La fábrica de emociones
Por Miguel Narganes
()
Información de este libro electrónico
Miguel Narganes ha escrito un relato inclasificable, a medio camino entre la ciencia ficción, el existencialismo y el misticismo cuántico. Pero ¿quién es Miguel Narganes y qué lugar ocupa el autor, el narrador en la literatura postmoderna?
Relacionado con La fábrica de emociones
Libros electrónicos relacionados
Dramas Robóticos & Otros Cuentos Futuristas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl placer de la transgreción Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesChéjov mentía: Diez médicos escritores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesZov: El soldado que ha dicho no a la guerra de Ucrania Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUlises Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La red de Indra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl jardín engañoso (Anotado) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Todos los perros de mi vida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas hijas del capitalismo cognitivo: Emodidactobiografías universitarias, el derecho a la educación superior Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTorres de Babel Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAnoche dormí en la montaña Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuervos: Un retrato por Cord Riechelmann Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Adictos o amantes?: Claves para la salud mental digital en infancias y adolescencias Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa escala social Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La novela de María Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa hermandad Huntsville Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCartas de las heroínas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesQuasar 2: Antología ci-fi Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuando la comunicación es un cuento Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDel cielo a casa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl pasado siempre vuelve Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa extracción de la piedra picaresca Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPalabras en mis manos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5DumDum, estudio de grabación Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMálaga sobrenatural Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPosmodernidad y lectura: La lectura literaria: una interferencia necesaria en la cultura mediática Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones25 golpes de suerte. Antologia de cuentos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMundos en la Eternidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa escuela de Freddie Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBrechas en el ecosistema del libro: gasto y política pública en Chile. Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Ciencia ficción para usted
La infancia del mundo Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Obras Completas Lovecraft Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Única Verdad: Trilogía de la única verdad, #1 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Viaje al centro de la Tierra: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Guía del autoestopista galáctico Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Yo, Robot Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La estrella de Salomón Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Senda De Los Héroes (Libro #1 de El Anillo del Hechicero) Calificación: 4 de 5 estrellas4/51984 Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El apocalipsis descifrado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLeviatán Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los empleados Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Juego De Los Abalorios Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Frankenstein: Clásicos de la literatura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La parábola del sembrador Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Enigma De La Antártida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5De la Tierra a la Luna Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mundos alternos: Selección de cuentos escritos por las pioneras de la ciencia ficción del siglo XX a partir de ¡El futuro es mujer! Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El faro del fin del mundo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Veinte mil leguas de viaje submarino: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Adiós, humanidad: Historias para leer en el fin del mundo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Julio Verne: Viaje al centro de la Tierra Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La máquina del tiempo de Adolf Hitler Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Despertar de los Dragones (Reyes y Hechiceros—Libro 1) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Destino De Los Dragones (Libro #3 de El Anillo del Hechicero) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Klara y el Sol Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Warrior of the Light \ Manual del Guerrero de la Luz (Spanish edition) Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Colección de Julio Verne: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Exhalación Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La marca del lobo: un romance licántropo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para La fábrica de emociones
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
La fábrica de emociones - Miguel Narganes
Un hombre despierta a un tiempo y un mundo inexactos. En apariencia corresponde a un futuro distópico en que una raza de alienígenas domina la ciudad y a sus habitantes. Pero eso no es más que una perspectiva de la realidad. ¿Dónde está él, y quién es?, eso es lo que le atormenta, en lo que no deja de pensar. Recuerda a Molly, su amor, la mujer de su vida. Molly aparece con diferentes edades y en diversas circunstancias a su alrededor, en sus recuerdos. Pero ¿quién es Molly, quién era, existió alguna vez de verdad?
Miguel Narganes ha escrito un relato inclasificable, a medio camino entre la ciencia ficción, el existencialismo y el misticismo cuántico. Pero ¿quién es Miguel Narganes y qué lugar ocupa el autor, el narrador en la literatura postmoderna?
La fábrica de emociones
Miguel Narganes
www.edicionesoblicuas.com
La fábrica de emociones
© 2015, Miguel Narganes
© 2015, Ediciones Oblicuas
EDITORES DEL DESASTRE, S.L.
c/ Lluís Companys nº 3, 3º 2ª
08870 Sitges (Barcelona)
info@edicionesoblicuas.com
ISBN edición ebook: 978-84-16341-71-9
ISBN edición papel: 978-84-16341-70-2
Primera edición: junio de 2015
Diseño y maquetación: Dondesea, servicios editoriales
Ilustración de cubierta: Héctor Gomila
Queda prohibida la reproducción total o parcial de cualquier parte de este libro, incluido el diseño de la cubierta, así como su almacenamiento, transmisión o tratamiento por ningún medio, sea electrónico, mecánico, químico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin el permiso previo por escrito de EDITORES DEL DESASTRE, S.L.
www.edicionesoblicuas.com
Nada es lo que parece
Cuando despertó al fin, advirtió, de nuevo ligeramente exasperado, que ese mundo que había abandonado hacía apenas algunos minutos, aún resistía allí. Pensaba, quizá de manera inútil, que aquel lugar ya debiera haber desaparecido definitivamente bajo la cal de los años para siempre; que realmente aquel turbio pasado, que latía como un segundo corazón bajo su pecho, no debería nunca haberle acompañado otra vez hasta aquella sala de espera en aquel pequeño hospital de provincias; al menos no de esa manera, la misma manera lastimosa de siempre: gimiendo como un perro desgraciado, tal vez agradecido a la mano que se le tiende, pero a la vez rabioso por sentir temor a perderla; un pasado enfermizo como un animal paranoico y apaleado.
La decisión de regresar a la ciudad maldita ya había sido lo suficientemente dolorosa; puede decirse que había agravado su reciente enfermedad hasta el coma, cosa que había intentado ocultar como pudo a Molly, su mujer, en los días precedentes al viaje. Ella decidió quedarse para sus asuntos, las cosas que en aquel entonces motivaban sus anhelos, fuera de aquella relación agotada y por fin atrozmente confusa que habían mantenido al menos durante los últimos veinte años, perdida felizmente en el brillante camino de sus itinerantes exposiciones de pintura, sus lienzos inacabados y otro género de actividades que la tenían definitivamente olvidada, letalmente atrapada en el curso de los días.
Tenía programado nuevamente acudir a un evento que acontecía en una sala de exposiciones denominado algo similar a la «Academia de Habitantes», fuera lo que fuese aquel nuevo entretenimiento que se habían buscado ella y sus más queridas amigas por evitarse la vida y, ante todo, la compañía de sus aburridos y ausentes maridos.
Algún imbécil pretencioso, pensaba a menudo, en tanto bebía sin parar, igual a ese Sebastián de la galería de arte con el que su mujer, sabía de sobras, tenía relaciones y que tanto desprecio mutuo se profesaron sin disimulo alguno el uno hacia el otro en las escasas ocasiones en que tuvieron por fuerza que coincidir, un terco embaucador de ojillos de rata y elaborados clichés las tendría sofronizadas con vagas sabidurías milenarias; entretenidas con hilarantes y burdas vivisecciones a corazón abierto de algún artista recién triunfante en el sofisma encanallado de las galerías de arte; voluntariamente enclaustradas, tal si estuvieran fascinadas bajo el hechizo de un encantador de serpientes, en alguna celda-habitación de la inmensa y desolada gran ciudad; pero eso ya, después de tantos años de matrimonio y desamor, realmente apenas importaba. Que fornicara o se dejase embaucar por quien desease; eso no sería nunca más su problema; ya no más.
A fuerza de ser sinceros, habré de asegurar que habían fallecido otros familiares en el curso de la última década: otras personas que había conocido ampliamente y que habían ocupado años atrás un lugar casi fundamental en su concepción del mundo. Aun así nunca se había permitido regresar hasta que recibió la noticia de la muerte de Sara. Hacía años que no había vuelto a verla, largos y suaves años de condena en que su razón de madre se fue deteriorando conforme la enfermedad la invadía y la habitaba definitivamente, expulsando de su seno a la mujer tranquila y dichosa que siempre pareció ser o intentar emular; a pesar del mundo, del distanciamiento inexorable y doloroso entre sus hijos, de los sucesos y los golpes de la vida.
… Sara… Su madre se había llamado Sara hasta que la demencia la expulsó de aquel amasijo de células en que consistía y ya no fue más nunca Sara; solo la imagen reflejada en un burdo espejo de feria donde lo que era ella, no el recuerdo del calor de sus ojos claros, ni la tibia sentina de su seno, ni siquiera la luz de ternura en sus palabras, había quedado brutalmente deformado y desorganizado. Luego, cuando apenas era un despojo paralizado y exánime, ya no importó gran cosa que quedara al cuidado de las monjas en el hospital: ya no era