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Sala De Esgrima
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Libro electrónico153 páginas2 horas

Sala De Esgrima

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sta, es una novela basada sobre hechos ocurridos cerca de sesenta aos atrs. Por supuesto, se han aadido elementos de cierta y mesurada fantasa para hacer ms atrayente el relato, aunque s podemos afirmar que puede ser incluida en la categora de la novela histrica, pues los hechos narrados y los personajes, son totalmente reales. Sin embargo, sus nombres han sido cambiados para respetar sus identidades.

Los personajes se describen, permitiendo saber la idiosincrasia y caractersticas individuales, a travs de mltiples elementos que se aaden. Tanto las virtudes como los defectos quedan al descubierto, en los principales personajes de esta historia. Tambin se evidencian, el contexto histrico donde se desarrollaron los hechos y las emociones de los protagonistas que pueblan el relato. El lector puede imaginar que todo pudo ocurrir en cualquier lugar, sin especificar, en lo absoluto, ningn punto geogrfico en particular.

La narracin, emerge a finales de los aos cincuenta del pasado siglo. El lector quedar enterado de cmo eran los modelos educativos y de conducta en la juventud de aquel tiempo, donde ocurri la historia. El final de la narracin, puede sorprender a muchos lectores.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento6 nov 2015
ISBN9781506509556
Sala De Esgrima
Autor

Octavio Pérez-Beato

Los estudios académicos del autor fueron dirigidos y concluidos en la esfera de las ciencias biológicas, recibiendo además, un grado doctoral en dicha disciplina y, dedicando muchos años a la investigación científica en esta rama del saber. También, desde muy joven, disfrutaba en la escritura de poemas y pequeños relatos. Esto indica, su marcada inclinación hacia las letras, lo cual ha quedado demostrado en publicaciones de poemarios anteriores, además de una novela, todos, en esta misma editorial. Nos confiesa que, siente la necesidad de escribir y compartir el fruto de dicha labor, publicando así lo que podemos llamar, inspiración poética y narrativa.

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    Sala De Esgrima - Octavio Pérez-Beato

    © 2015 por Octavio Pérez-Beato.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.: 2015917853

    ISBN:                                Tapa Blanda                     978-1-5065-0956-3

                                              Libro Electrónico            978-1-5065-0955-6

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    Información de la imprenta disponible en la última página.

    Fecha de revisión: 13/01/2016

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    ventas@palibrio.com

    727843

    Contents

    Introduccion

    I     Donde se conocen los amigos

    II     Continúa la juventud

    III     Para lo que sirve una espada…   en tiempos modernos

    IV     De la niñez

    V     Donde la amistad deja de ser

    VI     La excursión y algo más

    VII     De la casualidad al hecho

    VIII     Donde otra excursión, da un giro a los acontecimientos

    IX     Si algo comenzó, ahora continúa

    X     Más oportunidades

    XI     Para la graduación y por la graduación

    XII     Nuevos giros toma la historia

    XIII     La terraza y la luna

    XIV     Vuelcos en el curso de sus vidas

    Epílogo

    El adiós, es la obligada viñeta

    al final de cada capítulo…,

    de nuestra existencia.

    O.P.B

    DEDICATORIA

    A todos los personajes reales que forman parte de esta historia y que aún, están entre nosotros, por alejados que se encuentren. A la memoria perdurable, de los que ya no están.

    Introduccion

    C uando se escribe una novela basada en hechos que han ocurrido, se revive alguna etapa donde los personajes que pueblan esa historia vuelven a cobrar vida, y de alguna forma, llegan al presente, aunque por razones obvias, sus nombres reales hayan sido modificados o totalmente cambiados. Éste, es el caso que nos ocupa. Si el lector tiene a bien continuar su lectura, llegará a conocer hechos que ocurrieron hace más de cincuenta años, entre jóvenes que en medio de su alegría típica de adolescentes, también mostraban intereses de diferente índole, pero además, igualmente se perfilaba en ellos, inequívocamente, la futura personalidad con la cual serían conocidos en su edad adulta.

    A veces, es difícil narrar una historia donde se mezclan realidades y también elementos novelescos, los cuales darán un matiz de suave fantasía al relato que el autor se propone brindar. Así se desliza esta narración. Hay una historia que se narra con extrema exactitud, adornada con elementos que son puramente creados para poder llamar al relato, novela.

    Para las actuales generaciones, quizá sea un tanto difícil situarse en el estilo de vida, en el contexto social y por último, en las valoraciones de una juventud que vivió hace más de medio siglo. Estos elementos forman parte sustancial de la narración, que, lógicamente, tiene como propósito traer como fantasmas de un tiempo, aquellos personajes que ya han desaparecido físicamente o se encuentran en avanzada senectud. Los cambios sociales, económicos y políticos acaecidos durante los últimos cincuenta años, han creado un gap generacional profundo, entre los jóvenes de hoy y los que disfrutaron su adolescencia, hace más de medio siglo.

    El contexto histórico de cada época es único, formado por elementos tales como: su música, todas las proyecciones del arte, de la cultura, de las costumbres, de la educación familiar, del estrato social donde se desarrolló cada familia, y la región, pueblo o ciudad donde se desenvolvieron los acontecimientos. En fin, un sinnúmero de factores que, al intentar reagrupar en un relato y traerlos al presente, es tarea un tanto difícil, si es que aspiramos a que los lectores de ahora logren penetrar, al menos, lo esencial de todos esos componentes que hemos mencionado anteriormente.

    Al hablar de hechos ocurridos hace más de medio siglo, como hemos explicado en párrafo anterior, estamos ofreciendo la oportunidad a las presentes generaciones, de establecer, si así lo desean, un parangón entre ellos y aquéllos que ya no están entre nosotros, o en el mejor de los casos, ostentan una avanzada edad. Los que aún viven, guardan memorias de todos los acontecimientos que marcaron, de alguna forma, sus vidas, bien en aquel tiempo pretérito o tal vez, para el resto de sus existencias. Los lectores podrán juzgar por sí mismos la trascendencia de los hechos que serán narrados, y determinar la magnitud o nimiedad de tales hechos en las vidas de sus protagonistas.

    I

    Donde se conocen los amigos

    Escribes en memorias pasajes olvidados,

    renacen de tu historia antiguas emociones,

    cubriendo con luto olvidadas canciones

    de los tiempos felices, de los días dorados.

    S in más preámbulo, la historia comienza en la sala de esgrima de un prestigioso centro de enseñanza capitalino, cuyos alumnos, después de las horas de clase, dedicaban un tiempo a la práctica de diferentes deportes. Esto ocurría en la última porción de la década de los años cincuenta del pasado siglo.

    –Marcos, te he indicado varias veces que descuidas tu guardia en diferentes puntos. Osmel rompe tu defensa a su gusto…, en guardia, adelante –se oyó la voz de Rogerio, el profesor de esgrima, enérgico pero amable.

    Ambos discípulos de esgrima rápidamente tomaron la posición de guardia. Osmel lanzó una finta por cuarta, envolvió el florete de Marcos desviándolo hacia la derecha de éste y se lanzó a fondo por segunda.

    –Tocado –gritó Osmel nuevamente. Era el tercer touché para Marcos. El combate de práctica había terminado. Ambos se quitaron las máscaras protectoras, colocaron sus floretes al costado, presionados por el brazo izquierdo y sacando los guantes de sus diestras se estrecharon las manos, como era costumbre al concluir el combate entre el vencedor y el vencido.

    Marcos se encontraba un poco desconcertado, pues no había logrado tocar con la punta de su florete, ni una sola vez a su oponente. Marcos no era un mal esgrimista, pero no había podido penetrar la guardia de Osmel, el cual, usaba diferentes movimientos en cada asalto, haciendo harto difícil, para su adversario, su forma de ataque. Se concentraba completamente en el arma de su contrincante, casi adivinando el posible movimiento que éste pudiera intentar.

    –Eres vulnerable a las fintas, Marcos. No debes apartar la vista del florete de tu adversario, y en caso de dudas… salto atrás –añadió Rogerio, como un consejo más para Marcos, que visiblemente, se veía contrariado.

    Es válido decir que Marcos había entrado al equipo de esgrima, que dirigía el profesor Rogerio, a instancias de Osmel, que con sus palabras lo entusiasmó para formar parte de dicho grupo, el cual recién comenzaba su desarrollo en el plantel de estudios antes mencionado. Fue precisamente Osmel quien había expresado al sub-director del centro educacional, el interés de algunos alumnos de tener un profesor de esgrima y así crear un equipo en ese deporte. Esta sugerencia de Osmel, fue atendida inmediatamente por el señor Lucardo, el mencionado sub-director. Los lectores pudieran preguntarse: ¿Cómo fue posible que la sugerencia de un alumno fuera escuchada y ejecutada tan prontamente por el sub-director? Hay que decir que Osmel, además de ser considerado un buen alumno de esa prestigiosa escuela, había demostrado su entusiasmo y cooperación en el grupo de arte dramático del propio centro docente, en el cual participaba activamente con excelentes resultados.

    El señor Lucardo tenía sobrada razón para escucharlo. En menos de un mes, el grupo de practicantes de esgrima, que tenían como profesor al señor Rogerio como ya sabemos, sumaban quince alumnos, entre ellos, la hija de uno de los dueños del mencionado centro docente. Además de ella, la hija de una de las profesoras de dicha escuela, también se había sumado al grupo de esgrima.

    Osmel creía que Marcos era realmente su amigo, y lo apreciaba, pero hechos posteriores le demostrarían cuán equivocado estaba al respecto. Ambos eran alumnos en la misma aula y por tanto, muy cercanos. Tal vez, Marcos había aceptado la invitación de Osmel para ingresar al grupo de esgrimistas, bajo la idea que podía superarlo en ese deporte, pero no fue así.

    Osmel disfrutaba los combates de práctica con su amigo Marcos. Era indudable que ambos tiraban muy parecido y el profesor Rogerio, gustaba de los encuentros entre sus dos alumnos que, según él, tenían un estilo clásico, tal cual era necesario para un asalto de exhibición. Sin embargo, las combinaciones de ataque y contra ataque de Osmel y sus tiradas a fondo, eran superiores a las de Marcos, sin que este último dejara de ser un buen esgrimista.

    Junto a Marcos y Osmel, una alumna de la misma aula, también había ingresado al grupo de esgrimistas. Su nombre era Odalys. Era más bien callada pero sonriente. Muy entregada tanto al estudio de las asignaturas que cursaba, como al deporte de la esgrima. De esa aula, solamente ellos tres participaban en ese deporte.

    Vale destacar que el profesor Rogerio enseñaba una escuela mixta de esgrima; una mezcla de la escuela francesa e italiana. Rogerio había sido compañero de armas de un afamado esgrimista, el cual había obtenido un primer lugar en las olimpiadas, a principios del siglo pasado.

    Osmel era un muchacho soñador, romántico y muy dado al aprecio de sus amistades. Fuera de la escuela, en la calle donde vivía, también gozaba de la amistad de los jóvenes que eran sus vecinos. Entre ellos, contaba con un excelente amigo, Tonio. Este nuevo personaje que ahora introducimos, era un muchacho sumamente delgado y de alta estatura, juguetón, amante de las chanzas y las bromas, de las cuales el resto de sus amigos reían a carcajadas por sus ocurrencias.

    Un domingo, el 22 de noviembre de 1957, regresan de una función de cine, Tonio, Osmel y tres amigos más. En el segundo piso del edificio, donde vivía Tonio, estaba asomada la madre de éste al lado de dos chicas, poco más o menos de la edad de Osmel y del resto de los amigos.

    –Tonio, ¡mira quiénes están aquí! –dijo la madre de éste. –Sube –añadió. Tonio miró a Osmel como invitándolo a ir con él al encuentro de las dos jóvenes que en ese momento acompañaban a su madre. Los dos subieron rápidamente al encuentro de las recién llegadas. Ambas jóvenes eran atractivas, bien vestidas, de suaves maneras y realmente muy bonitas. La mirada de Osmel se cruzó, instintivamente, con la mirada de una de ellas, Gladys. Era una joven de piel canela, de ojos moros con una suave mirada. Sus movimientos eran delicados y su sonrisa extremadamente dulce. Al ser presentados, ambos parecieron disfrutar de ese encuentro. La amiga que acompañaba a Gladys, se nombraba Otilia. También bella y delicada. Osmel tuvo para con las dos, amables palabras de presentación. Tonio se dio cuenta que su amigo Osmel había quedado impresionado con Gladys y, se sonrió maliciosamente. La madre de Tonio, que estimaba profundamente a Osmel por ser un buen amigo de su hijo, también percibió la atracción que Gladys había causado en Osmel.

    Comenzó una conversación animada entre los cuatro, mientras la madre de Tonio fue a preparar unos refrescos para brindarles.

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