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Zafiro: Las crónicas del Runestar
Zafiro: Las crónicas del Runestar
Zafiro: Las crónicas del Runestar
Libro electrónico362 páginas5 horas

Zafiro: Las crónicas del Runestar

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Zafiro siempre ha sabido de sus poderes mágicos, pero no tiene claro su origen (o cómo controlarlos). Durante los últimos dos inviernos, Ha servido cerveza y comida en la Jarra del Dragón.

Cuando el extraño de tez morena, Ashcon, llega a la posada, todo cambia. Zafiro se une a él en busca de Sorenthor, un hombre que puede averiguar la fuente de su magia.

Su encuentro pone en juego antiguas profecías. Los seguidores de los Dioses Oscuros se ponen en marcha, determinados a cazarlos y destruir a Ashcon y a sus compañeros. ¿Podrán salvar al reino de la Noche Eterna?

IdiomaEspañol
EditorialNext Chapter
Fecha de lanzamiento26 mar 2021
ISBN9781393966746
Zafiro: Las crónicas del Runestar

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    Zafiro - Jason Komito

    Cuya imaginación eclipsó el mundo que creé aquí

    Con un agradecimiento especial a Mamá y Papá

    Los amo

    Capítulo 1

    La Jarra del Dragón, una posada  en un pueblo de doscientas treinta personas, está abarrotada de gente esta noche helada. Ubicada en las afueras del camino Great Southern, en la esquina suroeste del continente, en el pueblo Tondor, tiene la reputación de dar la bienvenida a los viajeros y de servir cerveza fría y abundante comida. Hay una estufa que mantiene calientes a los clientes mientras que en la cocina se está cocinando cordero y maíz . Ornik está detrás de la barra como es usual, repartiendo su buen humor además de la buena cerveza que es reconocida por toda la región. Ha visto todo tipo de personajes en este establecimiento, el cual lleva funcionando por casi cuarenta inviernos. Los viajeros lo frecuentan porque el camino Great Southern está  enseguida al oeste del pueblo, y la ciudad portuaria de Meer está a más o menos cuarenta leguas al suroeste. Ha visto bárbaros del norte, enanos de las Montañas Míticas, los extranjeros de piel oscura que habitan cruzando el Mar de Lágrimas, soldados que patrullan todo el Reino de Martell, e incontables extraños a los que no se les puede poner nombre. Él no tiene problemas con ninguno mientras que no causen ningún problema y tengan suficiente kendra para pagar la cuenta.

    La posada está llena desde que los caminos se han vuelto peligrosos, ya que los bandidos se han vuelto más atrevidos en los ataques contra los viajeros. Un frío cruel envuelve a la estación de otoño y dormir afuera sin una fogata no es una de las experiencias más placenteras. Esta afluencia de viajeros buscando refugio ha llevado a que esta noche haya una gran diversidad entre la muchedumbre. Los clientes habituales del pueblo se aseguran que el dueño de sesenta y cinco inviernos no reciba problemas de los extraños. Casi nunca se desata una pelea. Las disputas ocasionales se dan cuando hay una discrepancia en una de las dos mesas de stasshire o si hacen trampa en los juegos de dados.

    La moza con mechones azules en el cabello rubio va en puntas de pie ente los clientes con una jarra de cerveza en cada mano, cuando un borracho comete el error de agarrarle el trasero al pasar, haciéndola tambalearse entre dos mesas.  Sin errar un paso, gira a su izquierda, coloca las jarras grácilmente en la mesa y con un movimiento fluido alcanza su tobillo y desenvaina su daga. Antes de que el cliente borracho se dé cuenta de lo que está sucediendo, la moza finaliza su giro y enfrenta cara a cara al hombre mientras que la punta de su daga aprieta firmemente su entrepierna. Al momento que ella está a punto de hablar, Ornik grita desde detrás de la barra, llamando la atención del público. Zafiro, por favor no lo hagas. No necesitamos otro eunuco dejando esta taberna gracias a ti.

    Todos los ojos están mirando a Zafiro ahora. El borracho avergonzado tiene ambas manos hacia arriba en señal de darse por vencido mientras que ella deja que la daga permanezca ahí por un poco más de tiempo. Lentamente guarda su arma y con una fría mirada se retira para atrás haciendo explotar de risa a la multitud.

    La atención cambia al juego de dados en el que Ashcon, el extraño de los ojos amarillos, está en una racha de suerte. El público alrededor del juego va aumentando. Zafiro había notado al extraño junto con su amigo vestido de negro ni bien entraron horas antes, justo antes de la cena, después de la cual se aseguraron un cuarto en el segundo piso.

    Skken, el compañero de Ashcon, es uno de los hombres más corpulentos que Zafiro ha visto. Mide como dos metros de altura y tiene hombros anchos y manos enormes. Al estar vestido con capas gruesas y negras, no tiene problemas en deslizarse a través de las sombras y pasar desapercibido a pesar de su tamaño. Ashcon es delgado y de tez oscura, sin barba, y sus ojos rasgados de color amarillo dan lugar a una nariz puntiaguda. Aunque no es extremadamente apuesto, Zafiro debe admitir que de alguna forma es guapo y que desprende un aura de autoconfianza. Mientras que su compañero de negro no tiene ningún arma visible, el apostador tiene dos espadas colgando de su cinturón y dos mangos de dagas que sobresalen de sus botas.

    El gigante vestido de negro se ha situado en la esquina contra la estufa y está disfrutando de una taza de cerveza mientras que fija su atención en el juego de dados y su amigo en racha de suerte. Zafiro está en proceso de entregar algo de aguamiel a un miembro del juego de dados cuando se da cuenta de la enorme pila de kendra en frente del extraño, apuesto a su manera, que parecía estar siempre en control del dado. Se detiene a mirar unas rondas y ve que cada vez que él tira una combinación ganadora, lo que parece ser un pequeño tatuaje del ojo de un gato sobre su cuello brilla de amarillo antes de cada tirada. Al mirar a su alrededor, siente que nadie más ve este fenómeno y se pregunta por qué. Después de darse cuenta que se había quedado mirando por demasiado tiempo y que estaba dejando de lado sus tareas, se retira hacia la barra para continuar con el servicio.

    Cuando la noche deja atrás la madrugada y los juegos de dados llegan a su fin, la taberna se vacía lentamente y los clientes que van a pasar la noche allí se retiran a sus respectivas habitaciones. Esto mismo hacen el suertudo jugador de dados y su compañero. Se dirigen al segundo piso a contar sus ganancias y a descansar por la noche de sus viajes.

    Al cerrarse la puerta tras ellos, Ashcon se pone frente a ella, levanta sus manos y gesticula hacia la puerta. Un tatuaje con forma de octógono en su muñeca izquierda brilla de azul al momento de poner en su lugar el hechizo de guardia. Al activar este hechizo a través de su Runa de Guardia les permite a los dos compañeros poder conversar sin miedo a ser escuchados. La Runa de Guardia es una las tantas docenas de diseños sobre todo su cuerpo, que liberan algún poder al ser activadas. El hecho de que solo hay una pequeña cantidad de personas capaces de ver estas runas lleva a la actual conversación.

    Skken, sabiendo que la guardia estaba en su lugar, se voltea hacia Ashcon con preocupación en los ojos y está a punto de hablar cuando Ashcon levanta su mano y dice: La moza vio algo. Si vamos a asumir que vio mi Runa de la Suerte, entonces tenemos mucho por discutir.

    Skken responde rápidamente: No hay ninguna duda de qué es lo que vio. Mientras que estabas ocupado quitándole los kendra a esa gente, yo estaba observando cuidadosamente su actitud hacia el juego de dados. Primero, se quedó mirando directamente hacia tu cuello, y una vez que se dio cuenta que nadie más podía verlo, se puso nerviosa. Si es tu buscadora, Ashcon, la gravedad de que quepa esa posibilidad no puede ser ignorada.

    Ashcon suspira fuertemente y mientras deja sus armas se dirige a Skken: No podemos asumir nada, Skken. Admito que es inquietante saber que ella puede ver mis runas, pero no saquemos conclusiones apresuradas.

    Bueno, ¿cuándo la capturamos entonces?

    Tranquilízate, Skken. No creo que necesitemos capturar a nadie. Necesitamos que se nos respondan algunas preguntas. Eso es todo. Permitámonos descansar que mañana parece que será un día bastante interesante.

    Skken acepta de mala gana y se prepara para quedarse dormido en un sueño ligero.

    Zafiro por fin termina sus tareas de limpieza y se dirige a sus aposentos para pasar la noche. Después de guardar su daga bajo la almohada y asearse, se acuesta y se pone a reflexionar sobre lo que ha visto esta noche. Considera escabullirse al segundo piso y espiar a los dos extraños, pero se lo piensa mejor. Todos sus instintos le dicen que debe saber más sobre el hombre de los ojos amarillos y el tatuaje brillante, pero debe buscar la mejor forma de actuar. Siempre ha seguido sus instintos y esta noche no sería la excepción. Al recostarse en su cama y quedarse dormida, comienza a pensar en el destino y en cómo la ha traído hasta aquí.

    Capítulo 2

    Los primeros recuerdos de Zafiro se remontan a cuando ella tenía cinco inviernos y vivía en la calle, haciendo lo que podía para llenar su estómago y mantenerse segura. Los huérfanos y niños callejeros eran comunes de ver en la ciudad de Thorenn, la capital del Reino de Martell, ubicada en el lejano este de Arstevia. Es la ciudad más grande del continente y hogar del Palacio Imperial, así como el puerto principal de la costa este. La ciudad está dividida en distritos, siendo el más grande el Centro Esmeralda, donde ocurren la mayoría de las transacciones. Aquí es donde puedes conseguir varios alimentos, armas, vestimenta, gemas y casi cualquier otra cosa que se pueda cambiar por kendra. Es ajetreado durante el día, pero una vez que el sol baja y las tiendas cierran, por la noche, es un pueblo fantasma. Bahía del Muelle es donde los marineros se reúnen y está lleno de posadas de nefasta reputación y burdeles para los navegantes. Espiral de Granito es el hogar de los trabajadores, con restaurantes familiares desperdigados por toda la zona. Camino Resbaloso es la zona oscura de la ciudad, donde se juntan los ladrones y las autoridades hacen la vista gorda a todo lo que pasa allí. Las casas de apuestas divierten a las masas y docenas de tabernas llenan las calles. La Hermandad de Slight controla Camino Resbaloso. Casi todas las actividades ilegales pasan por esa organización. Hay algunas otras pandillas importantes en la zona, y siempre está habiendo nuevos grupos dispuestos a desafiar el mandato de la Hermandad de Slight, simplemente para verse destruidos cuando ganan demasiado poder. El Complejo Real es donde viven los verdaderamente ricos, así como también es hogar del Palacio Imperial y de los cuarteles del gran Ejército Imperial. El Complejo Real está cercado y es patrullado por la Guardia Imperial para mantener alejados a los indeseables.

    Zafiro entra claramente dentro de la categoría de indeseables y sólo ha visto el Complejo Imperial desde lejos. Mientras mira el magnífico castillo desde un techo del desierto Centro Esmeralda pasada la medianoche, es abordada por la primera persona que tiene un impacto real en su vida.

    Es hermoso, ¿no? pregunta el extraño, que sobresalta a Zafiro a tal punto que casi la hace caer del techo. Por favor, cálmate, no supongo ningún peligro. El extraño parece ser un joven adolescente. Saca un pedazo de torta de baya de su bolsillo y se lo ofrece a Zafiro como gesto de amistad. Ella duda en tomarlo. Con una leve sonrisa, el joven lo parte a la mitad, empieza a comer una mitad y le ofrece la otra a Zafiro.

    Lo agarra con sus pequeñas manos y comienza a devorar el delicioso postre. Le asiente en señal de agradecimiento. Al mirar al joven, ella puede ver que el chico irradia fuerza y calma, lo que la tranquiliza. Él mide 1 metro y medio, alto para su edad aparente, la cual Zafiro estima que es alrededor de doce inviernos. Tiene cabello largo y negro, ojos marrones, grandes y redondos, y una pequeña cicatriz debajo de su ojo izquierdo. Su atuendo es parecido al que usan la mayoría de los jóvenes que vagan por las calles de Thorenn, sin embargo su ropa no tiene la suciedad que cubre a la mayoría de los vagabundos pisoteados de la capital. Ella no avista ningún arma en él y eso es tranquilizador, ya que ella tampoco lleva ninguna. Al terminar su mitad del sabroso bocado, extiende su mano para presentarse. Mi nombre es Katrivus, Kat para abreviarlo, y es un placer conocerla.

    Zafiro, responde ella en voz baja y acepta su mano, y gracias por la torta.

    Te he visto por aquí antes. Tienes que tener más cuidado cuando estás robando pan en el medio de la tarde. No quieres que te lancen a la celda, créeme. Tuve que escaparme de allí una vez y no son amables con las chicas lindas.

    Zafiro, todavía dudando mucho si entrar en conversación, solo asiente.

    Así que robas durante el día, te sumerges en sueños poco serios en los techos de noche, y duermes un poco en pilas de basura y establecimientos abandonados cuando puedes. Esa no parece ser la manera apropiada para pasar el tiempo., susurra Kat.

    Hago lo que tengo que hacer para sobrevivir.

    Yo también hago lo que debo para sobrevivir, Zafiro. Dice Katrivus al pararse y patear una piedra del techo. Viví por un largo tiempo de la misma forma que tú, hasta que me di cuenta que si seguía solo moriría en las calles. Así que formé un grupo, y ahora tenemos un lugar para quedarnos. Tenemos comida y más de cincuenta kendra ahorrados. Hace una pausa por un momento y continúa. ¿Conoces al Perla Negra de La Fila?

    Zafiro asiente.

    Mi gente tiene un lugar en el sótano allí. continúa Katrivus. Somos catorce en este momento. El propietario nos deja quedarnos allí a cambio de algún favor eventual. No es mucho, pero es cálido y seco. Por favor acepta esta invitación formal para ser parte de Los Pugs. Si decides no venir, por favor olvida que nos conocimos y que tengas mucha suerte.

    Zafiro se para y mira a Katrivus que va dando pequeños pasos para atrás hacia el borde del techo. ¿Por qué haces esto? ¿Por qué me quieres ayudar?

    Como dije antes, te he estado observando. Y necesito más gente para Los Pugs. Katrivus contesta sonriendo. Luego de esto, salta del techo y desaparece en la oscuridad de la noche, dejando a Zafiro en el techo meditando. Al hacerse la madrugada, Zafiro baja la escalera por el lado de su escape favorito y busca un sitio para dormir por unas horas.

    Al día siguiente hace frío y está húmedo y Zafiro se encuentra recorriendo las calles de Centro Esmeralda ya que las variadas tiendas están abiertas. Se da cuenta que el  dueño de una tienda está siendo especialmente descuidado al descargar los productos de su carreta y se desliza hacia un rincón para observar. El hombre se toma su tiempo para ir desde la carreta al interior de la tienda y viceversa, dejando oportunidad para que un ladrón tome una bolsa mientras que su atención está en otra parte. Es temprano, no hay mucha gente yendo y viniendo. Zafiro decide hacer su jugada. El hombre agarra un paquete de lana del fondo de la carreta y se retira hacia la tienda, y en ese momento Zafiro se escabulle en silencio al lado opuesto de la carreta y espera con paciencia a que el hombre regrese afuera. Ve como el hombre agarra otra bolsa y ni bien se da vuelta para entrar a la tienda, Zafiro se estira para robar un paquete. Al tocar el paquete, una mano agarra su cabello por detrás y la arroja al piso con semejante fuerza que la deja sin aliento. El hombre pone un pie sobre su pecho y grita, Oye, Floren, ¡pillé a una pequeña zorra ladrona!

    Zafiro intenta zafarse, pero no tiene sentido ya que el hombre corpulento tiene su diminuta estructura aprisionada contra el pavimento húmedo. En eso Floren sale de la tienda y estira una mano, agarrando a Zafiro por el pelo y abofeteándola en toda la cara con la suficiente fuerza como para hacerla sangrar. ¿Piensas que me puedes robar a mí, pequeña mocosa? ¡No sé si entregarte a las autoridades o si yo mismo te venderé! Pone de pie a Zafiro, y al poner su rostro a centímetros del de ella y ella poder oler su aliento a aguamiel, él susurra, Eres una pequeña latosa, ¿no es así? Debe valer un buen precio con este largo cabello marrón y esos ojos marrón oscuro, ¿no crees, Stormm?

    Claro que sí, responde sonriendo. Mientras que los dos hombres estaban envueltos en una pequeña carcajada, una daga vuela por el aire y va a parar a la garganta de Stormm, forzándolo a soltar a Zafiro para taparse la sangrienta herida con ambas manos. Ni bien el hombre cae sobre sus rodillas, cuatro chicos emergen de las sombras preparados con garrotes y rodean al dueño de la tienda. Katrivus quita la daga de la garganta del hombre moribundo y lo empuja acostándolo. Emerge aire de la herida sangrienta haciendo un sonido de gorgoteo mientras que su boca jadea para respirar sin conseguirlo. Burbujas rojas forman espuma en su cuello y gotean por sus labios. Lentamente empieza a sofocarse en su propia sangre.

    Floren está en shock y empieza a escapar cuando es golpeado desde atrás en la espalda y puesto de rodillas por uno de los chicos con garrotes. Cae al suelo y se retuerce de dolor. Katrivus levanta su cabeza tomándolo por el pelo y le pone la daga a centímetros del ojo. Si quieres vivir, no sólo mantendrás tu boca cerrada, sino que también nos entregarás encantado todo lo que te queda en la carreta. Luego corta al hombre desde el ojo hasta su boca, lo suficientemente profundo como para dejar una cicatriz. Deja que esta cicatriz te sirva para recordar nuestro encuentro de hoy. Molesta a esta chica de nuevo y cortaré tu lengua. ¿Entendiste?

    Floren asiente señalando que entendió y Katrivus lo patea en la espalda mientras que los cuatro chicos toman el contenido de la carreta. Tomando a la temblorosa Zafiro por el brazo, Katrivus la aleja.

    Esa noche, mientras Zafiro está comiendo en el sótano de la Taberna Perla Negra, y se discuten los términos de su ingreso a Los Pugs, ella siente por primera vez en su corta vida como si formase parte de una familia. Después de comer hasta llenarse y bañarse por primera vez en muchas semanas, se duerme en su cama de paja, con lágrimas rodándole por las mejillas.

    Durante los próximos tres inviernos junto a Katrivus y Los Pugs, Zafiro aprende diferentes maneras de ganar dinero y es entrenada en el uso de la daga y en cómo robar del bolsillo de un hombre sin que éste sienta nada. Las habilidades de Kat son avanzadas sobrepasando las expectativas para sus quince inviernos. Él le enseña todo lo que sabe a la aspirante a ladrona. Ella aprende rápido y después de sólo unos pocos inviernos al servicio de Los Pugs se ha ganado el respeto de la pequeña hermandad.

    En las noches, cuando no están afuera robando, Katrivus y Zafiro se ponen a conversar sobre todos los aspectos de la vida. Kat es el que más habla. Zafiro es feliz simplemente escuchando al joven exponer con pasión sobre el imperio que planea construir. Habla con admiración de la Hermandad de Slight y cómo han usado su poder para controlar la mayoría de las apuestas de la ciudad y hasta tienen a algunos políticos en el bolsillo. Habla de filósofos y empresarios, de industria y comercio,y todo fascina a Zafiro. Cuando ella pregunta cómo es que sabe tanto, para su sorpresa él responde que es de haber leído libros de historia. Esto es algo que es totalmente desconocido para Zafiro, ya que nunca ha encontrado a alguien capaz de leer o escribir.

    Ahí es cuando su verdadera educación comienza. Katrivus dedicó horas en su momento enseñándole a Zafiro. Roba libros solo para poder leérselos a ella y que ella se los pueda leer nuevamente a él. Zafiro se sumerge en sus estudios, y si aprendía rápido con la daga, es todavía mejor con la pluma.

    Katrivus le advierte: Cuanto menos gente sepa sobre ti, mejor. No hay necesidad de andar publicando tu habilidad para leer o escribir. El conocimiento que puedes adquirir por aparentar ser ignorante es inmensurable.

    A medida que Los Pugs ganan poder y tamaño, expanden sus operaciones más allá de robos insignificantes. Los kendra que adquirieron con el pasar de los inviernos les permiten comprar una pequeña choza en Bahía del Muelle, creyendo que si se situaban por el puerto, lejos de Camino Resbaloso, los mantendría libres de ser descubiertos por la Hermandad de Slight. Algunos de los miembros más antiguos de Los Pugs incluso consiguieron trabajos legítimos en el muelle con el propósito de conseguir información. Uno de estos chismes llevó a otro punto monumental en la joven vida de Zafiro.

    El rumor decía que un barco estaría llegando desde el lejano continente del norte con productos de un valor inimaginable. Asaltar el barco no era una opción, ya que estaría vigilado a todas horas. Katrivus decidió que deberían conseguir una copia del manifiesto de la carga y ver adónde serían distribuidos los productos.

    Después de obtener el inventario, lo examinaron y resolvieron la forma de actuar. Katrivus, observando la lista, tranquilamente resume: La mayoría de los productos van a ser enviados al Palacio Imperial, y eso está fuera de nuestro alcance. Un puñado será inmediatamente enviado al mar otra vez y no podemos arriesgar nuestros contactos del muelle por esos productos. Hay productos que serán distribuidos entre los ciudadanos adinerados de nuestra capital. Con una sonrisa en su rostro decide, Allí es donde haremos nuestra jugada.

    La mayor cantidad de productos fueron comprados por Steele Monthall, un reciente ricachón miembro de la población con un gusto particular por los chicos jóvenes. Su pomposidad y exuberancia, juntos con su riqueza reciente, no lo hacen muy popular para la aristocracia de Thorenn. Su peculiar preferencia sexual también lo hace un blanco fácil para Los Pugs, ya que las autoridades, a pesar de no ignorar el robo completamente, serán menos diligentes en sus tareas a la hora de asistir a este individuo.

    El barco debía estar en el muelle al amanecer, y los productos iban a ser distribuidos inmediatamente por cuestiones de seguridad. Por cosas del destino, había un festival real marcando el aniversario del nacimiento del príncipe regente, en el Palacio Imperial esa noche, y se esperaba que acudiera toda la nobleza. Steele Monthall nunca desperdiciaría la oportunidad para codearse con la realeza, así que no había dudas de que no estaría en su propiedad esa noche.

    Katrivus, Zafiro y otros dos miembros con experiencia de Los Pugs liderarían la operación. La propiedad de Steele Monthall estaba ubicada dentro del Complejo Imperial en la sección oeste, a sólo dos cuadras de la puerta oeste. Esperarían hasta que la celebración estuviera en su apogeo, y luego dos miembros del grupo entrarían por la parte de atrás de la propiedad y destrabarían el cerrojo de la puerta que da a la biblioteca. Su trabajo de vigilancia mostró que las habitaciones de los sirvientes estaban lejos de la biblioteca, a la izquierda de la cocina en el piso principal. La mayoría de los sirvientes estarían prestando servicio en el Palacio Imperial, así que los ladrones esperaban que sólo tres o cuatros se quedaran en la casa.

    Mientras que Zafiro y Katrivus se quedan vigilando en la calle frente a la mansión, los dos chichos destraban la cerradura y están dentro de la casa en un instante. Pasan cuarenta y cinco segundos y la puerta de atrás está lígereamente abierta, en señal de que es seguro entrar. Zafiro y Katrivus entran a la casa silenciosamente y uno de los chicos les hace señas informando que los sirvientes están atados y amordazados y no suponen ninguna amenaza. Zafiro y Kat suben las escaleras en busca del botín mientras que los otros dos se quedan abajo vigilando.

    Dos cajas de transporte estaban sin abrir en el piso del estudio de arriba, y Katrivus toma su daga para abrirlos. Dentro hay cajas más pequeñas y los dos ladrones están seguros que contienen productos y joyas de diversos tamaños y valores. Como no podían escapar muy bien con un montón de cajas, decidieron de antemano que llevarían el tesoro en las bolsas que llevaban escondidas.

    Al sacar los recipientes más pequeños del más grande, Zafiro nota algo que frena sus movimientos. Se acerca a Katrivus y le susurra, ¿Tú ves una luz que emana de estas cajas?.

    Él contesta, No y continúa vaciando las cajas de transporte.

    Zafiro agarra su brazo, No podemos llevarnos todo.

    ¿De qué estás hablando, Zafiro?

    Algunos son malígnos. No puedo explicarlo, pero puedo ver un aura saliendo de esas cajas. La que tienes en la mano izquierda brilla de marrón y tiene un olor distintivo y espantoso.

    Katrivus la mira con cautela, Zafiro, sólo estás...

    Pero Zafiro lo corta. ¡Kat, escúchame! le susurra. Debes confiar en mí. Sostiene una caja pequeña en su mano izquierda. Esta caja tiene un aura de luz azul y tiene magia en ella, pero magia buena. La mayoría de las cajas no tienen ninguna magia. Por favor, Kat, deja atrás las cajas que te pido.

    Él le lanza una larga y dubitativa mirada, pero al final responde, Si tú insistes, Zafiro, lo haré, dice Katrivus.

    Los dos ladrones continúan abriendo las cajas y pasando los contenidos a sus bolsas, excepto las pocas que Zafiro ordena dejar de lado. Cuando Zafiro alcanza el fondo de la caja, encuentra una caja que es más grande que el resto. Tiene un aura brillante de color verde, más brillante que las demás. La abre y suspira. Katrivus voltea a ver qué fue lo que generó esa reacción, y él también queda desconcertado por la belleza de lo que se encuentra dentro. Zafiro saca una daga con una hoja de treinta centímetros azul brillante, más filosa que nada que ella haya visto antes. La empuñadura tiene incrustados diamantes, esmeraldas y rubíes.

    Katrivus, mira., grita ella, sosteniendo la daga para que su amigo la vea. Es la daga más hermosa que jamás haya visto.

    Observa la pequeña arma antes de responder. Quédatela. Tenemos suficiente aquí para hacer feliz a todos.

    Sonriendo, Zafiro agarra la vaina del fondo de la caja. Luego los dos ladrones bajan tranquilamente las escaleras, se unen a los otros dos Pugs y se pierden en la noche.

    Después de guardar los productos que obtuvieron del botín, Zafiro le pregunta a Katrivus si puede dar un paseo con ella. Ella lo lleva al techo donde se conocieron por primera vez. Gracias por permitirme quedarme con la daga, Kat.

    No hay problema. Parece hecha para ti. ¿Hace cuánto tiempo sabes que tienes el don de detectar magia?, le pregunta.

    Esta noche es la primera vez que ha pasado. Imagino que no nos movemos en círculos en donde la magia abunde.,

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