La Era del Tercer Arcón: Las Aventuras de Celoferania, La Dama de Halcones: La Era del Tercer Arcón, #2

Por S. C. Coleman

El Tratado de Molina se ha roto y las sombras se alargan en el Gran Continente. En esta próxima entrega, después de los Glass Empires, la Era del Tercer Arcón verá el surgimiento de un nuevo general, un general de generales, para liderar una coalición de fuerzas contra los enemigos de Molina. El continente se vuelve cada vez más peligroso, ya que cuatro campeones se embarcan en sus misiones. El segundo de estos campeones es Celoferania, la dama de una casa noble, que reside en un pintoresco pueblo. En la periferia del territorio molinés, Celoferania será arrancada de su hogar y lanzada a una aventura; que cambiará su vida para siempre, de una manera que nunca podría haber imaginado. Se encontrará con vistas extrañas y compañeros extraños mientras se abre camino a través de tierras extranjeras. Junto con numerosos peligros, se presentarán muchos caminos descarriados; amenazando con llevarla lejos.

• Idioma: Español
• Editorial: S. C. Coleman
• Fecha de lanzamiento: 29 oct 2021
• ISBN: 9798201780371

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Resumen:

El Tratado de Molina se ha roto y las sombras se alargan en el Gran Continente. En esta próxima entrega, después de los Imperios de Vidrio, la Era del Tercer Arcón verá el surgimiento de un nuevo general, un general de generales, para liderar una coalición de fuerzas contra los enemigos de Molina. El continente se vuelve cada vez más peligroso, ya que cuatro campeones se embarcan en sus misiones. La segunda de estos campeones es Celoferania, la dama de una casa noble, que reside en un pintoresco pueblo. En la periferia del territorio Molinese, Celoferania será arrancada de su hogar y lanzada a una aventura; que cambiará su vida para siempre, de una manera que nunca podría haber imaginado. Se encontrará con vistas extrañas y compañeros extraños mientras se abre camino a través de tierras extranjeras. Junto con numerosos peligros, se presentarán muchos caminos descarriados; amenazando con llevarla lejos.

Capítulo uno

Pico del halcón

Pocono dat Faren, Hawk's Peak en Molinese, era un pequeño pueblo de montaña con sueño; escondido entre los casquetes polares de las Montañas del Sur. Justo al sur de Molina, Hawk's Peak estaba aislado por un laberinto de desfiladeros intransitables y caminos secretos. Por lo tanto, los únicos visitantes que llegaron ya sabían de su ubicación y probablemente eran residentes. Sin embargo, podía aparecer algún extraño aquí y allá, y la mayoría de las veces siempre consistía en un desvío de Molina. De cualquier manera, cualquier recién llegado sería visto a lo lejos, por los halcones de las montañas, tanto humanos como animales. Estos eran los protectores de la aldea, criados en la hostil naturaleza del bosque de piedra y un solo equipo podía arrastrar el paso de un ejército completo durante muchos días. Mientras que los halcones aviares podían detectar a un enemigo por encima de las nubes, sus homólogos humanos podían detener los latidos de su corazón desde una posición invisible. Juntos, pico y garra combinados con pistola y gancho. Viviendo en este entorno y vigilando las fronteras de Hawk's Peak, los Mountain Hawks aseguraron la seguridad de la aldea y los aldeanos. Entonces, la mayoría de los residentes llevaban una vida pacífica y feliz, sin preocuparse mucho por lo que pudiera ocurrir fuera de sus altos y naturales muros. Fue en este pueblo adormecido donde llegaron los visitantes en las primeras horas de la mañana. Ligeros mantos de rocío se habían acumulado en los techos de los edificios de color canela y lavanda, coloreados y con estilo en los tonos favoritos del pueblo. Leves nubes fantasmales flotaban por los callejones y frente a la ventana esmerilada que dormía; mientras que ocasionalmente los pájaros cantores de las montañas caían en la plaza de la fuente. Allí, chapoteando en el agua fresca de la fuente, los felices gorjeos traían los primeros sonidos del amanecer. Sin embargo, el sol apenas se veía detrás de las densas nubes que colgaban sobre los picos, pero unos pocos rayos de luz angelical unían la capa de nubes; en algunos lugares, proyectando un resplandor mágico sobre la aldea dormida.

La calle principal del tranquilo pueblo de montaña, construida a partir de una elaborada red de tejas de piedra, era lo suficientemente ancha como para soportar una tropa de cincuenta caballos, trotando uno al lado del otro. Por otro lado, era poco probable que los cincuenta caballos pudieran llegar siquiera al remoto pueblo de montaña. La mayoría de los viajes se realizaban a pie y los grupos de visitantes rara vez superaban los tres. Entonces, fue extraño ver a un grupo de treinta soldados, con el uniforme de la guardia del Esqueleto Rojo. Estos soldados de Molina escoltaban a una mujer soltera, esbelta de complexión y mediana estatura. Llevaba la túnica negra de la orden de Populla, con fajas rojas y ropa interior blanca. Llevaba un sombrero negro, con dos rayas rojas y un cardumen de color negro. Además, su pesada capa estaba teñida de negro y tenía dos franjas rojas en la base. Igualmente, los extremos de las mangas de su hábito tenían las dos franjas rojas. Aunque no reconocida por la gente común, la ropa de la joven denotaba un alto rango dentro de la orden, y era muy importante para la cooperación religiosa; con la casa gobernante de Molinés, Karolinda. Raro ver tantos visitantes a la vez, y mucho menos a los guardias de Molina, esta joven visitante era aún más rara; ya que los funcionarios de alto rango de Populla rara vez ponen un pie fuera de la ciudad, y mucho menos vistiendo trajes eclesiásticos completos. Los tiempos eran extraños y este extraño buscaba algo extraordinario. El grupo de soldados y la señora cura se dirigieron hacia el centro de la fuente, que era el punto focal circular del pequeño pueblo. Al pasar por muchos edificios dormidos y diferentes tiendas de artesanías, nada pareció llamar su atención. Luego, llegaron al centro de la fuente, con la enorme estatua del cisne construida en medio de un estanque de piedra. El cisne de piedra estaba intrincadamente tallado y se erguía orgulloso con las alas extendidas, como si estuviera listo para dejar su refugio frío y acuoso. De su pico manaba un suave chorro de agua; lo que significa que probablemente había un sistema de agua internodentro de su cuerpo. Sin embargo, no fue esta vieja obra de arte lo que atrajo a la sacerdotisa, sino que notó una casa grande. Diseñada a la antigua usanza del pueblo, esta casa tenía tres pisos de altura y contaba con una serie de ventanas. Este edificio se construyó a partir de una combinación de columnas de piedra, paredes de madera y barras de metal reforzado. Sin embargo, esta obra maestra arquitectónica parecía acogedora, en lugar de premonitoria y desconcertante; como la mayoría de los edificios de Molina. El color tostado, con ribetes lavanda, combinaba con el tema de los otros edificios; excepto que éste tenía numerosas estatuas de halcones que lo decoraban. El edificio se alzaba como una isla en medio de la calle principal y estaba flanqueado por hileras de grandes estatuas de halcones; que contrasta enormemente con el estilo artístico de la fuente del cisne, lo que significa que los dos fueron elaborados por diferentes creadores. En la puerta del edificio había un conjunto de grandes halcones, intrincadamente tallados en la madera, con un fondo de picos montañosos. Estas grandes puertas eran lo suficientemente anchas para permitir la entrada a cuatro personas, y una campana grande colgaba del toldo de arriba. Tirando de la cuerda de la campana, uno de los guardias de la sacerdotisa anunció la llegada del grupo. Luego, esperaron. Pasaron los minutos y el grupo siguió esperando pacientemente. Finalmente, después de muchos minutos, surgieron sonidos retumbando detrás de la puerta. Con un chirrido penetrante, los viejos cierres de las grandes puertas comenzaron a girar y las grandes estructuras se abrieron hacia afuera. Sorprendentemente, el anfitrión que había abierto las puertas del halcón del edificio era una mujer delgada, solo un poco más alta que la sacerdotisa, de hecho. Estaba claro que la asistente de la puerta había estado durmiendo, ya que vestía un camisón color melocotón y un chal lavanda.

¡Señora de Hawk's Peak! El guardia molinés que había tocado el timbre de la puerta comenzó a anunciar, con voz clara, los títulos de su cargo. ¡Esta es Lady Harmonia de la Casa Locune, Ayudante Esqueleto de la Casa Karolinda y Suma Sacerdotisa de Populla! ¡Usted! El guardia se vio repentinamente interrumpido de su anuncio, cuando una mano fría y delgada pasó sobre su deber, y la sacerdotisa dio un paso adelante.

Han pasado lunas desde nuestro último encuentro, me siento honrado de estar en tu presencia, hija mía. La voz dulce y enfermiza de la sacerdotisa hizo