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Tan solo mujeres
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Libro electrónico52 páginas32 minutos

Tan solo mujeres

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Información de este libro electrónico

La niña-mujer tímida, tan tímida que necesita desaparecer para los ojos de los demás. La joven sola que imagina una vida mundana y placentera. La niña criada sin afecto alguno y que necesita exasperadamente del roce de la piel de los otros. La triunfadora que al final queda sola. La mujer altiva, envidiosa y siempre insatisfecha. La bailarina que desaparece en el éxtasis del baile. La intransigencia y la amargura sin par en un cuerpo de mujer. La maternidad torturada y torturadora. La artista de la seducción. La maldición de los atractivos femeninos. El sojuzgamiento, la buena educación y la liberación final.  
Una vida desabrida. La obsesión sin fin por la belleza. La acumuladora. La chismosa sin remedio. La melancólica sin fin. La charlatana, la sabia, la estudiosa.
Muchas posibles formas de ser mujer llevadas hasta el extremo de lo ridículo, lo terrible o lo imposible. Obsesiones, anhelos, complejos, libertades, dominaciones, risas, llantos... Cada tinte, cada nota de personalidad desemboca inevitablemente en el extremo de desatar cataclismos imposibles de contener.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento13 sept 2022
ISBN9789508511287
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    Tan solo mujeres - María Eugenia Chagra

    Imagen de portada

    TAN SOLO

    MUJERES

    TAN SOLO

    MUJERES

    MARÍA EUGENIA CHAGRA

    Editorial Biblioteca de Textos Universitarios

    © 2022, por BTU (BIBLIOTECA DE TEXTOS UNIVERSITARIOS)

    Colección Quena, vol. 7

    ISBN: 978-950-851-128-7

    Depósito Ley 11.723

    1a. ed.: 1997 (Col. La otra cara de la moneda, 3)

    Dibujo de tapa: Martín Aibar

    Arte de tapa de la colección y adaptación

    para cada título: D.G. Carolina Ísola (isocaro@hotmail.com)

    edicionesbtu@gmail.com

    @edicionesbtu

    Teléfono: (+54) 387 4450231

    Digitalización: Proyecto451

    Todos los derechos reservados.

    Índice de contenidos

    Portada

    Portadilla

    Dedicatoria

    Agradecimientos

    Comienzo de lectura

    A las mujeres de mi pequeño mundo,

    mi madre, mi tía Sara, aunque ya no estén,

    mi hermana, mi hija, mis nietas

    Mi agradecimiento a:

    Las mujeres que conozco y no tanto,

    porque por ellas escribo.

    UNAS APARECEN

    (algunas apenas)

    OTRAS DESAPARECEN

    y las hay que tienen

    UN DULCE FINAL

    Todas guardamos un poquito de todas.

    De los deseos, sueños y fantasías.

    De los miedos, debilidades y miserias.

    Un poco más, un poco menos, más evidente o más oculto, nos parecemos…

    nos reconocemos.

    Sobrellevamos nuestras vidas y nuestro sexo como podemos. Igual que todos.

    Había sido

    una niña muy delgada a la que le gustaba jugar a las escondidas.

    Su madre siempre la estaba buscando en algún lugar oscuro y oculto entre quejas y protestas y mandándola a comer.

    La obligaba a engullir sopas sustanciosas, carnes sangrantes y alguna que otra cucharada de aceite de hígado de bacalao, preocupada por la extrema flacura de la niña, con lo que solo lograba aumentar la resistencia de esta que se las arreglaba para escabullirse de algún modo y, cuando esto le era imposible, pasarles sus comidas subrepticiamente a los animales de la casa.

    Era una constante preocupación para la familia. Pero ella solo quería que la dejaran en paz. No quería ser vista, y si engordaba, esconderse se le haría una tarea mucho más difícil.

    Su intención era reducirse a la mínima expresión y andar por los rincones para evitar las miradas.

    Poco a poco y por etapas desarrolló su arte de desaparecer.

    Un día se escondió tras un armario y se pasó el día ahuecando la pared mientras chupaba el revoque de sus dedos. Le gustó el sabor metálico. La buscaron con desesperación hasta que decidieron llamar a la policía. Entonces apareció silenciosamente con la boca embadurnada de cal y arena.

    Siguió creciendo, lo cual es un decir porque,

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