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La Tierra De Natura: "El Viaje"
La Tierra De Natura: "El Viaje"
La Tierra De Natura: "El Viaje"
Libro electrónico353 páginas5 horas

La Tierra De Natura: "El Viaje"

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El hermoso continente de Natura ha presenciado a travs de la historia numerosos cambios. Hogar de los antiguo siete reinos, ahora el continente enfrentara una vez ms el cambio de los tiempos. Reformado por los habitantes, el continente ahora es hogar de tres naciones. Al Norte la tierra de la democracia, La Republica de Azarim. Al Suroeste el poderoso Imperio Rozeliano. Siguiendo la viejas tradiciones al Noreste el conservador y noble Reino de Alba. Las tres nuevas naciones fueron fundamentadas en los escombros de la Segunda Guerra Continental, evento que cambio la historia del continente. Sobre los escombros de los Siete Antiguos Reinos se levantaron las tres nuevas naciones, para gobernar sobre las nuevas generaciones. Ajeno a los eventos del pasado un joven cazador se adentrara a recorrer las tres hermosas naciones para descubrir sus misterios y secretos. Y aprender el valor de la vida y la libertad, cuando inicie El Viaje.

IdiomaEspañol
EditorialAuthorHouse
Fecha de lanzamiento20 feb 2015
ISBN9781496971197
La Tierra De Natura: "El Viaje"
Autor

Juan Leonardo Hernández

Juan Leonardo Hernández Rodríguez Nació el 22 de septiembre de 1987 en Aguadilla, Puerto Rico. Graduado de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla, posee una diplomatura en educación en ingles. En la actualidad sirve como policía militar en el “Army”, Guardia Nacional de Puerto Rico.

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    La Tierra De Natura - Juan Leonardo Hernández

    2015 Juan Leonardo Hernández. All rights reserved.

    No part of this book may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted by any means without the written permission of the author.

    Published by AuthorHouse 02/18/2015

    ISBN: 978-1-4969-7120-3 (sc)

    ISBN: 978-1-4969-7119-7 (e)

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    Contents

    Capítulo I Orígenes

    El nuevo Reino del Sureste

    Del fuego y las cenizas se levanta la Republica

    De las Aguas emerge un Imperio

    Capitulo II La Tierra Olvidada

    La Tribu de las Tierras Altas

    El Consejo Tribal

    La decisión

    El Valle

    Capitulo III Al Este nace el Alba

    Scarlatto

    La noche bajo las Montañas

    Capitulo IV Un Extraño Sentimiento

    El Adiós

    El Ermitaño

    Donde Nace el Sol

    La Guarida de los Dragones

    La Aldea Pacifica

    El Campo y la Posada

    Capítulo V Se levanta una Nueva Tormenta

    La Familia Restopo

    A las puertas de la Republica

    Camino hacia el destino

    La Bestia de Antaño

    El Estado Central

    Capítulo VI Sombras del Pasado

    Amarga Victoria

    Un camino diferente

    Decisiones

    Capitulo VII Lazos Quebrantados

    El Hombre sin miedo

    Noticias Desalentadoras

    La Batalla de Rorem

    La Paz se Deteriora

    Capitulo VIII Un Futuro Incierto

    Nuevo Emperador

    Una Traición

    La Primera Batalla de la Milicia de Scarlatto

    El contratante

    Regreso a Casa

    Introducción

    Esta es la única salida, en mi corazón sé que no hay otra forma de hacerlo. Debo seguir el instinto dentro de mí y terminar esto de una vez. Ahora vayan, dirijan las tropas a las tierras de las sombras. Ataquen desde el Oeste, y de esta forma lograran crear distracción. Conociendo a nuestro enemigo, el emperador Damon concentrará todas sus fuerzas en contrarrestar el ataque a la puerta principal de la ciudad. Yo entrare por el Sur y me abriré camino hasta el centro del palacio, y allí confrontare al emperador finalmente le indicó Dariem al General Rozel I Cristalian y al Rey Jedian Flamende de Ardencia. Luego, Dariem tomó La Lanza de los Vientos que le había entregado su maestro y partió del campamento. Al sonar las trompetas de guerra, las fuerzas unidas de los reinos de Vermhelo, Aqua y Natura, junto a los rebeldes que se habían unido a la causa, hicieron su avance a la ciudad de las sombras. Guiados por Rozel y Jedian, el ejército rebelde logró atacar efectivamente la puerta principal de la ciudad de las sombras, tomándola finalmente.

    En medio de la confusión y el calor de la batalla, Dariem logró abrirse camino hasta el palacio sin ser visto. Entrando al salón principal del palacio, Dariem vio al emperador que permanecía de pie y en su mano llevaba su arma principal, La Hoz de las Sombras. El emperador Damon se encontraba solo en el lugar. Mirando a Dariem el emperador sonrió malévolamente y dijo: El aclamado hijo del legendario héroe ha venido a confrontarme personalmente. Yo di muerte a guerreros de renombre, entre ellos a Adrián Amber y a tu padre Draco Lobo Plateado. ¿Crees tener las habilidades necesarias para enfrentarme? Ahora uniré a mi lista tu nombre, y acabare con esta rebelión que has levantado en mi contra. Ambos hombres corrieron al medio del salón, acercándose el uno al otro y chocaron en una intensa batalla. Ambos guerreros lucharon por sus ideales y creencias, en una batalla que decidiría finalmente el futuro del continente y sus habitantes. A la distancia ambos guerreros podían escuchar la intensidad de la guerra que se libraba a las puertas de la ciudad. Ambos hombres lucharon con todas sus fuerzas ese día, hasta su último aliento. El olor a humo y sangre llenaba el lugar, y los gritos de guerra y dolor se escuchaban por doquier. El momento que decidiría el futuro del continente había llegado, y en manos de Dariem descansaba este nuevo futuro.

    Capítulo I

    Orígenes

    Guerra, La Segunda Gran Guerra Continental, y todas las batallas que se liberaron en el continente de Natura habían terminado. Héroes en todos los bandos dieron el máximo. Muchos no lograron ver la luz y el fruto de su ardua lucha, pero la paz reinaba una vez más en el continente Naturiano. Muchos reinos cayeron ante la destrucción y desaparecieron al final de la guerra. Varios clanes, villas y aldeas no lograron entrar en el gozo de la nueva era de paz que por fin había llegado. Pero de las cenizas y ruinas del gran conflicto bélico se levantaron nuevos legados, nuevas figuras y nuevos líderes que decidieron guiar al nuevo remanente hacia un brillante futuro.

    Finalmente hemos vencido, ¿pero a qué precio? ¿Cuatro reinos desaparecieron? Muchos inocentes han pagado el precio con sangre y dolor. Muchos fueron sacrificados para que hoy disfrutemos de esta nueva era de paz. Es tiempo de que reformemos nuestros países y trabajemos para conservar la paz que nos costó alcanzar. Debemos jurar en este día alianza entre nosotros. ¡Debemos jurar que protegeremos esta nueva era de paz! aclamó Rozel diciéndole al rey de Natura y al rey de Vermelho lo que sentía en su corazón. Ambos reyes y el general de Aqua hicieron alianza en aquel día. Los líderes restantes decidieron de alguna forma ayudar a los que quedaron desamparados y heridos, ofreciendo santuario a estos.

    Los líderes junto a los monarcas y el general, esperaron todo un día en la ruinas del Reino de las Sombras, pero Dariem nunca llego al campamento. Debemos partir ya a nuestros hogares, larga tarea nos espera al regresar. Honraremos la memoria de este gran líder que trajo la paz a nuestro continente. Su nombre jamás será olvidado, tampoco el de su padre. dijo el rey de Natura. ¡No dejare a Dariem en este lugar! Si no pueden esperar, entonces yo iré a buscarlo dijo Rozel al grupo. El rey de Natura, mirando al general, le dijo: Comprendo tus palabras general, pero es muy peligroso adentrarse a las ruinas de la ciudad. Todo ha quedado inestable. Además, llevamos un día acampando en espera de Dariem. Si alguien hubiese sobrevivido a lo que aquí sucedió, ya hubiera regresado. Sé que es muy doloroso. Dariem nos inspiró a luchar por nuestra libertad, su sacrificio jamás será olvidado. Fue el héroe que necesitábamos; él fue nuestra inspiración. Pero tenemos muchos heridos, nuestros hombres necesitan atención médica y alimentos. Debemos regresar para comenzar a reformar nuestros pueblos y ayudar a nuestra gente. Debemos volver general, su gente le necesita ahora más que nunca. Las palabras del monarca Naturiano, aunque dolorosas, fueron muy ciertas ante la multitud que allí se congregaba aquel día. El general, aunque entristecido, acepto la realidad de lo que allí acontecía. Un buen hombre había sacrificado su vida por la libertad de muchos. Después de haber esperado a Dariem por un día, todos estuvieron de acuerdo con la decisión de los líderes y cada grupo se dirigió a su hogar. Una nueva era de paz había comenzado en el continente de Natura.

    De los antiguos siete reinos, cuatro se perdieron en la guerra. Estos fueron: el Reino de las Sombras, el Reino de la luz, Sacro, el Reino de los vientos y bosques Brezza, y de las poderosas montañas, el Reino de Terra. Estos reinos perecieron al final de la segunda guerra y los reinos que sobrevivieron quedaron en muy mal estado. De los siete reinos, solo tres sobrevivieron al gran conflicto bélico. Al Sureste del continente se encontraba el reino de Natura; este quedo en muy mal estado al finalizar la guerra. Al Suroeste del continente estaba el reino de Aqua, que se convirtió en refugio de guerra y santuario de esperanza para los sobrevivientes del conflicto. Y finalmente, al Norte del continente se encontraba el reino de fuego, Vermelho. Estos fueron los reinos que lograron sobrevivir la devastadora Segunda Gran Guerra Continental. Dos de estos reinos quedaron en muy mal estado, y el tercero sirvió como estandarte y símbolo de esperanza a las víctimas de la guerra.

    En el gran conflicto bélico se perdieron los códigos de los siete caballeros del pacto, así como la mayoría de sus legendarias armas. Entre las armas que se perdieron se encontraban: El Arco de Aqua, La Espada Valiente o de la Luz, La Hoz de las Sombras, La Lanza de los Vientos, El Sable de Fuego y El Mazo de Terra. Solo un arma quedo expuesta al final de la guerra, y era una de las más codiciadas, el Cetro del Saber. Esta arma en particular se creía que poseía poderes más allá de la comprensión humana, y garantizaba a su amo sabiduría, inteligencia y prosperidad. El cetro fue la única arma que quedo después de la guerra. Dicha arma fue recuperada del imperio perdido de los sabios o de la luz, por el padre de Dariem, el renombrado héroe Draco. Los sabios fue una civilización muy avanzada que desapareció de los registros de la historia sin dejar rastro de su desafortunado final. Pero uno de sus legados había sobrevivido la calamidad, el Cetro del Saber. El rey de Natura tomó posesión del cetro, luego que su amo desapareció tras enfrentar al caballero negro. El monarca dejo establecido que junto a sus más preciados tesoros, este cetro fuera enterrado con él en la tumba que este había ya seleccionado para sí. El monarca conocía cuan peligroso podía ser el cetro y su devastador poder, así que decidió enterrar dicha arma junto a su cuerpo el día que muriese. Asegurando así que un arma que tal poder se utilizara para esclavizar a los habitantes del continente.

    Estoy próximo a dejar este mundo e ir al próximo plano. Mi único heredero murió en la guerra y no he dejado linaje que continúe reinando. Ante esta situación, decreto que la casa más poderosa del reino continúe mi legado. La existencia del cetro deberá ser borrada de las crónicas del reino. Nadie debe saber de la existencia de dicha arma, o los errores del pasado volverán a repetirse. Hemos conseguido la paz que tantos anhelábamos, y ahora debemos preservarla. Ya no me queda mucho en este mundo. He aquí mis instrucciones en esta carta. El rey les entregó un documento a sus oficiales donde estableció su última voluntad. Cuando el reino de Natura perdió a su rey, el pueblo hizo gran duelo por su líder. Después de celebrarse la ceremonia fúnebre, un selecto grupo de soldados valientes llevó los restos del monarca al lugar que este indico en su carta. El rey fue sepultado junto a una parte de sus tesoros y el preciado cetro. Solo estos soldados conocían tal lugar, así que nadie más conoció donde descansaron los restos del rey Naturiano. Con la muerte del monarca, se concluyó el último capítulo de La Segunda Gran Guerra Continental que se había librado por años en el continente naturiano.

    A raíz de la guerra, no solo la política, monarquías, reinados y legados cambiaron, sino que también la topografía del continente se vio afectada por los años de guerra que sufrió. Los sobrevivientes del gran conflicto comenzaron a dar nuevos nombres a muchos lugares, y los reinos sobrevivientes se reformaron a su vez, dando inicio a una era revolucionaria en el viejo continente. Pronto muchos comenzaron a olvidar los eventos que cambiaron el rumbo del Continente de Natura. Muchos prefirieron dejar en el pasado el dolor de la guerra y aferrarse a la esperanza del futuro. Nuevos nombres a un nuevo futuro, así comenzó a cambiar la historia del gran continente, que comenzaba a sanar las heridas causadas por la guerra

    Alba.jpg

    El nuevo Reino del Sureste

    Con la muerte del último rey de Natura, el reino sufrió una reforma, dejando atrás una antigua dinastía. Olvidando las dolorosas batallas y las tragedias del pasado, los habitantes del reino comenzaron a reconstruir su futuro, adoptando un nuevo nombre y una nueva visión. Un nombre que les diera esperanza y una visión que les unificara como un nuevo reino. De las cenizas y el fuego de la gran batalla y de la muerte de su último rey, el reino de Natura dejo de existir como dicho reino. Resurgiendo con un nuevo nombre, una identidad el reino se reformó. Esta nueva dinastía les ayudo a olvidar las tragedias del pasado y encaminarse hacia un nuevo futuro. Así nació el nuevo Reino de Alba. Como indica su nombre, al Sureste del continente se dio el nuevo amanecer de un nuevo orden. Para los habitantes del antiguo reino de Natura, Alba fue un nuevo amanecer, nuevas oportunidades, y el comienzo de la paz que tanto habían deseado y por fin había llegado.

    Un nuevo rey, una nueva familia y una nueva dinastía se estableció en el Sureste del continente, reformando las ruinas del antiguo reino Naturiano y reestableciendo el orden en el naciente reino. El nuevo rey provenía de una casa de nobles muy poderosa en el antiguo reino de Natura. Siendo los más influyentes al final de la segunda gran guerra, el pueblo creyó prudente que el nuevo reino fuera protegido por esta familia: La Casa Di Arell. Esta familia de nobles muy poderosos escogió a uno de sus más prominentes miembros, el joven pero astuto Mateus Di Arell. El jóven fue proclamado rey del naciente reino de Alba. Con su inteligencia y astucia, pronto Mateus comenzó a trabajar en la reformación del reino, encaminándolo a una nueva etapa de prosperidad y progreso.

    Una de sus primeras reformaciones que sufrió el reino, lo fue una reforma militar. Un reino necesitaba establecer defensas. Mateus ordenó la reconstrucción de lugares estratégicos para defender su reino, así como la construcción de muros para proteger el palacio real. Varios arquitectos y expertos estrategas fueron solicitados para cumplir con la encomienda del nuevo rey. Belleza y eficiencia fueron las dos palabras primordiales que el rey solicitó de los encargados de la reformación. Un reino es respetado por dos cosas, su belleza y sus defensas. Quiero combinar ambas y crear una nueva gloria para Alba, en donde su belleza sea sin igual, y sus defensas eficaces. Quiero inspirar respeto y admiración tanto de mis súbditos, como de extranjeros. La gloria de Alba será recordada por muchas generaciones. Ahora ha llegado el tiempo de elevar el nombre de nuestros ancestros y llevar a nuestra gente a la gloria merecida. Habiendo hablado con sus principales, el rey ordenó la reconstrucción del reino. Haciendo de Alba un reino hermoso a la vista de sus habitantes, y uno muy próspero y seguro.

    Los arquitectos comenzaron con la remodelación y reconstrucción del palacio real. Un nuevo reino necesitaba un nuevo símbolo de poder y majestad. El palacio era ambos, la residencia real y símbolo del poderío del reino de Alba. Ubicado a la base de una colina sólida, el palacio comenzó a ser renovado para erigirse como símbolo de majestad y poder a la vista de todo el pueblo. También se ordenó la construcción de un muro inmenso y seis poderosas torres integradas al muro. Estas protegían el palacio real, el cual era la morada del rey. El muro ascendía a alturas muy difíciles de escalar, y cada torre lucía impresionante y poderosa, dando el misticismo e intimidación necesaria a los forasteros. Estas a su vez servían como símbolo de moral y esperanza a los Albadianos. Cada torre era una pequeña fortaleza que guardaba grupos elites de la guardia real. Estos soldados se turnaban día y noche para mantener vigilancia perpetua sobre el palacio real. Los arquitectos y estrategas fueran encargados de utilizar la naturaleza que rodaba al palacio en ventaja, incorporando así los elementos para darle belleza y poder. "El sol que nunca desciende"; así fue llamado el símbolo de Alba. La hermosa imagen de un sol, que representaba el nuevo día para los sobrevivientes de la guerra y un nuevo inicio para todos. El símbolo fue incorporado en la mayoría de las estructuras del palacio y todo el reino Albadiano, dando así una visión de luz y poder al nuevo reino.

    La guardia real seleccionada para guardar el palacio se distinguía del ejército regular por varias razones. Su primera distinción era notoria por la armadura real que vestían sus componentes. La armadura de la guardia real consistía de camisones y pantalones de piel, ambas piezas teñidas de color negro. En la parte superior después de colocarse el camisón, los guardias se vestían con una cota de malla para proteger su torso. Una vez tenían la ropa interna ajustada, comenzaba el proceso de la armadura externa, que consistía de una coraza dorada que protegerá su pecho y espalda; guanteletes, brazales y coderas con placas que cubrieran los brazos y las manos, y a su vez le permitieran movilidad. Quijotes, rodilleras, grebas y escarpes protegían la parte inferior del cuerpo y a su vez le permitirán la movilidad necesaria. Toda la armadura real exterior era dorada. La guardia real utilizaba mantos que declaraban su rango como la fuerza real; estos mantos eran de color verde esmeralda. También utilizaban yelmos distinguidos a los del ejército regular. Estos yelmos, también dorados, poseían adornos en forma de hojas color esmeralda. La guardia real mantenía su número a una legión o mil hombres. Cada torre contaba con un escuadrón, y el total de hombres entre las torres y el muro constaba de quinientos. El resto se dividía a cincuenta hombres en lugares estratégicos del patio real: cien hombres posicionados estratégicamente en la parte interior del palacio y doscientos cincuenta en las barracas reales dentro del palacio. Las barracas eran el lugar de descanso y la guardia siempre rotaba de posiciones para dar descanso a sus hombres y a la vez mantener el palacio siempre asegurado. La guardia real utilizaba tres tipos de armas: la espada corta con escudos, la gran espada y los arcos. El escudo era el arma defensiva más frecuente entre sus componentes, ya que: era fácil de utilizar, les permitía movilidad, buena defensa y contraataques precisos. La segunda arma de elección era la gran espada, que requería ambas manos para manejarse con efectividad, y solo un grupo elite dentro de la guardia poseía el talento para manejar tal arma, muy letal y temida. La última arma de elección era el arco. Aquellos hábiles y con buena destreza de puntería eran reclutados para proteger el muro y las torres del palacio real, y normalmente llevaban consigo una espada corta para defenderse de ataques cercanos. Desde el momento en el que el reino de Natura se reformó en el nuevo reino de Alba, y con la ascendencia de su nuevo rey al trono, Marcus Di Arell, la guardia real tomo su lugar en el palacio real y no dejaron sus puestos desde entonces. Su misión consistía en proteger la familia real de todo peligro, natural o extranjero.

    Aparte de la ciudad real que se encontraba muy cercana al palacio, el reino de Alba poseía una aldea no muy lejos de la ciudad real, y un pueblo en el lejano Norte. La aldea fue uno de los pocos lugares en haberse fundado después de la Primera Gran Guerra Continental, y sobrevivió los embates de la Segunda Gran Guerra Continental. Esta era la aldea de Árbol, que quedaba cercana a los bosques del reino de Alba. La mayoría de sus habitantes se dedicaban al cultivo de las tierras, artesanías livianas, y a la ganadería. Eran los principales proveedores de alimentos al palacio real y al ejército Albadiano. Los aldeanos de Árbol eran muy pacíficos. Su posición estratégica y perfil bajo les ayudó a sobrevivir las grande guerras y los conflictos internos. Aun así, la aldea era muy vital para el ejército y el palacio real.

    Al Oeste del palacio real se encontraba el pueblo de Nowy, asentado cerca del Rio Violento. Este era el tercer pueblo con mayor cantidad de habitantes en el reino, siendo el primero la ciudad real de Alba, y el segundo el pueblo de Lir. Como lo dicta su nombre, Nowy quiere decir nuevo, el pueblo nuevo. Fundado al final de la Segunda Gran Guerra Continental, este pueblo rápido se convirtió en un asentamiento favorable para aquellos en busca de un nuevo comienzo en sus vidas. Los habitantes de Nowy se especializaban en el comercio. Una de sus principales fuentes de ingreso provenía del intercambio con otras aldeas y pueblos. Al ser un asentamiento grande, el pueblo atraía multitudes. Personas con diferentes materiales, joyas, armas, herramientas, y materias primas se presentaban en el pueblo en busca de comerciar o intercambiar. Otra fuente de sustento para el pueblo lo fue el rio. Aunque muy violento para cruzarlo, el rio le proveía agua potable al pueblo, y una gran fuente de alimentos. En Nowy era muy común la práctica de la pesca. Este era un atractivo para otros habitantes del reino, quienes se presentaban en la ciudad en busca de fuentes alimenticias. Nowy, sin duda, se convirtió en un pueblo próspero y muy atractivo para muchos. Un pueblo con una gran población, pero sobre todo, leal a su rey.

    El pueblo de Lir era el cuarto poblado bajo el dominio del reino Albadiano. Un pueblo relativamente nuevo, la mayoría de su población provenía de los sobrevivientes del caído reino Sacro. Sacrenses en su mayoría, esta población modeló su nuevo pueblo a la arquitectura y estilo de vida del antiguo reino de Sacro. Aunque incorporados y leales al nuevo reino de Alba, el remanente de Sacro perpetuó la memoria de su reino en el pueblo de Lir. La posición de este pueblo era importante para La Fortaleza de Drago. Un fuerte construido en la etapa final de la Segunda Guerra Continental. Este fuerte sirvió como línea de defensa para el antiguo reino de Natura. La posición de Lir les permitía proveer artículos de primera necesidad al fuerte, así como alimentos y entretenimiento. Lir era uno de los pueblos con mayor población en el continente, un lugar donde el comercio y la información eran muy constantes. Muy frecuentado por viajeros, soldados, comerciantes, artistas, aventureros y embajadores, esto hacía de Lir un pueblo muy vivo y colorido. El pueblo sin duda era una gran fuente económica para el reino Albadiano.

    El Fuerte de Drago era un lugar de suma importancia para el reino, ya que dicho fuerte fue el estandarte y línea defensiva que logró detener el avance de las tropas invasoras al antiguo reino de Natura. El fuerte estaba protegido por quinientos soldados elite. El Batallón de los Dragones, así era conocido este grupo elite entre el reino. Este grupo de soldados, que mantenía su número promedio a quinientos, eran guerreros muy hábiles y temidos por aquellos quienes conocían sus destrezas. Los dragones eran respetados por muchos y admirados por el pueblo a quienes servían. Aunque pertenecientes al reino Albadiano, los dragones de Drago se distinguían del resto del ejército de Alba. Sus integrantes se diferenciaban en armas, armaduras y destrezas de guerra. Su vestimenta consistía en pantalones negros y camisones amarillos de cuero muy resistente; esa era la vestimenta interna de los dragones. La armadura externa consistía en: coraza, hombreras, coderas, brazales y guanteletes color escarlata con diseños plateados. En la coraza se encontraba el símbolo que los distinguía: un dragón, el cual representaba su gran fuerza y moral inquebrantable. En la parte inferior utilizaban quijotes, rodilleras, grebas y escarpes; todo esto de color escarlata, con excepción de las rodilleras que eran plateadas. Toda la armadura de los dragones, cuerpo completo, estaba diseñada en escalas para representar el símbolo de su nombre, dragones. El yelmo de los dragones era muy peculiar y distinguido. Este protegía la mayor parte de la cabeza, cuello y rostro. De los laterales sobresalían dos alas de dragón, estas diseñadas en reposo. Sin duda, este era uno de los yelmos más elegantes en el reino. Todos sus integrantes portaban las mismas armas, con excepción del comandante. Todos los dragones utilizaban como arma principal lanzas y escudos. Las lanzas utilizadas por los dragones eran tridentes y los escudos eran ovalados y de buen tamaño. Los escudos poseían el símbolo del dragón integrado en medio del mismo. Como arma secundaria poseían una espada corta, que utilizaban para combates cuerpo a cuerpo, o en caso de perder su arma principal durante una batalla.

    El comandante de los dragones se distinguía por varias características que le hacían sobrepasar los demás integrantes del batallón. El comandante debía ser experimentado en batalla, la experiencia era clave para guiar el batallón. Debía ser valiente, el peligro no podía afectar su juicio en momentos cruciales. El comandante debía apoyarse en la valentía y experiencia que poseía. Debía ser justo, como líder de los dragones debía saber ejercer la justicia para sus hombres y el pueblo a quien protegía. Debía poseer honor y honestidad, necesitaba tener ambas cualidades. Su honestidad era estandarte de moral para sus hombres, y su honor debía ser integro para saber guiar a sus hombres aun en los momentos más oscuros. Debía poseer gran fuerza física para conquistar el adversario, los obstáculos y toda prueba que así lo requiriera. Debía también poseer inteligencia y estrategia, pues como líder militar debía reconocer que no siempre las batallas se ganaban con cantidades o a fuerza bruta. Debía reconocer que vendrían momentos en el que debía saber emplear estrategias que minimizaran las casualidades en su batallón y le aseguraran la victoria. Temple y autoridad, el comandante debía reflejar ambas cualidades. Su presencia debía infundir respeto hacia su persona entre sus hombres. También debía asegurarse de que su autoridad fuera respetada, y siempre mantener el temple ante cualquier evento. El hombre que reuniera todas las cualidades requeridas era nombrado comandante del Batallón de los Dragones. Su armadura era similar a la de sus hombres, solo algunos detalles cambiaban para distinguir su rango de superioridad y liderazgo. El yelmo poseía dos alas adicionales más pequeñas, las alas regulares estaban medias abiertas. Las hombreras poseían dos pequeños cuernos curveados de color dorado. Poseía a excepción de los demás dragones, una capa negra con bordes dorados. Sus coderas y rodilleras eran doradas y ambas poseían pequeños cuernos. Sus guanteletes al final de los dedos poseían pequeñas garras doradas haciendo alusión a su símbolo, el dragón. Finalmente, todos los detalles de la armadura eran dorados para diferenciarla de los demás soldados, que sus detalles eran plateados. Como armas de combate, el comandante utilizaba una gran espada a diferencia de sus hombres. También poseía dos dagas largas las cuales guardaba junto a su cinturón, para acceder a ellas fácilmente de así requerirlo. Finalmente, tenía un escudo pequeño el cual siempre cargaba integrado a su espalda por si era inminente defenderse. Este grupo de hombres, junto a su líder, estaban encargados de guardar el paso hacia la aldea de Árbol y el pueblo de Lir, y era la línea de defensa del reino de Alba.

    Un tanto apartado del palacio real se encontraba un pueblo, este estaba protegido por las Montañas Prohibidas. Apartado de las demás poblaciones, el lugar era un tanto difícil de alcanzar por su lejanía. Este era el pueblo de Wolstand, muy prospero económicamente, pues las condiciones climáticas lo hacían un pueblo muy fértil; de ahí su nombre, Fructífero. El pueblo poseía las granjas más hermosas de todo el reino, y allí se cultivaban la mayoría de los productos que se consumían en todo el reino. Pero lo que hacia el pueblo de Wolstand famoso era el vino. Este pueblo se dedicaba al cultivo de viñas, y el mejor vino provenía de este lugar remoto y apartado. Con tan preciado líquido en su poder, Wolstand, aunque no el más grande en población, era uno de los pueblos más ricos en todo el reino de Alba. También poseían vastos ganados, y eran fabricadores de quesos, pieles y cerámicas. Aunque no muy cerca del palacio real, este pueblo se hizo muy vital para el desarrollo y prosperidad del reino. El rey decretó la creación de un campamento militar a las cercanías del pueblo, con el fin de proteger sus habitantes y los intereses que representaban dicho pueblo para el reino.

    Establecida esta orden, los consejeros reales del reino concluyeron que, al igual que Wolstand, era prudente tener campamentos situados en todas las áreas

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