Este mundo en el que vives

Por Ann Nelson

Durante un accidente en Shanghai en 1897, un bebé nace y muere antes de que pueda respirar por primera vez.

Durante un accidente en Shanghai en 1897, el mismo bebé nace y vive para contarlo. Ese bebé se convierte en Tommy Williams, de 124 años, un comerciante agradecido y adorable.

¿Y si hubiera segundas oportunidades? ¿Terceras oportunidades? ¿Cuartas oportunidades? ¿Podrías eventualmente salvar al mundo de los malolientes trolls que se lastiman entre sí? ¿Incluso querrías hacerlo?

Helen England sigue a Tommy Williams y a su atenta madre, Helen England, mientras sus salvajes vidas se mueven a través de los turbulentos acontecimientos de Dallas, una y otra vez.

Sin embargo, Tommy se siente preocupado por sus ideales salvajes y se ve abrumado por cuestiones morales. ¿Le permitirá su conciencia hacer lo que sea necesario para detener a los malolientes trolls?

• Idioma: Español
• Editorial: Fantasía Española
• Fecha de lanzamiento: 24 ago 2021
• ISBN: 9798201906702

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Capítulo 1

Capítulo uno

Tierra, un lugar que una vez creí que sería el hogar de miles de personas durante siglos y siglos. Ahora todo lo que veo cuando miro el mundo es una roca gigante llena de vidas desesperadas que nunca se darán cuenta realmente de lo que está sucediendo. Ese lugar al que me envió Lucifer, mi padre, había albergado tantas esperanzas y expectativas. Mi padre ahora había destrozado todo lo que quería que les sucediera a los habitantes de este mundo. Los humanos que vivían aquí no valían nada para mí y solo veía cómo vivían sus vidas día tras día sin saber lo que les iba a pasar. Ese mundo se irá eventualmente y podré regresar a casa donde pertenezco. A este planeta lo llaman Tierra, pero en realidad todo este universo es más conocido como Purgatorio. Todas las criaturas se vieron obligadas a quedarse aquí hasta que se pagara la deuda; hasta que Dios les perdone sus asombrosos pecados y les permita volver a casa. Nunca conocería la sensación de ser amado por el Dios alto y poderoso. Había visto a los humanos adorarlo tanto que me dolía el estómago. ¿Y mi padre? ¿Y nuestro mundo?

Nunca he conocido una vida más allá del infierno. Excepto uno, excepto él. El ángel que me había enseñado hace tantos años a vivir y que había razones para la vida, que no importaba si lo queríamos, podíamos tener una vida mejor. Antes de conocerlo, todo lo que quería era ver arder el mundo. Después de todo, era mi trabajo en ese entonces. Mi trabajo era matar a los habitantes del mundo y asegurarme de que sufrieran. Yo era un ender, uno de los demonios de mi padre que mató a los humanos del mundo que había hecho una invitación VIP para venir al infierno. Sin embargo, Riley me había enseñado a amar y yo le creí. Creía que al final todo iba a salir bien y que no tenía que matar a esas personas solo porque alguien quería que lo hiciera. Yo era mi propia persona y podía pensar por mí mismo. Ahora me río al pensar que necesitaba que alguien me dijera eso. Debería haber podido averiguarlo por mí mismo.

Al final, nunca entenderé qué pecado cometí contra mi padre o el inframundo. Cuando Dios creó los Diez Mandamientos, estaba bastante seguro de que enamorarse de un ángel no era algo que no estuviera permitido. Seguro que podríamos no haber sido el mismo tipo de persona, pero ¿eso realmente importa? Un ángel y un demonio podrían estar enamorados. Era posible ...

Después de que se decidió nuestro castigo, Riley y yo nos separamos y su memoria se borró. Durante un tiempo había querido encontrarlo y ver si tenía alguna posibilidad de recordarme, pero no tenía sentido. Riley y yo nunca nos encontraríamos, y nunca podríamos volver a enamorarnos, o al menos eso era lo que había creído.

Juliet, es demasiado arriesgado. Sacar a todo un grupo de inmortales es demasiado peligroso para nosotros. Tom gritó golpeando con su cuchillo la mesa de madera podrida.

Negué con la cabeza y caminé lentamente frente a él. Entraríamos en ese almacén, destruiríamos a esos inmortales y no nos haría daño.

Tom, si tienes miedo de que te rasguñen un poco, puedes irte. No necesitamos tu opinión negativa, está bien. Amy dijo rodando los ojos hacia él.

Sabes lo que Amy no podemos ser Demonios de la Venganza como tú, de acuerdo. Entonces, ¿por qué no cierras la boca y maldices al ex novio de una chica solitaria? Tom le respondió bruscamente.

¡Cállate! ¡Los dos! ¡Ninguno de los dos está haciendo esto más fácil! Ahora escucha, estamos haciendo este trabajo lo quieras o no Tom, yo soy el líder de nuestro régimen, así que me vas a tratar como a tu líder. ! Pedí.

¡Papá, niña! Si tu padre no fuera el diablo, tú solo serías otro demonio, viviendo una vida normal de demonio. De hecho, probablemente ni siquiera estarías aquí. Todavía estarías en el inframundo haciendo tus estúpidas pequeñas tareas.

Sin pensarlo, crucé la habitación rápidamente y arrojé la mesa frente a él. Hirviendo de ira, lo miré a los ojos y pateé su silla con fuerza con el pie.

¡CERRAS LA BOCA HIJO DE PERRA! ¿CREES QUE ME GUSTA QUE ME TRATEN ASÍ? ¿COMO DISFRUTO SER PAPÁ NIÑA? ¡BIEN NO! Le espeté.

Me miró con miedo y sus ojos se humedecieron un poco. Tomando una respiración profunda, recuperé la calma y extendí mi mano hacia él. Vaciló y luego lo agarró. Poniéndose de pie, caminó hacia la mesa rota y agarró su cuchillo de una de las piezas.

Todavía no creo que esta sea una gran idea. Murmuró en voz baja.

Oh hermano. Amy suspiró.

¿Podrías escucharme? Estos vampiros podrían ser mucho más poderosos de lo que esperamos que sean. Tiene que haber al menos veinte de ellos.

Bueno, ¿qué sugieres que hagamos? Le pregunté quitando un mechón de cabello de mi cara.

Necesitamos una copia de seguridad, y rápido si cree que podremos enfrentarnos a ellos.

¿Qué hay de tus vigilantes, Juliet? ¿Crees que serían suficientes para nosotros?

¿Nathaniel y Nathan? Dudo que tengamos algún problema con ellos. Aunque soy muy débil cuando los convoco, así que podemos usar eso como último resultado. Llamaré a Lauren y Daniel. Han estado muriendo para obtener algo de acción en el frente de guerra, así que bien podríamos darles algo . Dije sonriendo.

Iré a llamarlos. Pero considera seriamente a los gemelos. Pueden ser más poderosos de lo que esperas. Tom intervino.

El problema no es su fuerza, Tom, es mío. No creo que pueda luchar y convocarlos.

Tom asintió levemente y salió por la puerta.

Nathaniel y Nathan eran fuertes vigilantes para mí, pero aún así, después de convocarlos, mis poderes no eran tan fuertes. Los gemelos eran demonios legendarios que me fueron otorgados cuando nací. Si alguna vez estuviera en peligro real, podría convocarlos y ellos me protegerían sin pensarlo dos veces. Cuando mi padre me envió aquí a este mundo, pidió a Nathaniel y Nathan que me cuidaran bien. Siendo gemelos pelearon mucho, pero cuando se trataba de mí, ambos querían lo mismo. Nathaniel es un sanador. Puede luchar, pero suele ser un pacificador, puede curar a cualquiera en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, Nathan era exactamente lo contrario. El era