LAURA Boyer quería hablar, nos lo decía en las conversaciones que manteníamos. Y la chiquilla tímida que seguíamos en la década de los 80, cuando su padre era Supermínístro del Gobierno de Felipe González, compartió con nosotros sus últimas inquietudes. Lo hizo pocos días antes de fallecer el pasado 24 de febrero.
Laura hizo llegar a SEMANA un escrito, una especie de carta abierta que quería que publicásemos. Al final, las dos partes consideramos que era mejor una entrevista, en la que poder desarrollar sus pensamientos. Solo puso una condición: “No quiero dar pena”. El viernes, cuando se nos comunica su fallecimiento, entendemos que ella sabía cuál era su situación y quería dejar su testimonio antes de irse.
Estaba enferma pero sacó fuerza y su voz tenía un tono vigoroso durante la entrevista.
“Al principio Isabel Preysler era mi enemiga. Cuando murió mi padre pasé a odiarla” nos contaba Laura
Siempre has intentado mantenerte fuera de la esfera pública ¿Por qué has decidido hablar ahora?
Siempre he querido hablar, lo que pasa es que no