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Homicidio por Perfección: Los Misterios de la Rosa con Espinas, #3
Homicidio por Perfección: Los Misterios de la Rosa con Espinas, #3
Homicidio por Perfección: Los Misterios de la Rosa con Espinas, #3
Libro electrónico400 páginas4 horas

Homicidio por Perfección: Los Misterios de la Rosa con Espinas, #3

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¡Cuidado!  ¡La perfección tiene un lado oscuro!

Frustrados por sus ocupadas agendas, Murphy Thornton y Jessica Faraday intentan encontrar un tiempo para estar juntos programando una noche de cita a la semana.  Lo último que Jessica esperaba para su noche de cita era una clase de cocina gourmet para parejas en el Estudio de Cocina Stepford, propiedad de la Chef Natalie Stepford–la personificación de la perfección femenina.

Cuando Natalie termina muerta y Murphy está desaparecido, los detectives de la Rosa con Espinas deben separar todas las capas en la vida intachable de Natalie Stepford para descubrir que la perfección tiene un lado muy siniestro.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento6 abr 2019
ISBN9781386308140
Homicidio por Perfección: Los Misterios de la Rosa con Espinas, #3

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    Vista previa del libro

    Homicidio por Perfección - Lauren Carr

    Homicidio

    por

    Perfección

    Un Misterio de la Rosa con Espinas

    por

    Lauren carr

    Homicidio por Perfección

    Todos los Derechos Reservados © 2018 por Lauren Carr Publicado por Acorn Book Services

    Ninguna parte de este libro puede ser reproducida ni transmitida en ninguna forma o por ningún medio, gráfico, electrónico, o mecánico, incluyendo la fotocopia, grabación, o por ningún sistema de recuperación de archivos sin la autorización escrita de la autora.

    Para información, llamar al: 304-995-1295

    o por correo electrónico: writerlaurencarr@gmail.com.

    Este libro es un trabajo de ficción.  Nombres, personajes, lugares, e incidentes son producto de la imaginación de la autora o son usados de forma ficticia.  Cualquier parecido con eventos reales o establecimientos o personas, vivas o muertas, es completamente fortuito.

    Diseñado por Acorn Book Services

    Publicación Manejada por Acorn Book Services www.acornbookservices.com acornbookservices@gmail.com

    304-995-1295

    Portada diseñada por Todd Aune Spokane, Washington www.projetoonline.com

    ISBN-10: 1718620233

    ISBN-13: 978-1718620230

    Published in the United States of America

    Dedicado al joven más perfecto que conozco, Mi hijo, John Tristan

    iii

    Homicidio

    por

    Perfección

    Un Misterio de la Rosa con Espinas

    Personajes

    (en orden de aparición)

    ––––––––

    Tristan Faraday: Hermano menor de Jessica.  Creador y administrador de Nigel.  Es un intelectual y está orgulloso de serlo.  Trabaja por contrato con los Fantasmas.

    Jessica Faraday: Esposa de Murphy Thornton.  Estudiante médico de psiquiatría forense en la Universidad de Georgetown.  Nieta de la fallecida Robin Spencer.  Hija de Mac Faraday de los Misterios de Mac Faraday.

    Robin Spencer: Fallecida abuela de Jessica y Tristan Faraday y autora de misterios de fama mundial.  Nunca la conocieron, pero recibieron millones de dólares en herencia.

    Mac Faraday: Detective de homicidios retirado.  El día que su divorcio se hizo efectivo, heredó $270 millones y una propiedad en Deep Creek Lake de su madre biológica, Robin Spencer.

    Gnarly: Pastora Alemana de Mac Faraday, otra parte de su herencia de Robin Spencer.  Alcalde de Spencer, Maryland.

    Agente Especial Boris Hamilton: Jefe Adjunto del Servicio de Investigación Criminal de la Naval, donde Murphy trabaja como enlace militar entre el personal civil y el militar.

    vii

    Agente Especial Susan Archer: Agente del Servicio de Investigación Criminal de la Naval.

    Agente Especial Perry Latimore: Agente del Servicio de Investigación Criminal de la Naval.  Compañero de Susan Archer.

    Murphy Thornton: Esposo de Jessica Faraday.  Teniente de la Naval de los Estados Unidos.  Graduado de la academia naval.  Murphy no es el típico oficial de la naval.  Fue seleccionado por el Estado Mayor Conjunto para servir como miembro de su equipo élite los Fantasmas.  Hijo de Joshua Thornton de la serie Los Amantes en el Crimen.

    Nigel: Mayordomo virtual de última generación del hogar Faraday-Thornton.  Además es mucho más que un mayordomo.

    Comandante Ross Caldwell: Doctor del Cuerpo de Servicio Médico de la Naval de los EEUU.  Ha prestado servicio como jefe de personal médico de la academia naval en Annapolis.  Una fuente no identificada le informa sobre algo extraño que está sucediendo en una clínica privada.

    Carol: Amiga de Jessica.  Anfitriona de un grupo de estudio en su casa de Georgetown.

    Brett Wagner: Estudiante de medicina.  Quiere ser más que un amigo para Jessica.

    Selena Parker: Alquila una habitación en la casa de Carol.  Se ha acercado a Brett y quiere acercarse más.

    Spencer: Perra Shetland de Jessica Faraday.  Con sus ojos azules y largo pelaje azulado, es una Merle azul.  Necesita mucho entrenamiento

    ––––––––

    Newman: Perro cazador Basset mezclado de Murphy.  Un saco de papas de cuarenta y cinco libras, Newman no muerde–a menos que intentes cambiar el canal de su televisión.

    Reginal Baldwin: Desaparecido investigador del Departamento de Salud y Recursos Humanos de los EEUU.  Se suponía que se encontraría con Ross Caldwell en Starbucks.

    Erin Caldwell: Viuda del Comandante Ross Caldwell.

    Kendall Harris: Hija menor de Ross y Erin Caldwell.  Casada con Woody Harris.

    Woody Harris: Esposo roquero de Kendall.  No trabaja porque es un artista.  Su esposa lo llama su error.

    Daniel Caldwell: Hermano de Ross Caldwell.  Albacea de la sucesión.  Quiere que Murphy le suministre información sobre la investigación del asesinato de su hermano.

    Joshua Thornton: Padre de Murphy.  Fiscal.  Capitán de la Naval de los Estados Unidos (retirado).  Padre de seis.  Casado con Cameron Gates, detective de homicidios de la policía del estado de Pennsylvania.

    Natalie Stepford: Proveedora de servicios de comidas y propietaria del Estudio de Cocina Natalie Stepford.  Dicta clases de cocina.  No solo cocina, sino que es ardiente en más de una manera.

    Calvin Stepford: Esposo de Nataly.  Abogado adinerado.  Le compró todo lo que necesitaba o quería–incluyendo un nuevo cuerpo.

    Meaghan Garland: Gerente Financiera.  Casada con el Dr. Stan Gardland.  Ella es su socia en la Clínica Garland de Cirugía y Láser.

    Stan Garland: Renombrado cirujano plástico.  Propietario de la Clínica Garland de Cirugía y Láser.  Cirujano plástico de las personas bellas de Washington.

    ix

    Andy: Él y su esposa son estudiantes en la clase de cocina para parejas de Natalie Stepford.

    Peg: Ella y su esposo son estudiantes en la clase de cocina para parejas de Natalie Stepford.

    Izzy: Hija de catorce años de Joshua Thornton.  Toma lecciones de equitación en la granja de J.J. con su entrenadora de caballos Poppy.

    Joshua Thornton Jr. (J.J.): Hermano gemelo idéntico de Murphy Thornton.  Abogado criminalista.  Propietario de la granja y huerta Russel Ridge.  En la granja también se crían caballos premiados cuarto de milla, entrenados por Poppy.

    Poppy Ashburn: Entrenadora de caballos de J.J.  Ella significa mucho más para J.J.

    Charley: Gallo cuidador de J.J.

    Ollie: Cordero huérfano recién nacido de J.J. y Poppy.

    Lee: Ha estado enviándole mensajes de texto a Natalie Stepford y viajó desde muy lejos para estar con ella–aunque ella dice que no lo conoce.

    Teniente Libby McAuley: Doctor con el Cuerpo de Servicio Médico de la Naval de los EEUU.  Hizo su residencia con el Comandante Ross Caldwell en Annapolis.  Ella dice que su relación fue exclusivamente profesional.  Si fue así, ¿de qué siente tanto miedo?

    No temas a la perfección–nunca la alcanzarás.

    Salvador Dali

    Prólogo

    ––––––––

    Great Falls, Virginia

    El Camaro convertible azul ártico de Tristan Faraday giró en una curva cerrada que llevaba al camino de madera.  Al ver las luces de emergencia, aplicó el freno y se detuvo.  Bajó la ventana y el oficial de la policía del estado iluminó el compartimiento delantero del auto con su linterna.

    En el asiento de pasajeros, la respiración de Jessica Faraday se aceleró cuando logró ver la motocicleta negra deportiva estacionada al pie de la colina.

    ─Soy Tristan Faraday.  Esa motocicleta pertenece a mi cuñado.

    El oficial les indicó que estacionaran en un pequeño espacio con grava junto al rápido arroyo.

    ─Él está bien. ─Tristan observó la motocicleta mientras conducía a su lado. ─No está chocada.  No estuvo en un accidente.  Tal vez se dañó y alguien le dio un aventón.

    ─Está a solo dos millas de nuestra casa, ─dijo Jessica. ─Ya hubiera llegado a casa caminando.

    Ella salió del auto sin esperar que Tristan apagara el motor.  Corrió por el terreno de grava hacia un hombre con el pecho de barril que llevaba una chaqueta oscura que decía NCIS en la espalda y que hablaba con un grupo de jóvenes agentes.

    ─Boris, ¿Qué sucedió?  ¿Dónde está Murphy?

    El Agente Especial Boris Hamilton le dio un abrazo. ─Estamos haciendo todo lo que podemos.  Llamé a mi equipo tan pronto como recibimos el mensaje de la policía de que su motocicleta había sido abandonada.  ¿A qué hora salió de la casa?

    ─Eran aproximadamente las diez y media, ─dijo Jessica mientras miraba la motocicleta estacionada a la orilla del camino.  El caballete estaba abajo, y el casco de Murphy estaba en el asiento. ─Tuvimos una pelea.  Dijo que iba a salir por una vuelta para tomar aire fresco.

    Tristan se acercó al investigador que examinaba la moto como evidencia.

    ─¿Murphy dijo adónde iría cuando se fue? ─Boris le preguntó a ella.

    ─No. ─Jessica lo miró a los ojos. ─Esta noche tomamos una clase en la escuela de cocina de Natalie Stepford.  Me dijo que ella estaba conectada con el asesinato del Comandante Caldwell.

    ─¿Él hizo contacto con Stepford? ─preguntó Boris.

    Jessica asintió con su cabeza.

    ─¿Viste algo sospechoso?  ¿Alguien parecía estar particularmente interesado cuando Murphy hablaba con ella?

    ─Únicamente cada hombre en la clase, ─dijo ella con un suspiro. ─¿Has visto a esa mujer?

    Boris rió.

    ─La odié a primera vista.  Cabello perfecto.  Nariz perfecta.  Figura perfecta.  Habilidades culinarias perfectas.  Apuesto que nunca se le quema nada en la estufa. ─Su voz se desvaneció.

    ––––––––

    ─¡Jefe! ─La Agente Especial Susan Archer los llamó. ─Querrán ver esto.

    Antes de que Boris pudiera detenerla, Jessica corrió hacia donde Tristan estaba de cuclillas junto a un marcador de evidencia.  Instantáneamente, Jessica reconoció la mancha marrón-rojiza en medio del camino.

    Cuando ella dejó escapar un grito, Tristan se puso de pie de un salto y la abrazó. ─Lo encontraremos, Hermanita.  No te preocupes.  Encontraremos a Murphy y lo traeremos a casa.

    CaPíTulo Uno

    ––––––––

    Un Mes Antes

    ─¿Estás bromeando? ─El Teniente Murphy Thornton leyó nuevamente el mensaje de texto enviado por su esposa, el cual apareció en la pantalla de la consola de su SUV.  Tenía la más vaga esperanza de haber leído mal el mensaje:

    El grupo de estudio se está retrasando.  Puedes buscar pizza para la cena?

    Con un improperio, lanzó su gorra de la naval en el asiento de pasajeros y golpeó el volante.

    ─Murphy, ¿Te gustaría enviarle una respuesta a Jessica? ─dijo la voz profunda del sistema de inteligencia artificial de los Faraday-Thornton a través de los altavoces de la SUV.  Llamado Nigel, era un sistema de inteligencia artificial de última tecnología en fase de prueba diseñado por el gobierno federal.  Nigel controlaba toda la red tecnológica de los Faraday-Thornton desde comunicaciones, seguridad, e incluso sus calendarios.

    ─Dile que está bien, Nigel. ─Murphy encendió la SUV y mentalmente se preparó para unirse a los miles de conductores que transitaban en la hora pico del Viernes por  la noche desde

    la Capital de la Nación.  Podía prever las docenas de clientes en la pizzería de Great Falls.

    Con una ola de gratitud, incorporó su SUV negra frente a un sedán azul para mezclarse en el tráfico que salía del Pentágono.  Aceleró en la rampa de acceso para tomar la autopista junto al Río Potomac.

    ─Jessica ha respondido a tu mensaje de texto, Murphy, ─dijo Nigel mientras las palabras se desplegaban a través de la pantalla de la consola.

    La mía puede ser de pepperoni y salchicha italiana porfa? T amo!

    ─Sí, cariño, ─dijo Murphy con un suspiro.

    Un momento después, Nigel dijo, ─Jessica ha respondido a tu respuesta, Murphy.

    No pude ir a la tienda hoy. Puedes comprar café + comida de perros porfa?  El mensaje de Jessica terminaba con un emoticon de una cara con un beso.

    ─Murphy, ¿Cómo quieres que le responda a Jessica?

    ─¡Diablos! ─Murphy presionó los frenos justo a tiempo para evitar impactar por detrás a un Jaguar rojo que cruzó dos líneas de tráfico para tomar una salida.  Un Mercedes casi impacta el vehículo de Murphy por detrás.

    El flujo de tráfico finalmente se había equilibrado cuando Nigel anunció una llamada entrante de Jessica. ─¿Deseas aceptar o declinar la llamada?

    ─Aceptar, ─dijo Murphy con un suspiro.

    ─Si no quieres ir a la tienda, solo dilo.  No tienes que enojarte conmigo.

    ─Iré a la tienda como lo hago todos los días, ─dijo él, ─después que vaya por pizza otra vez.

    ─¡No, yo voy!  Después que termine con mi grupo de estudio, de camino a casa en la hora pico–

    ─Oh, ¿y yo no estoy en tráfico de hora pico?

    ─antes de limpiar la cocina–

    ─¿Limpiar la cocina de qué? ─preguntó Murphy. ─No has cocinado en tres días.

    ─¡Y no hemos tenido sexo en diez!

    ─Lo siento, cariño, ¡pero es un poco difícil tener sexo con alguien que nunca está en casa!

    La consola se puso en blanco.

    ─¿Acaba de colgarme la llamada? ─Murphy tocó la pantalla táctil.

    ─Jessica perdió la señal, ─dijo Nigel.

    ─Ella no perdió la señal, Nigel, pensaba que mentir era una característica humana.

    ─Mi programación incluye un dispositivo de seguridad.  Tu volante tiene sensores que me permiten monitorear tu pulso.  Cuando tu ritmo cardíaco indica que las emociones humanas están llegando a niveles peligrosos, entonces las comunicaciones se cortan para permitir que ambas partes puedan calmarse.

    ─¿Mi mayordomo virtual me está dando tiempo fuera?

    ─¿Puedo sugerir que escuches un poco de música instrumental de meditación para disminuir tu ritmo cardíaco?

    Se escuchó música Celta instrumental por los altavoces.

    2 2 2

    Tal como Murphy había esperado, el restaurante de comida para llevar estaba lleno de clientes que esperaban por sus pedidos de pizzas.  Cada una de la media docena de sillas de espaldar recto colocadas en línea contra la ventanilla de vidrio estaba ocupada por un infeliz cliente.  Luego de colocar su pedido por dos pizzas, se dirigió hacia una esquina vacía de la concurrida área de servicio.

    En el trayecto, Murphy notó otro oficial de la naval cuyo uniforme mostraba la insignia del cuerpo de servicios médicos. 

    Llevaba apretado en sus brazos un ramo de flores.  Mientras los ojos de Murphy subieron de la insignia a la cara del oficial, una amplia sonrisa apareció en su rostro.

    ─¿Thornton? ─El oficial extendió su mano.

    ─Comandante Ross Caldwell, que bueno verlo. ─Murphy le estrechó la mano. ─¿Qué está haciendo aquí?

    ─¿Qué crees?  Vivimos en Mine Run Drive. ─El Dr. Caldwell señaló en dirección al parque nacional. ─¿No me digas que tu esposa cambió las brillantes luces de la gran ciudad por los suburbios?

    ─Prácticamente somos vecinos, ─dijo Murphy. ─Nos mudamos a un sitio en Falls Road.  Jessica cambió su corona de la alta sociedad para ser una estudiante de medicina en Georgetown.

    ─Lo que explica la pizza, ─dijo Ross riendo. ─No te envidio.  Pero todas las noches solitarias y los tiempos difíciles que están atravesando habrán valido la pena cuando Jessica obtenga su título.

    ─¿Es tan obvio?

    ─Hey, probablemente yo sea la última persona a la que deberías pedir consejo sobre relaciones familiares, ─dijo Ross con una risa por lo bajo.

    Murphy ladeó la cabeza. ─No comprendo.

    Ross lo miró con una ceja levantada.

    ─Creo que me perdí de algo, ─dijo Murphy. ─Tú has estado casado muchos años.  Tres hijos fabulosos.

    ─Acabo de llevar al altar a la menor este otoño, ─dijo Ross con una amplia sonrisa. ─Gran boda con facturas incluso más grandes.  ¿No lo sabías?

    ─¿Sabía qué?

    ─En tu último año en la academia. ─Ross se encogió de hombros. ─Supongo que estabas tan ocupado siendo el primero en  la  clase  que  no  le  prestaste  atención   a  los

    dramas y a los escándalos que se suscitaron.

    ─Aprendí que la mejor manera de mantenerte en la cumbre es bloqueando el drama.

    ─Solicité una transferencia para salir de Annapolis después de tu último año.  Mi familia...─La voz de Ross se desvaneció antes de que aclarara su garganta.

    ─Te fuiste de Annapolis y te transferiste a Washington para salvar tu matrimonio, ─dijo Murphy.

    ─Tomé una decisión consciente al poner a mi familia en primer lugar, ─dijo Ross. ─Una vez que hice eso, el resto fue fácil. ─Levantó el ramo de flores. ─No importa lo difícil que esté la situación ahora, estos tiempos difíciles harán que tu matrimonio sea más fuerte cuando lleguen juntos al otro lado.

    ─Eso es lo que mi papá me sigue diciendo, ─murmuró Murphy.

    ─ ¿Cómo está el Capitán Thornton? ─Sonrió Ross.

    ─¿Se enteró de su promoción?

    ─Los militares somos como una familia.  Disfuncional, pero aún así familia. ─Bajó la mirada a las cintas en el pecho de Murphy. ─Tú ya tienes una Estrella de Bronce.  Pero no eres un SEAL.  Escuché que los SEALS realmente te querían con ellos–

    ─Recibí una mejor oferta, ─dijo Murphy. ─En este momento, soy enlace militar para NCIS.

    Los ojos de Ross se iluminaron por la referencia a la unidad de investigación criminal de la naval. ─¿Estás con ellos como investigador?

    ─He hecho algunas investigaciones criminales, si.  ¿Por qué?  ¿Hay algo que tú creas que debamos investigar?

    La actitud amable de Ross dio paso al nerviosismo.  Miró alrededor a los clientes que atestaban el pequeño local de comidas para llevar. ─Un amigo me habló sobre algo sospechoso que está sucediendo en una clínica privada.  Si es lo que creo–es que no puedo creer que eso esté ocurriendo aquí.  De todas formas,  llamé al  departamento de  salud  y  recursos

    humanos.  Se supone que mañana me reuniré con un investigador. ─Dejó salir un suspiro y frunció el ceño.

    El empleado detrás del mostrador llamó su nombre. ─¡Caldwell!

    Ross se dirigió al mostrador, pero entonces se volteó hacia Murphy. ─Hey, ¿todavía corres?

    ─Casi todos los días.

    ─¿Qué te parece si nos vemos mañana en la mañana para correr por el parque?  ¿A las siete?  Bien temprano, cuando abre el parque. ─Ross tomó la caja de pizza y salió trotando.

    Murphy sacó su teléfono para anotar su cita para ir a correr en el calendario.  De reojo, vio un Nissan convertible rojo brillante llegar a la pizzería.  Era difícil no ver a la conductora con su largo cabello rubio bajo un sombrero rojo ajustado con una bufanda y lentes oscuros de sol con joyería.  Mientras se detenía frente a él, Ross miró alrededor antes de inclinarse para hablar con la conductora.  Su expresión era seria.  Entonces, con otra mirada rápida para asegurarse de que nadie estaba observando, Ross subió al asiento del pasajero.  La conductora rubia aceleró antes de que Ross tuviera tiempo de ajustar su cinturón de seguridad.

    Murphy ladeó la cabeza.  Mm, me pregunto si esa sería su esposa.

    CaPíTulo Dos

    ––––––––

    La mente de Jessica Faraday estaba llena de nombres de doctores, síntomas, diagnósticos, y casos de estudio psiquiátricos.  Con un fuerte suspiro, guardó la laptop en su estuche.

    ─Nos queda suficiente café para una taza más. ─Con una amplia sonrisa, Carol, la anfitriona del grupo de estudio, estaba de pie en la puerta de la cocina y agitaba la jarra.

    Los estudiantes médicos hicieron una pausa mientras recogían sus materiales dispersos por la sala para contar chistes.

    ─Una taza más de café y me iré nadando a casa, ─le dijo Jessica a Carol mientras tomaba el estuche de su laptop.  Cuando sus dedos rozaron la mano de un hombre, lanzó un grito que atrajo la atención de sus amigos.  Se dio la vuelta para encontrarse que Brett Wagner sostenía su estuche.

    ─No quise asustarte, Jessica. ─El delgado joven, con cabello marrón-rojizo y con barba y bigote bien recortados le ofreció una amplia sonrisa. ─Aquí tienes.

    ─Gracias, Brett. ─Ella deslizó su laptop en su bolso y se puso de pie. ─Toda esa cafeína me alteró.

    ─Así no tendremos que preocuparnos de que te quedes dormida mientras conduces a tu casa. ─Brett la siguió junto con el resto de los estudiantes caminando  por el comedor de la

    casa hacia las escaleras que llevaban hacia el vestíbulo. ─Hablando de conducir–

    ─Es demasiado tarde, Brett. ─La inquilina de Carol, Selena, pareció saltar desde detrás del comedor para interrumpir al estudiante de medicina.

    Recientemente graduada de Midwest, Selena se había mudado a Washington para comenzar su carrera en una de las muchas agencias federales en el área.  Con poco más de cinco pies de estatura y menos de cien libras, parecía que tenía doce años.  Se había mantenido alejada de las sesiones de estudio–hasta que Brett demostró cierto interés por ella.

    ─¿Quieres que te lleve a casa? ─le preguntó.

    Ansiosa por llegar a su tibia cama en casa, Jessica no esperó por la respuesta de Brett.  Aceleró su paso para alcanzar a sus amigos que se dirigían a la calle.

    Carol le dijo adiós desde la puerta. ─¿Cuándo vamos a conocer a tu guapo esposo oficial de la naval?

    ─Si no lo has conocido, ¿entonces cómo sabes que Murphy es guapo?

    ─Por la forma en que te apuras para volver a casa con él, ─dijo Carol con una sonrisa. ─Tienes que unirte a nosotros cuando vayamos a cenar o por unos tragos.

    ─Yo ya saqué de mi sistema mis días de fiestas y clubes antes de comenzar en la escuela de medicina.

    ─¿Cuánto tiempo llevan casados tú y Murphy? ─preguntó Carol.

    ─Poco más de un año.

    ─Entonces todavía están recién casados. ─Con una mirada hacia las escaleras que llevan al piso principal, frunció el ceño. ─¿Brett todavía está arriba?

    ─Selena lo arrinconó.

    Carol murmuró un gruñido.

    ─Selena es nueva en la zona, probablemente se siente

    un poco sola–

    ─Y es igualmente ingenua, ─dijo Carol. ─Una blanco perfecto para Brett.  Ashleigh lo dejó después que se enteró de que había dormido con Selena–aquí bajo mi techo.  Cuando decidí alquilar una habitación para ayudarme a pagar la escuela de medicina, no debí ofrecérsela a una muchacha recién salida de la universidad.  Pensé que como estaba trabajando para la FDIC sería una silenciosa nerd. ─Volteó los ojos. ─Así fue hasta que Brett la atrapó.

    ─Ah, no hay nada como el drama para mantener las cosas interesantes, ─dijo Jessica con un suspiro antes de decir buenas noches a Carol.  Bajó trotando los escalones del frente para llegar a su auto estacionado en la calle.

    La brisa de la noche la hizo estremecerse.  Era principio de Marzo, el clima era cambiante entre invierno y primavera.  Ese día, había sido soleado y fresco.  Pero después del atardecer, llegó una brisa fría que les recordaba que todavía no era primavera.

    Las brillantes luces de Georgetown dificultaban que Jessica pudiera saber si el cielo estaba claro o no.  Música con alto volumen y voces que parecían de una fiesta universitaria llegaron a la calle cerca de la casa.

    ─¡Hey, Jessica!  ¡Espera! ─Subiendo la cremallera de su chaqueta, Brett bajó trotando los escalones detrás de ella. ─¿Dónde está tu chico de la naval?

    ─En casa. ─Suspiró cuando recordó la pizza que le había pedido a Murphy que pasara buscando para la cena.  Miró su celular para ver la hora.

    Hace seis horas.  Ha mantenido caliente la pizza por seis horas.  ¡Estoy en muchos problemas!

    ─Si no es mucha molestia...─Brett le mostró una sonrisa suplicante.

    ─Pensé que Selena te llevaría a tu casa.

    ─ Se ofreció, pero–

    ─¿Qué le pasó a tu Beemer?  ─De repente,  Jessica

    recordó que había visto a Brett conduciendo un BMW convertible en las otras reuniones del grupo de estudio.

    ─Está en el taller, ─dijo Brett. ─Ha sido un mes difícil.  Ashleigh me botó–

    ─ Por engañarla con Selena.

    ─Mira, cometí un error, ─dijo Brett. ─Mi Beemer se dañó y estoy durmiendo en el sofá de un amigo hasta que pueda encontrar tiempo para hacer remodelar mi nuevo hogar.

    ─No me des los detalles, ─dijo Jessica. ─Estoy cansada y quiero ir a casa con mi esposo–quien no está durmiendo con la inquilina adolescente de la líder de mi grupo de estudio.

    ─Ella no era una adolescente.

    ─Buenas noches, Brett. ─Jessica presionó el botón para encender su Ferrari morado.

    ─Está bien, entonces no te daré los detalles.  ¿Pero puedes al menos darme el aventón?  Es tarde...está oscuro, hace frío...La casa está apenas a unas calles de la estación del metro Rosslyn...─Su voz se desvaneció.

    ─Entra. ─Le hizo un gesto hacia el Ferrari morado. ─¿Cuánto tiempo habían estado juntos Ashleigh y tú? ─se atrevió a preguntar una vez que había maniobrado en el tráfico saliendo de la ciudad un Viernes en la noche para cruzar el Río Potomac.

    ─Un par de años.  ¿Cómo toma tu marinero que asistas a la escuela de medicina?

    ─Murphy es un oficial–no un marinero. ─Tragó. ─Todavía estamos ajustando nuestras ocupadas agendas.  A él lo envían en asignaciones temporales fuera del país con  frecuencia.    Pero cuando  está   en  casa,   yo  estoy

    estudiando.  ¿Era eso con lo que se enfrentaban Ashleigh y tú?  ¿Chochaban sus agendas?

    ─Y el estrés, ─dijo él. ─La escuela de medicina es costosa y estresante.  Creíamos estar lo suficientemente comprometidos con la relación para hacer que funcionara.  Supongo que estábamos equivocados. ─Él observó su perfil en la tenue luz del auto deportivo. ─Supongo que no nos amábamos lo suficiente a la larga.

    2 2 2

    La noticia de la ruptura de Brett dejó un peso en la mente de Jessica de camino al hogar Faraday-Thornton en Great Falls.  Habían estado juntos por dos años.  Más tiempo del que Murphy y  yo siquiera nos conocemos.  Cierto, Brett y Ashleigh no estaban lo suficientemente comprometidos para casarse, pero aún así...

    Jessica intentó levantar el ánimo cambiando las estaciones de radio para buscar algo alegre–un proceso peligroso en las cerradas curvas de la carretera de dos canales que conectaba Capital Beltway con los suburbios al oeste del área Metropolitana de Washington.

    Por suerte, encontró una música alegre justo cuando pasaba por el portón de seguridad de la propiedad Faraday-Thornton, que habían bautizado Mansión de la Rosa con Espinas.

    Llevó el Ferrari a su puesto en el garaje para siete vehículos y presionó el botón para apagar el motor.  La combinación de agotamiento mental y su humor se hicieron sentir cuando murmuró un profundo suspiro y se deprimió.

    Temía enfrentarse a Murphy.  No solo no cumplió con ir a la tienda, sino que lo envió a buscar dos pizzas para la cena y entonces lo dejó esperando.

    No era temor lo que la retenía.  Sería

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