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María, historia de sus apariciones y hallazgos
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Libro electrónico216 páginas4 horas

María, historia de sus apariciones y hallazgos

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SOBRE LA OBRA
“María, historia de sus apariciones y hallazgos”, recopilación y estilografía de Amando Céspedes Marín, era un libro propiedad de mi abuelo José Vásquez. El autor era un íntimo amigo suyo y le había obsequiado esta copia autografiada por ser, ambos, radiodifusores y fotógrafos profesionales, entre otras virtudes. Céspedes Marín (1881-1976) fue un ilustre costarricense, “Benemérito de la Patria”, nominado al “Premio Nobel de la Paz” en 1971, que, además de escribir la obra mencionada, la mimeografió y cosió a mano en la poligrafía Céspedes, de su propiedad. Céspedes Marín fue también un pionero de la fotografía y el cine documental en Costa Rica. La mimeografía utilizada por él para imprimir su libro era un sistema de impresión realizado por una máquina simple, económica y manual que había sido inventada a finales del siglo XIX por Thomas Alva Edison, el mismo inventor del bombillo. La estilografía es una técnica de escritura y dibujo que tiene su origen en el siglo X, pero que fue patentada en el siglo XIX; es realizada por medio de una pluma que recibe tinta, de una carga que lleva en su mango. No hay especificaciones al respecto, pero creo que la estilografía, en la obra de Céspedes Marín, fue utilizada para los grabados de las imágenes de las vírgenes que, evidentemente, fueron hechos a mano, toda una obra de arte. Para los comienzos de la década de los años 60, cuando mi persona comenzaba a leer de corrido, entre los 7 y 8 años, vi la obra de Céspedes Marín en la biblioteca de mi abuelo, se la pedí prestada y no se la devolví nunca más. La leí y releí, ininterrumpida y apasionadamente, infinidad de veces. Cada capítulo estaba dedicado a explicar una aparición mariana; esto me llevaba a imaginarme, casi cinematográficamente, los escenarios de cada suceso. Así, desde mi niñez, aprendí de memoria la mayoría de las advocaciones marianas más importantes. Esto condujo a que, durante décadas posteriores, fuera visitando, en diversos países, los sitios históricos de estas apariciones. Como resultado de ello, terminé escribiendo el libro “María”, todo un tratado sobre la vida de la Virgen y varias de sus Mariofanías, incluyendo las vivencias personales relacionadas con cada aparición. En junio de 2020, me encontraba en México, realizando un trabajo de investigación para la grabación y transmisión “on line” de nueve charlas sobre “Una Vida más”, un libro de carácter autobiográfico de mi autoría; entonces les solicité a algunos miembros del “Grupo Metafísico de Caracas”, el envío de una importante documentación histórica de mi archivo. Sorpresivamente, se toparon con el libro de Céspedes Marín, ya muy deteriorado por casi setenta años de uso. Sabiendo de la importancia cultural e histórica de la obra, que bauticé como “neoincunable latinoamericano”, pedí, por favor, que se transcribiera el texto digitalmente, se le hiciera una nueva portada y se preparara una reedición sin fines de lucro, para que, de esta manera, pudieran beneficiarse todos, como se había beneficiado mi persona. Mi agradecimiento a Marena Pérez, Clara González, Magalí Prada, Yakson Verenzuela y Lidia de Sousa.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento15 oct 2020
ISBN9789878390321
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    María, historia de sus apariciones y hallazgos - Amando Céspedes

    Para el amigo

    Dr. Pepe Vásquez y familia

    En Caracas, Venezuela

    Heredia, Costa Rica

    Agosto 1950

    ÍNDICE

    PRÓLOGO A MARÍA, HISTORIA DE SUS APARICIONES Y HALLAZGOS

    MARÍA, LA MÁS PURA DE LAS MUJERES

    OFRECIMIENTO

    HOMENAJE

    LA VIRGEN DE LOURDES

    LA VIRGEN DE TEPEYAC

    LA VIRGEN DE FÁTIMA

    LA VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE

    LA VURGEN DE LUJÁN

    LA VIRGEN NEGRA DE POLONIA

    LA VIRGEN DE MONTSERRAT

    LA VIRGEN DEL CARMEN

    LA VIRGEN DEL MAR

    LA VIRGEN DE VALVANERA

    LA VIRGEN DEL PERPETUO SOCORRO

    LA VIRGEN DE LAS MERCEDES

    LA VIRGEN DE UJARRÁS

    LA VIRGEN DE LA SALETTE

    LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA

    LA VIRGEN DE COPACABANA

    LA VIRGEN DE WALSINGHAM

    LA VIRGEN DEL PILAR

    LA VIRGEN DE LORETO

    LA VIRGEN DE LA PORCIÚNCULA

    LA VIRGEN DE LAS GALLINAS

    LA VIRGEN DE LAS ERMITAS

    LA VIRGEN DE LAS NIEVES

    LA VIRGEN DE LOS REYES

    VIRGEN DE LAS MISIONES

    VIRGEN DEL VALLE

    LA VIRGEN DE ANDACOLLO

    LA VIRGEN DE LA PAZ

    LA VIRGEN DE COROMOTO

    VIRGEN DE BERCIO

    LA VIRGEN DE VALDEJIMENA

    LA VIRGEN DE LA CARIDAD DE SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES

    LA VIRGEN DEL ROSARIO

    LA VIRGEN DE CHIQUINQUIRÁ

    LA VIRGEN DE LA CANDELARIA

    LA VIRGEN DE LOS ÁNGELES

    EPÍLOGO

    PLEGARIA

    CRIMEN Y SACRILEGIO

    INVOCACIÓN

    A LA VIRGEN DE LOS ANDES

    OBRAS PUBLICADAS POR EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA

    Amando Céspedes

    MARÍA

    HISTORIA DE SUS APARICIONES Y HALLAZGOS

    RECOPILACIÓN Y ESTILOGRAFÍA

    DE AMANDO CÉSPEDES MARÍN.

    Título original del libro: María, historia de sus apariciones y hallazgos

    Autor: Amando Céspedes

    Editor: Fernando Candiotto

    Diseño de Tapa: Dalia Diago

    Diagramación Digital: Paula Catañy

    El esfuerzo de la Mimeografía, en el presente libro está otra vez de manifiesto junto con las varias publicaciones que la Poligrafía Céspedes ha hecho en Costa Rica y que han sido objetos de admiración en los grandiosos centros de nuestro mundo. Ahora, con este manojo de páginas, estamos ofreciéndole humilde tributo a la Virgen Santísima.

    PRÓLOGO A MARÍA, HISTORIA DE SUS APARICIONES Y HALLAZGOS

    Don Rubén Cedeño

    Barón de Louvercy,

    México, 12/6/2020

    María, historia de sus apariciones y hallazgos, recopilación y estilografía de Amando Céspedes Marín, era un libro propiedad de mi abuelo José Vásquez. El autor era un íntimo amigo suyo y le había obsequiado esta copia autografiada por ser, ambos, radiodifusores y fotógrafos profesionales, entre otras virtudes.

    Céspedes Marín (1881-1976) fue un ilustre costarricense, Benemérito de la Patria, nominado al Premio Nobel de la Paz en 1971, que, además de escribir la obra mencionada, la mimeografió y cosió a mano en la poligrafía Céspedes, de su propiedad. Céspedes Marín fue también un pionero de la fotografía y el cine documental en Costa Rica. La mimeografía utilizada por él para imprimir su libro era un sistema de impresión realizado por una máquina simple, económica y manual que había sido inventada a finales del siglo XIX por Thomas Alva Edison, el mismo inventor del bombillo.

    La estilografía es una técnica de escritura y dibujo que tiene su origen en el siglo X, pero que fue patentada en el siglo XIX; es realizada por medio de una pluma que recibe tinta, de una carga que lleva en su mango. No hay especificaciones al respecto, pero creo que la estilografía, en la obra de Céspedes Marín, fue utilizada para los grabados de las imágenes de las vírgenes que, evidentemente, fueron hechos a mano, toda una obra de arte.

    Para los comienzos de la década de los años 60, cuando mi persona comenzaba a leer de corrido, entre los 7 y 8 años, vi la obra de Céspedes Marín en la biblioteca de mi abuelo, se la pedí prestada y no se la devolví nunca más. La leí y releí, ininterrumpida y apasionadamente, infinidad de veces. Cada capítulo estaba dedicado a explicar una aparición mariana; esto me llevaba a imaginarme, casi cinematográficamente, los escenarios de cada suceso. Así, desde mi niñez, aprendí de memoria la mayoría de las advocaciones marianas más importantes. Esto condujo a que, durante décadas posteriores, fuera visitando, en diversos países, los sitios históricos de estas apariciones. Como resultado de ello, terminé escribiendo el libro María, todo un tratado sobre la vida de la Virgen y varias de sus Mariofanías, incluyendo las vivencias personales relacionadas con cada aparición.

    En junio de 2020, me encontraba en México, realizando un trabajo de investigación para la grabación y transmisión on line de nueve charlas sobre Una Vida más, un libro de carácter autobiográfico de mi autoría; entonces les solicité a algunos miembros del Grupo Metafísico de Caracas, el envío de una importante documentación histórica de mi archivo. Sorpresivamente, se toparon con el libro de Céspedes Marín, ya muy deteriorado por casi setenta años de uso. Sabiendo de la importancia cultural e histórica de la obra, que bauticé como neoincunable latinoamericano, pedí, por favor, que se transcribiera el texto digitalmente, se le hiciera una nueva portada y se preparara una reedición sin fines de lucro, para que, de esta manera, pudieran beneficiarse todos, como se había beneficiado mi persona.

    Mi agradecimiento a Marena Pérez, Clara González, Magalí Prada, Yakson Verenzuela y Lidia de Sousa.

    Portada original de la edición de 1950

    MARÍA, LA MÁS PURA DE LAS MUJERES

    María, la más pura de las mujeres; cuando apenas abiertos los ojos a la vida supo que se ofreció a las hijas de Judá un asilo sagrado, abandonó a su padre y a su madre y se guareció en la sombra de los muros del templo, poniendo entre ella y el mundo aquel sacro valladar.

    Cuando a los dieciséis años, según la costumbre de las mujeres de su país, se trató de elegirle un esposo, elevó hacia Dios los ojos y el serenísimo semblante, segura de su amparo; y Dios mismo según la tradición, por medio de un milagro designó al que era digno de guardarla en depósito casto.

    Cuando el señor le envió la embajada de su Ángel para ofrecerle la divina maternidad, ella preguntó: ¿Cómo será eso? y sumisa, inclinose ante la respuesta, bajo la doble corona de la Virgen y de Madre.

    Cuando, en fin, pasaba blanca visión, con su dulce hijo en brazos, a lo largo de las estrechas calles de Belén, miraba la tierra a través de su mirada, los cielos a través de su sonrisa, y siempre ignoró lo que hubiera hecho para bajar avergonzados sus límpidos ojos.

    ¡Oh, Virgen pura entre las mujeres!

    OFRECIMIENTO

    Virgen silenciosa y humilde entre las mujeres, cuando, después de la visita del Ángel, volvió a ver a sus compañeras de todos los días, no abrió los labios para contar las maravillas de Dios obradas en ella y a nadie dijo jamás: Un Ángel vino y me habló.

    Cuando, conturbada el alma, José ignorando el divino portento, quería alejarse de su consorcio, Ella no dijo cómo en otro tiempo el Ángel a Jacob el patriarca: Ve con cuidado, el señor está conmigo, y Tú luchas contra la fuerza misma de Dios.

    Cuando de puerta en puerta anduvieron Ella y José en busca de un techo para guarecerse, no abrió los divinos labios para decir: Ved que es a la Madre de Dios mismo a quien negáis vuestro techo, sino que, humilde y resignada, buscó reposo en un humildísimo y olvidado establo.

    Cuando, aterido de frío y recostado sobre la paja de un pesebre, vio a su Divino Hijo, Rey de los Cielos y de la Tierra, ni aún en esos momentos sus divinos ojos emanaron otra cosa que dulzura, paz y consuelo.

    Cuando en las ciudades tumultuosas a través de los campos en flor pasaba Jesús llevándose en pos de sí las almas, como el viento del mediodía arrastra el polvo, Ella no fijó en Él su mirada de orgullo ni dijo señalándole: Este es el hijo de mi carne y de mi sangre.

    Cuando clavado en la Cruz, en agonía dolorosa, Él jadeaba, desconocido y abandonado por todos, ni siquiera entonces habló; de pie junto a Él compartió su oprobio, tributándole en el silencio la única ofrenda de la tierra que fuese digna de Cristo, su amor materno, su amor virginal.

    ¡Oh, Virgen callada y humilde entre las mujeres!

    HOMENAJE

    Virgen piadosa y dulce entre las mujeres, cuando en las veladas sobre la reducida azotea de su casa bajo aquel cielo de Oriente todo fulgurante de estrellas, su Hijo le decía que Él había venido a borrar los pecados del mundo, Ella le respondía luego. Hijo mío, concédeme que yo pueda consolar los dolores del mundo.

    Cuando Jesús le decía: Yo he venido para que los humanos tengan vida, para que la tengan con más abundancia; Ella suspiraba y decía: ¡Ay!, cuántas veces la misma vida de santidad se hace pesada… ¡Dadme el don de verter un poco de alegría celestial sobre toda vida!

    Cuando Él decía: Yo les adquiero la eternidad bienaventurada con el precio de mi sangre; Ella pensaba: Pueda yo conseguirles la curación de sus heridas incurables por medio de mis lágrimas.

    Y mientras el cielo y la tierra atentos al primer milagro de Jesús indagaban en favor de quién se obraría el prodigio, y qué portento sería bastante para manifestar de pronto su omnipotencia, Ella insinuaba compasiva, en la comida de bodas de un pobre matrimonio: Hijo, el vino les falta.

    Y luego a los que aguardaban temerosos de ver revelada su miseria, les dijo: Haced lo que Él os ordenare….

    Un nuevo vino fluía de las ánforas que las habían llenado de agua; y los Ángeles se comunicaban como a ruegos a María, su hijo Cristo, había hecho el primer milagro, su primer milagro que colmaba un gozo tan inocente.

    ¡Oh!, ¡Virgen piadosa y dulce entre las mujeres!

    ¡Oh!, ¡Virgen bendita, Virgen amable entre las mujeres!

    ¡Oh!, ¡María, mujer la más extraordinaria, la más pura, la más sufrida de todas las mujeres!

    No en balde, todos tus consuelos en todas tus advocaciones derramas de cántaros llenos…

    De N. y B.

    Una antigua poesía bizantina dice:

    Cuando Dios quiso descender a la tierra, a conversar con los hombres, los ángeles le brindaron su canto, los cielos le presentaron una estrella, la tierra le ofreció una gruta y los hombres le dieron una madre.

    Madre buena, madre admirable, madre amorosísima es la siempre Virgen María.

    Todas las naciones cristianas se Glorían de aclamarla como madre, patrona y abogada; como medianera universal entre Cristo y el linaje humano. La historia de los pueblos relata cómo debe a esta mujer extraordinaria, su formación su progreso y su vida.

    Ella ha venido siempre en auxilio de los hombres, cuando estos han solicitado su ayuda y su amparo con toda fe. Por todo eso el homenaje aquí poligrafiado.

    NO HAY una sola casa en el mundo, donde resida una familia católica, que no se encuentre en sitio preferente, con especial estima, una imagen de la Santísima Virgen.

    LA VIRGEN DE LOURDES

    Lourdes era una aldea pequeñita y humilde del departamento de Hautes Pyronees, en Francia.

    Una mañana del mes de febrero de 1858, Bernadette Soubirous, una pobre niña de 13 años, salió de la cabaña en que vivía, y se dirigió como de costumbre a una fuente cercana, en busca del agua que le serviría para preparar la comida de su padre enfermo y de sus hermanitos que a esa hora todavía dormían.

    Llegó a la gruta en cuyo fondo brotaba la fuente y esperó pensativa a que el chorro glauco llenase hasta los bordes su gran vasija de barro, y en un descuido esta resbaló de sus manos débiles y contra los salientes de la roca que bordeaba la fuente, se hizo pedazos. Bernadette hizo un movimiento brusco tratando de evitar la catástrofe ya irremediable, y una astilla afilada saltó hasta su frente pálida, produciéndole una herida profunda y dolorosa, que convirtió en una sola mancha roja su rostro, su cuello y el traje andrajoso que vestía.

    Un momento más tarde, cuando ya Bernadette se sentía desfallecer, debilitada por la mucha sangre perdida, se le presentó una visión misteriosa en forma de mujer, cuyo rostro, más bello aún que todos los rostros de hadas concebidos en sus inocentes sueños de tierna niña, y con una sonrisa en los labios, tan dulce, tan tierna, que solo las vírgenes o los ángeles del cielo sabrían sonreír así, y la que, sutil, plena de gracia intangible, como en un susurro alado y tierno, llamó a Bernadette por su propio nombre.

    Aparición de la Virgen a Bernadette

    La niña, extasiada y con los ojos enormemente abiertos, se postró de hinojos ante la divina aparición y besó con fervor la vaporosa túnica que cubría su cuerpo, como un manto de nubes. Esta, siempre sonriendo con igual dulzura, tomó agua de la fuente con sus propias manos, y con cuidado maternal le lavó la frente. Al conjuro de su contacto divino, la frente dejó de sangrar y desapareció como por encanto la más

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