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GuíaBurros: La enseñanza sagrada del Antiguo Egipto II: El Faraón, el culto divino, las ceremonias funerarias y los ritos iniciáticos
GuíaBurros: La enseñanza sagrada del Antiguo Egipto II: El Faraón, el culto divino, las ceremonias funerarias y los ritos iniciáticos
GuíaBurros: La enseñanza sagrada del Antiguo Egipto II: El Faraón, el culto divino, las ceremonias funerarias y los ritos iniciáticos
Libro electrónico160 páginas1 hora

GuíaBurros: La enseñanza sagrada del Antiguo Egipto II: El Faraón, el culto divino, las ceremonias funerarias y los ritos iniciáticos

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Cronología y dinastías del Antiguo Egipto, sus faraones más importantes, la figura del Faraón, el significado simbólico de sus cetros, coronas y otros atributos, los distintos sacerdotes del clero y su función, los cultos, el divino diario y los funerarios, el uso de heka o la magia, el recorrido por los
nueve templos o los ritos iniciáticos de Isis, Horus y Osiris, forman el contenido de esta segunda entrega de La enseñanza sagrada del Antiguo Egipto con la misma intención didáctica de hacer accesible la profundidad del pensamiento filosófico y espiritual de esta civilización sorprendente.
IdiomaEspañol
EditorialEditatum
Fecha de lanzamiento1 abr 2022
ISBN9788419129338

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    GuíaBurros - Sebastián Vázquez

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    LA ENSEÑANZA SAGRADA DEL ANTIGUO EGIPTO II

    El Faraón, el culto divino, las ceremonias funerarias y los ritos iniciáticos

    Prólogo de NACHO ARES

    SEBASTIÁN VÁZQUEZ

    www.ensenanza-sagrada-egipto.guiaburros.es

    Sobre el autor

    Imagen

    Sebastián Vázquez ha estado vinculado al mundo del libro durante más de treinta años. Fue editor durante veinte años y director de Arca de Sabiduría, colección especializada en textos clásicos de las religiones y filosofías de Oriente. Ha colaborado en distintos medios de comunicación y actualmente imparte cursos y seminarios sobre el pensamiento heterodoxo y religiones, especialmente la egipcia.

    Es autor de El Tarot y los dioses egipcios; Enseñanzas de la Tradición Original; GuíaBurros: La salud emocional en tu empresa; GuíaBurros: Cómo perjudicarse a uno mismo; GuíaBurros: Budismo; GuíaBurros: Cuentos de Oriente para Occidente; GuíaBurros: La sabiduría de las grandes religiones; GuíaBurros: Espiritualidad y autoayuda; GuíaBurros: El Camino de Santiago y el juego de la Oca; GuíaBurros: La impostura de la nueva era; GuíaBurros: Hinduismo y GuíaBurros: La enseñanza sagrada del Antiguo Egipto I.

    Es coautor junto a Ramiro Calle de Los 120 mejores cuentos de la tradición espiritual de Oriente y Los mejores cuentos de las tradiciones de Oriente y, junto a Esther de Aragón de Rutas Sagradas y GuíaBurros: Rutas por lugares míticos y sagrados de España. Desde hace algunos años organiza viajes por España y otros países como parte integrante de los cursos que imparte, especialmente a Egipto para profundizar en su religión y enseñanzas desde la perspectiva de la tradición espiritual y del pensamiento esotérico. Su blog es: Tradicionoriginal.com

    Agradecimientos

    A las Isis, Neftis, Mut, Hathor, Sekmet, Neit, Bastet, Mer, Opet, Seshat, Nut… A la mujer encarnación del principio femenino y que es hoy la esperanza del mundo. A las mujeres que iluminan mi vida.

    Y a Marta y Sonia por su generosidad y ayuda al proporcionarme las fotos.

    Prólogo

    Egipto siempre ha sido mágico

    Por Nacho Ares

    Desde hace casi dos milenios, cuando la cultura egipcia se sumió en un profundo sueño bajo la protección del mundo grecorromano, su impacto como civilización y fuente de inspiración para el conocimiento siempre ha estado presente. Cuando me preguntan por el nacimiento de la egiptomanía a finales del siglo XVIII con la llegada de Napoleón a las costas de Alejandría, siempre soy reacio a confirmar esa idea generalizada. Me explico. Es cierto que tras la campaña de Egipto en donde es derrotado por los ingleses, Bonaparte se mostró muy hábil trasformando una derrota en una victoria cultural. Hubo una proyección de todo lo egipcio por Occidente y gracias a obras como La Descripción de Egipto, la tierra de los faraones estuvo en boca de todos. Pero realmente no es así. Egipto nunca dejó de estar en boca de todos desde la Antigüedad. No hay más que echar un vistazo a los autores clásicos, a los primeros cristianos o a los árabes medievales cuya sorpresa por todo lo egipcio queda perfectamente plasmada en sus obras.

    Y a pesar de todo, a pesar de la influencia cultural que ha llegado hasta nosotros en forma de detalles arquitectónicos en los edificios de nuestras calles, fechas señaladas en el calendario o simplemente nombres que se siguen utilizando como Ramsés o Nilo (yo conozco varios) es más lo que desconocemos de Egipto que lo que sabemos. Y ahí descansa la fascinación que nos atrae de forma irremediable cada vez que hablamos del antiguo Egipto.

    Gracias a estos misterios tuve la inmensa suerte de conocer a Sebastián Vázquez hace más de dos décadas. Fue uno de mis editores más entusiastas con quien tuve la fortuna de publicar libros que se han convertido en verdaderos clásicos como Un viaje iniciático por los templos sagrados del antiguo Egipto, y de los que guardo un recuerdo muy entrañable. En esos libros hablaba de muchos de los temas que hoy siguen martilleando la cabeza de muchos investigadores y curiosos. Realmente el conocimiento que tenemos del mundo de los faraones se restringe a una herencia arqueológica abrumadora en forma de templos, pirámides, hipogeos, aldeas, etc., y una secuencia de textos aparentemente numerosa pero que, finalmente, no responden a las preguntas más profundas que nos ayuden a conocer a los antiguos egipcios: ¿qué pensaban y qué sentían?

    En parte, este libro de Sebastián Vázquez está basado en esa búsqueda. Muchas veces la respuesta a los misterios de los faraones la podemos encontrar en nosotros mismos como seres humanos intentando hacer un esfuerzo de empatía con los antiguos y colocarnos en su lugar. No es presentismo, no es buscar soluciones tecnológicas con extrañas herramientas para explicar algo que nuestra necedad del siglo XXI nos impide entender. No, va mucho más allá. En ocasiones olvidamos que eran seres humanos como nosotros y que contaban con una serie de miedos e incertidumbres que hoy día seguimos padeciendo. Y ellos alcanzaron respuestas que les satisfacían en forma de mitos, leyendas o, a nuestros ojos, sinrazones. Pero eran más inteligentes de lo que nos creemos y supieron equilibrar el alma y el cuerpo como ninguna otra cultura del mundo antiguo alcanzando una sofisticación en su forma de pensar, de escribir y de construir que todavía hoy nos abruma y nos subyuga.

    De todo eso y más, insisto, trata este libro. Rituales o iniciación, elementos que no acabamos de comprender y que menospreciamos como si fueran una superstición pero que tenemos que respetar y sobre todo entender. Si no lo hacemos, Egipto no será más que una lista de edificios hermosos y pinturas de vivos colores que representan personajes con nombres extraños. Egipto no es ese pastiche. Egipto tiene alma y seguramente este libro te ayude a comprenderla.

    Nueva bienvenida

    Vamos a centrar la segunda parte de Enseñanzas sagradas del Antiguo Egipto en la figura del faraón cuyo nombre, per aa, significa casa grande. Empezaré con una breve introducción histórica y cronológica, deteniéndome en aquellos faraones más relevantes y de los que nos han llegado más datos históricos. Después entraré en el territorio del esoteros y recrearé los principales ritos y las ceremonias iniciáticas a las que se sometía el faraón. Es obvio que siempre me referiré a un faraón ideal en una época ideal pues bien se sabe que el antiguo Egipto, al igual que cualquier otra cultura, pasó vicisitudes, acontecimientos y épocas que distaron mucho de ser precisamente ideales; desde tiempos de hambruna y plagas a guerras civiles, o desde disputas por el poder del trono hasta rebeliones populares o invasiones de pueblos conquistadores. Todo ello se vivió a través de los miles de años que duró su religión y cultura.

    Hay que recordar que discurría el año 535 d. C., cuando el emperador Justiniano I promulgó su famoso edicto mediante el que se daba fin a la antigua religión egipcia. Esa orden motivó que los últimos sacerdotes de la vieja religión se retiraran al templo de Isis en Philae¹. Solo unos años después, un grupo de fanáticos cristianos pasaron a cuchillo a estos últimos sacerdotes dando así fin a un culto que había durado milenios. Pero a pesar de todos los avatares históricos que vivió el antiguo Egipto y a pesar de que formalmente su religión desapareció en aquel lejano 535 de nuestra era, lo cierto es que el legado que nos dejaron es de tal magnitud que aún hoy es capaz de asombrarnos. Bienvenidos de nuevo a recorrer parte de la sabiduría que nos dejaron.

    Templo de Isis, último templo que conservó el culto de la religión egipcia

    Esplendor y caída de una cultura

    Es importante tener presente que si bien en la cultura egipcia se ve una continuidad sorprendente durante siglos, bien sea en su representación estética, bien sea en los pilares conceptuales de su religión, lo cierto es que lo que podemos ver es la crónica de la muy lenta caída de una civilización que, poco a poco, va perdiendo las claves de su conocimiento iniciático y que, según van pasando el tiempo y las sucesivas dinastías, este va quedando discretamente conservado en cada vez más reducidos círculos de sacerdotes y escribas. A la vez, se percibe a lo largo de los siglos un respeto hacia un pasado que hace que se procure la conservación del patrimonio heredado, aunque no se comprendan bien las claves de su conocimiento o se ignore su origen.

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