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Lecciones Indecentes 3: Lecciones Indecentes
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Libro electrónico43 páginas30 minutos

Lecciones Indecentes 3: Lecciones Indecentes

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Cheyenne Grear ha tenido suficiente. Suficientes de juegos. Suficiente de fingir que Damien Reed en realidad siente algo por ella. La carga emocional que le están tomando sus lecciones se está volviendo más de lo que puede soportar.

Desesperada por escapar de sus sentimientos por un hombre que nunca podrá tener, Cheyenne toma consuelo en los brazos de otro. Chase Vogel es bueno, amable y guapo, pero quiere algo de Cheyenne que ella tenga miedo de darle.

IdiomaEspañol
EditorialBabelcube
Fecha de lanzamiento3 jun 2019
ISBN9781547584703
Lecciones Indecentes 3: Lecciones Indecentes

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    Lecciones Indecentes 3 - Sky Corgan

    Una muestra de su propia medicina

    No estaba segura de exactamente por qué le envié a Damien Reed el video de Chase y yo teniendo sexo. Tal vez quería ver cómo reaccionaría él. El chico era tan genial y estaba tan compuesto que nada parecía desconcertarlo. Esto probablemente no sería diferente.

    Quizás quería mostrarle que ya no era una virgen inocente. Dijo que no se acostaba con vírgenes o chicas que estaban en relaciones. Ahora, ninguna de esas cosas se aplicaba a mí.

    No me malinterpreten. Me sentía un poco culpable después de enviar el video, incluso con el estómago revuelto. Sabía que Damien no se lo mostraría a nadie más, pero aun así, de alguna manera me sentía vengativa al hacerlo, y como una violación de la confianza de Chase. No me había preguntado si planeaba mostrárselo a alguien, pero seguramente tenía que asumir que al menos Tanya lo vería.

    Envié el video el jueves por la noche, y el viernes me sorprendí cuando recibí una reacción de Damien Reed. Tal vez estaba pensando demasiado, analizando su expresión, pero estaba casi seguro de que cada vez que me miraba durante la clase de Apreciación del Arte, parecía desaprobar. Sus ojos marrones estaban más oscuros de alguna manera, su expresión seria mezclada con descontento. Lo tenía merecido por negarme, pensé con orgullo. Él no era nada para mí de todos modos. Nada más que mi maestro, nuestra relación, estrictamente platónica.

    Fui a su casa el sábado, con curiosidad por lo que tenía que decir sobre el video, pero medio esperando que no dijera nada en absoluto. Esa sería una conversación incómoda que no quería tener, incluso si me hubiera preparado para ello.

    Me saludó con la misma actitud profesional de siempre, abriéndome la puerta para que entrara. En lugar de llevarme al aula, Damien me llevó a su sala de estar y me sentó frente a su enorme televisor de pantalla grande. El miedo brotó dentro de mí de que íbamos a discutir el video, pero me lo tragué, dándome cuenta de que esto probablemente había sido inevitable.

    ―Parece que tuviste una semana bastante productiva ―dijo.

    ―Sí ―admití, sintiendo mi cuerpo tenso por el nerviosismo.

    ―Bueno, hoy no vamos a hacer nada demasiado extenuante. Ya que cruzaste un umbral sexual bastante grande durante la semana, pensé que podrías beneficiarte con un poco de instrucción en video. El video que estoy a punto de mostrarte analizará una amplia gama de posturas sexuales con las que tú y tu novio pueden experimentar cuando estén juntos.

    ―Él no es mi novio ―señalé rápidamente, aunque no estaba segura de por qué importaba. Una parte de mí quería que Damien hiciera preguntas, que fuera curioso, pero a él parecía no importarle.

    ―Bueno, esto será educativo para ti de todos modos. Todavía tengo un montón

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