuando algo bueno me pasa, después llega un problema. Por ejemplo, el mes pasado, cuando gané una gran venta, el competidor realizó una nueva oferta y perdí el negocio. Y hace dos meses, cuando sí logré vender a un nuevo cliente… mi auto se descompuso y tuve que pagar el arreglo.

Definitivamente, si algo sale bien, justo después viene algo peor. Este pensamiento era desolador. Pero así pensaba Pedro. Sus pensamientos de derrota, sus palabras de perdedor y sus acciones negativas lo convertían en un fracasado. Pedro se sentía fracasado, y a su vida solo llegaban problemas.

¿Por qué me pasa esto a mí?

Pedro se quejaba de día y de noche. Siempre andaba preocupado con sus gastos, con las deudas y con su trabajo. Siempre decía: ¿Por qué me pasa esto a mí?. Pedro solo pensaba lo peor y definitivamente lo peor siempre le ocurría a Pedro. Su computador fallaba, su teléfono celular se averiaba y el dinero nunca le alcanzaba. Pedro pensaba que estaba condenado a vivir así toda su vida.

Lo que no sabía es que todo iba a cambiar…

¿Qué podría ser peor?

Esa noche, mientras regresaba a casa después de terminar otro día de fracasos, estaba conduciendo su viejo vehículo y de repente escuchó un fuerte ruido: ¡Pum!. Su neumático estaba roto. Tuvo que estacionarse mientras maldecía su mala suerte. Se bajó del auto para revisar la situación: debía reemplazar su neumático. ¿Por qué me pasa esto a mí?, repetía con rabia.

Al buscar su neumático de repuesto, encontró una desagradable sorpresa: su neumático de repuesto no estaba.

Pedro estaba en una carretera oscura, eran las 9 de la noche y no tenía neumático de repuesto para reemplazar su neumático roto. En ese momento, sintió gotas de agua en su cabeza. ¡Empezó a llover! ¿Por qué me pasa esto a mí?. Se desató una fuerte tormenta y Pedro decidió refugiarse en su auto. Mojado y con frío, empezó a llorar.

Pedro había tocado fondo.

2

UNA LUZ EN EL CAMINO

Durante nuestros momentos más oscuros, debemos enfocarnos en ver la luz

ARISTÓTELES - FILÓSOFO Y MATEMÁTICO DE LA ANTIGUA GRECIA

Si la luz está dentro de tu corazón, encontrarás el camino a tu hogar

RUMI - POETA PERSA DEL SIGLO XIII

Al final del túnel siempre estará la Luz. Para salir del túnel debes seguir caminando

EL MAESTRO

Habían transcurrido más de 30 minutos y la tormenta se hacía cada vez más fuerte. Pedro lloraba. Se encontraba solo, mojado y con frío en su auto estacionado en aquella carretera oscura. No sabía qué hacer. Mientras lloraba, repetía entre sollozos: ¿Por qué me pasa esto a mí?. Además, no podía llamar a pedir ayuda, pues su teléfono celular había sido desconectado porque no había pagado la última factura.

En resumen, Pedro no tenía dinero, no tenía teléfono ni tenía el neumático de repuesto, y se encontraba en una carretera solitaria y oscura en medio de una tormenta.

La situación era crítica.

De repente, Pedro observó una luz de un auto que se aproximaba. Algo en su interior le dijo que debía actuar. Decidió salir de su auto en medio de la lluvia para pedir auxilio a este desconocido que se aproximaba en un auto de lujo.

El auto redujo su velocidad y finalmente se detuvo frente a Pedro. Una esperanza nacía en el corazón de Pedro: Quizás esta persona me puede ayudar, pensó.

La ventana del auto se abrió y un hombre joven de unos 40 años le preguntó:

¿Necesitas ayuda?

Pedro respondió:

¡Claro que sí! No tengo neumático de repuesto y no he podido llamar a nadie a pedir ayuda

El hombre estacionó su auto a un lado de la carretera y se bajó en medio de la tormenta. Abrió la cajuela de su auto para sacar un moderno gato y un neumático de repuesto.

Aparentemente, este hombre era muy hábil, porque en menos de cinco minutos ya había instalado el neumático de repuesto mientras Pedro lo observaba perplejo. En medio de la lluvia, fue incapaz de pronunciar una sola palabra debido a su asombro.

El hombre terminó y le dijo a Pedro:

Listo, ya puedes continuar tu camino a casa.

¿Cómo puedo regresarte el neumático? preguntó Pedro.

El misterioso hombre le entregó una tarjeta, se despidió y rápidamente desapareció en su auto.

Mojado y asombrado, Pedro sube a su auto. Todavía no lo puede creer. ¿Se habrá imaginado esto? Nadie le creería. Finalmente encendió su auto y regresó a su apartamento.

Después de ducharse, se sentó a reflexionar. Varias preguntas llegaron a su mente:

¿Quién será este misterioso hombre?

¿Qué hace que una persona se detenga en medio de una tormenta para ayudar a un desconocido?

Quizás el mundo no sea tan malo

En ese momento, recordó que el hombre le había entregado una tarjeta. Buscó en su pantalón mojado, tomó la tarjeta para leerla y simplemente decía: Juan. En la parte inferior había un número telefónico y una dirección.

Pedro continuaba perplejo, pero sentía una extraña sensación de paz.

Se durmió sin imaginarse lo que pasaría al siguiente día.

Primer encuentro con el Maestro

Pedro despertó antes de que la alarma del despertador se encendiera. Hacía mucho tiempo que no se levantaba tan temprano. Estaba entusiasmado, pero no sabía por qué. El incidente de la noche anterior lo intrigaba.

Tomó una ducha y se vistió con rapidez. Tenía mucha curiosidad de su extraño salvador. Esperaba con ansias visitarlo.

Salió de su casa con un poco de dinero para reparar su neumático y poder regresar el neumático que le habían prestado.

Visitó la