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El renacer del Guirivilo
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El renacer del Guirivilo
Libro electrónico69 páginas1 hora

El renacer del Guirivilo

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Claudia era una alegre muchacha, que tuvo que sobrellevar de forma inesperada la misteriosa muerte de su padre, motivo que la impulsó a arribar al recóndito pueblo de Nirivilo, para así indagar las causas por las que él había fallecido. Sin embargo, de maneras muy oscuras y misteriosas, le tocaría encarnar al malvado Guirivilo, quien ha sido conocido en tiempos antiguos por asesinar con fuerzas que escapan de la comprensión. Así más tarde, conocerá al amor de su vida, Roberto, quien tendrá que enfrentar junto a ella los más tenebrosos y macabros días.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento16 ene 2019
ISBN9788417467883
El renacer del Guirivilo

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    El renacer del Guirivilo - D. A. Méndez

    Primera edición: enero de 2019

    © Grupo Editorial Insólitas

    © D. A. Méndez

    ISBN: 978-84-17467-87-6

    ISBN Digital: 978-84-17467-88-3

    Difundia Ediciones

    Monte Esquinza, 37

    28010 Madrid

    info@difundiaediciones.com

    www.difundiaediciones.com

    IMPRESO EN ESPAÑA - UNIÓN EUROPEA

    Con un profundo aprecio por el Pueblo de Nirivilo (Chile), lugar donde vivieron mis antepasados, familia, y donde personalmente he conmemorado mis recuerdos más alegres, dejo esta muestra de interés y aprecio a disposición de su gente y el mundo, para que, con el tiempo, más personas puedan sumarse a engrandecer este lugar mágico.

    Érase Claudia Márquez una alegre muchacha que, por distintos motivos y causas, tuvo que vivir y sobrellevar la muerte de su padre ocurrida hacía apenas menos de un año, principal motivo que la impulsó a llegar al pintoresco pueblo de Nirivilo, con el objeto de reencontrarse con aquel lugar, donde vivió su niñez junto a su amado padre. Por otro lado, jamás llegó a conocer a su madre, ya que había fallecido al momento del alumbramiento.

    Aquel apartado terruño estaba rodeado de escarpadas montañas, cubiertas de innumerables arbolados, particularmente: frutales, espinos, robles y eucaliptos; junto con numerosos precipicios y acantilados. Por otro lado, su flora estaba enriquecida por sus propiedades medicinales y su colorida belleza sinigual. A sus faldas, yacía un estero profundo en invierno y con escaso afluente en tiempos de calor. Este cruzaba las fértiles tierras de norte a sur en declive, hasta los pies de las casas cuyo origen se remontaba a tiempos de colonia, guerra e independencia. Sus aldeanos, fuertes y trabajadores, se desempeñaban principalmente en la agricultura, laboreaban las viñas y trillaban los extensos mantos de trigo, mientras que otros, simplemente se dedicaban a sembrar hortalizas y legumbres. Por otro lado, las mujeres desarrollaban labores principalmente domésticas.

    Desde tiempos que se remontan a la antigüedad, la historia cuenta que cada cien años, una criatura con cabeza de zorro y cuerpo de serpiente renace, de formas incomprensibles e inexplicables, en el cuerpo de cualquier humano. El nombre de la perversa bestia es Guirivilo, conocida por matar personas y animales a los pies de cualquier lecho de agua; tan mística y silenciosa como vengativa y audaz. Ya se sabe que vendrá, pero nadie sabe dónde o a quién poseerá, solo se rumorea que en cualquier momento las aguas se tornarán rojas por la sangre que correrá en ellas.

    Al llegar al pueblo, el sol brillaba con firmeza, los pájaros cantaban alegres, los niños jugaban sin miedo y nadie pensaría que aquel era un pueblito apartado, ya que había vida en ese lugar. Acalorada, se sentó al borde de la vereda, que se situaba al lado de la añosa iglesia, para apreciar la belleza de su encantadora y particular plaza que, a su vez, destacaba por tener en su centro, una enorme moneda con la imagen del libertador de la patria Bernardo O’Higgins. A su alrededor, resaltaban unas vistosas bancas de madera color café, que la rodeaban con un conjunto de delicadas y coloridas flores.

    De pronto, y como si fuera el destino, un fuerte y estruendoso ruido que resonaba incesantemente frente a ella, llamó su atención, por lo que se volvió en esa dirección, quedando asombrada al observar a un muchacho de mediana estatura, caucásico; de musculatura fornida y cabello rizado color castaño claro. Su rostro exhibía toscas facciones, una próspera y rozagante barba y unos ojos de color verde agua que expresaban una mirada honesta. Súbitamente detuvo todo movimiento, como si hubiese quedado congelada, así pudo enfocar toda su atención en él. Ella sabía que él aún no se daba cuenta de su presencia, pero por causas que nadie puede entender; en ese mismo instante, él también la miró. Sus ojos brillaban como nunca antes, al admirar lo que sería lo más lindo que haya visto o conocido jamás, por ende, dejó todo lo que estaba haciendo, ya que había quedado completamente atolondrado. Aquel fue un momento sin igual, como se diría en lenguaje coloquial, amor a primera vista. Él se sonrojó, ya que aquel momento le pareció extraordinario e inverosímil. Al mismo tiempo, un único pensamiento invadía su mente, y era saber quién era aquella mujer de agraciadas facciones, que le había quitado el aliento y que, de ninguna manera olvidaría, pues sintió que en aquel instante hubo un claro intercambio de química, que lo hizo sentir que estaba en otra dimensión.

    Ella a su vez, continuó caminando con el sentimiento de que algo había atravesado su corazón, como si cupido la hubiera flechado de amor.

    Mientras avanzaba por el camino que la llevaría directo a la vieja casa de su padre, observaba a su izquierda, aquellas aguas que provenían de un profundo y ancho estero, con aspecto cerúleo cristalino. Encantada por su maravilla, sumergió sus frágiles y pálidas manos en ella, cuando de pronto, sintió la extraña sensación fugaz de que su piel le era más semejante a ella que al mismo aire con el que ha compartido toda la vida; al retirarlas, las observó con sospecha, ya que por un segundo sintió que ellas no

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