El viaje de una elfo y el último humano

Por Meliodas D Dragón

¿Cómo fue que una especie tan poderosa, que pudo ganarles a las demás especies, se pudo haber extinguido?
¿Cuál fue la razón de que los humanos se extinguieran?

Esas son las preguntas que se hizo Layla, una elfo de quinientos años de edad que investiga la desaparición de los humanos. Y aunque su investigación avanzaba bien, encontraría las respuestas de la desaparición de los humanos al encontrarse y liberar a Eliphas, el ultimo humano.

Los dos emprenderán un viaje para descubrir lo que le sucedió a la humanidad hace mil años.

Te invito a leer el primer libro de esta gran serie; El viaje de una elfo y el ultimo humano.

• Idioma: Español
• Editorial: Meliodas D Dragón
• Fecha de lanzamiento: 14 nov 2022
• ISBN: 9781005758004

Meliodas D Dragón

Solo soy un chico con una gran imaginación. Me gusta imaginarme en muchas clase de aventuras y escribirla. En si no tengo mucho que decir, pero si tengo un sueño y ese es escribir la historia de héroes más épica de la historia. Aún me hace falta mucho por aprender, pero se que con su apoyo lo puedo lograr.

Vista previa del libro

Chapter 1. El humano de la piedra.

¿Cómo es que la especie más poderosa que superó a los demás con su inteligencia pudo haber desaparecido? ¿Cómo es posible que los humanos se hayan extinguido?

En un mundo de fantasía lleno de magia, viven distintas tipos de especies como los elfos, enanos, criaturas mitad bestia y mitad humano, entre otros. En este mundo existió una especie que sobresalió de entre todas las demás, los humanos.

Los humanos son débiles en comparación a otras especies. Siempre se terminan enfermando o muriendo por cualquier cosa, no tienen una larga vida y una salud increíble como los elfos. Su fuerza y capacidad física es increíblemente baja, son los más débiles de todas las especies, en cambio los hombres bestia pueden mover montañas si se lo proponen. Y aunque su capacidad mágica esta en un nivel normal, jamás lograrán llegar a tener el poder mágico de un demonio. Claro que ninguna especie se puede comparar en poder mágico con los demonios.

En conclusión, los humanos estaban destinados a morirse. Pero eso no sucedió. Más bien ellos se posicionaron en lo más alto de la cabeza alimenticia, logrando superar a cualquier especie en lo que mejor hacen.

Los humanos no necesitaban vivir tanto tiempo como los elfos, solo extender la suya lo suficiente para cumplir sus objetivos. No necesitaban una capacidad física excepcional, solo crear objetos que les servirían en su día a día, superando el ingenio de los enanos y la fuerza física de los hombres bestia. Incluso lograron enfrentarse mano a mano a los demonios en varias guerras, logrando ganarles en varias batallas y ser reconocidos como gente fuerte.

Los humanos fueron una especie asombrosa, lograron impresionar a más de uno. Solo que un día, simplemente desaparecieron.

Nadie supo lo que les sucedió a los humanos, ni se molestaron en querer saberlo. Simplemente lo aceptaron y continuaron con sus vidas, como aceptaron la superioridad de los humanos. Nadie, excepto yo.

Mi nombre es Layla y soy una elfo de seiscientos años que ha decidido saber que le sucedieron a los humanos. ¿Cómo puede ser que una especie tan débil que puede ser eliminada fácilmente y que logró superar y eliminar sus debilidades pudo desaparecer de la noche a la mañana? Es por eso que dedico mi vida a saber que le sucedió a los humanos.

Y eso nos trae aquí, donde una hermosa elfo de estatura pequeña con un cabello violeta lacio que le llega a sus pechos, un fleco que cubre casi toda su frente y unos lentes circulares sobre sus ojos azul cielo, está explorando este denso y gran bosque, tratando de llegar a las ruinas del dios Maphes. Solo que… por el momento debo de permanecer escondida, solo el tiempo suficiente para que esos cerdos se cansen de buscarme y se larguen.

La razón del porqué me escondo de esos cerdos es porque ellos me engañaron. Todo sucedió cuando yo llegue a cierta ciudad que está cercas de aquí y tiene la reputación de ser muy peligrosa. Muchos me advirtieron de camino a aquí que no vaya a esa ciudad, y si tengo que ir si o si que me cuidara, no pase mucho tiempo en esa ciudad y que sobretodo no confíe en nadie. Pero yo tenía que ir a esa ciudad, puesto que es la única que está cercas de las ruinas y tenía que recargar suministros.

Pues todo empezó justo cuando llegué a esa ciudad el día de ayer. Yo solo buscaba conseguir comida, agua y alguien que me pueda llevar a las ruinas, ya que a pesar de que está ciudad es la única cercas, aún las ruinas están muy lejos de ahí. Tal vez ese fue mi error, puesto que ante mi se presentaron personas que estaban dispuestas a ayudarme.

Yo al principio no confiaba en él hombre cerdo, pero como él esperaba recibir un poco de dinero por llevarme, no pensé que buscaba otra cosa de mí. Es por eso que pase el día de ayer negociando un precio con él, para que así no me estafe y me salga algo barato.

Ahora que lo pienso la negociación fue muy fácil, él casi ní luchó mucho por ganar dinero, simplemente aceptó la primera oferta que le di. Pero bueno, ya en aquel entonces yo no pensé en eso y solo me dedique a prepararme para partir al día siguiente.

Al día siguiente aquel hombre cerdo pareció que si me iba a llevar a las ruinas, pero solo llegamos a su guarida donde otros dos hombres cerdo nos estaban esperando. Y eso que al principio no me di cuenta de lo que pasaba, simplemente pensé que ahí estaría un caballo, carreta o tal vez antigua tecnología humana para poder llegar a las ruinas.

-(¿Está es la elfo que mencionaste?)

-(Pero que linda elfo te encontraste, nos hará ganar mucho dinero.)

Lo dijeron los dos hombres cerdos mientras me veían con ojos lascivos. Ahí fue cuando me di cuenta que me habían engañado, ellos no planeaban llevarme a las ruinas.

-(Así es. Estoy seguro que el jefe se pondrá muy feliz al saber que conseguimos una elfo. Aunque primero podremos divertirnos con ella, dudo que el jefe se enoje.)

Eso lo dijo el hombre cerdo que me engañó con llevarme a las ruinas, para después darme un golpe en la cara que me tira al suelo. Aquel golpe fue suficiente para darme cuenta que estoy en peligro y tengo que salir de ahí rápidamente, por lo que saqué mi centro de magia que siempre tengo cargado y les disparé unas bolas de poder explosivo.

Aquellas bolas aturdieron a los hombres cerdos, por lo que yo aproveché eso y salí corriendo de aquel lugar. Lamentablemente aquellos hombres cerdos se recuperaron rápidamente y salieron en busca de mi.

Yo no podría ir a la ciudad a pedir ayuda, de todos modos no habría nadie que me habría ayudado en aquella ciudad. Esa ciudad fue creada por delincuentes, por lo que no hay ley ni soldados, por lo que cada quien se debe de proteger como puede.

Así que mi destino cambió al bosque, el único lugar al cual podría escapar de aquellos hombres cerdos si logro esconderme el tiempo suficiente hasta que se aburran y se rindan de mi. Solo que ya llevan dos horas buscándome.

Estos tipos no se cansan de buscarme, pero yo en cambio ya me cansé de esconderme. Yo no estoy hecha para las cosas físicas, solo para las cosas científicas como fórmulas, lenguas muertas y documentos científicos. Y lo peor de todo es que me tengo que mover de un lugar a otro sin ser escuchada, puesto que sí me quedó en un solo lugar, de seguro me atrapen.

Por ahora se que ellos no están cercas de mi, se un hechizo para sentir las presencias de los seres vivos y ellos están lejos de aquí. Aún así me muevo y me alejo aún más de ellos.

Termino caminando durante un buen rato hasta llegar a una parcela de tierra grande con pasto verde de treinta centímetros de altura y sin ningún árbol. En esta parcela hay una roca gigantesca azul marino que se encuentra en medio del campo y en la que enmanna una presencia de algo vivo dentro de ella.

Está roca se parece bastante a los que hay en los pueblos dónde antes habitaban los humanos, solo que está es más grande que las otras rocas, pero por mucho. Incluso cuando me acerco a ella su tamaño aumenta, puedo asegurar que mide lo mismo que esos árboles gigantesco llamados secuoyas.

Al parecer tiene algo escrito, solo que parece ser una lengua muerta. No es la lengua que utilizaban los humanos, puesto que esa lengua todos lo podemos utilizar gracias al hechizo de traducción que inventaron los elfos y que mejoraron los humanos. Parece ser una muy distinta y que ya nadie utiliza al día de hoy, por lo que la magia de traducción no sirve.

Por suerte creo conocer esta lengua, después de todo he pasado quinientos años investigando a los humanos y estudiando distintas cosas que me podrían servir.

Comienzo a descifrar este antiguo lenguaje, el cual parece ser uno que utilizaban los elfos y enanos, creo. Este lenguaje se me parece que lo utilizaban para hacer negocios antes del hechizo de traducción, por lo que hay partes que no entiendo. Pero creo que el hechizo va así.

-Aquel que ha desafiado la divinidad y ha tratado de conseguir un poder que puede romper la realidad, sufrirá el descanso eterno.

Aún hay más, pero hasta ahí logro traducir. Aunque también hay algo en otro idioma que puedo traducir fácilmente.

-Surgit.

Despierta en latín. ¿Qué tiene que ver eso con esta extraña roca? ¿Por qué esa única palabra está en latín?

De pronto un anillo de mi mano derecha comenzó a brillar y se destruyó, haciéndose polvo. Yo pensaba que sucedería algo interesante, pero solo se rompió el anillo que me vendió ese comerciante ambulante.

Al parecer hace falta algo más, pero ¿qué?

Si el anillo pudo reaccionar, entonces tendré que buscar a ese comerciante ambulante.

-¡Te encontré!

De pronto escucho una voz asquerosa que hace que mi piel se ponga de gallina y un escalofrío recorra mi cuerpo. Volteo y me encuentro a un cerdo parado en dos piernas tratando de simular la imagen de un humano, pero solo se ve como un cerdo en dos patas con ropa. Este hombre cerdo mide cercas de dos metros, tiene una gran panza que muestra con orgullo, sus brazos y piernas son un poco largas, posee un poco de músculos, un cabello negro y unos ojos cafés.

¿Cómo me pudieron haber encontrado si fui cuidadosa?

Muy seguramente me entretuve demasiado resolviendo lo que está escrito en la roca, me entretuve tanto que ni siquiera me di cuenta que él se acercó a mi.

Si, es eso. Mis cosas están en el suelo en vez de estar en mi mochila, por lo que estuve muy entretenida y me olvidé que estos hombre cerdo me están persiguiendo.

-¿Qué sucede? ¿Estás asustada? Deberías, mis hermanos y yo nos divertiremos mucho contigo.

Eso lo dice el hombre cerdo mientras lame su enorme cuchillo que tiene como arma. Yo por mi parte tomó rápidamente mi centro mágico y le disparo varias bolas de fuego, para después tomar todo lo que puedo y echarme a correr. Solo que otro hombre cerdo aparece y me agarra del cabello.

-¿Vas a alguna parte?

Este hombre cerdo se ve muy parecido al anterior, solo que este tiene el cabello verde oscuro y se ve más fuerte a pesar de estar panzón.

Sabía que no debía de entretenerme con está roca, pero no puedo evitarlo. Aunque tal vez pude escapar si dejaba atrás mi investigación, pero tampoco quería abandonar el trabajo de mi vida. Solo que ahora tendré que sufrir por estos tres hombres cerdo.

Aparece el tercer hombre cerdo, el de cabello azul. Este solo toma mi cabeza de mi cuello, me mira un rato y me tira al suelo. Ahí los tres me rodean y se preparan.

-Por-por favor no me hagan daño, les daré todo el dinero que tengo.

Se los digo a los hombres cerdos asustada y suplicando.

-Oh, claro que tomaremos ese dinero, aparte del dinero que nos darán por ti.

-Pero primero nos divertiremos un rato contigo en este lugar.

-Así que si no quieres sufrir, será mejor que cooperes.

Eso lo dicen el hombre cerdo de cabello azul, negro y verde, en ese orden.

Era más que obvio que eso terminará sucediendo, eso es lo que planeaban todo este tiempo. Al menos espero que se queden dormidos cuando terminen, así yo puedo tener una oportunidad de huir y no ser una esclava.

Ya no hay manera de escapar de esto, mi centro se quedó sin energías, solo tiene para un ataque más que no les hará nada y solo los hará enojar, lo cual hará que se desquiten conmigo. Mi única opción sería que alguien me ayude, pero no hay nadie aquí, solo estamos estos hombres cerdo y yo en este bosque.

Realmente no quiero que estos hombres cerdo me tomen.

-Ayuda.

De pronto un hombre de cabello azul oscuro corto y ojos grises de tonalidad oscura golpea al hombre cerdo de cabello azul en la cara y lo manda a volar hasta los árboles que tengo enfrente de mi. El hombre cerdo de cabello azul termina chocando contra varios árboles y destruyéndolos con su cuerpo.

Este hombre que vino a mi auxilio, es una persona de treinta años, creo. Es bastante musculoso y tiene varias cicatrices en su cuerpo.

-Es de mala educación aprovecharse de los débiles. Si quieren a alguien con quién pelear, yo con gusto les daré una paliza.

No sé