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Sentido Común - Horse Sense: Libro Primero: Diálogos Del Moyo Y El Profe Y Conversaciones Con Terceros. Drama Y Comedia En Tres Actos Y Nueve Cuadros (2016)
Sentido Común - Horse Sense: Libro Primero: Diálogos Del Moyo Y El Profe Y Conversaciones Con Terceros. Drama Y Comedia En Tres Actos Y Nueve Cuadros (2016)
Sentido Común - Horse Sense: Libro Primero: Diálogos Del Moyo Y El Profe Y Conversaciones Con Terceros. Drama Y Comedia En Tres Actos Y Nueve Cuadros (2016)
Libro electrónico317 páginas4 horas

Sentido Común - Horse Sense: Libro Primero: Diálogos Del Moyo Y El Profe Y Conversaciones Con Terceros. Drama Y Comedia En Tres Actos Y Nueve Cuadros (2016)

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Sentido comn / Horse Sense, Libro Primero, Plticas coloquiales del Moyo y el Profe y conversaciones con terceros, Drama y Comedia en tres actos y nueve cuadros (2016) pretende ser un documento reflexivo, donde el autor hace uso de la comedia para poder expresar libremente aquello que a dichas del Moyo, su alter ego, se ve representado en una profesinmuy compleja como es la del educador.

Notable es el rescate de la parte burlesca y demandante de la sociedad de su tiempo. Es un tiempo de cambio en el que la educacin ha crecido exponencialmente en complejidad debido al avance tecnolgico y al incremento de razas y migrantes que s son separadas en dos categoras; es debido a las mismas chingaderas que el Moyo denuncia en msde una ocasin despus de recitar sus mltiples empleos y oficios. El Alcahuetismo Acadmico. Ninguna intervencin valdra ms la pena que una intervencin no a Afganistn o a Siria, sino a la educacin.

El sistema actual, voraz y funesto intenta sobrevivir e imponer, sabe de su crisis pero es absurdo, soberbio y muy terco, cree que durar por siempre, iluso. Lo nico que en la ms humilde de mis opiniones pudiera balancearla ecuacin sera que el pueblo una vez reivindicado muestre orgullo y dignidad y se filtre a todos los estratos de conduccin de la palabra, palabra que nuestro lenguaje; el idioma espaol nos identifica y nos conduzcahacia nuevos horizontes. Porque en este pas el espaol o castellano debe ser tambin idioma oficial

Lic. David Briones Gonzlez

Maestro de escuela primaria

EL PROFE: T realmente crees que lo escrito por Herodoto en cuanto a la barbarie del Imperio Persa coincidira con el punto de vista de Ciro el Grande y sus gobernados?

EL MOYO: Ah ching, ching! Quiere usted decir que existen otras versiones a considerar aparte de la escrita por el padre de la historia?

IdiomaEspañol
EditorialiUniverse
Fecha de lanzamiento30 jul 2016
ISBN9781532000973
Sentido Común - Horse Sense: Libro Primero: Diálogos Del Moyo Y El Profe Y Conversaciones Con Terceros. Drama Y Comedia En Tres Actos Y Nueve Cuadros (2016)
Autor

Víctor Manuel Márquez Cervantes

Don Víctor Manuel Márquez Cervantes, llevó a cabo sus estudios de educación superior en la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería y Ciencias Sociales y Administrativas (U.P.I.I.C.S.A.) del Instituto Politécnico Nacional, en la ciudad de México. Alma mater en donde se recibió y tituló como Licenciado en Ciencias de la Informática, para posteriormente emigrar a los Estados Unidos de América en el otoño de 1983. El día 6 de febrero de 1990, en la ciudad de Chicago, Illinois le es otorgada la ciudadanía estadounidense. Poco más de dos décadas después, el 15 de septiembre de 2014, el Lic. Márquez Cervantes obtiene la maestría en Educación Secundaria y Media en la Universidad de National-Louis, en Chicago, Illinois, E.U.A. El autor ha también participado como expositor y conferencista tanto en la trigésima séptima conferencia anual estatal para docentes trabajando con alumnos de diversas culturas e idiomas (2013) como en la conferencia anual NCLB del estado de Illinois, en la ciudad de Chicago (2015). La transición de profesión al campo de la educación pública comienza en el verano de 2006, momento en el que el autor hace su primera incursión por las aulas de educación media e inicia su ardua labor de los últimos nueve años conociendo, trabajando y orientando a los jóvenes latinoamericanos inmersos en el sistema de educación pública del país. Don Víctor junto con su esposa Lisa y sus hijos Víctor Phillip, Nicholas Andrew y Elizabeth Victoria, residen en la ciudad suburbana de Glen Ellyn, al oeste de Chicago en el estado de Illinois.

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    Sentido Común - Horse Sense - Víctor Manuel Márquez Cervantes

    Copyright © 2016 Don Víctor Manuel Márquez Cervantes.

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    iUniverse

    1663 Liberty Drive

    Bloomington, IN 47403

    www.iuniverse.com

    1-800-Authors (1-800-288-4677)

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    Any people depicted in stock imagery provided by Thinkstock are models, and such images are being used for illustrative purposes only.

    Certain stock imagery © Thinkstock.

    ISBN: 978-1-5320-0096-6 (sc)

    ISBN: 978-1-5320-0095-9 (hc)

    ISBN: 978-1-5320-0097-3 (e)

    Library of Congress Control Number: 2016910157

    iUniverse rev. date: 09/17/2016

    Contents

    Introducción

    Comentario

    Prefacio

    Prefacio

    Dramatis Personae

    Acto Primero

    Acto Segundo

    Acto Tercero

    Epílogo

    Apuntes

    Conclusión

    Agradecimientos

    Acerca Del Autor

    Arte: Joanna Kacprzynska

    Concepto e idea de portada: Nicholas A. Márquez

    A Dios Padre, suprema fuerza creadora del Universo.

    Al hermano Jesús, mensajero de nuestro Padre.

    A Myriam, nuestra madre y Ángel de la guarda.

    A mis guías espirituales, guardianes y maestros.

    A Lisa, Víctor Phillip, Nicholas Andrew y Elizabeth Victoria, la luz de mi existencia.

    A mis abuelos, mi ancla espiritual.

    A mis padres, mi apoyo emocional.

    A mis hermanos y hermanas por su amor incondicional.

    A la tía Herminia, mi segunda madre en la escuela de La Tierra, por sus enseñanzas cívicas, familiares y espirituales; cruciales en mis años de formación durante la temprana adolescencia.

    A mis compadres por su entrañable y eterna amistad.

    A mis familiares y amigos por su camaradería y lealtad.

    A mis profesores por la sólida educación académica brindada en el transcurso de casi dos décadas de estudios en el sagrado recinto que es el aula.

    A mis colegas de profesión por sus enseñanzas y comprensión.

    Y finalmente, a mis alumnos y ex alumnos, a sus padres y/o tutores e igualmente a la comunidad latinoamericana de este gran país en general, para solo recordarles que… «El valiente vive hasta que el cobarde quiere». Y que así mismo, la principal arma que el ser humano puede ostentar, es sin duda alguna, su individualidad, su creatividad, el conocimiento de causa, su educación civil, académica y cultural; su idioma, sus raíces, su espiritualidad y, por ende, su calidad humana e identidad propia.

    Sus discípulos le preguntaron: «¿Qué debemos hacer para que nuestra labor sea perfecta?»

    El Señor les respondió: «Estar preparados ante cualquier situación. Bendito es aquel que ha encontrado su lucha, su visión. Aquel que nunca ha matado o le han matado, pero que ha salido avante, victorioso».

    Diálogo del Salvador 71-72

    INTRODUCCIÓN

    Sentido común / Horse Sense, Libro Primero, Pláticas coloquiales del Moyo y el Profe y conversaciones con terceros, Drama y Comedia en tres actos y nueve cuadros (2016) pretende ser un documento reflexivo, donde el autor hace uso de la comedia para poder expresar libremente aquello que a dichas del Moyo, su alter ego, se ve representado en una profesión muy compleja como es la del educador. El ambiente que es amigable y coloquial y la narración trágica de cómic urbano adolece de los dibujitos al estilo de «Rius», pero nos lleva al jolgorio, la risa, y aunque el discurso es más bien de índole intelectual no renuncia al estilo acentuado del llamado «chilango peladito». Sí, el peladito de Monsiváis, ese que triunfa en su afán de disertación, el que confunde con el discurso, el que cantinflea, pero eso sí, no sucumbe a los intentos de desprestigio, sumisión, discriminación. Además es notorio un intelecto irónico por parte del oriundo de la «Capirucha». Esta debe ser sin duda una influencia literaria de la España de los principios del siglo veinte, la Generación del ’98 para ser más precisos; Valle Inclán, Juan Ramón Jiménez, Azorín y Antonio Machado con una profunda reflexión de la postguerra entre Estados Unidos y España en la que los hispanos pierden los territorios de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam.

    Notable es el rescate de la parte burlesca y demandante de la sociedad de su tiempo. ¿Será este un tiempo de cambio también? ¡Claro! Pero por supuesto que sí, arremetería el «Profe» con un profundo cuidado de sus palabras por la presencia de «Don Huicho». Es un tiempo de cambio en el que la educación ha crecido exponencialmente en complejidad debido al avance tecnológico y al incremento de razas y migrantes que sí son separadas en dos categorías; es debido a las mismas «chingaderas» que el «Moyo» denuncia en más de una ocasión después de recitar sus múltiples empleos y oficios. El «Alcahuetismo Académico». Ninguna intervención valdría más la pena que una intervención no a Afganistán o a Siria, sino a la educación. ¿Qué haremos con los nuevos analfabetas, con esos modernos nefastos que matan de forma espontánea y atentan contra la Igualdad y la Justicia que tanto vociferan los políticos americanos (o más bien norte americanos) cuando están en campaña? ¿Dónde está el pensamiento libre y crítico que toda educación superior debiera profanar? El capital ha sometido a los más importantes ideales de ¡Igualdad, fraternidad, justicia, Tierra y Libertad! El reto educativo en un país como es Estados Unidos no es «enchílame estas gordas» pero si hay caminos claros que si fueron antes veredas, después de tanto «espalda mojada» repitiendo la travesía pues ahora son interstate, autopista pa’ que me entienda el Moyo. Caminos en los cuales la mentalidad, la comprensión cultural, la tolerancia, el respeto y el amor al prójimo independientemente de su raza pudieran dar un comienzo promisorio para la culminación de fuertes cimientos para algo más grande y más chingón. Porque migrantes, chinos, indios americanos, güeros, negros o árabes todos sabemos a «pollito frito» en las garras de un Oso Grizzli.

    ¿Habrá un parecido con la realidad actual o antigua del migrante latino? ¿Existe un ansia visceral del autor por comunicar las sublimes circunstancias del choque cultural? ¿Será que el Moyo irreverente e ingenioso se reivindica en su calidad de individuo suprimido? ¿Existe una identificación social que el autor presenta como dolencia de la voracidad del capitalismo? ¿Hay alguna reconciliación entre los valores de las naciones que representan los múltiples personajes de la obra? Observamos el presente irrisorio del migrante con cualidades físicas e intelectuales, con sueños de progreso. No sabemos a ciencia cierta si la evidencia de que el autor funge en este proceso de transición cultural sea más bien pesimista. Uno podría pensar que el escritor maquilla con un estilo bastante urbano y numerológico más que estadístico o informativo sus más profundas preocupaciones de índole social y educativa por la que atraviesa este país.

    No se oculta en ningún momento la certeza de estar encasillado en una economía brutal pero que baila cumbia en los discursos y se identifica con los caballos pura sangre, aquellas bestias nobles que con eventuales reparos confirman su gusto por el cha cha chá. Si bien la tradición del hispano tercermundista y su relación con las bestias cuadrúpedas es arraigada, la muy particular del latino o del indio americano con el caballo, es un enamoramiento a primera vista. Esto pudiera ser fruto del regreso de la especie a las Américas de donde proviene. Cuando el explorador europeo con ambición no histórica o de imposición ideológica sino más bien codiciosa comienza su más sanguinaria aventura en tierras americanas existe un respeto y amor monumental para los «equus». Sí, el indio que cuidaba y respetaba la naturaleza, que mostraba tremenda adoración por las especies endémicas al grado de volverlas dioses, sucumbió ante la belleza y el porte no del español si no del herbívoro équido. Tal vez una extraña energía metafísica lleva al escritor a encontrarse con otra especie viva. Una que no hable, que calle, con belleza intrínseca, que hable con el corazón, que sea noble y a la vez salvaje, que no le importen las hipocresías, que muestre su porte sin humillar, sin discriminar, que te transporte, que te ayude a ganar una Revolución, que no pida más que agua y con un suave trote te haga entrar triunfante a la ciudad añorada como Zapata y Villa; señal de victoria y de justicia. Tal vez la búsqueda de un amigo que el «paisa» siempre se permite. Tal vez un corrido norteño quien sabe tal vez el símbolo de nobleza y lealtad. Esa lealtad que lo hará llevar a su jinete a pleno galope a pesar de sentir rigor y cansancio. La inquietud del autor lo conduce a esa búsqueda espiritual, de contacto con lo natural que él sentía ausente.

    Es preciso aludir al «Profe» que hace notar que los migrantes como él no son un problema sino un fenómeno social diverso, complejo y que requiere la más urgente renovación legislativa, sin embargo se «agüita» porque sabe que tal vez no le toque verlo ni ser partícipe de un cambio ideológico. Él es más maduro, sabe de la sutileza, intenta con pasión pero mesurada. Seguro tiene familia, llega a casa y toma un café con canela a la veracruzana después de un largo día de trabajo. El Moyo no cree en nadie, él es joven, a él «le vale madres» el nombre del presidente, si es güero o es negro, él sabe que son muchas facciones las que lo tienen olvidado, controlado, suprimido. Pero a él no le incomoda, «a lo que te truje Chencha», sabe que «hay que chingarle», seguro alguien se lo dijo en la calle, tal vez algún familiar lejano, o lo aprendió a «chingadazos» y sabe de casos, de «vatos» que están en death row, en «el bote» o en el «Boston» diría con una mueca socarrona. Él está orgulloso de saber que tiene valores, no comprende mucho de fenómenos socioeconómicos, sin embargo conoce la historia eclesiástica, le duele que comercien con su fe; no solo los religiosos sino también los directivos de su equipo favorito de fútbol. Suspira y piensa para sus adentros entre canción y canción de salsa mientras jala la manguera para limpiar el establo.

    He ahí a los dos desgraciados, que filosofando uno con rabia y el otro con cerveza en mano ven pasar los días, enfrentan gringos ladinos y extrañan la comida mexicana así como el clima tropical del «Cuatro veces heroico puerto de Veracruz». Cada quien en su mundo debaten, repelan, critican, vociferan, tres chelitas después son mejores amigos, son compadres, como Manolín y Shilinsky, Viruta y Capulina, Tin Tan y su compadre Marcelo, recaen en los infortunios del alcohol, no les importa gastar sus ocho dólares la hora en un barcito cercano. Son permisivos de la incomprensión, la soledad, la escasez, no económica sino de adecuación. Uno escucha al otro atentamente, profetizan sobre «pendejada y media», «caiga quien caiga carnal» apunta el Moyo después de dar un gran sorbo a su «Miller Lite». El «Profe» tiene un afecto genuino y esperanzado para el futuro del Moyo. Quiere volver a verlo aunque se siguen viendo diario. ¿Es acaso una identificación cultural? ¿Simplemente se caen bien? ¿Son dos almas gemelas? ¿O una atracción Damiana de Hermann Hesse? ¿Acaso uno y otro son la misma persona retratada en un collage que ha viajado en el tiempo? ¿Será que el autor los ha creado idénticos para que puedan conversar? ¿Tiene que haber tolerancia para poderse comunicar? ¿Será que «estos güeyes» tampoco se entienden a pesar de ser de la misma raza?

    La añoranza de cooperación se ve ignorada a lo largo de las páginas de la obra. El autor trasiega sus entrañas con un desahogo y una angustia contenida la que lo impulsa a expresar sus sentimientos e ideales de cambio, es un revolucionario solitario, como el «Llanero solitario» vaga como un «Lobo estepario» y discute con su Moyo como el «Haller» de Hesse disiente con Mozart en sus sueños, o con su «Don Huicho» y espera pacientemente reunir más cómplices que por lo menos le critiquen su narrativa. ¿Qué puede esperar el autor de tan sensible mensaje cuando citado por él mismo, «el enemigo está en casa»? ¿Será que la denuncia privada y disfrazada como en Halloween se emancipe y resurja como Fénix de su más aletargado entresueño?

    Tiene el autor un plan para la empatía, la universalidad, invitó a su tertulia a los valores prehispánicos, donde convivió con el Náhuatl, el Otomí, el Cora y el Quiché. Sintió raíces y fibras muy delicadas ser rozadas, e incluso solicitó un par de lágrimas cuando escribió la obra. ¿Será que la influencia insurgente de los caudillos americanos ha desayunado en Dunkin Donuts y después engordó en el sofá? ¿Dónde ha quedado el legado Bolivariano, Zapatista, Sandinista, Guevarista? Es notorio señalar la ausencia de radicalismo o conductismo en las páginas concluyentes de la obra, en cambio se nos presentan estadísticas ligeras pero serenas, serias. ¿Es acaso el mensaje más formal que subjetivo? ¿Se lleva el lector un compromiso de labor? ¿Podría el lector llevar tranquilidad y relajación después de reír y recordar vocablos propios de la secundaria en Peralvillo? No creo que la intención canónica del escritor se funda con sus más macabras intenciones. En cambio lo que él vislumbra se está adelantando a la época de descanso y satisfacción, en la que el final no tomara mayor cuestionamiento más que el de haber vivido bien.

    El sistema actual, voraz y funesto intenta sobrevivir e imponer, sabe de su crisis pero es absurdo, soberbio y muy terco, cree que durará por siempre, iluso. La clave del desenlace ya la proclamaron los poetas latinoamericanos desde más de un siglo atrás, Rubén Darío, José Martí, Eduardo Galeano y el Pablo nuestro que estás en tu Chile como lo llamaba Atahualpa Yupanqui. La oposición metafórica de Ariel y Calibán sigue vigente y lo único que en la más humilde de mis opiniones pudiera balancear la ecuación sería que el pueblo una vez reivindicado muestre orgullo y dignidad y se filtre a todos los estratos de conducción de la palabra, palabra que nuestro lenguaje; el idioma español nos identifica y nos conduzca hacia nuevos horizontes. Porque en este país el español o castellano debe ser también idioma oficial y en base a cambios como esos, florezcan nuevas oportunidades para la Igualdad, la justicia, la educación y la libertad.

    Con admiración y respeto,

    ¡Un solo País, el mundo!

    Lic. David Briones González

    Maestro de escuela primaria

    Barrington, Illinois, E.U.A., 25 de Noviembre de 2015, 21:13 horas

    COMENTARIO

    Es un grato placer el poder participar en este proyecto con mi colega y amigo; el autor de esta obra. El haber tenido el privilegio y la oportunidad de servirle a nuestra comunidad hispanoamericana a nivel educación intermedia nos ha dado temas en común, nociones que «el Moyo» y sus compañeros con un gran sentido de ironía y de humor establecen como los desafíos de una generación. Este breve comentario me da la oportunidad de brindar mi opinión acerca de lo que como equipo educativo, hemos hecho con respecto a una problemática que cada día se vuelve más compleja y paradójicamente nos abre los ojos a soluciones que en frente de nosotros se manifiestan.

    La incorporación de las familias en esta lucha es indispensable. La unidad familiar, cuando está presente e intacta, es la primera fuente de apoyo que todo individuo posee. De esta, los jóvenes adquieren destrezas con las cuales pueden funcionar en entidades que emulan ese entorno familiar y extienden sus habilidades. La escuela es una de ellas. Equipos deportivos, grupos artísticos y asociaciones intelectuales donde se practica lo aprendido en la escuela y en el hogar, dan oportunidad de extender esas lecciones.

    La situación económica del inmigrante y su impacto en la educación del hijo es clave para dilucidar quienes van a salir adelante. Los bien educados, en todos los sentidos de la palabra son los que tiene mejores oportunidades de triunfar. Los conocimientos y conceptos adquiridos en el idioma nativo con mayor facilidad se transfieren y la adquisición del inglés obviamente incrementa. El uso del idioma español como vehículo para reconectar al alumno con su identidad, con sus orígenes, con su cultura y con su familia es crítico. La tragedia de muchas familias inmigrantes se manifiesta en la distancia interpersonal, que la falta de un idioma en común impone.

    La construcción de una escuela comunitaria en pos de una solución integral es una idea que ha venido a darle energía a nuestro sistema. En este concepto necesidades sociales, médicas, psicológicas y hasta legales se pueden resolver y de esa manera la presión para el alumno y la familia disminuye, dejando energía dirigida al mejoramiento de destrezas educativas.

    El ejemplo de una serie de clases dictadas a un alto nivel académico, con expectativas de un rendimiento igual o superior al del estudiante más capacitado del sistema en que nos encontramos, es una de las claves para buscarle la solución a esta problemática. Si creemos en nuestros alumnos y les damos las armas intelectuales y sociales con las que ellos puedan afrontar los desafíos que se les presentan, serán competitivos.

    Las pandillas, como respuesta a una falta de ubicación y pertenencia en la sociedad en que se encuentran, es un problema serio. La violencia y vicio que engendran estas no les proporciona ningún bien pero a falta de otras alternativas, muchos escogen este camino. Un sistema, que por la presentación externa del estudiante y su familia, son marginados y vistos como menos crea una distancia de las instituciones que pueden ser la solución. En este sentido; maestros, personal de apoyo, administradores y demás allegados a las escuelas tienen que considerar como se trata al alumno y a las familias y analizar profundamente si el comportamiento y la actitud es la debida.

    La falta de materiales, no porque no existen, sino porque sin la voluntad y determinación de aquellos que han visto un panorama del potencial del idioma extendido por los versos de Neruda, la magia de García Márquez, la penetración en el alma del mexicano en particular y del latino en general de Octavio Paz, los sueños compartidos con Don Quijote de la Mancha no es compartido con nuestros alumnos. La literatura a alto nivel debe ser el material de instrucción para los nuestros.

    Las interacciones entre los seres humanos se basan en innumerables niveles, en un sentido básico, el respeto y creencia en el valor de todo ser humano es el que nos valida el uno a otro. Cuando vemos a la gente como menos porque sus recursos económicos son magros, porque su vestimenta no es de la marca correcta, porque su idioma es falto de un vocabulario extenso, perdemos la oportunidad de ver a personas nobles y valientes. Gente que enfrenta una difícil realidad con orgullo y determinación, que quiere lo mejor para sus hijos y que como educadores, estamos obligados, comprometidos a darles lo mejor de nosotros como docentes.

    El sentido del humor que lleva consigo muchas verdades y que sirve para suavizar mensajes y opiniones fuertes es un vehículo que esta obra utiliza de una manera muy particular. «Creyente a mi manera» dice el Moyo: nuestras escuelas; dada la labor y la oportunidad de cambiar dramáticamente el curso de la vida de nuestros alumnos pueden considerarse «suelo sagrado». La discusión entre lo que es religión y el actuar con un sentido espiritual cabe aquí. El considerar a un alumno como un ser humano, verlo con todo el potencial que su esencia posee, es seguir las lecciones de seres espirituales que han pasado por este planeta nuestro, Jesús de Galilea, Gandhi, Buddha y otros de esa talla. Cuantos colegas hablan de su devoción dominguera y por ningún lado demuestran esa afinidad por la palabra de Dios.

    Lo profundo de los dichos del pueblo, que nos dicen muchas verdades, el caló de tantos países hispanoparlantes representados en nuestro alumnado le da color a esta obra. La labor de ayudarles a mantener ese colorido, esa tan simpática manera de expresarse y al mismo tiempo introducirles y capacitarles con el idioma formal, el del mundo académico y del poder, es parte de nuestro desafio.

    El comentario de que hay que tomar agua todo el día tiene resonancia con un alumno cuyo éxito lo relaciono con la imagen de la botellita de agua, que se le permitió llevar a diario y que eventualmente se convirtió en símbolo de un hombre cambiado, con una gran confianza en sí mismo y con un enfoque en mejorar su futuro. Un pequeño detalle como este, con implicaciones enormes, que como ya dije, le cambiaron la vida de una manera positiva. Voy a lo importante que es conocer a los alumnos y actuar en respuesta a ese conocimiento.

    El tema de quien escribe la historia es de particular interés para mi, siendo hondureño y viendo el presente de mi querido país, cuya verdad está escrita en años de intervención extranjera y falta de liderazgo local. El resultado final de la Guerra Fría de los años ochenta lo vemos manifiesto en una diáspora centroamericana. La emigración hacia el Norte, es producto de estas sociedades que luchan por sobrepasar condiciones dificilísimas para su gente. Volvemos al punto donde coincidimos el autor y yo, en educar bien y de manera crítica a esa juventud que ha dejado sus países de origen por el sueño estadounidense.

    Muchos de los diálogos que se presentan de forma crítica al profesorado y a sus administradores, en el sentido de hacerles pensar, en ayudarles a desarrollar las habilidades que les permitan cuestionar su realidad y la realidad socio-política en la que viven. Este último punto es importante porque en el presente el poder de los medios de comunicación a muchos les «lava el coco» como diría el Moyo. Sirve para convertirse en activistas en su comunidad, a buscarle soluciones a problemas que se ven insolubles, pero que con la participación ciudadana, se pueden mejorar.

    Conoce tu historia, Santayana lo dijo, «Aquellos que olvidan las lecciones de la historia están condenados a repetirlas». El impacto de la conquista, bien manifestado en idioma, religión, costumbres, etc., no nos condena a seguir siendo vasallos de ella. El sueño americano es y debe seguir siendo la oportunidad de escribir nuestra propia gloriosa historia. El mayor instrumento para ello, es la educación. Las leyes del país, en particular a las que se hace alusión en varias ocasiones en esta obra, la carta de derechos, son una belleza. Sin la capacidad de entenderlas y utilizarlas, son un recurso perdido. Vuelvo al punto básico; el valor y la necesidad de ser un pueblo educado.

    Veo en la lectura una inclinación hacia la utilidad de los productos naturales. Me ha tocado beneficiarme con un tecito de raíz de cúrcuma y jengibre con canela y miel de abeja, hecho con mucho cariño por el autor de este divertido y elocuente texto. Llama la atención lo necesario que es esta conversación con la población latina en los Estado Unidos cuya salud está en juego por motivos económicos y políticos, por falta de

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