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Su Entrenamiento En Indecencia 4: Su Entrenamiento En Indecencia
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Libro electrónico79 páginas1 hora

Su Entrenamiento En Indecencia 4: Su Entrenamiento En Indecencia

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El estilo de vida BDSM es más abrumador de lo que Cheyenne pudo haber imaginado. Entre contratos largos, reglas estríctas, extraños pedidos y castígos más severos, no sabe si va o viene. El quedárse con Damien Reed implíca que Cheyenne aprenda todo y acepte su rol como sumisa. Aceptar algo tan extraño para su naturaleza es más fácil decir que hacér. ¿Podrá doblegarse a la voluntad de su mentór Dominante o se romperá ante la presión de su entrenamiénto intenso?

IdiomaEspañol
EditorialBabelcube
Fecha de lanzamiento22 ago 2018
ISBN9781547540037
Su Entrenamiento En Indecencia 4: Su Entrenamiento En Indecencia

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    Su Entrenamiento En Indecencia 4 - Sky Corgan

    Un Nuevo comienzo

    Era extraño regresar a la escuela y saber que Damien no estaría allí. Una de mis clases era al lado de su antiguo salón de clases. Mi nostalgia hizo que me asomara a ver. Su nombre en la pizarra fue reemplazo por otro. Decía Sra. McConnolly. Ver su escritura curva me hacía sentir un poco culpable. Si no hubiese sido porque fui una chiquilina con respecto a la regla de no masturbarme, Damien probablemente todavía tendría su trabajo.

    Bueno... lo que pasó pasó y no podemos volver atrás. Solo podemos avanzar. 

    Damien decidió tomarse el semestre. Dijo que tenía que hacer muchas cosas en su casa y había ahorrado el dinero suficiente para tomarse un tiempo. A pesar de tener mucho tiempo libre, solo quería verme los fines de semana. Eso me hacía sentir triste y desconfiada. 

    Mi único consuelo fue haber compartido mucho tiempo durante las vacaciones entre semestres. Me tuvo en modo sumiso todo el tiempo y soporté más castigos de los que podía recordar. Era un juego de placer y miseria, por lo que todo el tiempo me cuestionada si esta relación era correcta para mí después de todo. Yo amaba a Damien, no tenía duda de eso. Y también amaba todos los extraños e interesantes vicios sexuales que me había mostrado. Pero odiaba que fuese tan estricto, al mínimo error me castigaba por desobedecer.

    No era todo malo. A veces, Damien bajaba la guardia y yo pretendía que eramos una pareja normal, como cuando me invitó a decorar su árbol navideño. Esos eran los momentos que hacían que todo valiera la pena, cuando era un hombre en vez de un dominante. Dábamos vueltas al árbol, sonreíamos, bromeábamos y reíamos mientras lo decorábamos. Luego, hizo chocolate caliente y nos acurrucamos mientras mirábamos nuestra obra de arte. Era un recuerdo hermoso.

    Por supuesto, una vez que se acabó el chocolate y había llevado las tazas a la cocina, volvió al dormitorio para nuestra sesión. El Damien Romántico desapareció como el calor del sol y el frío Damien Dominante tomo su lugar. El Damien sexual vino después, cuando eramos pareja. Amaba distintas cosas de sus diferentes  personalidades pero prefería el Damien Romántico ante todas. Desafortunadamente era el que menos veía.

    Damien voló a Washington para pasar navidad con sus padres, lo que me permitió estar con mi mamá. Mi papá todavía estaba en la ruta y probablemente no volvería hasta después de año nuevo. Debido a que Damien no estaba por el momento enseñando en mi universidad, me sentía un poco más segura al contarle algunos detalles de él a mi mamá. No parecía muy interesada hasta que le mostré la foto sin camiseta que le había sacado con mi celular. Casi escupo la sidra por su reacción y su manera demasiada diligente de expresar que ella se abalanzaría sobre él si en algún momento nos peleamos.

    Lugo vino la pregunta de cuándo iba a conocerlo. Cuidadosamente, contesté que no sabía y luego expliqué que estaba de vacaciones en Washington.

    Cuando vuelva expresó. Tengo que ver si este hombre es el mismo pedazo de hombre de la fotografía.

    ¡Mamá! le dije jadeando. Eres muy mala.

    Bueno, puede que sea vieja pero apuesto que puedo enseñarle varias cosas.

    Eso lo dudo mucho. Si tiene que ver con sexo, es muy probable que Damien ya lo sepa o lo haya experimentado. Puede hacer lo quiera a cualquiera en su dormitorio, pensaba mientras sonreía.

    Contarle a mi mama sobre Damien no fue lo único que logré en las vacaciones. Por fin, comencé con pastillas anticonceptivas, lo que lo tenía eufórico a Damien. La única razón por la que me tardé tanto fue porque necesitaba una prueba de Papanicolaou. Era el primero que me hacía y fue tan horrible como todas las mujeres me habían dicho que sería. Espéculo frio, posición rara, muestreo incómodo. Rezongué todo el viaje, ya que merecía un premio por todo eso. Damien no estaba de acuerdo. Él insistía que era necesario para controlar mi salud, y que debía ser reconfortante saber que yo había hecho algo por mi propio bienestar. Podemos estar o no de acuerdo en este punto.

    Ahora que habían terminado las vacaciones, estaba por volver a la rutina y concentrarme en mis estudios. Desde que abandoné Crítica del Arte el último semestre para escaparme de Damien, tuve que elegir clases de humanidades, por eso esta vez opté por Crítica de la Música.

    Sorprendentemente, había una cara familia en clase, un chico larguirucho con piel color oliva, ojos verdes y grises que eran muy poco comunes. Cuando me vio, se sentó en el banco de al lado y se presentó. Su nombre era Colton Caldwell.

    Mmmm, se ve más delicioso que en el restaurante, pensé e inmediatamente me auto-castigué eso. Mira pero no toques. Tienes a Damien.

    Me encontré mirando a toda la clase. Igual que él. En vez de Crítica de Música nivel 1, se parecía más a Follar con la mirada nivel 1.

    Cuando me preguntó si quería hacer algo después de clases, todo mi ser gritaba que no pero mis labios dijeron que sí. De pronto, me estaba yendo con él a su apartamento, luego estábamos adentro, sentados en el sofá y yo sintiéndome culpable por la situación.

    ¿Hace cuánto conoces a Vinny? me preguntó para romper el hielo.

    No mucho. Está saliendo con mi mejor amiga desde principio del semestre pasado pero solo lo he visto un par de veces respondí.

    "Es un personaje,

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