La Inmigrante
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400872
Contents
Agradecimientos
Prefacio
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Agradecimientos
A mis nietos, bisnietos y tataranietos, para que no olviden sus raíces.
Cathelife
Prefacio
La inmigrante es de carácter informativo. Es una obra periodística basada en hechos reales.
Capítulo 1
Vida y experiencias de Mara
A los 7 años de edad, Mara se dio cuenta de su condición económica y no le agradó. Su hogar estaba compuesto por una habitación con dos camas. En una dormía ella con sus hermanas y en la otra, papá, mamá y el hermanito menor. En total eran cinco hermanos. Vivían en un suburbio de alguna parte de Sudamérica, en una quinta donde había muchas familias. Cada vivienda tenía una habitación y una cocina, pero sin agua ni desagüe. Solo había un caño
, como la vecindad lo llamaba, que se usaba por turnos.
Su padre era alcohólico. Su madre les contaba que, cuando lo había conocido, había sido un hombre muy apuesto que deseaba entrar en las Fuerzas Navales, pero lo habían reprobado por no haber puesto un número decimal y se había frustrado. Desde entonces comenzó a beber. Era muy joven, solo tenía 18 años cuando su mujer quedó embarazada y tuvo que afrontar sus compromisos trabajando de lo que fuera, como constructor, carpintero, etcétera.
La madre de Mara era una mujer de carácter frágil, se encerraba en su mundo y para ella todo estaba bien. Siempre le creía a su marido cuando él le prometía que no tomaría más. Pero no solamente lo volvía hacer, sino que desaparecía por semanas y ella se quedaba sin un centavo para los alimentos básicos que necesitaban sus hijos. Mientras Mara y sus hermanos sufrían de hambre, su madre solo atinaba a lavar la ropa por hora, con la mente en blanco, sin escuchar el llanto de los niños, tal vez traumada porque su padre la había separado de su mamá cuando se fue con otra mujer y se la llevó con él. Lo cierto es que ella se crió con una madrastra que, según dicen, la maltrataba.
El padre de Mara volvía después de semanas todo sucio y casi a rastras, golpeado. La niña podía ver cómo su madre le curaba sus heridas, se iba a pedir prestado para hacerle de comer y hasta lo bañaba. Cuando él por fin estaba sobrio, se ponía a trabajar, compraba alimentos y le prometía a su mujer que el día de paga se alistaría para llevarla de compras a ella y a los niños. Cuando llegaba el día sábado, su madre entusiasmada alistaba a todos y esperaba al papá para ir de compras. Pero las horas pasaban y este no aparecía. Al final, ya cansados, con sueño y hasta con hambre, los niños se dormían.
Cuando Mara cumplió 13 años, su tío, que trabajaba en una notaria, le consiguió un trabajo de ayudante para las vacaciones. A los tres meses, estas terminaron. Y ella esperaba regresar al colegio pero su tío y su mamá le dieron la noticia de que ya no podría porque tenía que seguir trabajando, por la situación económica. Mara se arrodilló y llorando le suplicó a su madre que la dejara estudiar porque era lo que más deseaba, pero terminó entendiendo que ella tenía que sacar a su familia de esa situación. Así que siguió trabajando de mensajera y al poco tiempo la ascendieron a un puesto parecido al de una escribana. Tenía que escribir todas las minutas y demás documentos, y luego pasarlos a un libro grande en el que se archivaban todos los documentos legales.
Con lo que ganaba, le alcanzaba para la comida y para pagar algunos billes. Por lo menos había para comer. Pero su padre, siempre embriagado, causaba problemas y se estaba poniendo cada vez más agresivo, porque comenzó a maltratarlas físicamente. Entonces Mara le propuso a su madre que dejara a su papá y le dijo que si las dos trabajaban podrían salir adelante. Así que juntaron sus cosas y se fueron a dejar a sus hermanas con la abuela.
La niña le consiguió un trabajo a su mamá para cuidar a