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Memorias Del Abuelo
Memorias Del Abuelo
Memorias Del Abuelo
Libro electrónico234 páginas1 hora

Memorias Del Abuelo

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Información de este libro electrónico

Al final de mi vida laboral, decid ponerme a recordar y escribir los
mejores momentos de mi vida, mis experiencias positivas, lo bonito de mi vida;
afortunadamente hay mucho de ello y lo hago como un homenaje a todas las personas
que, de una u otra forma, me han acompaado en este camino por la vida.

Tantos buenos momentos, tantas buenas personas en mi vida: mis padres,
hermanos, mi esposa, mis hijos, toda nuestra gran y numerosa familia, mis
insustituibles amigos que, aunque a travs de los aos algunos ya han partido, otros
estn an compartindome su gran amistad.

Mi historia da inicio en mi natal Ahuacatln, Nayarit, mi tierra entraable, donde
pas mis aos de juventud y cuyo recuerdo a la distancia me hace evocar aquellas
imgenes de mis padres y hermanos, de la plaza, de mi pandilla, de nuestras andanzas
por el rio, de las grandes huertas de aguacates, mangos y guayabas, de sus olores
y colores, de la orquesta de mi padre y sus hermanos, de las corridas de toros, y de
tantas cosas ms; este relato pasa luego a otra fase de mi vida, ya fuera de mi pueblo
y valindome de mi mismo en la ciudad de Mazatln, Sinaloa, donde viv una parte
soltero y otra ya casado y en su fase final se narra el resto de mi vida en Nogales,
Sonora, un maravilloso y acogedor lugar que me abri los brazos y me adopt como
suyo.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento25 jul 2011
ISBN9781463304362
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    Memorias Del Abuelo - Raul Manjarrez Cibrian

    Copyright © 2011 por Raul Manjarrez Cibrián.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de los EE. UU.:   2011932444

    ISBN: Tapa Dura                     978-1-4633-0438-6

    ISBN: Tapa Blanda                  978-1-4633-0437-9

    ISBN: Libro Electrónico          978-1-4633-0436-2

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

    Para hacer pedidos de copias adicionales de este libro, por favor contactar con:

    Palibrio

    1663 Liberty Drive, Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Para llamadas desde los EE.UU 877.407.45847

    Para llamadas internacionales +1.812.671.9757

    Fax: +1.812.355.1576

    ventas@palibrio.com

    349743

    ÍNDICE

    El autor

    Cuatro Nuevos Consejos

    Primer Parte

    Mi Amada Muerta

    Clemencia Señor

    Mi Vaquerita

    Divina Maria

    Florecita Adorada

    Ahuacatlán

    Adiós Mi Ahuacatlan

    Para Ella, Mi Madres

    Que Rechulo es Nayarit

    Segunda Parte

    Eras Mazatlán

    Tortura de Amor

    Traicioneros Son Tus Ojos

    Afectuosamente

    Cariño, Cariño

    Muñeca de la Noche

    Quineañera

    Ilusión Rota

    Inolvidable

    Tu Me Recordaras

    El Soñador Aventurero

    Por Dinero

    Nogales

    Mi Niño Valiente

    La Fuerza de la Sangre

    Yo Conocí a Don Benito

    Mataron a un Hombre Valiente

    Tercera Parte

    Silvia, Silvia, Ven

    Un Pueblo Alegre

    Mi Puente de Ahuacatlan

    Por Ti

    Mira

    Pena y Culpa

    La Princesa y El Plebeyo

    Caprichos

    Ay, Qué Tristeza

    Cuarta Parte

    La Madre

    Belleza Rara

    Loca Esperanza

    Doce Horas

    Mi Novia

    Ilusión Loca

    Dolor y Tristeza

    Ilusión

    Marquitos

    Inolvidable

    Inocente

    Mi Pena de Amor

    El Ahuacatlense

    Cantaora

    Rosita Deslumbrante

    Arráncame la Vida

    La Bala Perdida

    La Mera Mandona

    Venganza

    Se Fue Mi Amor

    Me Perdí

    Alma Linda

    Ojitos Vivarachos

    Signo Fatal

    Ven Por Fin a Mi

    Esta Culpa

    Por qué

    El Soñador

    Mujer Implacable

    Mi Gitana Hermosa

    Sueña Princesa

    Siempre Serás Mía

    Tres Veces Amor

    Corrido del Venadito Martínez

    Mary

    En El Avion del Amor

    Soy Bohemio

    Arriba Las Nayaritas

    Despertar y Morir

    El Atrabancado

    Ilusión Inmortal

    Amor a Primera Vista

    Mi Elena

    Mi Prieta Chula

    Mujer Sonorense

    El Bastardo

    Asi es Nayarit

    Cariño Maldito

    Suerte Infeliz

    Privilegio

    Agradecimiento

    EL AUTOR

    En este libro expresaré mis experiencias positivas, o sea lo bonito de mi vida; lo feo, lo negativo, lo tengo que hacer a un lado.

    Por qué? me preguntarán:

    Porque quiero pasar un buen momento recordando cosas agradables y positivas, y de ninguna manera voy a querer amargarme recordando cosas negativas que, de paso, nos suceden a todos los seres humanos en esta vida.

    Yo no creo en la felicidad completa en este mundo

    Creo en ese remanso de paz y tranquilidad

    Que de paso gozamos todos los seres humanos

    De vez en cuando

    No soy rencoroso ni vengativo

    Solo estaré muy pendiente

    De una segunda agresión.

    En los humanos

    Existe un orgullo

    Para disculpar un error

    En lo personal

    Cuando he fallado

    Inclino mi cabeza

    Y le pido perdón a Dios

    Cuatro Nuevos Consejos

    Para personas de cierta edad o retiradas

    1.   Caminar sin preocupaciones por las mañanas aspirando oxígeno puro diariamente.

    2.   Tomar una copa de buen tequila antes de la comida del mediodía.

    3.   A cualquier hora del día, leer una buena lectura que no te deje malos recuerdos.

    4.   Escuchar música seleccionada por ti, de preferencia por las noches antes de tu descanso.

    Atte. Raúl Manjarrez Cibrián

    PRIMER PARTE

    La primera luz la vi aquel 29 de Marzo de 1932; nací en la calle Aldama No. 44 en Ahuacatlán, Nayarit. Mi padre, Francisco Manjarrez Zavalza; mi madre, Valentina Cibrián Cabrera.

    Aldama 44 era más o menos a la mitad de lo que hoy es el mercado municipal de Ahuacatlán.

    En mi niñez empecé a tener uso de razón y de apreciación, porque, aunque uno es niño, va teniendo ese poder de ir admirando las cosas agradables que nos empieza a dar nuestro Ser Supremo.

    Frente a mi casa había una alameda con docenas de árboles centenarios, esa alameda cubría toda la parte central del pueblo, frente a las dos iglesias, convertida actualmente en una agradable plaza, con sus nuevos árboles, jardines y una fuente.

    1.jpg

    Templo de San Francisco de Asís, templo más antiguo

    2.jpg

    Templo de la Inmaculada 1874, el más nuevo

    A la edad de tres o cuatro años ya empezaba a aumentar la familia, ya contaba con mi hermana Guadalupe, mis padres nos llevaban a la iglesia que está situada frente a la iglesia de nuestro Santo patrón, Sr. San Francisco de Asís. Cómo no recordar las navidades que ahí se celebraban y que, para cuando se está en esas edades, eran fantásticas; en esos tiempos se acostumbraban las procesiones, con aquellos cánticos, aquellos silbatazos, cornetas, cuetes; todo era de lo más sano, limpio y grandioso. Salíamos de la iglesia, padres y niños, con esa felicidad que Dios da a la gente noble de los pueblos.

    Mi padre, cuyos padres fueron Estanislao Manjarrez y María Sabás Zavalza, nació en 1906 en el pueblo vecino de Jala, Nayarit. Jala era en aquel entonces un semillero de grandes músicos y algunos de ellos incursionaron en grandes orquestas como las de de Agustín Lara, Luis Arcarás, Pérez Prado, etc., etc. y me vino este recuerdo porque mi padre y varios de sus hermanos eran músicos de pueblo, Pedro, Francisco, Abraham, Tiburcio y Elías; esos eran los hombres, las mujeres eran tres: Enedina, Micaela y Paula y aunque ellas no tocaban ningún instrumento, sabían leer las notas musicales y cantaban las tres y lo hacían bastante bien, y así, con el talento musical familiar, naturalmente tenía que formarse la Orquesta Hermanos Manjarrez, y aunque ellos eran cinco, siempre se les unían otros elementos que hacían sonar la orquesta bastante bien, interpretaban su música en cumpleaños, bodas, procesiones y en los convites cuando había corridas de toros. Por supuesto también cuando bajaban a alegrarse los rancheros y cuando se necesitaba un sexteto de música eclesiástica, también lo hacían en esos eventos de la Iglesia.

    Mi padre y mis tíos, lo mismo dominaban los instrumentos de metal como los de cuerdas, además mi padre dominaba el clarinete y el violín; otros dones que tenía mi padre era el de arreglista, director de orquesta y maestro de música, ya que en esos tiempos le enseñó música a muchas personas de nuestro pueblo. Un detalle que se me iba pasando es su habilidad para la composición musical; yo le conocí tres canciones muy bonitas y de mucha ejecución musical, una era un bolero, la otra un son y un vals de mucha calidad. Eso sí, mi padre no era letrista.

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    Mi padre, Francisco Manjarrez

    Fue para mí una lástima no haber rescatado dos de sus obras, lo único que rescaté fue el vals, le puse un poema, que luego conocerán y es el único recuerdo musical que tengo de mi padre.

    Cuando estaba todavía muy chico, en mi casa de Aldama 44, una o dos veces por semana se reunía la orquesta para las escoletas, por supuesto actualizándose en su repertorio, jazz, blues, swing, boleros románticos de los grandes maestros mexicanos, cubanos, americanos, música realmente fina, internacionalmente hablando.

    Por esos mismos tiempos existía la orquesta de los Hermanos Llamas, compuesta por Cuco, Ramiro, José, Millo y Güello, y al igual que a los hermanos Manjarrez, se les unían otros elementos y también sonaban muy bien.

    Me vienen los recuerdos del río cuando de chamaco, por la edad de seis o siete años, me entra el interés por aprender a nadar, realmente era peligroso pero a esa edad no mide uno el peligro y se aprende rápido. Por supuesto, yo como todos los que se juntaban conmigo, nos escapábamos de la casa paterna y recuerdo que éramos buenos para nadar y para tirarnos picados de los peñascos de los cercos de piedras que se encontraban cerca del rio.

    Me acuerdo de Los Taraises, El Pocito, los Jazmines, La presa, El Salto y El Tanque en donde existían los lavaderos para las mujeres; por cierto, cerca de El Tanque y El Salto, existían cientos de guayabales de diferentes colores, también mangos y aguacates.

    Hasta eso que yo creo que no éramos tan tontos, ya que cuando venia el río crecido nadie se metía, nomas veíamos el espectáculo. No sé si se me escape, pero en esos años de 1939 a 1940, no recuerdo ningún accidente y por supuesto cuando se enteraron mis padres, fue un problema, por lo pronto mi padre aunque jamás me pegó, sí me amarró de la pata de una mesa grande para que no me escapara, ahora entiendo, cuando uno es niño no mide el peligro y todo se le hace a uno muy fácil.

    4.jpg

    Rio de Ahuacatlán

    Todavía recuerdo a los hermanos Bañuelos, hijos de don Federico; él era el carpintero del pueblo. También recuerdo a Fausto hijo de Chilo el zapatero, a Emiliano y Cheché, hijos de doña Tranquilina que era vecina de nosotros, y por supuesto a muchos otros que eran de nuestro mismo barrio, éramos una pandillita de puros niños sanos, no éramos dañistas ni groseros con las mujeres, ni con las gentes mayores, eran otros tiempos.

    Como un sueño recuerdo aquellos desfiles anunciando las corridas de toros donde salían los toreros, algunas veces en carros alegóricos y otras a veces a pie, siempre luciendo sus trajes de luces y sus elegantes capas, y por supuesto, la Orquesta Manjarrez o la Orquesta Llamas amenizando estos convites. También salía uno que otro toro manso y muchos jinetes, algunos vestidos de charro y algunas mujeres vestidas de chinas poblanas, entre

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