LA SONRISA DE EVA
Para entrevistar en la distancia (algo que ahora es habitual, dadas las circunstancias) a una los protocolos son siempre complicados. Se tarda bastante tiempo en cuadrar el día y la hora, y, cuando por fin llega la fecha fijada, es su agente quien le pasa tu llamada a la modelo. Sin embargo, con Eva Herzigova (República Checa, 1973) el proceso es diferente. Se reduce a un: «Este es su teléfono, ¿cuándo quieres hablar con ella?». Tras cerrar nuestra cita, marco su número (sí, mi agenda tiene esas nueve cifras tan deseadas por mucha gente). «¿Eva?», pregunto. Perdona -responde ella en italiano aceleradamente-, ¡me pillas en el ascensor, que vuelvo a casa corriendo! ¿Puedes llamarme en cinco minutos? ¡Gracias!». Ese breve cruce de palabras plasma a la perfección cómo es la mujerPasados los famosos cinco minutos, empezamos, más que una entrevista, una conversación en la que Herzigova muestra un sorprendente interés por quien está al otro lado del teléfono. Así es Eva.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos