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Huellas De Mi Caminar
Huellas De Mi Caminar
Huellas De Mi Caminar
Libro electrónico117 páginas1 hora

Huellas De Mi Caminar

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Huellas de mi caminar, es una experiencia vivida y que hace fluir nuestra mente, para interpretarla a través de nuestras emociones y sentido intenso, que permite recordarlo con la esperanza de que todos tengamos igualdad de condición al emprender nuestro camino. Es un relato del caminar de un soñador, quien solamente anhelaba “estudiar” para llegar a ser alguien en la vida y ayudar a su familia.

El protagonista con sus múltiples situaciones vividas, y que a su corta edad iba hilvanando su crecimiento y desarrollo a base de experiencias dolorosas y negativas, que lo llevan a vivir situaciones extremas que hacen germinar en aquel soñador la fortaleza, la humildad y la esperanza de mejorar su situación, características que predominan en su interior a pesar de la mirada triste y vocablo comedido.

En ocasiones cautivo de su propio diario vivir, solo contra el mundo, y avasallado por la situación de soledad y pobreza que lo rodea, nuestro relato nos lleva a reflexionar por un lado, la presencia de Dios en nuestras vidas, y muestra con claridad las directrices para nuestro caminar, y aunque no logremos lo que nos planteamos, nos lleva de su mano hacia lo que necesitamos para nuestro bien y de su gloria. Y por el otro lado, nos enseña, que en el mundo hay muchas personas que aunque no nos conozcan, son capaces de aportar en todos los aspectos de la vida, porque creen en ti y en que siempre habrá un mejor mañana para todos. Esta narración, nos invita a caminar más despacio por la vida, y que no solo basta con mirar, si no la necesidad de ver a nuestro alrededor, siempre hay alguien que necesita una ayuda. De seguro, hoy no serás tú, pero siempre habrá otros.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento19 nov 2019
ISBN9781643342320
Huellas De Mi Caminar

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    Huellas De Mi Caminar - Miguel Rivera

    cover.jpg

    Huellas De Mi Caminar

    Miguel Rivera

    Derechos de autor © 2019 Miguel Rivera

    Todos los derechos reservados

    Primera Edición

    PAGE PUBLISHING, INC.

    Nueva York, NY

    Primera publicación original de Page Publishing, Inc. 2019

    Todos los derechos reservados de esta edición. Prohibida la reproducción parcial o total de esta obra, por cualquier medio, sin el previo consentimiento y expresa autorización por escrito del autor.

    ISBN 978-1-64334-229-0 (Versión Impresa)

    ISBN 978-1-64334-232-0 (Versión electrónica)

    Libro impreso en Los Estados Unidos de América

    Tabla de contenido

    Capítulo 1

    Capítulo 2

    Capítulo 3

    Capítulo 4

    Capítulo 5

    Huellas de Mi Caminar

    Una Historia Basada en Hechos Reales

    Primera Edición

    Miguel Rivera

    Ilustrado con talleres de Análisis

    Gracias a Dios por haber puesto en mi corazón y manos, la bendición para realizar este proyecto y el cual dedico a mis hijos; Wendy, Miguel y Michelle, quienes son mi mejor regalo.

    Mi agradecimiento a la Doctora Melitza Tristán y a mis queridos amigos, Jorge Nelson Tristán el diseñador gráfico, Jorge Eliecer Abrego el dibujante, Dimas Vélez para el análisis y redacción, Profesor Vicente Caballero, Maestra Yolanda Maloff y Licenciada Mariela Sagel para la revisión.

    Prólogo

    Es un lugar conocido como centra del mundo y corazón del universo, bordeado por un lado el océano Atlántico y por el otro, el océano Pacífico, que permite el paso de grandes navíos entre dos mares, y constituye la segunda ruta más importante del comercio marítimo mundial, siendo el paso utilizado por muchos países. Este hermoso lugar cuenta con un aproximado de cuatro millones de habitantes, y con un gran potencial de recursos naturales.

    En este lado del continente me encontraba yo de visita, después de haber realizado un largo viaje de más de tres mil millas de distancia, país al cual me apego, pues me hace sentir y recordar momentos vividos, por su gran parecido a mi isla Puerto Rico, por su clima, la amabilidad de las personas y el buen ambiente tropical que se disfruta durante todo el año.

    En una de las muchas visitas realizadas desde Los Ángeles, California, a ese atractivo lugar, considerado mi segunda tierra, acompañando a una persona muy especial dedicada a la enseñanza, me encontraba en un salón de clases, donde acudían varios grupos de estudiantes. Durante ese atardecer de verano, en el penúltimo grupo que llegó, hubo alguien que llamó mi atención; era un chico muy callado, que casi pasaba inadvertido, escuchaba atento a su profesora, quien, por la cantidad de estudiantes que recibían diariamente sus enseñanzas, muchas veces lo había mirado, pero nunca lo había visto en realidad. Recuerdo ese día como si fuese hoy, a ese estudiante en especial, con una mirada triste y perdida, de postura tímida, espalda encorvada, y envuelto en un profundo silencio, que en ocasiones hasta le permitía escuchar los propios latidos de su corazón, los cuales indicaban una gran preocupación y angustia que solo él conocía. Ese silencio despertó en mí una gran inquietud, con sentimientos encontrados; hubo algo en ese instante, que tocó una de las fibras más profundas de mi ser, lo que aumentó el deseo de conocer las causas de su tristeza.

    A pesar de su juventud, y el estar rodeado de compañeros de su misma edad, me inquietaba saber el porqué de su timidez durante la clase, lo que mantuvo toda mi atención en él. Por estar de espaldas hacia mí, cuando lograba ver parte de su rostro, se notaba una gran congoja como si estuviese al borde de un abismo, situación que me llevó a preguntarme, por qué un joven, que debía estar lleno de alegría y energía, no lo demostraba a su corta edad. Aquello despertó en mi aún más inquietud, y una vez terminada la clase, le pregunté a la profesora, que quien era ese chico que se notaba tan distante, como un gladiador sin su armadura para enfrentarse a una gran batalla.

    Era su segundo año como estudiante en ese colegio, donde, de seguro, eran pocos los que se percataban de sus necesidades, no era uno de los mejores vestidos, su correa y sus zapatos estaban rotos, y cuando llovía, no podía evitar que sus pies llegaran empapados al salón de clases, pasando así el resto del día, hasta que regresaba a su humilde casa, donde pasaba sus noches. Sin embargo, el deseo de estudiar era más fuerte; callaba todas esas vicisitudes, las cuales quizás no soportarían otros estudiantes. Así era el diario vivir de aquel chico que estaba allí con un propósito que todos desconocían. Él hubiese querido tener, aunque fuera una cuarta parte de lo que sus compañeros tenían: una familia cerca, un padre con quien pudiese identificarse como hombre, una hermana que le ayudara con los deberes escolares; pero con nada de eso él contaba, y día a día se las arreglaba para cumplir y estar listo en su siguiente jornada de clases. Con todo ello sentí tristeza, pues solo había pasado unas horas de haberle visto por primera vez, y ya estaba en mi pensamiento, causa que me motivo a adentrarme en todo lo relacionado acerca de su persona, porque tenía un gran parecido con Christian, un sobrino especial y con mi hijo Micky Jr., sobre todo en su contextura corporal, así como también el color de su piel; de esa manera comenzó el interés y sentimiento por ese ser humano con muchas necesidades, pero con gran valentía. Ya me interesaba todo acerca del chico, sumido en sus pensamientos y muchas veces aterrorizado a que la profesora lo llamara al frente para explicar algo de la clase. En esa parte me identificaba con el cuándo yo tenía su edad, pues aunque supiera sobre la temática, y la respuesta correcta, siempre sentía el mismo temor; aquel día recordé lo que yo había vivido en mi etapa de estudiante.

    Pasado un tiempo, supe nuevamente del osado caminante de sus esfuerzos para forjarse un camino, lo que trajo lágrimas a mis ojos al conocer por las diversas situaciones que atravesaba ese joven y que para muchos, pasando menos, quieren quitarse la vida. Pero él estaba firme, y, contra viento y marea, seguía adelante. Para mí, él fue una gran lección, aprendí que cuando de verdad se quiere algo en la vida, se debe poner todo el empeño hasta alcanzarlo, y él estaba decidido a llegar a su meta.

    He visitado muchos lugares en el mundo, y me he relacionado con tantas personas en diversas situaciones, pero creo que nunca había conocido a alguien con tantas limitaciones en la vida y esa lección no se aprende ni en las más prestigiosas universidades, hay que estar en el lugar y vivirlo o estar

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