Vagos y maleantes

Por Juan Carlos Mestre y Celia Morán

Vagos y maleantes recupera la memoria de quienes soportaron la indignidad y la injusticia durante la dictadura franquista, decidida a eliminar cualquier disidencia sexual o de género.

En una residencia de mayores para homosexuales, cinco hombres afectados por la Ley de Vagos y Maleantes conviven con sus historias personales y con la historia de España a sus espaldas. Solo tienen en común haber pasado por la cárcel y amar a otros hombres. Comparten memoria, secretos del pasado y sentimientos presentes; se odian, curan sus heridas y se infligen otras aún más dolorosas.

Habitan un hogar donde las mujeres son las madres ausentes, las esposas que sirvieron de tapadera, las lesbianas que conocieron en la sombra y la novia de Martín, el joven enfermero sordo que cuida de ellos y los escucha.

Es la voz de personas que existen todavía, viven a dos pasos de nuestras casas y no puede resultarnos ajena.

• Idioma: Español
• Editorial: Fundación SGAE
• Fecha de lanzamiento: 10 nov 2023
• ISBN: 9788480489492

Juan Carlos Mestre

JUAN CARLOS MESTRE Comienza su formación de la mano de Juan Luis Mira en el Aula de Teatro Universitaria de Alicante. Ha dirigido Poesía de viejas para chicas listas, Entre Mujeres y Polvorones, además de los sketches de Spanish Revolution Live Show estrenada en el Teatro La Latina. Como actor ha participado en El ombligo de la reina, De lo fingido verdadero, Yo me bajo en la próxima ¿y usted?, Hendaya el musical, El tiempo y los Conway, El mercader de Venecia o El lindo Don Diego. En televisión ha realizado capitulares en Los hombres de Paco, Monteperdido, Caronte, La valla, El comisario, Hospital Central o La que se avecina, las TV movies Tarancón y Días sin luz o el videoclip Amo a Laura. Ha ejercido labores de producción (Poker de Voces), director residente (The Hole 2), ayudante de dirección (DJ Peep Show), asesor de interpretación para el espectáculo de danza #am@r y codirige junto a Esther Tablas la obra de danza-teatro Danza esporádica. Trabaja como profesor de interpretación en la Escuela Nave 73, así como para la Fundación ONCE, e imparte clases de teatro en grado universitario en SOM Escuela de Teatro Musical. Su obra teatral Polvorones se estrena en el Teatro Lara de Madrid, donde permanece a lo largo de tres años.

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VAGOS Y MALEANTES

Juan Carlos Mestre

Celia Morán

XVI Certamen Internacional SGAE Leopoldo Alas Mínguez

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Sin la autorización por escrito de la editorial, no se permite la reproducción total o parcial de esta obra ni tampoco su tratamiento o transmisión por ningún medio o sistema.

De igual manera, todos los derechos que de ella dimanen, cualquiera que sea la naturaleza de estos, así como las traducciones que puedan hacerse, incluyéndose igualmente las representaciones profesionales y de aficionados, las películas de corto y largo metraje, recitación, lectura pública y retransmisión por radio o televisión, quedan estrictamente reservados. Se pone un especial énfasis en las lecturas públicas, cuyo permiso deberá asegurarse por escrito.

Las solicitudes para la representación de esta obra, de cualquier clase y en cualquier lugar del mundo, habrán de dirigirse a Sociedad General de Autores y Editores, SGAE, en la calle de Fernando VI número 4, 28004 Madrid, España.

Juan Carlos Mestre y Celia Morán

VAGOS Y MALEANTES

Primera edición, 2023

© De Vagos y maleantes: Juan Carlos Mestre González y Celia María Morán Pérez

© De la Presentación: Pablo Peinado Céspedes

© Del Prólogo: Sergio Peris-Mencheta

© Para esta edición: Fundación SGAE, 2023

Coordinación editorial: Pilar López

Diseño gráfico y de cubierta: José Luis de Hijes

Maquetación y procesos digitales de edición: spandaeditorial.com

Corrección: Susana Pulido

Imprime: Estugraf Impresores, SL

Edita: Fundación SGAE

Bárbara de Braganza, 7, 28004 Madrid

[e-mail]

www.fundacionsgae.org

ISBN: 978-84-8048-948-5

ISBN electrónico: 978-84-8048-949-2

DL: M-28366-2022

A Javier Sánchez, que tiene lo más bonito

de cada uno de estos personajes y me ha

enseñado tanto sobre lo que significa amar.

Hagamos lo imposible para seguir cerca y

que esta dedicatoria tenga sentido siempre.

Sigo aquí.

Juan Carlos Mestre

A mi hermana, porque su folclore, sus risas

y su relectura han alimentado esta historia.

A mi familia y a Charlie, que entienden

el amor de la forma más bonita posible.

Gracias, amigo Mestre,

por invitarme a viajar juntos.

Celia Morán

Índice

Presentación: La memoria (casi) olvidada de las víctimas LGTBIQ+ del franquismo

Pablo Peinado Céspedes

Prólogo: Más memoria que horizonte

Sergio Peris-Mencheta

Vagos y maleantes

Prefacio

Día 1

Día 2

Día 3

Día 4

Día 5

Sobre el coautor

Sobre la coautora

La memoria (casi) olvidada de las víctimas LGTBIQ+ del franquismo

A Jaime Fernández Lombera,

vizcaíno, marino y homosexual.

In memoriam.

Un hombre gay de cincuenta años me pregunta si yo soy LGTB y esas cosas... Le contesto que sí, pero que él también porque es maricón, tanto como yo al menos. Eso le respondí. Él ponía una barrera de separación entre ambos porque afirmaba que no se identificaba con esas siglas. Y, desgraciadamente, en esas estamos... La memoria es frágil y él, como tantos otros, no parece recordar el precio que hemos debido pagar para poder ser LGTB y esas cosas...

La igualdad entre personas heterosexuales y personas LGTBIQ+ o el derecho al matrimonio igualitario no han caído del cielo. Ha ha­bido que reivindicar mucho, manifestarse, luchar, algunos incluso se han jugado la vida. Pero otros piensan ahora, casi veinte años después, que el matrimonio igualitario es un derecho sin importancia, que no supone gran cosa... Es la desmemoria, un mal muy de nuestro tiempo y seguramente de todos los tiempos.

Nací en 1961 y tuve la suerte de apenas rozar la dictadura franquista ¹. Nunca tuve conciencia de que me podían encarcelar por ser homosexual pese a que sí percibía la enorme hostilidad social hacia todo lo que tuviera que ver con maricas, bolleras o travestis, los términos que en aquella época se usaban con más frecuencia. Tan solo tenía catorce años cuando Franco murió, pero durante mucho tiempo en España estuvo fuertemente castigado saltarse las normas de orientación sexual o de género. Existía la condena legal y sobre todo estaba la condena de la familia, del entorno de amigos o de los compañeros de trabajo, mucho más dura de aceptar porque suponía la muerte emocional y social del individuo. El ser humano es un ser social que necesita sentirse aceptado, querido y respetado por sus congéneres. Sin embargo, entre la ciencia y la religión, a lo largo de los siglos xix y xx se fue creando una doctrina que afirmaba que las personas LGTBIQ+ suponían un peligro para la sociedad, y cualquiera que formase parte de ese colectivo era señalada, según las épocas o los países, como un delincuente, un enfermo o un monstruo, incluso tergiversando el lenguaje, como sucede en Francia con el vocablo pederasta (que en realidad hace referencia a un hombre homosexual) o en Latinoamérica, donde a menudo se usa el término puto para referirse a un hombre gay. A veces estas personas recibían un castigo penal y otras veces eran aisladas y señaladas. La consecuencia era que muchas de ellas se veían abocadas a matrimonios heterosexuales o a llevar vidas en un género con el que no se identificaban, y eso suponía una condena a la infelicidad y la obligación de llevar una doble vida que a menudo acarreaba tal nivel de sufrimiento y dolor que muchos/as acababan cayendo en depresiones, todo tipo de adicciones y en algunos casos extremos, pero no infrecuentes, cometían suicidio.

Cuando una sociedad no está dispuesta a aceptar algo tan importante para una persona como es su género sentido o su derecho a amar libremente, esta se ve tocada en su yo más esencial y esto provoca un dolor que con frecuencia resulta insoportable... Durante el franquismo, la LGTBIQfobia se hizo sistémica y estructural. El hombre, el macho, debía comportarse como tal y la hembra, la mujer, también. No había otras opciones. Era impensable que un hombre pudiera sentir deseo por otro hombre o una mujer por otra mujer. Un hombre que nacía con genitales masculinos debía sentirse hombre obligatoriamente, y en el caso de una mujer, igual. Era un sistema rígido y aplastante que no daba opciones a nadie a disentir.

Vagos y maleantes es una obra sobre estas personas. Un texto que quiere ser memoria de un tiempo doloroso. Un tiempo pasado pero que siempre puede volver. Como de hecho está sucediendo en países europeos como Italia, Rumanía, Hungría, Polonia y sobre todo Rusia. Países que en los últimos años han llevado a cabo una acelerada política LGTBIQfóbica destinada a eliminar cualquier disidencia sexual o de género. En España, durante el franquismo, ese periodo que reivindica un partido de ultraderecha al que no creo necesario nombrar, había cárceles y campos de concentración para homosexuales y para personas trans. Las lesbianas, además de en la prisión, en ocasiones eran recluidas en manicomios. Las personas que sufrieron esas experiencias padecieron secuelas durante el resto de sus vidas porque en esos lugares fueron sometidas a todo tipo de torturas y malos tratos tanto físicos como psicológicos.

Vagos y maleantes, la obra ganadora del XVI Certamen Internacional SGAE Leopoldo Alas Mínguez, fue recibida por el jurado que presido, integrado en esta ocasión por Avelina Hernández Martín y Aitziber Garmendia, junto a los ganadores de las ediciones de 2019, Marcos Gisbert, y 2021, Javier de Dios, como un texto oportuno en un momento en el que necesitamos recuperar la memoria de ese periodo que comienza a ser olvidado, cuando no mitificado, mediante un conveniente blanqueado, sobre todo por los jóvenes que ni