lega a la cafetería antes de la hora a la que habíamos quedado, me saluda y dice: "Soy Joël". Se pide el primer . "Hace mucho que no visito Madrid", me cuenta. O es muy buen actor o le hace ilusión cuando le digo que me apasionan sus libros. Cuando se entera de que hace años por culpa de casi suspendo mis Siempre supe que quería ser escritor, pero también deseaba tener algo estructurado. Estudié Derecho porque quería seguir un camino académico y me pareció muy interesante, también para tener un plan B, porque la vida no siempre te da lo que quieres, pero sabía que no era lo que quería hacer. Es una pregunta complicada… Creo que tendría que empezar por el primer libro que me hizo amar la literatura: , de Elona Malterre. Lo descubrí cuando tenía 11 años. También fue el primer libro que me hizo llorar. Yo era muy buen niño y siempre obedecía a mis padres, pero llegaba a no dormir por las noches solo para terminarlo con una linterna bajo las sábanas [ríe]. Es un país que conozco muy bien porque tengo primos que viven ahí y cuando era más joven solía veranear en Maine, en la Costa Este. Creo que esta distancia física me ayudó a encontrarme mejor en la ficción. Nunca llegamos a hacerlo al 100 %. Todos conocemos, por ejemplo, parejas que muestran una vida feliz en redes sociales y de repente deciden divorciarse. A mí me gusta conocer el lado oscuro de las personas. ¿Por tener defectos vas a quererlas menos? No. Las personas que mejor me caen no son las que siempre fingen estar contentas, ni tampoco las que se quejan todo el rato, sino las que te dicen: "Pues mira, hoy no ha sido mi día" y te cuentan lo que les ha pasado. La perfección es aburrida. Sí y no. Sí porque es un personaje que he creado [aparece en , y ] y tiene algo de mí. Cuando Marcus tiene que tomar una decisión, en realidad la tengo que tomar yo por él. Cuando creé este personaje, estaba algo frustrado porque ya había escrito unos cinco libros y todos habían sido rechazados. Marcus tuvo éxito con su primer libro y esa no fue mi historia, pero sí algo con lo que fantaseaba. Así que no, Marcus no es Joël Dicker, pero sí tiene una parte de él. Sí, fue mi primer editor, él decidió publicar . Yo tenía unos 25 años, él unos 84. Al principio no nos llevábamos muy bien, sobre todo por la diferencia de la edad [ríe]. Con empezamos a pasarlo bien. Algo había cambiado entre nosotros, él empezó a ser un mentor para mí. Sí. Le debo todo mi éxito a Bernard. Hoy estoy sentado aquí contigo gracias a él.
