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Un Buen Año para Matar: Los Misterios de la Rosa con Espinas
Un Buen Año para Matar: Los Misterios de la Rosa con Espinas
Un Buen Año para Matar: Los Misterios de la Rosa con Espinas
Libro electrónico454 páginas5 horas

Un Buen Año para Matar: Los Misterios de la Rosa con Espinas

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¡Elogios para los misterios de Lauren Carr!

“Aunque Carr ubica todos sus libros en el género de misterio principalmente, me he sentido intrigada al ver cómo se involucra en historias diversas, complejas que “la convierten” a las categorías multi-género que me deja preguntándome si no hay nadie más que produzca tal riqueza de divergencia y áreas disímiles de interés en las que Carr está dispuesta a incursionar…¡y lograr!” – Crítica:  Glenda Bixler, Book Reader’s Heaven

¿Será Este Caso el Final de la Pareja de la Rosa con Espinas?

Luego de diez meses de dicha conyugal, Jessica Faraday y Murphy Thornton todavía se están descubriendo y adaptando a su vida juntos.  Instalados en su nuevo hogar, todo parece estar perfecto…excepto en medio de la noche cuando, de entre las más oscuras sombras de su subconsciente, un profundo secreto del pasado de Jessica se asoma a la superficie para hacer que ataque a Murphy.

Cuando la reportera de investigación Dallas Walker le dice a la pareja sobre su más reciente caso, conocido como la Masacre de Pine Bridge, se dan cuenta que Jessica podría haber sido testigo del asesinato de una familia que vivía cerca de la bodega propiedad de familiares lejanos que estaba visitando y que reprimió ese recuerdo.

Determinados a descubrir la verdad y encontrar justicia para las víctimas del asesinato, Jessica y Murphy regresan a la escena del crimen con Dallas Walker, una Texana arrojada y testaruda.  ¿Podría esta reunión familiar brindar un cierre a una comunidad afectada por la tragedia o podría esta espinosa reunión acabar con la pareja de la Rosa con Espinas?

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento17 ene 2019
ISBN9781547562015
Un Buen Año para Matar: Los Misterios de la Rosa con Espinas

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    Un Buen Año para Matar - Lauren Carr

    Un Buen Año para Matar

    Lauren Carr

    ––––––––

    Traducido por Ana Medina 

    Un Buen Año para Matar

    Escrito por Lauren Carr

    Copyright © 2019 Lauren Carr

    Todos los derechos reservados

    Distribuido por Babelcube, Inc.

    www.babelcube.com

    Traducido por Ana Medina

    Diseño de portada © 2019 Todd Aune Spokane, Washington www.projetoonline.com

    Babelcube Books y Babelcube son marcas registradas de Babelcube Inc.

    Tabla de Contenido

    Título

    Derechos de Autor

    Un Buen Año para Matar | Lauren Carr | Traducido por Ana Medina

    Tabla de Contenido

    Un Buen Año

    Un Buen Año para Matar: Información sobre el Libro

    Tabla de Contenidos

    Dedicatoria

    Epígrafe

    Personajes

    Prólogo

    Capítulo Uno

    Capítulo Dos

    Capítulo Tres

    Capítulo Cuatro

    Capítulo Cinco

    Capítulo Seis

    Capítulo Siete

    Capítulo Ocho

    Capítulo Nueve

    Capítulo Diez

    Capítulo Once

    Capítulo Doce

    Capítulo Trece

    Capítulo Catorce

    Capítulo Quince

    Capítulo Dieciséis

    Capítulo Diecisiete

    Capítulo Dieciocho

    Capítulo Diecinueve

    Capítulo Veinte

    Capítulo Veintiuno

    Capítulo Veintidos

    Capítulo Veintitrés

    Capítulo Veinticuatro

    Capítulo Veinticinco

    Capítulo Veintiséis

    Capítulo Veintisiete

    Capítulo Veintiocho

    Capítulo Veintinueve

    Capítulo Treinta

    Capítulo Treinta y Uno

    Epílogo

    Sobre la Autora | Lauren Carr

    ¡Mira los Misterios de Lauren Carr!

    Asesinato Dos por Uno

    ¡Viene Mayo 2017!

    Un Buen Año para Matar

    Lauren Carr

    ––––––––

    Traducido por Ana Medina 

    Un Buen Año para Matar

    Escrito por Lauren Carr

    Copyright © 2018 Lauren Carr

    Todos los derechos reservados

    Distribuido por Babelcube, Inc.

    www.babelcube.com

    Traducido por Ana Medina

    Diseño de portada © 2018 Todd Aune Spokane, Washington www.projetoonline.com

    Babelcube Books y Babelcube son marcas registradas de Babelcube Inc.

    Tabla de Contenido

    Un Buen Año para Matar: Información sobre el Libro

    Dedicatoria

    Epígrafe

    Personajes

    Prólogo

    Capítulo Uno

    Capítulo Dos

    Capítulo Tres

    Capítulo Cuatro

    Capítulo Cinco

    Capítulo Seis

    Capítulo Siete

    Capítulo Ocho

    Capítulo Nueve

    Capítulo Diez

    Capítulo Once

    Capítulo Doce

    Capítulo Trece

    Capítulo Catorce

    Capítulo Quince

    Capítulo Dieciséis

    Capítulo Diecisiete

    Capítulo Dieciocho

    Capítulo Diecinueve

    Capítulo Veinte

    Capítulo Veintinuno

    Capítulo Veintidós

    Capítulo Veintitrés

    Capítulo Veinticuatro

    Capítulo Veinticinco

    Capítulo Veintiséis

    Capítulo Veintisiete

    Capítulo Veintiocho

    Capítulo Veintinueve

    Capítulo Treinta

    Capítulo Treinta y Uno

    Epílogo

    Sobre la Autora

    ¡Vea los Misterios de Lauren Carr!

    Los Misterios de Joshua Thornton

    Los Misterios de Mac Faraday

    Misterios con Amantes en el Crimen

    Los Misterios de la Rosa con Espinas

    Doble Homicidio

    ¡Llega en Mayo 2017!

    ¡Llega en Enero 30, 2017!

    Un Buen Año

    para

    Matar

    Un Misterio de la Rosa con Espinas

    por

    Lauren Carr

    Un Buen Año para Matar: Información sobre el Libro

    Todos los Derechos Reservados © 2017 por Lauren Carr

    Publicado por Acorn Book Services

    Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida en ninguna forma o por ningún medio, gráfico, electrónico, o mecánico, incluyendo la fotocopia, grabación, o por ningún sistema de recuperación de archivos sin la autorización escrita de la autora.

    Para información, llamar: 304-995-1295

    O por correo electrónico: writerlaurencarr@gmail.com.

    Este libro es un trabajo de ficción.  Nombres, personajes, lugares, e incidentes son producto de la imaginación de la autora o son usados de forma ficticia.  Cualquier parecido con eventos reales o establecimientos o personas, vivas o muertas, es completamente fortuito.

    Diseñado por Acorn Book Services

    Publicación Manejada por Acorn Book Services

    www.acornbookservices.com

    acornbookservices@gmail.com

    304-995-1295

    Portada diseñada por Todd Aune

    Spokane, Washington

    www.projetoonline.com

    Publicado en los Estados Unidos de América

    Tabla de Contenidos

    Un Buen Año para Matar: Información sobre el Libro

    Dedicatoria

    Epígrafe

    Personajes

    Prólogo

    Capítulo Uno

    Capítulo Dos

    Capítulo Tres

    Capítulo Cuatro

    Capítulo Cinco

    Capítulo Seis

    Capítulo Siete

    Capítulo Ocho

    Capítulo Nueve

    Capítulo Diez

    Capítulo Once

    Capítulo Doce

    Capítulo Trece

    Capítulo Catorce

    Capítulo Quince

    Capítulo Dieciséis

    Capítulo Diecisiete

    Capítulo Dieciocho

    Capítulo Diecinueve

    Capítulo Veinte

    Capítulo Veintiuno

    Capítulo Veintidós

    Capítulo Veintitrés

    Capítulo Veinticuatro

    Capítulo Veinticinco

    Capítulo Veintiséis

    Capítulo Veintisiete

    Capítulo Veintiocho

    Capítulo Veintinueve

    Capítulo Treinta

    Capítulo Treinta y Uno

    Epílogo

    Sobre la Autora

    ¡Mire los Misterios de  Lauren Carr!

    Doble Homicidio

    Dedicatoria

    Este es para Ziggy.

    Epígrafe

    Creo que la verdad desarmada y el amor incondicional tendrán la última palabra en la realidad.  Por eso creo que el bien, temporalmente derrotado, es más fuerte que la maldad triunfante.

    —Dr. Martin Luther King Jr.

    Personajes

    (en orden de aparición)

    Jessica Faraday: Esposa de Murphy Thornton.  Graduada con honores del College de William y Mary con un título en neurociencia del comportamiento y cognitivo.  Hija de Mac Faraday de los Misterios de Mac Faraday.

    Murphy Thornton: Esposo de Jessica Faraday.  Graduado de la Academia Naval.  No es el típico oficial de la naval.  Hijo de Joshua Thornton de la serie de misterios Amantes en el Crimen.

    Spencer/Candi: Perra ovejera Shetland de Jessica y Murphy. Él la llama Candi.

    Tristan Faraday: Hermano menor de Jessica.  Asiste a la Universidad George Washington.  Es un intelectual y está orgulloso de serlo.  Es un secreto ampliamente conocido que está saliendo con Sarah, la hermana de Murphy.

    Nigel: Mayordomo virtual de última tecnología de la casa de los Faraday-Thornton.

    Newman:  Perro mezclado de cazador Basset.  Es un saco de papas de cuarenta y cinco libras.

    Mac Faraday: Detective de homicidios retirado.  El día que su divorcio se hizo definitivo, heredó $270 millones y una propiedad en Deep Creek Lake de su madre biológica, Robin Spencer.

    Robin Spencer: Madre biológica de Mac Faraday y famosa escritora de misterio.  Cuando era adolescente y soltera, lo dio en adopción.  Luego de convertirse en la reina del misterio, encontró a su hijo y lo hizo su heredero.

    Patrick O’Callaghan: Difunto padre de David.  Legendario jefe de policía de Spencer.  El amor de Robin Spencer y padre biológico de Mac Faraday.

    Archie Monday: Antiguo editor y asistente de investigación de la mundialmente famosa escritora de misterio Robin Spencer.  Es la esposa de Mac Faraday.

    Gnarly: Pastor Alemán de Mac Faraday, otra parte de su herencia de Robin Spencer.

    David O’Callaghan: Jefe de policía de Spencer.  Hijo del fallecido jefe de policía Patrick O’Callaghan.  Mejor amigo y medio hermano de Mac Faraday.  Además es mayor en el Cuerpo de Reserva de la Marina de los Estados Unidos.  Dirige un equipo de operaciones especiales.

    Dallas Walker: Periodista investigadora.  Novia de David O’Callaghan.  Es hija de un petrolero de Texas y una periodista investigadora ganadora de premios.

    Storm: Pastor Belga de Dallas.  Se apegó mucho a David.

    Ava Browning: Víctima de homicidio.  Una atractiva y salvaje chica que vivía en Pine Creek Bend.  Abandonó la secundaria después de tener un bebé sin haberse casado.  Era la mejor amiga de Bridget Riva.

    Bridget Riva: Prima lejana de Jessica.  Hija de Leonardo y Regina Riva.  Su acaudalada familia posee y gerencia la viña Pine Bridge Winery.  Es abogada y trabaja con la fiscalía del condado.

    Simone Riva: Prima lejana de Jessica.  Hija de Nicholas.  Está más cerca a Jessica en edad que Bridget.  Se convirtió en sacerdote Episcopal.  Viuda con dos hijos.

    Salvatore Riva: Tío de Mac Faraday por parte de su familia adoptiva.  Orgulloso patriarca de la familia Riva.

    James Browning: Víctima de homicidio.  Hombre amable que pasó su vida trabajando en mantenimiento para la familia Riva en la bodega Pine Bridge Winery.

    Patricia Browning: Víctima de homicidio.  Su enfisema requería que llevara consigo un tanque de oxígeno constantemente–incluso mientras fumaba un cigarrillo tras otro.

    Curt Browning: Hijo de James Browning.  Se convirtió en el primer sospechoso luego de la masacre de su familia.

    Leonardo Riva: Hijo mayor de Salvatore.  Casado con Regina.  Tiene dos hijos: Bridget y Costantino.

    Nicholas Riva (Nick): Hijo menor de Salvatore.  Viudo con una hija, Simone.

    Regina Riva: Esposa de Leonardo.  Inmigró desde Italia.  Gerencia la posada de la bodega.

    Costantino Riva: Hijo de Leonardo y Regina.  Trabaja en la posada únicamente para obtener inspiración para su poesía.  Hermano menor de Bridget.

    Suzie Browning: Esposa de James Browning y madre de Curt y Ava.  Los rumores dicen que ella se escapó cuando los niños eran muy pequeños.

    Comisario Tim Taylor: Recién elegido comisario.  Antiguo Comando del Ejército.  Fue amigo de Curt Browning en la secundaria.  Ahora que el esqueleto de Curt Browning fue encontrado, ve la oportunidad de limpiar el nombre de su amigo.

    Armand Dupré: Propietario del Chateau Dupré.  Senador del estado.  Curador del museo local de la Guerra Civil y de una galería de arte local.  Descendiente directo del general por el que fue nombrado.  Obsesionado con restaurar la plantación de la familia a sus días de gloria.  Casado con Nell Loomis.

    Nell Loomis: Esposa de Armand, fue una famosa bailarina de ballet y coreógrafa.  Proviene de una antigua familia acaudalada.  Vive reclusa en el piso superior del Chateau Dupré.  Solo permite que la vean Armand y el personal del hotel, porque quiere que todos la recuerden como era.

    Alyson Johnson: Novia y cohartada de Curt Browning.  Madre soltera del hijo de Curt, el cual nació después de su desaparición.  Le pide a Dallas que investigue el caso y limpie el nombre de Curt.

    Wayne Merkle:  Antiguo comisario.  Investigador principal en el asesinato de los Browning.  Retirado, así que debería estar pescando.  En lugar de eso, se la pasa en el departamento de policía molestando al Comisario Taylor.

    Gwen Lerner: Contadora de la bodega Pine Bridge Winery y amante de Leonardo.

    Alguacil Greg Richards: Alguacil del Comisario.  Sirvió bajo las órdenes de Wayne Merkle.  Ahora trabaja bajo las órdenes del Comisario Taylor.

    Bennett Skelton: Costoso abogado defensor.  Garantiza las absoluciones–por un precio.

    Freddy Helprin: Anfitriona en la Posada White Pine.  Se rumora que es la amante de Leonardo.  Ya sabes lo que dicen de los rumores.

    Alguacil Willows: Alguacil femenina que trabaja para el Comisario Taylor.

    Claire Hemsworth: Una mujer descalza que Jessica conoce en el Chateau Dupré.

    Prólogo

    Hace Quince Años, Pine Bridge, Virginia

    ¡Deja de llorar!  ¡Van a escucharte, niña boba!

    Sus pulmones gritaban por oxígeno, sostuvo la respiración para evitar jadear mientras tropezaba por el camino.  Con solo la luz de la luna llena a través de los árboles para iluminar su camino, tropezó contra las raíces sobresalientes de un árbol y cayó sobre sus rodillas.  Se golpeó la boca contra una roca, partiendo su labio superior.  Comenzó a inflamarse inmediatamente.

    ¡Papi!

    Su padre no podía ayudarla.

    A noventa minutos de distancia, en los suburbios de Washington, DC, no tenía idea de que su hija de diez años estaba corriendo por su vida.

    ¡Nunca debí venir para acá!

    Al escuchar chillidos detrás de ella, quitó sus rizos oscuros de sus ojos, se apresuró a ponerse de pie, y continuó corriendo hacia los sonidos de gemidos de sus primas adolescentes.

    Cuando escuchó el ruido de pisadas cruzando el puente peatonal, se detuvo.

    ¡Me dejaron! ¡No me esperaron!

    Un grito agudo la hizo entrar en acción. ─¡Bridget!  ¡Ayúdame!  Que alguien me ayude.  ¡Por favor!

    ¡Ava!

    Al mirar detrás de ella, vio dos figuras que corrían por el camino.  La figura más pequeña iba descalza y solo llevaba una piyama corta.

    ¿Cuánto tiempo estuvimos riéndonos de esa tonta película de horror sobre un loco enmascarado que asesinaba adolescentes?  En un segundo, su fiesta de piyamada se había convertido en un horror de la vida real.

    La figura del mal en la vida real rápidamente alcanzó a Ava.  La agarró por la parte de atrás de su camisón, la lanzó al suelo.

    ─¿Quién se ríe ahora?

    Fue como si el asesino leyera su mente.  La risa parecía mezclarse con la brisa de la noche y la rodeaba, burlándose como si fuera un gato, y ella, un ratón.

    La niña tomó aire y escarbó su camino para esconderse entre los arbustos.

    ─¡No!  ¡No lo hagas! ─gritó Ava mientras su atacante levantaba su puño sobre su cabeza antes de golpearla.

    El cuerpo de Ava se derrumbó, y se escuchó cuando sus huesos se rompían.  Los gritos se convirtieron en sollozos de derrota.

    Paralizada por el miedo, solo podía mirar mientras el asesino enmascarado terminaba con la vida de Ava.

    Capítulo Uno

    Tiempo Presente, Virginia del Norte

    ─Alguien va a pensar que te estoy golpeando, ─dijo Jessica Faraday, riendo mientras frotaba el pecho de Murphy con una esponja de baño.

    Su voz lo hizo salir del éxtasis creado por la combinación del baño de vapor y el cuerpo de su esposa en sus brazos. Murphy Thornton abrió sus ojos azules y bajó la mirada hacia los arañazos en su hombro que ella estaba acariciando. ─Tal vez sea porque sí lo haces, ─dijo riendo. ─Tú me hiciste eso.

    La sonrisa de ella desapareció. Se alejó de él, fuera de sus brazos. ─¿Cuándo?

    Murphy inclinó su cabeza hacia atrás para enjuagar el champú en su cabello oscuro. Los chorros de agua caliente corrían por todo su cuerpo. ─La otra noche. Debiste tener una de tus pesadillas. Me desperté cuando me estabas arañando.

    ─No lo recuerdo.

    Él pasó las manos por su cabeza y escurrió el agua en su cabello. ─Por lo general no lo haces. Yo te desperté. De detuviste, te volteaste hacia el otro lado y te volviste a dormir como si no hubiera ocurrido nada.

    Ella pasó sus manos por los arañazos desde su hombro hasta su pecho. Estaban rojos y eran profundos. ─Parece que te saqué sangre.

    Él le tomó la mano, le besó los dedos. ─Soy un hombre. Puedo soportarlo.  ─Apagó la ducha y abrió la puerta. ─Tenemos que irnos si vamos a llegar a la casa de tu padre a tiempo para almorzar. ─Tomó una toalla y procedió a secarla toda. Al ver tristeza en sus ojos violeta, se detuvo con la toalla sobre los hombros de ella. ─¿Qué?

    Una vez más, ella pasó sus dedos por su herida. ─¿Cuántas veces te he herido y no me has dicho nada?

    ─No es que no dijera nada.  Dije ‘ouch’ y ‘deténte.’  Como no lo hiciste, te empujé.  Tú te diste la vuelta y te quedaste dormida de nuevo.

    ─Lo dices como si sucediera todo el tiempo, ─dijo ella.

    Las comisuras de sus labios formaron una sonrisa.  Arqueó una ceja. ─Esto no puede ser algo nuevo para ti, cariño.  Me pusiste un ojo negro en nuestra luna de miel, ¿o lo has olvidado?

    Quitándose la toalla de los hombros, se la lanzó a él y salió del baño en su lujosa casa en Great Falls, Virginia.

    Al ver a sus dueños, Spencer, su perrita shelty de pelaje azul, se sentó donde había estado despatarrada en medio de la cama tamaño King.  Con sus grandes ojos azules, ladeó la cabeza hacia ella como si se preguntara sobre su desnudez.

    ─¿Por qué estás enojada conmigo? ─le preguntó Murphy. ─Soy yo quien recibe golpes mientras duerme.

    Ella se detuvo a mitad de camino hacia la habitación de forma tan súbita que Murphy casi chocó con ella.  Dando la vuelta, ella dijo, ─¿Cuántas veces más te he atacado sin saberlo?

    ─Allí lo tienes, ─dijo él, ─eso es lo importante para recordar.  Tú no sabes que me estás abofeteando, golpeando, pateando ─señaló las marcas en su pecho ─y arañándome.  Estás profundamente dormida. ─Agregó gentilmente, ─No es tu culpa.  Yo sabía que te sentirías mal–como te sientes ahora–así que no digo nada. ─Levantó los brazos. ─Me ves desnudo todos los días.  He tenido estas marcas durante dos días.

    ─Cuando veo hematomas o raspaduras, supongo que te las hiciste en el trabajo.

    ─A menos que esté en una asignación para el Estado Mayor Conjunto, generalmente estoy sentado en un escritorio en las oficinas de NCIS del Pentágono, ─dijo Murphy. ─La única herida de trabajo que tuve en el último mes fue una cortada con papel.

    Ella extendió una mano para tocar su pecho. ─¿Sucede esto cuando tengo esas pesadillas?

    ─Ellas van y vienen. ─Murphy le apretó la mano. ─Estos ataques han ocurrido solo algunas veces desde que nos casamos.

    Ella las contó con sus dedos. ─El ojo negro en Australia.

    ─La vez que me golpeaste con la rodilla en la ingle, ─dijo Murphy. ─Eso fue en primavera.  Luego estuvimos bien hasta Julio, cuando me pateaste en la espalda y me tumbaste de la cama. ─Ofreciéndole una brillante sonrisa, se palpó la herida. ─Míralo de esta manera.  Es la primera vez que intentas matarme en cuatro meses.

    Con un gruñido, ella se sentó en la cama.

    Viendo una oportunidad para unirse a su familia, Spencer se acercó a un lado de Jessica.

    Murphy se sentó junto a ella, pasó su brazo sobre sus hombros. ─Ya descubriremos qué sucede, cariño. ─La besó en la cabeza.  Sus largos y gruesos rizos todavía estaban húmedos por la ducha. ─Cada vez que sucede, gritas pidiendo ayuda y actúas como si estuvieras intentando alejarte de mí–o, más bien, alejarte de alguien en tu pesadilla.

    ─Es un desorden del sueño, ─dijo ella. ─Ya lo investigué.  Se llama desorden del comportamiento del sueño REM.  Tengo esta horrible pesadilla, y es tan vívida y violenta que te ataco.  Pero en mi pesadilla, me persiguen por el bosque en la noche.  Y hay terribles, horribles gritos, del tipo que solo he escuchado en las películas...gritos muy fuertes...de más de una persona. ─Poniendo sus brazos alrededor de él, ella apoya su cabeza en su hombro.

    Él sintió cómo su cuerpo temblaba en sus brazos.

    ─Al principio pensé que era gracioso, ─dijo ella con un suspiro. ─Que te diera un ojo negro en nuestra luna de miel.  Pensé que eso era justo lo que necesitábamos para acostumbrarnos a dormir juntos y descubrir nuestras idiosincrasias y aprender a manejarlas.  Todo eso es parte de la diversión de ser recién casados. ─Ella levantó la mirada hacia él. ─Nunca ni en mis más salvajes sueños pensé que mis idiosincrasias incluirían intentar matar a mi esposo mientras duerme.

    Murphy rió. ─Son arañazos, no heridas de puñales.

    Ella se alejó. ─¿Qué sucede si soy sonámbula, y no lo sé?  Ha habido casos de personas sonámbulas que han asesinado personas mientras estaban dormidas.

    ─Sí, claro, ─dijo Murphy. ─Ningún jurado ha aceptado esa excusa.

    ─Así que si te mato mientras estoy sonámbula, ningún jurado me creerá, y pasaré el resto de mi vida en la cárcel. ─Con las manos cubriendo su rostro, se dejó caer de espaldas en la cama.

    Se escuchó un pequeño gemido de Spencer.

    ─Pienso que ambos estamos exagerando. ─Murphy se palmeó la marca en el pecho. ─Solo es un rasguño.

    ─No quiero hacerte daño.

    ─Y yo no quiero que me mates mientras duermo y vayas a la cárcel por el resto de tu vida, ─dijo él. ─Créeme, no quiero que eso ocurra.

    Con una actitud de resolución, ella se sentó. ─Eso lo decide.  Cuando regresemos de Deep Creek Lake, voy a hacer una cita en la clínica del sueño y haré que arreglen esto antes de que te mate. ─Con un susurro, añadió, ─Mientras tanto, sugiero que ninguno de nosotros duerma para mantenerte seguro.

    ─Si no podemos dormir, ¿entonces qué sugieres que hagamos en la noche?

    Ella se recostó en la cama y lo llamó con un dedo. ─Ven acá, y te mostraré.

    Mirando su cuerpo desnudo, Murphy rió. ─Ya me conoces, cariño. ─Tomó su rostro en sus manos y la beso profundamente.  Mirando sus penetrantes ojos violeta, le susurró. ─Haré todo lo que tenga que hacer para mantenerme con vida.

    ─¡Supuse que ustedes ya se habían ido! ─Después de descubrir el Ferrari morado de su hermana en la entrada, Tristan Faraday se apresuró a entrar en su enorme casa en el bosque a la orilla del río Potomac para exigir una explicación. 

    Murphy trotaba bajando las escaleras con la maleta de Jessica bajo un brazo y el estuche de maquillaje bajo el otro.  ─Vamos tarde.  ¿Y qué?  No es como si tu papá no nos fuera a dejar entrar si faltamos al almuerzo. ─Al final de las escaleras, extendió el asa de la maleta más grande y la rodó hacia afuera.

    ─Sarah viene en camino, ─dijo Tristan.

    ─ETA es veinticuatro minutos, ─anunció la profunda y gutural voz de la casa inteligente de los Thornton por los altavoces estratégicamente colocados.

    Conectado a sus teléfonos inteligentes, las habilidades de la casa inteligente de los Thornton iban más allá de la cerca de hierro que rodeaba la propiedad.  Desarrollado y diseñado por un equipo de expertos en computación, incluyendo a Tristan; Nigel, el mayordomo de última tecnología, era un prototipo que podía proporcionar seguridad a la casa, dejar salir a los perros para caminar, e incluso hacer seguimiento a la despensa de la cocina.  Cuando el suministro de un artículo de uso regular en la casa disminuía en el inventario de la despensa, Nigel hacía un pedido automáticamente a la tienda en la red que enviaba los productos directamente a la casa.

    Como era virtual, Nigel no podía arreglar las compras.  Pero el tedioso hermano menor de Jessica, que vivía en la casa de huéspedes, estaba determinado a encontrar la forma de automatizar eso también.

    Murphy retrocedió un paso en la puerta. ─Pensé que Sarah no vendría hasta esta tarde.

    ─Salió de la academia naval hace una hora, ─dijo Tristan. ─Viene temprano.

    ─Porque ha conducido de manera consistente a siete millas por hora por encima del límite de velocidad, ─dijo Nigel. ─La cadete Sarah Thornton tiene lo que los humanos llaman un pie de plomo, así como su hermano.

    ─Yo no tengo pie de plomo.

    ─Si, lo tienes, ─dijeron Tristan y Nigel al unísono.

    ─Tristan, creo que pones demasiado de ti mismo en Nigel. ─Murphy silbó y salió por la puerta.

    En respuesta a la llamada de Murphy, Spencer pasó corriendo al lado de Tristan y por la puerta del frente.

    ─¡De verdad no quiero que estén aquí cuando llegue Sarah! ─Gritó Tristan a quienquiera que lo escuchara.

    ─No puedo ir a ningún lado, ─dijo Nigel.

    ─No estaba hablando contigo.

    Llevando su bolso y chaqueta, Jessica bajó trotando por las escaleras. ─¿Cuál es el problema?

    ─Sería incómodo, ─dijo Tristan.

    ─¿Qué sería incómodo? ─preguntó Jessica.

    ─Todo el asunto.  Soy tu hermano, y estoy saliendo con la hermana de Murphy.  Es raro.

    Murphy se apresuró a entrar de nuevo. ─¿Raro?  Fui yo quien los encontró haciéndolo en el garaje.  Todavía estoy intentando borrar esas imágenes de mi mente.

    ─Bueno, no hubieras visto nada si hubieras tocado la puerta antes de entrar, ─dijo Tristan.

    ─¿Quién toca la puerta antes de entrar a su propio garaje? ─Murphy levantó los brazos en un gesto salvaje y terminó haciendo un círculo para darle una rápida mirada a la casa.

    ─Lo mínimo que debió hacer Nigel era avisarnos, ─dijo Jessica. ─Agrega eso a tu lista de ajustes.

    ─Ya está en la lista, ─dijo Tristan. ─Yo lo puse personalmente de primero en la lista.

    ─¿Por qué estás tan nervioso? ─preguntó Jessica. ─¿Sarah y tú están teniendo problemas?

    El alto y desgarbado cuerpo de Tristan se puso rígido. ─¿Por qué pensarías eso? ─Sus ojos se abrieron detrás de sus lentes. ─Todo lo que quiero es que ustedes dos se vayan. ─Señaló la puerta.

    ─No te preocupes, nos iremos antes que Sarah llegue aquí.  Solo voy a dar una mirada más para ver si se me queda algo. ─Murphy corrió escaleras arriba.

    Después de darle su chaqueta a Tristan para que la sostuviera, Jessica se volteó y se la colocó. ─La bodega de vinos tiene todo tipo de vino.  De esa forma, no importa lo que prepares de comida para tu cena romántica, tendrás el vino apropiado para acompañarla.  Además, hay una montaña de bocadillos en la despensa para el juego del Domingo.

    ─Supongo que no pasaremos hambre. ─Tristan vio a Murphy ir de habitación en habitación en el piso superior.

    ─Newman está viendo un maratón de fin de semana del Día de los Veteranos, ─dijo ella. ─Ahora, podría estar tan imbuido en las películas que tendrán que recordarle que vaya al baño.  Que no se te...

    ─No lo olvidaré. ─Tristan, impaciente, se apoyaba en los pies alternativamente. ─Cada tantas horas, arrastraré al saco de papas canino afuera.  ¿También se olvidará de comer?

    ─No te preocupes, Tristan, ─dijo Nigel. ─Ya tengo a Newman en un horario.  Si gustas, puedo darte un recordatorio cinco minutos antes de sus salidas programadas al baño.

    Ella sacudió un dedo con una larga uña violeta. ─No permitas que ese perro haragán te diga que puede comer en la silla reclinable.  Salir de esa silla para comer es su único ejercicio.

    ─Listo.  Tengo entendido que Dallas, la nueva novia de David, les está preparando una auténtica comida Texana para la cena. ─Tristan no pasó por alto que su hermana murmurara algo mientras revisaba su bolso para asegurarse de que tenía su teléfono celular.  Su aparente disgusto lo hizo reír. ─¿Qué sucede?  Pensé que ella te agradaba.

    ─De alguna manera, y no sé cómo exactamente, Murphy entró en su radar.

    ─Pensaba que estaba loca por David, ─dijo Tristan. ─Yo sé que ella es, como, diez años menor que David, pero sería muy raro que fuera tras el esposo de la sobrina de su amante.

    ─No estoy hablando de ese radar. ─Segura de que tenía su teléfono, lo guardó de nuevo en su bolso.

    ─Ella es una periodista investigadora, ─dijo Murphy con un sonoro susurro de camino a la puerta, la cual había abierto anticipadamente para irse en cualquier momento. ─Con énfasis en investigadora.  Y no se cree la historia de que yo soy un oficinista cualquiera en el Pentágono.

    Tomando en cuenta la contextura física de Murphy, la cual era firme por sus ejercicios diarios, prácticas de artes marciales, y una cantidad de pruebas físicas que realizan a los miembros del equipo ultra secreto del gobierno llamado los Fantasmas, Tristan rompió a reír. ─¿Por qué no le dijiste que eras un SEAL?

    ─Porque alguien ya le había dicho que yo trabajaba en el Pentágono.  Los SEALS no tienen puestos de escritorio en el Pentágono.

    Tristan miró a Jessica, quien sacudió la cabeza. ─¡No fui yo!

    ─Esa obstinada Texana es como un perro con un hueso, tratando de averiguar qué es lo que yo hago. ─Murphy dobló sus brazos y se apoyó en el marco de la puerta. ─A estas alturas, lo último que el Estado Mayor Conjunto necesita es que los Fantasmas sean descubiertos.

    ─David lo sabe, ─dijo Tristan, ─y él está durmiendo con ella.

    ─David es un operativo especial con el Cuerpo de Reserva de la Marina, ─dijo Murphy. ─Él sabe que no debe arriesgar la seguridad nacional mientras conversa en la cama.

    ─Aún así, no lo hace más fácil. ─Jessica levantó las manos en señal de que se detuvieran. ─No tengo deseos de pasar el fin de semana evadiendo a Dallas Walker.

    ─Acostúmbrate.  Podría terminar siendo parte de la familia, ─dijo Tristan riendo. ─Eso resultaría en reuniones familiares muy interesantes.

    ─No tanto como tú durmiendo con mi hermana, ─dijo Murphy riendo.

    ─No vas a matarme con una pajilla, ¿cierto?

    ─¿Una pajilla? ─preguntó Jessica. ─Ponte serio.

    ─¡Él es un Fantasma, Jess!  Tu esposo es un agente especial altamente entrenado que reporta directamente al Estado Mayor Conjunto sobre sus misiones secretas. ─Señaló a Murphy con un pulgar. ─¡Lo último que necesito es que me encuentren muerto con una pajilla al lado de mi cuerpo!

    ─Supongo que eso significa que puedo estar seguro de que tratarás bien a Sarah. ─Con una sonrisa malévola, Murphy subió y bajó sus cejas.

    ─Por eso quiero que se vayan antes de que Sarah llegue aquí–

    ─La hora estimada de llegada de la Cadete Sarah Thornton es ahora de doce minutos, ─anunció Nigel. ─Acaba de salir de la autopista hacia Georgetown Pike.

    ─Estoy listo, cariño. ─Murphy se dio la vuelta para trotar hacia el auto. ─Vámonos de aquí antes de que a Tristan le explote una arteria.

    Jessica dio un paso hacia la puerta solo para detenerse y darse la vuelta, tropezando con Tristan. ─Oh, hay dos filetes en el congelador.  El clima va a ser agradable mañana.  Puedes descongelarlos y cocinarlos en la parrilla.  De hecho, puedes usar la cocina exterior.  Murphy aún no la ha cerrado para el invierno, así que todo está abierto todavía.

    ─Filetes en el congelador. ─Tristan la guió hacia la puerta. ─Listo.

    ─Cariño, tenemos que irnos. ─Haciéndole señas con su brazo para que lo siguiera, Murphy estaba de pie junto al auto deportivo morado.  Tenía abierta la puerta de pasajeros para ella.

    Ignorando a su esposo, se volteó hacia Tristan. ─También tenemos queso de cabra en el refrigerador.  Rebánalo, y ponlo sobre unas galletas con jamón y pimiento–¡rico!

    Tristan la tomó por el brazo. ─Queso de cabra.  Listo.

    ─Y Murphy dijo que a Sarah le encanta la serie de los Hobbits.  La compramos en Amazon.  Así que después del juego y la cena, pueden ver toda la serie en el centro de entretenimiento.  También tenemos la serie Matrix–aunque a mí no me gusta mucho.

    Corriendo de nuevo hacia adentro, Murphy dijo, ─Cariño, si no nos apuramos, tu papá va a enviar al equipo SWAT a buscarnos.

    ─Ya vengo. ─Jessica siguió a Murphy hacia afuera solo para darse la vuelta y correr de regreso antes de que Tristan pudiera cerrar la puerta. ─¿A ti y a Sarah les gustan los juegos?

    Cuando vio a Murphy subiendo los escalones corriendo, Tristan dijo, ─Me apego a la quinta.

    ─Tenemos muchos juegos en el gabinete del salón de juegos.  Está frente al bar, que está completamente equipado, y tenemos carnes frías y cremas en el mini refrigerador.  Hay chips en el estante junto al bar.  Tenemos Scrabble–siempre fuiste bueno en eso.  También tenemos backgammon, ajedrés, damas, y Bananagramas–

    ─¿Qué es eso?

    ─Es parecido a Scrabble, pero–

    Mientras Jessica procedía a explicarle el juego a Tristan, Murphy la levantó, la lanzó sobre su hombro, y la llevó por los escalones hacia el auto.

    ─¡Espera un minuto! ─gritó Tristan detrás de ellos. ─¿Qué hay en el estante junto al bar?

    Dejando a Jessica en el asiento para pasajeros, Murphy dijo, ─Si es comida, cómansela.  Si es una película, véanla.  Si es un juego, juéguenlo.

    Para su alivio, se salvaron por poco.  Mientras Murphy sacaba el Ferrari hacia la carretera principal que los llevaría hacia el oeste, hacia Deep Creek Lake, Sarah Thornton cruzó con su pequeño sedán hacia el camino rural que la llevaría hacia el río.  El hermano y la hermana intercambiaron saludos antes de que Sarah disimulara intentando ocultarse para que no pudiera verla.

    Con

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