para doctorarse en modales. Las buenas maneras parecen polvorientas y se escapan a la misma velocidad con la que corre el procesador del móvil. “¡Prisa, mata!”, gritan los baianos al universo cuando uno visita la ciudad costera brasileira. Trabajaba yo en Prisa hace veinte años cuando pensé comprarme una. No habría sido nada elegante.
Los elegantes son (mucho) más felices
Feb 13, 2023
2 minutos
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos