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Mucho género que cortar: Estudios para contribuir al debate sobre género y diversidad sexual en Chile
Mucho género que cortar: Estudios para contribuir al debate sobre género y diversidad sexual en Chile
Mucho género que cortar: Estudios para contribuir al debate sobre género y diversidad sexual en Chile
Libro electrónico344 páginas4 horas

Mucho género que cortar: Estudios para contribuir al debate sobre género y diversidad sexual en Chile

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El presente libro es parte de este primer ciclo del Programa de investigación asociativa de Género y Diversidad Sexual -GEDIS- de la universidad Alberto Hurtado de Chile. Su propósito es poner a disposición de una comunidad amplia una serie de estudios sobre género y diversidad sexual, realizada por académicos y académicas, estudios que levantan temas contingentes para problematizar las distintas formas que adopta el análisis de género en el campo de las ciencias sociales en Chile. Además, nos acompaña en este intento, Blas Radi, filósofo de la universidad de Buenos Aires y creador de la primera cátedra de estudios trans en América Latina.

En este libro, se plasman preguntas sobre la persistencia de la homo/lesbo/transfobia, la construcción de identidades homosexuales o no binarias y la existencia de espacios de resistencia sexual y cultural en las instituciones. El objetivo es dar cuenta del interés que existe en las ciencias sociales por mirar y comprender complejamente cómo la concepción de género se ha transformado en el Chile actual.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento12 ago 2022
ISBN9789566210054
Mucho género que cortar: Estudios para contribuir al debate sobre género y diversidad sexual en Chile

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    Mucho género que cortar - Fabiola Miranda

    MUCHO GÉNERO QUE CORTAR:

    ESTUDIOS PARA CONTRIBUIR AL DEBATE SOBRE

    GÉNERO Y DIVERSIDAD SEXUAL EN CHILE

    © Programa de Investigación de Género y Diversidad Sexual

    GEDIS

    , 2022

    © Fabiola Miranda, Carolina Rojas Lasch, María Teresa Rojas, Marcela Mandiola Cotroneo, Nicola Ríos González, aleosha eridani, Lieta Vivaldi, Nicolás Ried Soto, Javiera Aliste, Alejandra Poillot Rubio, Blas Radi, Jaime Barrientos, Ximena Poblete, Pablo Astudillo, Mario Catalán-Marshall, Antonia D’marco Carrasco, Sebastián Collado.

    Programa de Investigación de Género y Diversidad Sexual

    GEDIS

    Universidad Alberto Hurtado

    Santiago de Chile 2022

    ISBN Edición impresa: 978-956-6210-04-7

    ISBN Edición digital: 978-956-6210-05-4

    Imagenes de portada

    © Santiago Canales, marcha feminista 2019.

    © Abrazo Lia Bacigalupo, Viña del Mar 2019.

    © Marcela Mandiola, Diversidad, Buenos Aires, 2019.

    © Mural Alicia en el país sin maravillas. Foto Nicola Ríos, Santiago, 2019.

    Diagramación digital: ebooks Patagonia

    www.ebookspatagonia.com

    info@ebookspatagonia.com

    La reproducción total o parcial de este libro queda prohibida, salvo que se cuente con la autorización del editor.

    Índice


    Prólogo: Miriam Henríquez, Decana de Facultad de Derecho, UAH.

    Introducción: María Teresa Rojas y Jaime Barrientos, miembros de Programa de Investigación de Género y Diversidad Sexual – GEDIS.

    PARTE I

    REMIRAR Y DEBATIR EL GÉNERO Y LA DIVERSIDAD SEXUAL EN TORNO A CONCEPTOS Y POLÍTICAS PÚBLICAS.

    1. Vulnerabilidad y justicia: Políticas del cuerpo en contexto de intervención de asistencia a mujeres que sufren violencia.

    Fabiola Miranda, Carolina Rojas Lasch.

    2. Políticas educativas de género e inclusión de la diversidad sexual en Chile: agenda de una incipiente justicia de reconocimiento en el sistema escolar.

    María Teresa Rojas.

    3. El género administrado: lecturas feministas y críticas a la reorganización de la academia y las universidades en Chile.

    Marcela Mandiola Cotroneo, Nicola Ríos González, aleosha eridani.

    4. Noción feminista de interdependencia ante los problemas contemporáneos del derecho.

    Lieta Vivaldi, Nicolás Ried Soto, Javiera Aliste, Alejandra Poillot Rubio.

    5. Responsabilidad epistémica e ignorancia culpable. Un comentario sobre la revisión por pares en filosofía práctica.

    Blas Radi.

    PARTE II

    PRODUCCIÓN DE EXPERIENCIAS Y RESISTENCIAS EN EL CAMPO DE ESTUDIOS DE GÉNERO Y DIVERSIDAD SEXUAL EN CHILE.

    6. La investigación social sobre las violencias hacia las personas LGBTQ+

    Jaime Barrientos.

    7. El género como opresor y/o emancipador de las identidades profesionales en educación parvularia.

    Ximena Poblete.

    8. No se nace mujer, se aprende. El caso de la primera academia de transformismo en Chile.

    Pablo Astudillo.

    9. Pedagogías del dureo marica: prácticas y deseos de resistencia queer en las aulas.

    Mario Catalán-Marshall, Antonia D’marco Carrasco.

    10. Torcido de nacimiento: violencia hetero-cisgénero en los inicios del desarrollo de la identidad sexual.

    Sebastián Collado.

    Foto Ropa, Marcela Mandiola.

    PREFACIO


    Asumo con gran gusto y entusiasmo la tarea encomendada por los editores de prologar este libro que versa sobre una temática actual, insoslayable, compleja y controvertida: el género y las diversidades. Y lo hago con el convencimiento de que esta obra será un aporte para el debate académico, político y constituyente en curso, así como en la adopción de la futura legislación y de las políticas públicas.

    Mi objetivo para este prólogo es doble. Por un lado, dar cuenta que el itinerario constituyente se configura – y sigue configurándose - para que el proceso constituyente sea participativo, representativo e inclusivo de todos los sectores de la sociedad; y, bajo esas premisas, sintetizar cómo se delineó la primera Convención paritaria del mundo. Por otro lado, destacar la vigencia e importancia de la temática abordada en este trabajo colectivo y que coloca en evidencia la necesidad de contar con una Constitución con perspectiva de género y que reconozca las diversidades sexuales.

    Acometiendo el primer objetivo, cabe recordar que las demandas sociales y las movilizaciones ciudadanas que acontecieron en Chile a partir del 18 de octubre de 2019 se canalizaron, política e institucionalmente, a través del Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución. El objetivo de este acuerdo - suscrito el 15 de noviembre del mismo año por casi todos los partidos políticos con representación parlamentaria - fue plasmar, en una nueva Carta Fundamental, un Estado más incluyente e igualitario. Lo anterior, gatillado por una grave crisis política y social originada en profundas inequidades.

    En el marco de este acuerdo, prontamente se estimó que el proceso constituyente debía ser participativo, representativo e inclusivo de todos los sectores de la sociedad; y comprender deliberadamente a las mujeres en su diversidad como protagonistas del ejercicio de la función constituyente. La consideración de ambos asuntos permitiría dotar de legitimidad al ejercicio del poder constituyente en democracia y a su resultado: la nueva Constitución. Ello desembocó en la configuración política y constitucional de una Convención Constitucional con paridad de género, es decir integrada equilibradamente por hombres y mujeres, cuya tarea es proponer a la ciudadanía un proyecto de nuevo texto constitucional.

    Tras un mes de protestas sociales, en noviembre de 2019, se inició un proceso constituyente orientado a reemplazar la Constitución Política de la República de Chile. Los hitos de este proceso actualmente en desarrollo son: 1) El Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución, de noviembre de 2019; b) La reforma constitucional que estableció en el capítulo XV de la Constitución Política un mecanismo para su sustitución, de diciembre de 2019; c) La reforma constitucional que estableció la paridad de género en el órgano constituyente, de marzo de 2020; 4) El plebiscito de apertura que fue aprobatorio por una nueva Constitución generada por una Convención Constitucional, de octubre de 2020; 5) La reforma constitucional que incorporó escaños reservados para pueblos originarios, de diciembre de 2020; 6) La elección de los convencionales constituyentes, de mayo de 2021; 7) La instalación de la Convención Constitucional, de julio de 2021; 8) La dictación de los reglamentos de la Convención, la preparación del borrador de texto constitucional por distintas comisiones temáticas y su aprobación por el Pleno de la Convención; 9) La aprobación de normas transitorias y la armonización del borrador para, así, contar con un texto Constitucional aprobado por el Pleno en julio de 2022; y 10) El plebiscito ratificatorio del 4 de septiembre del año en curso. El itinerario original sufrió varios cambios con motivo de la pandemia del Covid-19, debiendo recalendarizarse en más de una ocasión.

    Cada hito de este proceso es inédito y coloca a Chile a la vanguardia en la forma en que se genera un nuevo pacto político y social. La primera particularidad es que, si bien las demandas sociales que dieron origen al estallido social del 18 de octubre son multidimensionales, diversas y complejas, éstas encontraron un único cauce institucional y democrático de salida: un cambio constitucional profundo. La segunda peculiaridad es que ese cambio no supuso una ruptura ni una reforma constitucional total, sino una reforma constitucional puntual a la Constitución Política, previendo su remplazo condicionado a la decisión de la ciudadanía a través de un plebiscito de apertura, que no solo consultó por la voluntad del cambio sino por el órgano que debía concretarlo.

    En el referido plebiscito de apertura, la alta adhesión a la alternativa Apruebo no dejó lugar a dudas acerca de la voluntad ciudadana de elaborar una nueva carta fundamental que reemplace a la actualmente vigente. A lo anterior, se suman los altos niveles de participación electoral alcanzados. Por otra parte, el órgano escogido para redactar la nueva Constitución - con el mismo amplísimo apoyo en las urnas – contiene en su diseño un factor de suyo legitimador del trabajo de la Convención: la paridad de género.

    En un contexto cruzado por la pandemia del Covid-19, el 15 y 16 de mayo de 2021 se realizaron las elecciones de convencionales constituyentes. Tras la elección fueron elegidos 155 integrantes, 77 convencionales mujeres y 78 convencionales hombres. La Convención constitucional chilena es así el primer órgano constituyente paritario en el mundo; y, posiblemente, la futura norma suprema procederá de una deliberación con representación equilibrada de hombres y mujeres.

    Desde la instalación el 4 de julio de 2021, la Convención cuenta con nueve meses, prorrogables por tres meses más, para generar una propuesta de texto constitucional, el que quedará sujeto a un plebiscito ratificatorio. Tras su eventual aprobación, restarán las etapas de promulgación, juramento y publicación de la nueva Constitución. Son etapas eventuales porque dependen de la decisión aprobatoria que la ciudadanía asuma en el plebiscito de salida. La aprobación del nuevo texto derogará la Constitución Política; y el rechazo, implicará la pervivencia de la misma.

    Conforme a un estudio del Observatorio Nueva Constitución (2021) el perfil de los convencionales electos en relación con las demandas feminista, expone que: Del total de constituyentes (155) el 57,4% cuenta con un perfil feminista (es decir que en su programa enumera una o más propuestas que apuntan a que la igualdad entre hombres y mujeres se haga efectiva y deje de quedar en un mero reconocimiento en papel como ocurre con la actual Constitución). Un 7,7% de constituyentes cuenta con un perfil pro-mujer (es decir que, sin abogar por la concreción de una efectiva igualdad entre los géneros, reconocen que ciertos mecanismos deben ser aplicados para paliar la vulnerabilidad y exclusión a la que las mujeres nos vemos expuestas). Un 23,9% de constituyentes no se pronuncia al respecto o lleva a cabo afirmaciones que vienen a reivindicar la reproducción de un papel clásico de la mujer y la familia.

    El perfil antes reseñado (mayoritariamente feminista o pro mujer), es probablemente la causa para que, desde la instalación del órgano constituyente, los convencionales consideraron el criterio de paridad en la integración de todos sus órganos, así como la perspectiva de género y el enfoque feminista como lineamientos que guiarán el trabajo de la Convención. Como corolario, una mujer indígena, Elisa Loncon, fue la primera presidenta de la Convención.

    Este prefacio se escribe mientras la Convención Constitucional está próxima a aprobar el texto Constitucional y a concluir su labor. Por estos días, el Pleno de la Convención ha aprobado las normas transitorias que darán curso a la transición constitucional y se están celebrando las últimas sesiones de la Comisión de Armonización.. En este tránsito se han despejado las dudas: la representación descriptiva de género ha supuesto una representación sustantiva Las preguntas que acechaban al inicio del trabajo de la Convención eran las siguientes ¿Las convencionales actuarán en favor de los intereses de las mujeres y las demandas feministas? ¿Las convencionales priorizarán y desarrollarán una agenda de género? ¿Cuáles son los intereses de las mujeres? Las respuestas se encuentran en los contenidos aprobados. Aproximadamente el ocho por ciento de las normas constitucionales son normas de género.

    En el debate constitucional sobre los contenidos constitucionales, los convencionales, pero especialmente las convencionales estuvieron dispuestas e interesadas en apoyar iniciativas enfocadas en las mujeres. Es así que se aprobaron una serie de normas constitucionales de género, relacionadas con los principios constitucionales, los derechos y la organización del poder. A modo ejemplar, se constitucionalizaron como principios la igualdad sustantiva de género no binaria y la democracia paritaria. La primera, establece una obligación de garantizar el mismo trato y condiciones para las mujeres, niñas, diversidades y disidencias sexogenéricas ante todos los órganos estatales y espacios de organización de la sociedad civil. La segunda, la democracia paritaria, promueve la igualdad de todas las personas, desde una perspectiva formal, real y efectiva. A partir de esta norma, la democracia dejará de ser entendida solo como un mecanismo de adopción de decisiones basado en la regla de la mayoría, sino como un espacio en el que deben acceder y comparecer a adoptar decisiones de forma equilibrada hombres y mujeres.

    Respecto a los derechos constitucionales, se estableció el enfoque de género a propósito de los derechos a los cuidados, a la salud, a la educación y sexuales y reproductivos, entre otros. El enfoque de género se reitera como un criterio para el diseño institucional de los órganos del Estado, el ejercicio de las distintas funciones públicas, incluidas las fuerzas armadas, las policías y los jueces. El enfoque de género no implica favorecer a las mujeres, sino que tomar en cuenta que las relaciones de género son asimétricas, y que esta asimetría afecta de manera desigual la vida de las personas; comprender cómo se produce la discriminación; y las medidas que deben tomarse para transformarla.

    Asimismo, se estableció que todos los órganos colegiados del Estado estarán conformados al menos por un cincuenta por ciento de mujeres. Tal será, gradualmente, el caso de la Corte Constitucional, el Congreso de Diputadas y Diputados, la Cámara de las Regiones, la judicatura, las Asambleas Regionales, los Concejos Municipales, etc. Estos son solo algunos ejemplos de normas constitucionales de género. De aprobarse el texto constitucional en el plebiscito próximo, Chile podría contar con una Constitución feminista y ser la primera Constitución en el mundo en establecer la paridad en todos los órganos colegiados del Estado.

    Asumiendo muy brevemente el segundo objetivo, corresponde señalar que la presente obra colectiva no solo procura relevar los temas transcendentales de género, sino que también reúne valiosas contribuciones sobre políticas públicas de género y diversidad sexual, educación y género, identidades sexuales y disidencias. Como puede observarse, los asuntos abordados son disímiles pero las coincidencias de los autores son muchas y se proyectan en la necesidad de reconocer la subjetividad jurídica de las mujeres y de las personas de la diversidad y disidencia sexual.

    Este trabajo, lúcido y novedoso en sus planteamientos, compromete al lector a reflexionar sobre la necesidad de un reconocimiento de esa subjetividad jurídica para alcanzar una ciudadanía plena y efectiva, no solo formal. No en un plano determinado, sino en varios de ellos, proyectando lo imperioso de un reconocimiento constitucional que consagre y promueva el paradigma de la igualdad y habilite a todos a ser sujetos plenos de derechos sin restricciones ni obstáculos.

    Dra. Miriam Henríquez Viñas

    Decana Facultad de Derecho

    Universidad Alberto Hurtado

    Santiago, 28 de junio de 2022

    Marcha 8M. Foto: Santiago Canales, 2019

    INTRODUCCIÓN


    A inicios del año 2020, un grupo de académicas y académicos de la universidad Alberto Hurtado nos reunimos en torno al Programa de Investigación sobre Género y Diversidad Sexual – GEDIS. El propósito fue construir un espacio interdisciplinario de reflexión y debate en torno a estudios de género y diversidad sexual que, al mismo tiempo, sirviera para mirar las múltiples formas de pensar el género en las ciencias sociales. Durante dos años nos hemos reunidos en torno a charlas, seminarios, proyectos de investigación y discusión de temas de políticas de género de nuestro espacio universitario, así como del país.

    El presente libro es parte de este primer ciclo del Programa, cuyo propósito es poner a disposición de una comunidad amplia una serie de estudios sobre género y diversidad sexual, realizada por académicos y académicas, estudios que levantan temas contingentes para problematizar las distintas formas que adopta el análisis de género en el campo de las ciencias sociales en Chile. Además, nos acompaña en este intento, Blas Radi, filósofo de la universidad de Buenos Aires y creador de la primera cátedra de estudios trans en América Latina.

    Este libro pone a disposición de los y las lectores distintas maneras de comprender el género. Pues, efectivamente, tal como lo afirmó Judith Butler a inicios de los años 90, se trata de un concepto en disputa. La noción de género ha sufrido varios cismas a lo largo del siglo XX y el siglo XXI. Las ciencias sociales chilenas también han sido testigos de esa transformación. Los estudios de género, o más bien de mujeres, se consolidaron en los años 80, especialmente bajo el alero de centros de estudios y organizaciones no gubernamentales que fueron, al mismo tiempo, centros de resistencia intelectual en los tiempos de la dictadura chilena. En los años 90, los temas de género comenzaron un lento proceso de institucionalización en las universidades que acogieron temáticas sobre estudios de la mujer y, una década después, sobre masculinidades. Paralelamente, el Servicio Nacional de la Mujer, creado en el primer gobierno democrático (1990-1994), otorgó visibilidad a las problemáticas de la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, así como a los temas de brechas educacionales y políticas que coartan las oportunidades a las mujeres. En ese sentido, la concepción de género nació y se desarrolló para vehiculizar la denuncia por la asimetría de poderes entre hombres y mujeres, la importancia histórica y social de la mujer y las mujeres y, también, para proponer una lectura de la realidad histórica y social que relevara la existencia de estereotipos de género, masculinos y femeninos, que están a la base de las relaciones sociales en el pasado y el presente.

    Los estudios de género son herederos de estas tradiciones, tejidas en el marco del feminismo neomarxista, que otorgó a esta categoría un estatus fundamental en el análisis social y proyectó políticamente la relevancia de reivindicar el género como una dimensión fundamental en la vida democrática. Sin ir más lejos, escribimos este libro a semanas de que en Chile se vote un plebiscito para consultar la aprobación o rechazo de un borrador constitucional que declara que la perspectiva de género debe guiar la producción de todas las políticas públicas. Además, dicho texto propone que el poder político se ejerza de forma paritaria entre mujeres y hombres.

    Pero esta concepción de género, anclada en las diferencias culturales y económicas entre hombres y mujeres, es interrogada con fuerza a partir de los años 90. Sin lugar a dudas, la divulgación de los trabajos de Judith Butler, Eve Kosofsky Sedgwick, Paul Preciado y otros representantes de las teorías queer y, más recientemente, de Judith Halberstam o Blas Radi, estremecieron una definición que observaba exclusivamente las inequidades entre hombres y mujeres, otorgando poca presencia a los cuerpos e identidades que vivían otras formas de discriminación como las personas trans e intersex. La noción de género fue disputada, tal como indicaba la filósofa norteamericana Judith Butler, pero también enriquecida, complejizada y actualizada a la luz del protagonismo que los movimientos de personas LGBTIQ+ iban adquiriendo en la lucha de defensa de sus derechos humanos. Concepciones como género fluido, no binario, queer o lenguaje inclusivo, comienzan a consolidarse en el campo de los estudios de género hacia la segunda década del siglo XXI.

    Pero, fue con la explosión del mayo feminista en las universidades chilenas, el 2018, que los temas de diversidad sexual llegan a ser visibles para una comunidad más amplia en el país. Paralelamente, se observa un lento avance en materia legislativa y regulatoria, al promover, inicialmente, una ley antidiscriminación, más tarde una ley de identidad de género y, recientemente, la ley de matrimonio igualitario.

    En este libro, se plasman preguntas sobre la persistencia de la homo/lesbo/transfobia, la construcción de identidades homosexuales o no binarias y la existencia de espacios de resistencia sexual y cultural en las instituciones. El objetivo es dar cuenta del interés que existe en las ciencias sociales por mirar y comprender complejamente cómo la concepción de género se ha transformado en el Chile actual.

    GEDIS es un espacio de encuentro y conversación local, nacional sobre el género. O más bien, sobre las múltiples formas de comprensión del género. Por ello, en este texto, presentamos dos grandes formas de aproximarse a los debates sobre el género, entre muchos otros que se movilizan en las ciencias sociales.

    En la primera parte de este libro, las y los autores interrogan a las políticas públicas y a las instituciones universitarias; además, revisitan los conceptos de feminismo y calidad científica y proponen objetos de investigación que pueden ser leídos a la luz de una concepción de género amplia, compleja. Dicha concepción absorbe distintas tradiciones teóricas para entender que la acción del Estado, de las instituciones y de la academia pueden ser releídas y reorientadas en una noción de género que problematiza la violencia hacia las mujeres, los estereotipos y la discriminación y violencia hacia las diversidades sexuales.

    En la segunda parte, los capítulos enfocan sus miradas en sujetos que sufren, que resisten, que viven discriminaciones, que reconstruyen sus experiencias, que ponen nuevas formas de habitar el género y, con ello, aportan comprensiones más profundas de la realidad actual del género y las diversidades sexuales. En dichos textos no solo hay intentos de comprensión, sino que, a la vez, de denuncia de la persistencia de las violencias de género hacia las mujeres y diversidades sexuales.

    Casi en su totalidad, las y los autores son académicos de la Universidad Alberto Hurtado, doctorantes y jóvenes investigadores. Además, contamos con la participación de un amigo, Blas Radi, que nos acompaña desde Argentina. En este libro nos complace reunir a un grupo variado, de tradiciones disciplinares diversas, pero que convergen en su motivación e interés de participar de un debate amplio sobre temas de género y diversidad sexual. Agradecemos el trabajo y la generosidad de participar en este empeño.

    Por ello, ponemos a disposición de la comunidad nacional e internacional una muestra de nuestros trabajos. No son los primeros en sus temáticas, ni serán los últimos, pero esperamos constituyan un aporte para seguir conversando. Como GEDIS consideramos fundamental conversar sobre estos temas, producir conocimiento y reflexión sobre estos temas, así como incidir desde la academia en la sociedad chilena.

    Debemos recordar que son tiempos especiales para Chile. Como nunca en la historia de estas últimas décadas, la relevancia política de la igualdad de género se expresa en las instituciones y el debate público. Hoy en día las diversidades sexuales y de género demandan con fuerza no solo reconocimiento, sino que avanzar en la disminución de la violencia hacia ellas. Nos parece fundamental que la academia realice una contribución y escribamos para un público amplio e invitemos a pensar la sociedad chilena para todas, todos y todes. Nuestro papel no está solo en la academia produciendo un saber que se queda en dichos espacios, sino que consideramos que debemos también incidir en nuestros contextos sociales y colaborar en la construcción de una comunidad más justa y democrática.

    María Teresa Rojas Fabris

    Jaime Barrientos Delgado

    Director GEDIS

    Programa de Investigación de Género y

    Diversidad Sexual - GEDIS

    Universidad Alberto Hurtado

    Santiago, Chile


    PARTE I


    REMIRAR Y DEBATIR EL GÉNERO Y LA DIVERSIDAD

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