legante, manejable, acogedora... y animadísima. Así es Toulouse, conocida como la por sus edificios de ladrillo de tierra cocida y sus coloridas fachadas. Situada en el suroeste de Francia, con un pasado fascinante por donde pasaron visigodos, romanos y españoles (tras la Guerra Civil), cuenta con un coqueto) –un coqueto hotel situado en una antigua residencia del siglo XVIII con un agradable jardín secreto con piscina– resulta el cuartel general perfecto para descubrir todos los tesoros de este destino. Se encuentra a poca distancia de la popular cuajada de cafés y concurridas terrazas. En el número 5 encontrarás Le Bibent (), una de las más antiguas (abrió sus puertas en 1861) con una llamativa de estuco estilo Napoleón III y recetas tradicionales de la región, como su excepcional Para disfrutar de unas vistas panorámicas, reserva mesa en Ma Biche sur Le Toit (), el restaurante de cocina moderna con un asiático, donde ver y dejarse ver, que codirige el biestrellado chef Michel Serran. Tras el festín, dirígete al museo de la Fundación Bemberg (), renovado recientemente por el arquitecto Philippe Pumain. Ubicado en el maravilloso Hôtel d’Assézat –un formidable palacio renacentista en el distinguido barrio de Saint-Étienne–, alberga una valiosa colección privada de mobiliario, artes decorativas y pinturas que abarca desde el siglo XV hasta mediados del XX y presume de obras de maestros como Tiziano, Monet y Gauguin.
LA VIE EN ROSE
Apr 18, 2024
2 minutos
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