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Torres Divinas. Academia de aventureros (Novela ligera)
Torres Divinas. Academia de aventureros (Novela ligera)
Torres Divinas. Academia de aventureros (Novela ligera)
Libro electrónico372 páginas5 horas

Torres Divinas. Academia de aventureros (Novela ligera)

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Información de este libro electrónico

El camino para convertirse en un gran aventurero es... ¡¿asistir a la academia?!

Pero eso no se supone que sea así, se supone que solo te debes de registrar y comenzar a hacer misiones. Pero así es la vida en este mundo y nuestro protagonista Leonardo tendrá que asistir si quiere ser un gran aventurero. Solo que primero tendrá que rescatar a sus futuras compañeras de los secuestradores. No lo hace por su relación inexistente con ellas, o porque sea lo correcto, sino por la aventura. Después de todo, ¿Qué es más emocionante que enfrentarse a una organización malvada.

Te invito a leer esta gran historia, donde nos muestran el día a día de Leonardo, mientras busca ser un gran aventurero.

Nota importante: leer primero el libro Torres Divinas. Un mexicano en otro mundo.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento11 ago 2021
ISBN9780463485378
Torres Divinas. Academia de aventureros (Novela ligera)
Autor

Meliodas D Dragón

Solo soy un chico con una gran imaginación. Me gusta imaginarme en muchas clase de aventuras y escribirla. En si no tengo mucho que decir, pero si tengo un sueño y ese es escribir la historia de héroes más épica de la historia. Aún me hace falta mucho por aprender, pero se que con su apoyo lo puedo lograr.

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    Torres Divinas. Academia de aventureros (Novela ligera) - Meliodas D Dragón

    Chapter 1.

    Hace como dos meses llegué a este mundo y sí que me han sucedido varias cosas. Tan solo al despertarme me tuve que enfrentar a un minotauro y casi no la cuento, también tuve que defender un tren de unas pelotas gigantescas que aún no sé lo que trataban de hacerle al tren.

    Si que he vivido bastantes aventuras, pero al menos no estoy solo, puesto que mi amigo Erick también está aquí y el resto de mis compañeros de clase. Ellos pensaban en regresar a casa, lo cual no creo que sea una mala idea, solo que no es para mí. Aunque ellos al principio no respetaron mi opinión, después la entendieron y aceptaron. Solo que nos tuvimos que separar para cumplir nuestras metas.

    Después tuve que lidiar con un examen muy duro y pelear con un calvo que me costó bastante derrotarlo, todo para ingresar a esa academia. Y eso que el primer día tuve que defender mi puesto de muchas personas y también tuve que enfrentarme a una enana de los rayos y una loca del látigo. Aquel ultimo lo pude haber ganado si no hubiera estado debilitado por todas las peleas de ese día.

    Al parecer la compañía de las espadas oxidadas secuestraron a bastantes chicas por toda la ciudad ese día. Cuando yo desperté me encontraba en la enfermería y al no ver a Lumina o Julieta me explicaron lo que pasó, al igual que me hicieron preguntas de que fue lo que pasó. Después me enviaron a casa y me dijeron que estuviera tranquilo, puesto que la compañía de las doncellas de la guerra o los caballeros sangrientos se encargarían en rescatarlas.

    Ya han pasado dos días desde aquel incidente y no he podido ir a la academia hasta que refuercen los sistemas de seguridad, lo cual pienso que los van a instalar apenas. Estos dos días me he quedado en casa y he ido a entrenar un poco, pero también he estado pensando en algo importante.

    -¡Aaaaaawwww!, maldición. No me puedo quedar más tiempo quieto, sabiendo que allá a afuera me espera la aventura. Mi cerebro me dice que es una mala idea, pero mi corazón me dice que lo haga, la aventura te espera.

    Lo digo levantándome de repente de la cama y preparándome para salir.

    - ¿Vas a alguna parte?

    Pregunta Fers con los ojos medio cerrados y bostezando.

    - ¿Acaso no es obvio?, voy a rescatar a Lumina y Julieta.

    -No deberías de hacerlo, es muy peligroso. Además, ya oíste que las van a rescatar pronto.

    -Ya lo sé, pero siento que esta es una oportunidad única en la vida para vivir una aventura como siempre las he soñado.

    -También es una oportunidad para que mueras.

    -Puede ser, pero será en una gran aventura.

    Fers solo exhala y me pregunta.

    -¡Haaa! No voy a poder hacerte cambiar de opinión, ¿cierto?

    -No. Yo quiero patear unos cuantos traseros.

    Eso ultimo lo digo chocando mi puño contra la palma de mi mano.

    -Al menos siéntate y escúchame. Pensaba en enseñarte esto cuando fueras a entrenar mañana, pero al menos esto aumentara tus posibilidades de salir con vida.

    Hago lo que Fers me dice y me siento en la cama, mientras le pregunto.

    - ¿Qué es lo que me vas a mostrar?

    -Un hechizo espiritual.

    - ¿Un hechizo espiritual? ¿Eso que es?

    -Te acuerdas del oponente que te enfrentaste en el examen de admisión, el que podía endurecer su cuerpo o de la chica hielo que puede congelar a sus enemigos con solo lanzarles hielo.

    -Si, pero ¿eso que tiene que ver?

    -Puesto que esas técnicas son hechizos espirituales.

    - ¡Así que me vas a enseñar a congelar a mis oponentes o endurecer mi cuerpo!

    -No, pero algo parecido, así que presta atención. Un hechizo espiritual es aquel que solo yo lo puedo recitar.

    -Si tú lo vas a recitar, ¿entonces de que me va a servir?

    -El espíritu lo recita, pero su portador lo utiliza. O en pocas palabras es un hechizo rápido y poderoso que podrás utilizar las veces que quieras.

    Oh, ya entiendo. Yo utilizo un hechizo que Fers recita, para que así me concentre en la pelea o en otras cosas.

    - ¡¿Y cuál es ese hechizo espiritual?! ¡Vamos dime, dime!

    Se lo digo emocionado y con brillo en los ojos, por lo que él toma una pera de la cocina y me la da. Espero que no se trate de pelar fruta de inmediato. Sería una habilidad útil, pero no me serviría para nada en el combate.

    -Toma, mete tu magia dentro de esta cosa y después repite ''Sprengstoffmarke''. Yo hare el resto.

    Wow, sí que suena emocionante y amenazante. Así que tomo la pera, le meto mi magia y digo.

    -Sprengstoffmarke.

    Una marca parecida a un círculo mágico con un águila aparece en la pera, pero nada más, no sucedió otra cosa. No entiendo esta magia, solo le voy a poner marcas a las cosas.

    - ¿Y ahora qué?

    Pregunto un poco decepcionado, yo me esperaba algo más emocionante.

    -Ahora lanza esa pera y libera la magia que le pusiste adentro.

    -Okey.

    Hago justo lo que me dice Fers y lanzo la pera, para inmediatamente liberar la magia con un chasquido.

    ¡Booom!

    De la nada la pera explota esparciendo su pulpa por la habitación.

    -¡Wooooow!, eso sí que fue increíble. Pero ¿es necesario decir eso para hacer el hechizo?

    Me gusta la palabra puesto que causa temor, pero no creo poderla decir bien siempre. Incluso ahora la tuve que pronunciar despacio, aunque solo se trate de acostumbrarme.

    -No es necesario, solo con que hagas aquel símbolo basta.

    -Y dime una cosa, ¿las explosiones pueden ser más grandes e intensas?

    -Todo dependerá de la cantidad de mana que utilices en la marca.

    Perfecto, ahora puedo incapacitar a mis oponentes o mandarlos a volar con explosiones. Solo que para hacer eso los tendría que tocar, a menos que...

    Si eso puede funcionar. Sobre todo, me va a servir para esta noche.

    -Y dime una cosa Leo, ¿sabes dónde está la guarida de esos delincuentes?

    -No, para nada.

    - ¿Entonces como piensas rescatarlas?

    -Pienso golpear a unos delincuentes que estén por la calle hasta que me digan donde está la guarida.

    - ¿Por qué piensas que unos delincuentes sabrán algo?

    -No lo sé, tal vez hayan intercambiado información en la cumbre internacional de delincuencia.

    - ¿Por qué carajos crees que existe algo como la cumbre internacional de delincuencia?

    Se que suena estúpido, pero la gente de por si es estúpida. Así que es muy probable que alguien haya hecho algo como eso.

    -No te preocupes por eso, saldrá bien.

    Se lo digo a Fers jalándolo y saliendo de la casa. Ya es de noche y ni siquiera se dónde están los estúpidos que quieren llamar la atención, por lo que voy a las áreas más transitadas y comienzo a buscar, hasta que noto que alguien me está siguiendo. Solo que pasaron horas para que eso suceda, ya hasta estaba pensando en otro plan.

    Aunque es perfecto para mí, ya no tendré que buscar más. Tan solo lo llevo hasta un callejón poco transitado.

    -Sera mejor que me des todo lo que tengas y rápido, si sabes lo que te conviene.

    Lo dice el que me está siguiendo y al parecer trae compañía, otros dos a quien preguntarles. Yo solo me volteo y les señalo el cielo.

    -Okey. Carnaval.

    Una lluvia de fuego descendió sobre los tres tipos. Al final ni pudieron con mi ataque, salieron volando y ahora están en el suelo. Como quieren que les de todo lo que tengo si no pueden resistir ni el primero.

    Me acerco a ellos y les pongo la marca explosiva en su entrepierna y también la pongo en una caja de madera que está cerca, para después agarrar a uno del cuello de su camisa y le digo.

    -Ahora ustedes me van a responder unas preguntas por su propio bien.

    - ¿Por qué haremos algo como eso?

    El tipo me lo pregunta tratando de lucir rudo, pero yo le señalo la caja de madera. Cuando voltean a verla, yo la hago explotar, lo que provoca que se conviertan en ratones asustados.

    -Porque si me hacen enojar les volare algo muy importante, justo como esa caja. Ya tienen puesta la marca allá abajo, así que ustedes deciden.

    - ¡Tranquilo amigo, tranquilo! No vayas a cometer una atrocidad, nosotros te responderemos lo que tú quieras.

    Lo dice el tipo todo asustado, sudando por toda su cara y estando muy nervioso.

    -Bien, así me gusta. Así que díganme todo lo que sepan de las espadas oxidadas.

    -Solo sé lo que todo el mundo sabe, ¿Qué te gustaría saber?

    Me acerco más a él y con ojos de psicópata le digo.

    -Dime donde está su escondite.

    -No lo se.

    - ¡Me quieres hacer enojar!

    - ¡Te lo digo en serio, no lo sé! ¿Verdad chicos?

    Los tipos mueven su cabeza rápidamente en sentido de afirmación, pero yo me les quedo viendo un rato, antes de decirles.

    -Está bien, te creeré. Sera mejor que dejes esta estúpida vida de delincuencia y te pongas a estudiar.

    -Lo haremos, seguiremos tu consejo.

    -No es un consejo.

    Con esas últimas palabras me voy a buscar a otros delincuentes. Si que fue difícil encontrar uno que supiera, me tuve que enfrentar como a tres grupos antes de encontrarlo. Y sí que fue difícil él enfrentarlos, pero me las pude arreglar, solo tuve que atacarlos primero y asunto resuelto.

    - ¡Dime donde se encuentra la guarida de las espadas oxidadas!

    Se lo grito a un tipo que me reto a pelear tan solo porque nuestros hombros se tocaron. Solo tuve que golpearlo con un golpe explosivo en la cara y después amenazarlo con hacer volar algo muy importante.

    -En las afueras de la ciudad justo al este hay un bosque, si ingresas a él lograras encontrar su guarida.

    Yo esperaba que estuvieran en un almacén o en un casino, no en un bosque. Ahora tendré que salir de la ciudad y caminar bastante.

    -Como sé que no me estas mintiendo.

    Yo... yo antes era un miembro de las espadas oxidadas, pero me salí porque cruzaron la línea. Hay algunas cosas que no estoy de acuerdo y que ni hare.

    Pero veo que una de esas cosas no es andar retando a la gente a pelear.

    -Está bien, te creeré. Pero si descubro que me estabas mintiendo, entonces te buscare y te volare el trasero.

    Lanzo al tipo al suelo y voy justo en donde me dijo para comprobarlo. Si que me costó conseguir esta información, me tuve que meter en muchas peleas. Incluso me irían a arrestar por buscar problemas, así que espero que la información sea cierta.

    Al adentrarme en el bosque del este que esta al salir de la ciudad logré encontrar una casa o más bien un edificio de cinco pisos. Supongo que deberá de ser este el lugar, puesto que hay muchas personas armadas y haciendo guardia, sí que hay mucha seguridad. Ahora solo queda saber una cosa, ¿Cómo puedo entrar a este lugar?

    -Sería mucho mejor si pudiera quemarla, pero si hago eso no podre rescatarlas.

    De pronto veo una carreta que está saliendo de aquel edificio. Es muy probable que lleven algo importante en aquella carreta, así que será mejor que eche un vistazo.

    Sigo la carreta desde lejos y con mucho cuidado para que no se den cuenta, hasta que sale del bosque. Ahí decido prepararme y lanzar bolas de fuego a los caballos para descontrolarlos y obligarlos a parar. De esa manera me pongo justo delante de ellos.

    - ¡¿Quién rayos eres tú?!

    Pregunta el tipo que está conduciendo la carreta todo molesto.

    -Lo siento, pero se acabó el camino para ustedes. ¡Carnaval explosivo!

    De la nada una lluvia de fuego cae cercas de la carreta, solo que esta no es normal, sino explosiva. Cuando las bolas de fuego tocan el piso, estas explotan, provocando que tres sujetos abandonen la carreta.

    Excelente, funciono mi ataque tal y como quería. Y lo mejor es que gastó solo un poco más de mana que cuando hago el Carnaval. Qué bueno que se me ocurrió hacer bolas explosivas y que si las pude hacer.

    - ¡Maldito, me las vas a pagar!

    Los tipos vienen hacia mi blandiendo su espada, pero yo los envuelvo en una capa de fuego. Aunque eso no los detuvo, me sirvió para poder rápidamente marcas explosivas en el suelo. Por lo que cuando estos tipos las pisan, estas explotan como si se tratasen de minas.

    ¡Boom! ¡Booom!

    Los tipos terminan cayendo al suelo, por lo que yo les lanzo rápidamente mi magia para ponerles la marca. Solo que un tercer tipo, el cual tiene una lanza y un gran escudo, sale de la carreta y se me lanza.

    - ¡Maldito, hare que te arrepientas de esto!

    Le tuve que lanzar varias bolas de fuego explosivas para romper ese escudo y poder noquearlo. Aunque en lo que hacía eso, los otros dos tipos se levantaron y se preparan para atacarme.

    -No creas que eso es todo.

    Ambos sujetos me terminan lanzando bolas de piedra y agua, por lo que lo evado tomando gran distancia y les lanzo bolas de fuego explosivas. Fue una batalla de disparos mágicos, en la cual hubiera perdido bastante mana si no me hubiera acordado que a esos dos les puse la marca explosiva. Solo tuve que activar la marca y ver como caen al suelo por la explosión.

    Cuando derroto a los tres, primero voy a ponerles otra marca explosiva por las dudas y después voy a ver lo que tiene la carreta. Dentro de ella hay seis chicas amarradas con cuerdas y con la boca tapada, solo que ninguna de ellas es Lumina o Julieta.

    Termino quemando las cuerdas de las chicas con mucho cuidado y después les pregunto sobre si conocen a Lumina o Julieta, pero con la cara que ponen sé que no. Bueno, al menos libere a seis chicas.

    Después de recibir el agradecimiento de las chicas voy hasta donde están los sujetos y tomo del cuello de la camisa del que tenía el gran escudo y le pregunto.

    -Sera mejor que respondas o perderás algo muy importante que esta allá abajo, ¿Qué pensabas hacer con esas chicas?

    El tipo solo se ríe y me dice.

    -Ja, ja, ja, ja, ja, ja. ¿Qué acaso no es obvio?, solo queremos ganar un poco de dinero.

    - ¿Por eso secuestraron a bastantes chicas?

    - ¿A qué te refieres?

    Se lo pregunto a la chica que habló.

    -Estos últimos días han estado trayendo a bastantes chicas y dejándolas en su guarida.

    Yo volteo a mirar al tipo de manera amenazadora para que le responda a la chica.

    -Por supuesto, queríamos retirarnos a lo grande.

    Así que pensaban secuestrar a muchas chicas y venderlas en distintas ciudades para ganar bastante dinero y así poder retirarse a lo grande. Solo que eso no me servirá para entrar a la guarida, solo me dice que me tengo que dar prisa.

    Espera un momento, dijo que estaban tomando a varias chicas. Se me acaba de ocurrir una idea.

    -Tú me vas a ayudar a entrar a ese lugar o perderás a tu amigo. -Se lo digo al tipo del escudo y después volteo a ver a la chica. -Y tu préstame la ropa que llevas puesta.

    La chica al principio se me quedo viendo con cara de asco, pero pude convencerla de que me preste su vestido. Ahora solo espero que el plan funcione.

    Después de un tiempo uno de los bandidos trajo consigo a una chica amarrada con una cuerda. Los guardias de la puerta solo se miraron entre si confundidos y le preguntan a su compañero.

    - ¿Y tú que estás haciendo de vuelta?, se supone que deberías estar entregando el paquete.

    -Si, pero me encontré en el camino a esta bella jovencita y pensé que podríamos ganar un buen dinero con ella, por lo que dejé a los otros que entregaran a las otras y yo me vine para poder a esta chica con las otras.

    Uno de los guardias dudo un momento y miro a la jovencita que está sudando, para después aceptar.

    -Ponla con las demás.

    Así fue como lograron pasar el bandido y la joven a la guarida. Aquel bandido llevo a la joven a una gran habitación con muchas camas, donde se encuentran bastantes chicas.

    -Ya cumplí la parte de mi trato, así que cumple la tuya y deshaz el hechizo.

    Lo dice el bandido desatando a la joven, por lo que ella voltea a verlo.

    -Solo tienes que alejarte de mí rango, después de todo este hechizo lo acabo de aprender hoy.

    El bandido se quedó con una cara de ''Soy un estúpido'' durante unos momentos, después se da la vuelta y dice.

    -Bueno, entonces yo ya me voy.

    Pero la joven lo toma del hombro.

    -Lo siento, pero no puedo dejar que le digas a tu compañero que estoy aquí.

    Para así soltarle un golpe en la cara que envía al bandido hasta la pared, para que después caiga al suelo inconsciente. Después la joven se frota las manos entre sí, toma al bandido y lo oculta debajo de una cama, y voltea a ver a las demás chicas que la miran con caras de que carajos esta pasando.

    -Otra chica.

    -Llegó otra chica.

    -Es muy ruda, de seguro es aventurera.

    La joven comenzó a buscar a dos chicas entre el grupo y las encontró, una de ellas está sentada en una cama y la otra está parada a lado de ella. La joven al verlas se alegra y va directo a ellas.

    - ¡Julieta, Lumina!

    Pero Julieta pone una mano para parar a la joven y le dice.

    - ¿Te conozco? .... ¿Leo?

    -Así es, soy yo, Leonardo.

    Se lo digo a Julieta con una mano en la cintura y la otra cerca de un ojo haciendo la señal de paz y amor, mientras levanto una pierna y cierro el otro ojo.

    -Pero ¿Qué estás haciendo aquí? .... ¿y vestido así?

    -Allá afuera está repleto de guardias y esta es la única manera que encontré de ingresar a este lugar.

    -Lo entiendo, pero... ¿te tenías que maquillar?

    -Obviamente. Si voy a utilizar un vestido, entonces tengo que verme preciosa. Obviamente no homo, ¡NO HOMO!

    -Okey, voy a ignorar eso. Pero dime, ¿por qué?

    -Ya te lo dije, para sacarlas de aquí.

    -No me refiero a eso, sino que quiero saber la razón del porque viniste por nosotras, apenas y nos conocemos.

    -Mmmmmm. La razón, pues no lo había pensado. Yo solo quería tener una aventura como los héroes de las historias que me encantan y el venir por ustedes es igual que tener una gran aventura.

    -Eres alguien raro.

    -Si, lo se.

    -Entonces dime Leo, ¿cómo nos piensas sacar de aquí?

    Pongo una cara de confundido al escuchar su pregunta, puesto que jamás pensé en eso. Realmente no creía que este plan iba a funcionar, siempre creía que algo saldría mal y me tendría que enfrentar a los bandidos.

    -Bueno, pues... este...

    -No pensaste en cómo sacarnos de aquí, ¿verdad?

    -No, para nada.

    - ¿Y ahora estas encerrado con nosotras?

    Lo pregunta Julieta sonriendo, pero más bien parece molesta.

    -Así es.

    Inmediatamente Julieta me da un golpe que me tira al suelo, para después empezar a pisarme y gritarme.

    - ¡Maldito idiota, imbécil! ¡Se supone que pienses las cosas bien, no que me des más problemas!

    -Tranquilízate Julieta, él tiene buenas intenciones.

    Lumina sale a defenderme, pero Julieta no parece que me va a dejar tranquilo.

    - ¡No saldremos de este lugar con buenas intenciones! Sabes lo que nos harán si nos quedamos más tiempo aquí.

    Todas las chicas bajan su cabeza cuando Julieta les recordó su destino. Yo entonces digo.

    -Yo elijo al chico guapo frio.

    De inmediato Julieta me da una patada y me dice.

    - ¡Ni creas que te quedaras con el chico guapo frio, él es mío!

    - ¿Desde cuándo podremos elegir con quien irnos?

    Pregunta Lumina, por lo que Julieta voltea a decirle señalándome.

    - ¡Eso ya lo sé, pero este idiota me hace decir pendejadas!

    De pronto un guardia abre una pequeña rendija de la puerta y nos observa un momento, para después volverla a cerrar. Al parecer le pareció bien que las chicas se estén peleando. Lo bueno es que escondí a su compañero debajo de la cama, puesto que, si lo viera, esta habitación ya estaría llena de guardias.

    -Lo importante es pensar en cómo salir de aquí, no en estarnos peleando.

    -Estoy de acuerdo con Lumina, y ya tengo una idea.

    Lo digo levantándome del suelo y limpiando el vestido que llevo puesto, pero Julieta con los brazos cruzados me dice.

    -Que sea una idea donde nos permita llegar a casa sanas y a salvo, no una que solo nos saque de esta habitación.

    -No te preocupes por eso, solo tenemos que romper una pared y salir corriendo, es muy seguro que uno de nosotros llegará a casa.

    -¡Haaa! Mejor tu siéntate allá, nosotras pensaremos que hacer.

    -Creo que ese plan si puede funcionar.

    Me alegra que, aunque sea Lumina me apoye.

    -Allá afuera está lleno de guardias, es muy seguro que nos atraparan a todas.

    -No lo creo. Pudimos enfrentarnos a los tipos que asaltaron la academia, así que, si tratan de atraparnos, tan solo le daremos una paliza.

    Se lo digo a Julieta. Además, antes cuando peleamos con ellos estábamos agotados, pero ahora estoy lleno de mana y energía.

    - ¿Cómo piensas que nos enfrentemos a esos tipos sin magia?

    - ¿A qué te refieres?

    ¿Por qué no tendrían magia? Es lo que me pregunto, pero Julieta se descubre un poco el pecho y me muestra un extraño aparato parecido a una joya verde que esta adherida a ella.

    -Esta cosa restringe nuestra magia, por lo que al tenerla no podremos pelear. Claro, al menos que sepas como podemos quitárnosla.

    -Eso es todo. Sencillo.

    Meto un poco de magia en aquel aparato para ponerle la marca explosiva y después chasqueo mis dedos.

    -Sprengstoffmarke.

    El aparato se destruye con una pequeña explosión y las chicas quedan con la boca abierta.

    - ¿Acaso puedes utilizar magia?

    Pregunta Julieta, por lo que le muestro mi pecho y le digo.

    -A mí no me pusieron esa cosa.

    Después comienzo a destruir el aparato de Lumina y el que tienen el resto de las chicas.

    -Esto nos da una pequeña ventaja, pero aún no es suficiente para salir de aquí.

    - ¿A qué te refieres?

    Se lo pregunta Lumina a Julieta, mientras yo continuo con mi labor de destruir aparatos.

    -La gran mayoría de chicas que hay aquí no saben pelear ni utilizar magia de combate, ellas se dedican a estudiar cocina, comercio o tan solo trabajan en algo. Solo unas cuantas chicas contando a Lumina, Leo y yo podremos pelear, Pero aún no es suficiente.

    ¿Este vestido me volvió mujer o porque me cuenta como una chica? Aunque lo que dice Julieta tiene sentido, no somos suficientes para enfrentarnos a todos esos bandidos, ni podremos proteger a las que no saben pelear.

    -Tal vez eso pueda ser una ventaja para nosotras.

    - ¿Se te ocurrió algo, Lumina?

    -En que podríamos realizar un escape masivo de este lugar.

    -Eso es imposible, solo unos cuantos podemos pelear, por lo que van a terminar capturando a la gran mayoría, si no es a todos.

    -Lo que importa es que no todos escapemos, sino que alguien logre llegar a la ciudad para pedir ayuda. Creo que bastaría con que lleguen a las puertas de la ciudad para informar a los guardias de lo sucedido y guiarlos hasta aquí.

    -De nada servirá que se lo informemos a los guardias de la puerta, es muy seguro que los hayan sobornado para sacar a las chicas de la ciudad. Pero podríamos pedir ayuda en el gremio de aventureros.

    -Ahora solo hay que pensar en la manera de liberar a las otras chicas, puesto que entre más seamos, mejor resultará el plan.

    - ¿Otras? ¿Acaso hay más?

    Se lo pregunto a ambas, por lo que Julieta me responde.

    -Algunas chicas venían con otras, pero las separaron al llegar aquí. De hecho, han movido a las chicas de esta habitación a otra. Tan solo espero que no hayan empezado a sacar a las chicas de este lugar.

    Pues mejor no le digo que ya están comenzando a hacerlo.

    -Si necesitan sacar a las otras chicas, pues hagámoslo. Es muy seguro que se darán cuenta si veinte personas salen de este lugar directo hacia el bosque.

    -Leonardo tiene razón, lo mejor que podemos hacer para liberarlas es aprovechar la confusión del momento. Podríamos dividirnos en dos grupos, uno atacaría y otro se encargaría de liberar a las chicas, para que así poder huir de este lugar todos juntos.

    -De acuerdo, este es nuestro plan. La que no desee participar puede quedarse aquí y esperar a que su dueño sea alguien amable.

    Eso se lo dice Julieta a las chicas de esta habitación que están escuchando nuestra conversación, y por lo visto todas aceptaron sin dudarlo. Me pregunto si hubieran aceptado de todos modos si supieran que podría haber una posibilidad de que unas mueran en el escape. Aunque... tal vez eso no suceda, estos tipos las quieren vender, así que dudo que las maltraten.

    -Okey, que comience el plan. -Eso lo digo arrancándome el vestido y quemándolo, lo que provoca que las chicas se avergüencen, se pongan rojas y volteen a ver a otro lado, aunque hubo unas que se emocionaron. Aunque yo traigo puesta ropa debajo del vestido. -Solo que primero, ¿alguien tiene algo con que quitarme el maquillaje.

    -Una de las chicas del fondo conjura una bola de agua y me la tira en la cara, por lo que le agradezco y me limpio con los restos del vestido. Espero que la dueña del vestido no me pida que se lo devuelva.

    Después de limpiarme, volamos la puerta y salimos corriendo a hacer nuestra parte del plan. Lumina solo quería abrirla, pero como vamos a llamar la atención de esa manera. Terminamos saliendo al área principal donde se pueden acceder a todas las habitaciones. Es un enorme piso con un techo con un gran hueco en el techo en donde se pueden ver los otros cinco pisos.

    Los guardias al escuchar un ruido de una explosión y al ver como una puerta se destruye en pedazos fueron a ver, por lo que al vernos salir de la habitación de inmediato sonaron la alarma y comenzaron a atacarnos. Solo que nosotros somos más rápidos para hacer eso.

    - ¡Carnaval explosivo!

    - ¡Pista de baile eléctrica!

    Tanto Julieta como yo disparamos nuestros ataques al ver que los guardias vienen tras nosotros, mientras que Lumina guía al otro grupo para liberar a las chicas. Solo que, ¿por qué le puso ese raro nombre Julieta?, si solo puso las manos en el suelo y libero electricidad directo hacia los guardias.

    Oh, ya veo. Aquella descarga eléctrica los hizo bailar unos momentos antes de que caigan inconscientes en el suelo.

    - ¿Cómo es que están libres y pueden utilizar magia?

    - ¿Qué hacen esos dos hombres ahí?

    -Creo que uno es el que quiso la señorita para ella, pero ¿y el otro?

    Aún más guardias llegaron a detenernos, por lo que los tuvimos que mantener ocupados mientras Lumina libera a las otras chicas. Lo bueno es que Lumina se llevó a otras chicas que saben pelear para ayudarla, puesto que hay guardias que van tras de su grupo.

    Después de acabar con el

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