Espejismos
Por Gala Tea
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Entre ilusiones y miedos, ojos cerrados.
Ojos abiertos.
10 relatos cortos.
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Espejismos - Gala Tea
PRELUDIO: ANDANTE
Está vacío, el sol se mueve adentro como un reloj, las ruedas doblan en la esquina y el mundo se inclina.
Fragmentos de gris, el rojo de algún toldo, verde. Pies y cabezas. Adormecida, las cabezas se transforman. Las formas — cuadradas, rectangulares — se retuercen, forman otras nuevas, dejando el cemento gris atrás. En sus oídos, una cadencia oscura acompaña su viaje.
Los destellos de luz, quizás del sol, se reflejan en el pavimiento, formando estrellas. Constelaciones. Espejismos.
Sumergida en una nube de alegre asfixia, cintas de colores viajan por el cielo, trata de seguirlas a través del vidrio, que ahora se moja. Gotas turquesas, azul marino, algún rojo.
No ve sonrisas, las siente. Algo se podría reír, burlar, pero no es eso. Alguien sonríe, en algún lugar, expectante.
Encandilada, avanza. No baja. Y los colores, las formas siguen bailando para ella.
Metros, kilómetros casi.
Rojo.
Y cuando cree llegar, está en el olvido.
VERTIGORAMA
Es escalofriante el metal, antes pintado de colores brillantes, formas preciosas, ahora comido por el óxido y el murmullo verde, aunque también tiene algo de maravilloso. Se siente un olor dulce, como si las manzanas con caramelo estuvieran ahí y no fueran simplemente una ilusión.
Hay algo en el lugar que antes fue inundado de vida — de risas, de historias— y que ahora permanece inmóvil. Una suerte de muerte de lo inanimado, y mil fantasmas. Si los objetos se rompen, talvez se enojan. Un poquito.
Sigue caminando, buscando, y se le viene a la cabeza ese mismo golpe a los sentidos, ese magnetismo extraño como cuando vio un par de casas abandonadas, autos oxidados sin ruedas afuera, y pensó ¿Vive alguien ahí? ¿Qué hace? ¿Quién es? Entre otras tantas preguntas, o como cuando entró a la despensa del colegio, en secreto, el aire cargado de mermelada de membrillo, un cuadro de una mujer casi mirando, vigilando la puerta. Y se imaginó que