Mientras las estrellas brillen

Por Mari Carmen Caballero Traspas

El testimonio de una vida ejemplar, de toda la grandeza de un alma que supo soportar el dolor con paciencia y resignación.

En Mientras las estrellas brillen se da a conocer en el género lírico Maica (María del Carmen Caballero Traspas. Madrid, 1934).

Maica, persona minusválida desde los siete años, pero que no por ello ha dejado de ser feliz, ha tenido y tiene una vida plena, como se recoge en cada una de sus poesías, llenas de ilusión, sentimientos, recuerdos, fe en la vida y optimismo. Para Maica, todas sus poesías son «esos hijos» que han salido de su corazón, abierto a sus ilusiones, sentimientos y vivencias en todos estos años.

Querido lector: ¡Deseo que le gusten y sea tan feliz como lo es Maica!

• Idioma: Español
• Editorial: Caligrama
• Fecha de lanzamiento: 1 dic 2019
• ISBN: 9788418018909

Mari Carmen Caballero Traspas

María del Carmen Caballero Traspas (Madrid, 1934) ha llevado una vida ejemplar, de toda la grandeza de un alma que supo soportar el dolor con paciencia y resignación. A pesar de todas las dificultades, Maica siempre guarda dentro de sí la fuerza necesaria para crear ternura, amar, sonreír y dar gracias.

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Breve biografía

Maica, como quiere llamarse la autora de estas páginas, nace en Madrid, en el seno de una familia humilde. Pierde a su padre a la edad de cinco años, haciéndose aún más difícil la situación económica familiar.

Maica, como la recuerdan a esta edad quienes la conocen, era una niña alegre que demostró una temprana sensibilidad por la música y el baile. Pero, una vez más, la tragedia recae sobre su vida. Cuando solo contaba siete años, enferma de polio, lo que la obligó a permanecer postrada, casi inmóvil, durante largo tiempo y aceptar con resignación una serie de indecibles sufrimientos y limitaciones. Estas circunstancias fraguan desde tan pronto su corazón que, resistiéndose a la desesperación, ve el mundo con una mirada tierna y profunda, como queriendo entender que, a partir de ahí, su vida realmente había cambiado y que tenía que sobreponerse y luchar como si nada hubiera ocurrido. Pasaba el día, unas veces tumbada, otras, sentada en una sillita, pero siempre su mente ocupada en algo que la distrajera, que la hiciera feliz de algún modo, ya que sus piernas no le respondían de ninguna forma. Escuchaba música, leía, bordaba con su única mano recuperada y, sobre todo, pensaba y pensaba... en un mundo imaginario y propio.

Asiste, más tarde, al colegio con esfuerzo y dificultad, ya que las clases se ven muchas veces interrumpidas por largas estancias en hospitales, donde tuvo que sufrir varias intervenciones quirúrgicas. A pesar de estas dificultades, sigue estudiando, obtiene un título de inglés y gracias a él, puede impartir clases a cambio de un modesto salario que constituye, durante un tiempo, su única fuente de ingresos.

Superando las enormes dificultades que rodean su vida y su estado físico, no desiste de conseguir un empleo y, tras haber enviado infinidad de solicitudes a distintos centros de trabajo, recibe al fin el premio a su constancia. Fue llamada de una empresa multinacional, pasando a cubrir un puesto de administrativa durante varios años, sabiéndose ganar el respeto y cariño de compañeros y superiores y sintiéndose