Las fortunas de Diana (Anotado)
()
Información de este libro electrónico
Lee más de Félix Lope De Vega
La noche de San Juan (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa dama boba (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCastelvines y Monteses (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl caballero de Olmedo (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl laberinto de Creta (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl juez en su causa (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl amor enamorado (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl perro del hortelano (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPeribáñez y el comendador de Ocaña (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl caballero de Ilescas (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl verdadero amante (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa limpieza no manchada (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas cuentas del Gran Capitán (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa bella Aurora (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmar, servir y esperar (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl piadoso aragonés (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl inobediente o la ciudad sin Dios (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl vaso de la elección de San Pablo (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl nacimiento de Cristo (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos embustes de Celauro (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas bizarrías de Belisa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa desdicha por la honra (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos embustes de Fabia (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa necedad del discreto (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo son todos ruiseñores (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFuenteovejuna (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPor la puente, Juana (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl esclavo de Roma (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Hamete de Toledo (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con Las fortunas de Diana (Anotado)
Libros electrónicos relacionados
Diálogos de apacible entretenimiento Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDos novelas a Marcia Leonarda Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras - Colección José de José de Espronceda: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLetras latinoamericanas inadvertidas: Creaciones y críticas de recepción Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRimas y leyendas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNazarín Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNuevos Espíritus contemporáneos: Diálogos literarios luso-españoles entre el Modernismo y la Vanguardia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Cid de Pierre Corneille (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl jardín engañoso (Anotado) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Antología. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl amigo manso Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Galatea Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La frontera interior Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistoria de la Vida del Buscón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesY el mundo está ahí Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVisiones y visitas de Torres con don Francisco de Quevedo por la Corte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn viaje de novios Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Novela Picaresca Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSpleen De Paris,El (Literatura Universal) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHomenaje a Jaime Concha: Releyendo a contraluz Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl diablo cojuelo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCaracter / Carácter Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCon ansias vivas, con mortal cuidado: Con ansias vivas, con mortal cuidado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Ilíada. Canto I: La peste y la cólera Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Obras - Colección dede Armando Palacio Valdés: Biblioteca de Grandes Escritores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras Jocosas, también llamadas Festivas (Anotada) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn corazón simple Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEstragos que causa el vicio (Anotado) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa sirena negra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Regenta I Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Artes escénicas para usted
El diálogo: El arte de hablar en la página, la escena y la pantalla Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Iniciación a la Locución Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Guía Práctica de Ejercicios de Técnica para Guitarra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Biblioteca Studio Ghibli: El viaje de Chihiro Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los 1001 mejores chistes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas 50 leyes del poder en El Padrino Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Oratoria Métodos y ejercicios para aprender el arte de la oratoria Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El guión y sus formatos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fausto Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Fausto: Clásicos de la literatura Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ánimas de día claro y otras obras de teatro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa historia de la Gaviota y el Gato que le enseñó a volar Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El guión. Story Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Gran Cuaderno de Podcasting: Cómo crear, difundir y monetizar tu podcast Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Teoría de la Música: Niveles 1 - 3 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cómo orquestar una comedia: Los recursos más serios para crear los gags, monólogos y narraciones cómicas más desternillantes Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Otelo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El miedo escénico: Orígenes, causas y recursos para afrontarlo con éxito Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Don Quijote Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El avaro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El secreto del mejor cine: El subtexto en el guion y en la novela Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un actor se prepara Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Batman, el héroe: La trilogía de Christopher Nolan Calificación: 5 de 5 estrellas5/550 Clásicos que debes leer antes de morir Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCómo escribir un microrrelato Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¿Quieres escribir un cuento? Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Storytelling: Cómo contar tu historia para que el mundo quiera escucharla Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los 100 clasicos de la moda: Una guia de articulos que toda mujer con estilo debe poseer Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Mandrágora Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Categorías relacionadas
Comentarios para Las fortunas de Diana (Anotado)
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Las fortunas de Diana (Anotado) - Félix Lope de Vega
Las fortunas de Diana
Lope de Vega
[Nota preliminar: presentamos una edición modernizada de Las fortunas de Diana, de Lope de Vega, Madrid, en casa de la viuda de Alonso Martín, a costa de Alonso Pérez, 1621, basándonos en la edición de Antonio Carreño (Vega, Lope de, Novelas a Marcia Leonarda, Madrid, Cátedra, 2002, pp. 101-175), cuya consulta recomendamos. Con el objetivo de facilitar la lectura del texto al público no especializado se opta por ofrecer una edición modernizada y eliminar las marcas de editor, asumiendo, cuando lo creemos oportuno, las correcciones, reconstrucciones y enmiendas propuestas por Carreño. Anotamos la lectura del original cuando la modernización ortográfica incide en cuestiones métricas o rítmicas.]
A la señora Marcia Leonarda
No he dejado de obedecer a vuestra merced por ingratitud, sino por temor de no acertar a servirla; porque mandarme que escriba una novela ha sido novedad para mí, que aunque es verdad que en el Arcadia y Peregrino hay alguna parte de este género y estilo, más usado de italianos y franceses que de españoles, con todo eso, es grande la diferencia y más humilde el modo.
En tiempo menos discreto que el de ahora, aunque de más hombres sabios, llamaban a las novelas cuentos. Estos se sabían de memoria y nunca, que yo me acuerde, los vi escritos, porque se reducían sus fábulas a una manera de libros que parecían historias y se llamaban en lenguaje puro castellano caballerías, como si dijésemos «hechos grandes de caballeros valerosos». Fueron en esto los españoles ingeniosísimos, porque en la invención ninguna nación del mundo les ha hecho ventaja, como se ve en tantos Esplandianes, Febos, Palmerines, Lisuartes, Florambelos, Esferamundos y el celebrado Amadís, padre de toda esta máquina que compuso una dama portuguesa. El Boyardo, el Ariosto y otros siguieron este género, si bien en verso; y aunque en España también se intenta, por no dejar de intentarlo todo, también hay libros de novelas, de ellas traducidas de italianos y de ellas propias en que no le faltó gracia y estilo a Miguel Cervantes. Confieso que son libros de grande entretenimiento y que podrían ser ejemplares, como algunas de las Historias trágicas del Bandello, pero habían de escribirlos hombres científicos, o por lo menos grandes cortesanos, gente que halla en los desengaños notables sentencias y aforismos.
Yo, que nunca pensé que el novelar entrara en mi pensamiento, me veo embarazado entre su gusto de vuestra merced y mi obediencia; pero por no faltar a la obligación y porque no parezca negligencia, habiendo hallado tantas invenciones para mil comedias, con su buena licencia de los que las escriben, serviré a vuestra merced con esta, que por lo menos yo sé que no la ha oído, ni es traducida de otra lengua, diciendo así:
En la insigne ciudad de Toledo, a quien llaman imperial tan justamente, y lo muestran sus armas, había no ha muchos tiempos dos caballeros de una edad misma, grandes amigos, cual suele suceder a los primeros años por la semejanza de las costumbres. Aquí tomaré licencia de disfrazar sus nombres, porque no será justo ofender algún respeto con los sucesos y accidentes de su fortuna. Llamábase el uno Otavio, y el otro Celio.
Otavio era hijo de una señora viuda, que de él y de una hija que se llamaba Diana, y de quien toma nombre esta novela, estaba tan gloriosa como Latona por Apolo y la Luna. Acudía Lisena, que este fue el nombre de la madre, a las galas y entretenimientos de Otavio liberalmente; y con mano escasa y avara a su hija Diana, vistiéndola honestamente, de que a ella le pesaba mucho, porque es ansia de las doncellas lucir su primera hermosura con la riqueza de las galas; y engáñanse en esto como en otras cosas, porque a la frescura de las rosas por la mañana basta el natural rocío, que cortadas, han menester el artificio del ramillete, donde tan poco duran como después ofenden. No erraba Lisena en componer honestamente su hija, que una doncella en hábito extraordinario de su estado no es mucho que desee cosas extraordinarias y sea más mirada de lo que es justo. Diana mostraba alegría en la obediencia y con discreción notable no excedía un átomo sus preceptos; de suerte que ni en misa ni en fiesta pública fue jamás vista de la curiosidad ociosa de tantos mozos, ni hubo en toda la ciudad quien pudiese decir lo que ahora de muchas, con no poca reprehensión del descuido de sus padres, que les parece que, alabándolas y enseñándolas, se han de vender más presto.
Celio no los tenía, y era dotado de grandes virtudes y gracias naturales; pienso que con esto he dicho que era pobre y no muy estimado de los ricos. Solo Otavio no se hallaba sin él, y era tanta su amistad que, comenzando en otros por envidia, acabó en murmuración y no poco disgusto de sus parientes, que se quejaron a Lisena de que en las conversaciones públicas los dejaba en viendo a Celio, y muchas veces sin despedirse. Lisena, ofendida del desprecio de sus deudos y del amor y estimación de Celio, riñole un día