la Insurrección de los Lápices

Por Nico Pengin

Este es su mundo favorito de utensilios de escritura que cobran vida. Una historia épica sobre los lápices que buscan una aventura en un mundo paralelo.

 

Levantaos, lápices, uníos! Los lápices de todas las formas y tamaños deben unirse para derribar los bolígrafos demasiado restrictivos que los han esclavizado durante demasiado tiempo.

 

Ahora es el momento de dejar de sentirse como un instrumento de escritura de segunda clase y convertirse en dominante en su mundo. Este divertido cuento enviará oleadas de inspiración a través de cada manifiesto a lápiz, aunque esté incompleto.

 

Puede que no sea capaz de soportar resaltadores o borradores, pero lo necesitarán cuando su tono inherente de plomo comience a carecer de creatividad y color después de inclinarse ante tales bolígrafos tiránicos.

 

El levantamiento de los Lápices sigue a una banda de herramientas eléctricas de lápiz en un viaje peligroso y que cambia la vida para recuperar lo que era legítimamente suyo.

 

Desde nellies nerviosos que no pueden valerse por sí mismos, hasta exploradores astutos que usan su color para conquistar al enemigo.

 

Siga y presente a sus hijos a estos valientes personajes mientras hablan en contra de la tiranía y trabajan juntos uno al lado del otro, ahora unidos contra esos bolígrafos.

 

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• Idioma: Español
• Editorial: Nico Pengin
• Fecha de lanzamiento: 16 mar 2021
• ISBN: 9781005015213

Nico Pengin

Nico Pengin es un autor de ficción especulativa al que le encanta crear historias divertidas e imaginativas que inspiran a niños y adolescentes por igual con un amor por la lectura de por vida. Inspirándose en su rica herencia como parte del pueblo taíno del Caribe, Nico Pengin siente pasión por compartir su imaginación salvaje con sus lectores. Como lector ávido desde una edad temprana, se ha inspirado en gran medida en libros como Redwall del difunto y gran Brian Jacques, así como en el manga de Eiichiro Oda, One Piece. Nico Pengin está trabajando actualmente en una serie de libros y su cómic llamado Batey. En su tiempo libre, le gusta hacer ejercicio, pasar tiempo con su familia que lo apoya y vivir su vida al máximo. Sobre el nombre Nico Pengin: Nico Pengin es una etiqueta de jugador diseñada para honrar a un amigo y mentor del autor que sirvió como un modelo positivo a seguir cuando era más joven. También combina elementos del popular juego infantil Club Penguin, y el nombre se le ha quedado grabado desde entonces.

Vista previa del libro

Capítulo 1

Escondida muy lejos en algún armario de tu casa, se encuentra una caja con útiles de escritura. Olvidada desde hace mucho tiempo.

La tierra en la caja se llamaba San Vado y era controlada por los borradores. Era una minoría dentro de la gran variedad de seres de esa ciudad, pero controlaban todo, dominaban a los Lápices y usaban a los marcadores como su ejército. Durante el gobierno de los borradores, llegó un tirano llamado Tinta Conde y su gran familia.

La familia de Tinta Conde era un grupo de individuos rosados despreciables, cada uno con menos cualidades redentoras que el anterior cuando se los veía por edad. Tinta Conde era el mayor, el resto de su familia ― hermanos, tías y demás ― había desaparecido misteriosamente o fallecido en algún horrible accidente. Sus hijos, junto con sus primos, eran los únicos Conde que aún seguían con vida.

Aunque debían ser un grupo respetable, porque fueron criados con riquezas, poder y lujos, eran descuidados y holgazanes. El único momento en el cual algunos expresaban interés en el mundo que los rodeaba, era cuando Tinta hacía sus reuniones semanales de lápices.

Tinta Conde detestaba vigorosamente a los lápices y pensaba que eran débiles de voluntad, mente y corazón. Después de todo, no podían dirigir un país por sí mismos como los demás. Para de Tinta, los lápices necesitaban a los borradores para guiarlos, porque sin su dirección morirían de hambre o enloquecerían. Los borradores estaban convencidos de que los Lápices no eran verdaderamente inteligentes. Tinta creía que, si lo fuesen, habrían sabido que no debían romper las leyes. Sin embargo, algunos lápices desafiaban esas creencias.

En cambio