Tras El Rastro Del Vih

Por Alberto Ríos Chacón

El por qu debes leer este pequeo pero interesante libro. En el hallars respuesta a muchas interrogantes de la vida cotidiana como la hiptesis de donde surge el VIH y sus posibles forma de erradicarlo de la faz de la tierra.
Tambin hallars explicacin a algunos fenmenos naturales, que a simple vista y percepcin nos parecen malos.
Todo ello con lenguaje coloquial a travs de los distintos personajes que interactun en la trama del libro.
Creo que la parte ms lograda del libro es la frase con que cierra el final, porque se presta para cualquier interpretacin ecolgica, poltica, etc, eso lo determinar el tipo de lector.

• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 8 feb 2012
• ISBN: 9781463315931

Vista previa del libro

Copyright © 2012 por Alberto Ríos Chacón.

Número de Control de la Biblioteca del

Congreso de EE. UU.:              2012901127

ISBN:       Tapa Dura                978-1-4633-1592-4

             Tapa Blanda             978-1-4633-1594-8

             Libro Electrónico     978-1-4633-1593-1

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

Para pedidos de copias adicionales de este libro, por favor contacte con:

Palibrio

1663 Liberty Drive, Suite 200 [e-mail]

Fax: [phone]

Desde otro país al +1.812.671.9757

Gratis desde España al 900.866.949

Gratis desde México al 01.800.288.2243

Gratis desde EE. UU. al 877.407.5847

Bloomington, IN 47403

368217

PROLOGO

Me gusta la ciencia, aunque no tengo nada de científico, me gustan las letras, pero tampoco me considero escritor, más bien un ávido lector, aunque si he hecho pininos escribiendo cuentos cortos, de los cuales por variadas razones, ninguno ha visto una impresora. Entonces muchos se preguntarán ¿Por qué osaste escribir un libro con tal contenido?

Fíjense que digo libro, no obra literaria, pues les explico, siempre he creído que no se debe arriar la bandera sin antes dar la batalla, tomen esto como una metáfora, es decir, al menos lo intenté porque lo malo es recriminarse por no haber hecho nada, aunque esta no fue solo la razón que me ha llevado a esta osadía, y es aquí la motivación fundamental:

Hace pocos años tuve una enfermedad cerebral que me dejó invalidado todo mi lado derecho del cuerpo, incluyendo el ojo del mismo lado y la boca en forma vertical, como es lógico lo que viene después de esto es una depresión horrible, hasta llegar a pensar en cosas desagradables, pero cuando uno ve el apoyo de la familia y amigos, vuelve a tener esperanza y fe en Dios y en la vida.

Al cabo de los dos años ya caminaba, mi brazo derecho respondía no con la misma fuerza de antes aunque la mano se mantenía algo rígida, la boca casi volvió a su lugar al igual que el ojo, todo esto fue posible con mucha terapia, con una gran dosis de coraje y sobre todo mucha fe en Dios.

Lograda tan asombrosa recuperación, me quedaban dos desafíos, que los veía como casi insuperables, pero como ya dije, no se rindan ante la adversidad, uno de los desafíos era volver a dominar la escritura con mi mano diestra, única con que era capaz de escribir, me pasaba horas practicando sobre el mismo trazo, a veces llegaba a ser decepcionante, pero la perseverancia, triunfa.

Lo que no he logrado es escribir en letras cursivas, ni siquiera hacer mi firma como antes de la enfermedad, pero ya hasta aquí consideré que tenía el cincuenta por ciento del camino a recorrer, la otra mitad era el desafío mayor que consistía en lograr poner a funcionar el cerebro en sus procesos básicos, el que más las personas que nos rodean se dan cuenta cuando carecemos de ella, es la memoria, la misma que más nos avergüenza a los que carecimos de ella en algún momento. Les estoy describiendo esto así porque no hay otra forma de hacerlo, pero en la práctica, todo es un proceso unitario, o sea, el cuerpo en su conjunto es una unidad, por lo que no podemos ejercitar el cuerpo separado de la mente

Para resumir este capítulo de mi vida les diré, que, a no ser por ciertas debilidades de mi lado derecho, que solo yo conozco, las personas que recién me conocen no creen que tuve un accidente cerebral tan traumático como el que sufrí, pues gracias a Dios hoy todos mis procesos cognoscitivos como es el análisis, la síntesis, la comparación, la generalización y la abstracción me funcionan como en sus mejores momentos.

Alejándome algo del punto a que venía haciendo referencia, les quiero recordar que el ser humano es el único en el mundo que se adapta a variadas condiciones, no por su metabolismo, sino, por su inteligencia y sobre todo se adapta a aquello que llamamos lo bueno. Estar de pie es más digno que estar acostado y esto lo digo en sentido metafórico, porque aunque carezcamos de pies o brazos, hay que demostrarles a los que nos rodean que aun existimos y podemos ser útiles.

Les he contado este pasaje de mi vida porque deseo que sirva de inspiración para muchas personas, no para que sean indulgentes conmigo, demasiado bien sé que el que pone su trabajo a la luz pública se expone a las críticas, tanto favorables como desfavorables y a mí en lo particular me ruboriza más un halago que una crítica y las lisonjas, las detesto.

A todo el que escribe le gustaría llegar a ser un Cervantes, a mi no me gustaría ¿por qué? Porque usted viaja por el mundo y en tantísimas ciudades encontramos escultura de Don Quijote y en raras ocasiones de Don Cervantes o a veces citan una frase célebre y te dicen, Don Quijote dijo: si los perros ladran…¿se dan cuenta? Está claro que el protagonista mató al autor, aquí perfectamente cabe decir, no tan bajo que te arrastres ni tan alto que te vayas a las nubes, recuerden que los extremos cuando los curvamos se unen.

El otro de los grandes escritores que he admirado siempre, no solo por el contenido de sus obras, sino, por su laconismo, su estilo directo y hasta cierta parquedad, es a Shakespeare, sobre todo admiro la profundidad de sus pensamientos cuando en una frase tan corta dijo tanto, me refiero a la frase: la brevedad es el alma del talento.

Más que un prólogo lo que he dicho hasta aquí es casi un preámbulo para una presentación personal, por tanto ahora deseo enfocarme estrictamente en el estilo y contenido del libro, librillo o cuento largo, como prefieran llamarlo, lo dejo a su libre albedrío.

Me referí a la famosa frase de Shakespeare porque ese es el estilo que empleo en mis escritos, teniendo en cuenta también aquello de: lo bueno, si es breve, dos veces bueno, y yo agregaría, que si no es bueno al menos no es tedioso. Por eso aquí van a encontrar un estilo directo y hasta lacónico.

También hallarán en mi narrativa la ausencia de personajes protagónicos, aunque yo quisiera que ustedes al igual que yo vean como protagonistas al optimismo, a la esperanza y el amor a todo lo conocido y a lo no conocido.

Por otro lado deseo que aprecien este mundo en que vivimos como una creación maravillosa y que siempre vislumbren, abrumadoramente, más virtudes que defectos, aunque estoy bien consciente que los tremendarios escatológicos y los morbosos, nos presentan nuestro mundo como algo cercano al infierno, incluso algunas sectas religiosas que dicen adorar a Dios y preconizan que la tierra está gobernada por Satanás, yo les pregunto ¿ Dónde dejan el poder de Dios, si ustedes mismo dicen que Dios es todo-poderoso? Creo que estas sectas, de manera consciente o inconsciente, están aplicando los principios comunistas, negación de la negación y el de la unidad y luchas de contrarios, ¡ alerta! no quiero dejarlos en la duda del por qué me referí a los morbosos, estos mas los encontramos en los medios de comunicación masiva, donde por cada cien noticias que exponen, noventa y ocho son desagradables, si hay un crimen, verán las cámaras de todas las televisoras allí, y si es un crimen masivo o sensacional, vemos la prensa de todo el mundo por días, semanas y hasta meses reunidas. Ahora cuando se trata de un hecho heroico de una obra altruista u otras acciones que merezcan el reconocimiento social, entonces allí vamos a ver, si acaso, la prensa que se comprometió con el evento, no deseo que los comunicadores se sientan atacados porque creo firmemente en la libertad de acción y de expresión, pero también creo firmemente que cuando se publique más amor y menos violencia, nuestro mundo será mucho mejor.

Refiriéndome a otro elemento de mi relato, van a encontrar elementos de política, pero no se asusten, se que esta palabra muchos la detestan y a otros asustan, pero no he dicho politiquería, se que algunos críticos dirán, es política novelada, y