Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Paraíso oscuro
Paraíso oscuro
Paraíso oscuro
Libro electrónico190 páginas3 horas

Paraíso oscuro

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

¿Qué es el amor? ¿La felicidad? ¿Cuánto estamos dispuesto a sacrificar por lo que se nos dice que debemos querer, en lugar de por lo que de verdad queremos? Estas son solo algunas de las preguntas que se hace nuestro protagonista desde su adolescencia hasta la vida más adulta mientras intenta navegar el mundo a través de las expectativas y los prejuicios de otras personas. Todo se desata cuando conoce a Alessandro y a Erin, quiénes se convierten en un punto de inflexión en su vida al hacerle sentir cosas que no es capaz de reconocer todavía, y las preguntas se hacen cada vez más difíciles de ignorar.
"Antes de irme, te confieso, que desde hace mucho me he puesto a pensar que tan solo somos seres mortales, quienes con el paso del tiempo componemos sinfonías entre la vida, la muerte, el amor y el dolor. Puede que con estas breves palabras ya advertirás, que vivo en un estado de aflicción y ensoñación, y, en definitiva, me digo las peores atrocidades, casi como un mártir, así que guardaré silencio, por lo que, si a propósito te interesa conocer más de mí, deberás de averiguarlo por tu propia cuenta" (Nicolás Darkbloom).
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento19 jul 2022
ISBN9788411440622
Paraíso oscuro

Relacionado con Paraíso oscuro

Libros electrónicos relacionados

Thrillers para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Paraíso oscuro

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Paraíso oscuro - Graciela Madrigal Chaves

    1500.jpg

    © Derechos de edición reservados.

    Letrame Editorial.

    www.Letrame.com

    info@Letrame.com

    © Graciela Madrigal Chaves

    Diseño de edición: Letrame Editorial.

    Maquetación: Juan Muñoz

    Diseño de portada: Rubén García

    Supervisión de corrección: Ana Castañeda

    ISBN: 978-84-1144-062-2

    Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.

    Letrame Editorial no tiene por qué estar de acuerdo con las opiniones del autor o con el texto de la publicación, recordando siempre que la obra que tiene en sus manos puede ser una novela de ficción o un ensayo en el que el autor haga valoraciones personales y subjetivas.

    «Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».

    PRÓLOGO

    Estás a punto de adentrarte en una historia sobre la vida misma. Nuestro protagonista se hace las mismas preguntas que nos hemos hecho todos y tiene una visión del mundo pesimista, casi trágica, amarga, que a veces nos trae ecos de Holden Caulfield. Este joven no se deja engañar por las mentiras que le cuenta el mundo, pero tampoco encuentra las fuerzas para seguir adelante con la ilusión que la vida también merece. Se enfrentará al juicio de sus progenitores, de la sociedad, de sí mismo; a violencias institucionales y personales; incluso al horror de la guerra.

    Uno de los temas principales de esta lectura es la salud mental. De una forma machacona y constante, la sociedad nos empuja a ocultar nuestros verdaderos sentimientos y fingir que todo está bien, hasta el punto de que nosotros mismos no sabemos cómo pedir ayuda y nos da vergüenza necesitarla. Ya no solo de amistades, sino también de profesionales en el área de la psicología y psiquiatría. La familia también juega un rol muy importante, pues son los primeros que deben apoyar a los hijos e hijas y creerlos para poder solucionar lo que les impide vivir con plenitud.

    Una pregunta es constante en la narración, surgida de la impotencia y la incomprensión de los demás: ¿debo parecer enfermo por fuera para que me crean cuando digo que estoy mal por dentro? La invisibilidad de los trastornos mentales es uno de los mayores obstáculos para quienes lo padecen y sufren. Para todas las personas, en realidad: todas pasaremos por periodos difíciles en la vida y no se puede esperar de nosotras que siempre estemos bien. No es realista, no es la vida. La vida está conformada por experiencias de todo tipo, y al igual que lloramos de alegría sin vergüenza, también deberíamos poder hacerlo de tristeza.

    Agradecimientos

    Primeramente, quiero agradecerle a la vida y a Dios por esta oportunidad, a mi madre por ser mi gran apoyo, así como a mi familia, amistades, al arte en sus diversas expresiones y a muchas personas que han formado parte de este proceso. Asimismo, agradezco enormemente a Letrame Grupo Editorial por creer en este libro y ser el promotor de un sueño.

    Parte I

    Advertencia

    —Por favor, reciban con un aplauso a…

    No, maldita alarma, qué es este escándalo, deja de sonar, literalmente acabo de cerrar los ojos, dame solo cinco minutos más. Debo de encontrarme con alguien que hace mucho que no la veo para que me dé su opinión sobre algo en lo que he trabajado. Antes de que se me olvide por todos los pendientes que tengo que hacer el día de hoy, quiero advertirles que voy a narrar la historia de un cobarde y siendo totalmente honesto con ustedes ese soy yo. Conforme avancen con el texto, pueden llegar a sentir desesperación, cansancio, estrés, vergüenza, aturdimiento, odio, aburrimiento y demás, nada de esto resulta ser muy agradable, pero es parte de cómo me he sentido por mucho tiempo, tan solo todo el tiempo. Tuve muchas dudas si compartirlo, especialmente por mis inseguridades y la baja autoestima que son muy intrusivas, me dije que a nadie le interesaría, ni siquiera a mí, es más, lo he descartado como un millón de veces y siento que es una total decepción, pero en gran parte la vida misma también es así, o al menos así la percibo. Quisiera poder escribir una increíble historia que los y las transportara a lugares únicos, de esos que te quitan el aliento y que por un momento se olvida que estamos leyendo un libro, ya que se es parte de la experiencia y nos hacen creer que somos capaces de todo, como volar sobre dragones, crear hechizos, ser detectives, de verdad que quisiera y no tener que referirme a este tema del cual muchas veces he querido escapar y del que me avergüenzo. En fin, aún no estoy en el momento para algo así, ni siquiera sé en cuál me encuentro transitando ni en dónde me hallo, siento que me he pasado la vida entera aquí. Bueno, mi intención no es retrasarles más, aunque puede que alguna persona me agradecerá este pequeño aviso que estoy haciendo. A partir de ahora es su decisión continuar, es lo que esperaría y de ser así, si aún en verdad quieren proseguir, daremos inicio a lo que putas pretendo que sea esto.

    En las tinieblas

    Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez.

    Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez.

    Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez.

    He tenido que repetirme esto como cien veces, porque siento que me ahogo, me ha sucedido estando dormido como despierto, llegando a convertirse en algo inmemorial. No aguanto la comezón en mi cuerpo y empeora porque no logro dejar de rascarme ni pensar en tantas cosas. Cuánto me gustaría tener un botón para desconectarme, siento que mi cabeza va a estallar y voy directo al baño a vomitar, para luego tener que salir, actuar como si nada de esto haya sucedido y continuar.

    Hace un tiempo, a eso de las 9:11 p. m., estaba caminando por un parque que se encuentra camino a la Universidad, soy sumamente distraído, la cuestión es que iba deprisa y trataba de alargar mis piernas más de lo normal para acortar pasos según yo, porque tenía sueño y hambre, recuerdo que ese día estuvo muy frío y no veía muy bien a mi alrededor porque estaba bastante nublado, aparte súmenle que tengo astigmatismo y miopía, es que yo salí premiado en dicha repartición, pienso que seguro al crearme se cuestionaron diciendo ¿por qué elegir y darte solo una cosa?, ten, mejor llévate el combo completo. Continuando mi historia, no me percaté y pisé mierda de algún animal, traté de limpiarme en el césped, pero no se quitaba, por lo que cuando me iba a sentar sobre una banca para hacerlo con más detalle me encontré un libro, creo que estaba allí porque era de esas actividades en los cuales se reparten libros por todas partes de la ciudad, lo agarré, lo ojeé un poco y decidí leerlo. No era tan largo, podría decir que hasta fácil de leer y me interesó bastante, quizá fue por casualidad que lo encontré o porque el destino lo quiso así, lo que importa es que me cautivó y al pasar los días de leerlo había cosas que seguían rondando en mi cabeza, parte de la historia consiste en elementos claves (se supone que lo son) en un ser humano como amor, descubrimiento, amistad, vida, muerte. Y yo pensé que qué interesante, especialmente lo último.

    Además, les comento que soy alguien un poco negativo respecto a la vida. Pienso que no debo ser el único, en este mundo que habitan millones de personas, es poco probable, ya que muchos y muchas vivimos en silencio, ocultando nuestro dolor y mostrando una cara más amigable, no obstante, debo expresar que en momentos se siente como si por dentro estuviera gritando y en el exterior estoy congelado, si diéramos vuelta a esto, si tan solo pudiéramos ver lo de adentro hacia fuera sería muy distinto, ¿no les parece? En fin, una tarde leyendo para una tarea, me encontré en el texto con el nombre de un autor llamado Erich Fromm, quien en 1973 publicó un libro titulado Anatomía de la destructividad humana, en la que se refiere a varias cosas, entre estas al término de necrofilia no como algo sexual, sino a la consecuencia de tener que llevar una vida sin estar realmente vivo. Se alude a que dicha persona, es decir el necrófilo/a, todo lo quiere de manera mecánica, por ejemplo, como sus sentimientos, y busca habitar en un mundo predecible, en el cual adora la muerte porque es algo seguro; quizá esa sea la respuesta que he estado buscando, darme cuenta que soy un necrófilo. Después no leí al respecto y tampoco indagué mucho del tema, no he tenido tiempo ni quiero hacerlo, solo lo expuesto como en tres reglones aproximadamente. No me mal entiendan, anteriormente he investigado por muchas horas pensando en todo esto, pero por ahora simplemente para mí esta descripción tiene bastante sentido con quién soy (creo que hice un enredo en todo esto, es que así me encuentro en mi vida y mejor léanse el libro para que formen su propio criterio).

    Todo lo anterior, me hizo preguntarme y también, no sé, si alguna vez ustedes se han cuestionado… ¿quiénes son?, ¿valemos la pena?, ¿cuál es su destino en este mundo?, ¿por qué hacen lo que hacen? Es muy trillado, lo sé y quizá en cierto punto de nuestra vida lo hemos hecho más de lo que quisiéramos, más de lo que nuestro cuerpo y alma (si es que existe tal) lo soportasen o puede que esta incertidumbre nunca les haya perturbado tan siquiera. Con lo que respecta a mi persona he pasado noches y algunas madrugadas en vela tratando de descifrarlas, pero no tengo respuesta alguna, ni una muestra de señal divina, bueno, quizá lo que me sucedió antes en el parque era una, muy apestoso y difícil de quitar, por cierto.

    Otra cosa que les comento y sí, les voy a contar mucho de mí en el transcurso de este ¿diario? ¿libro? no porque me crea grandioso e interesante, vaya que no, sino para que así me conozcan un poco y puede que descubramos cosas mutuas. Ya tengo cuatro años que concluí el colegio, en ese periodo de transición nos exigen responder algunas de estas preguntas, como mencioné no tengo respuesta para ello, pero en ese tiempo eso es lo que menos importa, si tú no las tienes alguien decidirá por ti, pero si las tienes y no es del agrado de los demás, igualmente decidirán por ti, a menos de que seas un «rebelde» (aunque debo buscar el concepto) y te valga mierda lo que piensen los demás; lastimosamente a mí sí me importa y mucho. Actualmente tengo esa misma cantidad de tiempo de estudiar medicina, no por vocación sino por ¿imposición?, no, por indecisión. Yo quería, quiero ser escritor, pero eso no genera dinero, son unos cuantos vagos, sartas de soñadores que nunca sentaron cabeza, ¿acaso tienes talento?, no seas absurdo, puedes escribir cientos de libros de medicina o lo que te plazca después de finalizar la carrera, no ahora, no es tu momento yo te diré cuándo lo sea. Sí, cuando sea un anciano decrépito y el mundo haya sido cómplice de destrozar mis esperanzas, aunque puede que mi obra les guste a algunos cuantos, debido a que tendría una prosa incoherente y fatídica, como la que estoy escribiendo.

    Trataré de no ser tan pesimista, por ahora, ya que no suelo hacer promesas, me retracto, en realidad mejor no hacerlo porque, como ya les dije, soy ultramegapesimista. Mejor les contaré lo que he aprendido en este lapso de vida universitaria: dormir pareciera no ser una opción, comer es sobrevivir a pesar de que se te queme hasta el agua, las cosas no se hacen por arte de magia, el dinero tiene su límite (bueno, para mí) si no lo sabes administrar, en ocasiones tienes que elegir entre amistad o buenas calificaciones, tu compañero de cuarto puede ser un desgraciado o quizá puede que sea al revés, más bien diría que un poco de ambas partes para ser justo, aprendes a ser tolerante porque si no te lleva puta la vida, existen personas maravillosas que te alegran el día (eso dicen), hay momentos de quiebre que parecieran ser infinitos y nunca, nunca le pregunten a alguien cuándo va a finalizar la carrera, en esta etapa de vida no lo sabemos y tampoco les interesa, es un túnel el cual algún día verá la luz. Por cierto, otra cosa que tienen que saber de mí, si es que todavía les interesa seguir conociéndome un poco más, es que hace tiempo le digo que sí a todo lo relacionado con trabajo y estudios, mi horario está a reventar y hace años que no dejo un espacio libre para no hacer absolutamente nada más que contemplar el cielo y el aburrirme (aunque lo deseo), o involucrarme en algo que yo quiera y no tenga nada que ver con algún título extra al cual agregar en mi currículo. Yo mismo me pongo mis límites y castigos, en ocasiones pienso que soy una máquina y a veces creo que voy a pasar el resto de mis días conectado a una si sigo con este ritmo que llevo.

    También me gusta estar solo en gran parte de mi vida, pero no todo el tiempo, así que tengo que admitir que sí aprecio y disfruto de buena compañía, lo cual es muy subjetivo. No me gustan del todo los eventos sociales, aunque no creo ser el único que le pasa, en secreto espero que se cancele la actividad y así no tener que ir, no quiero decir lo siguiente porque voy a parecer como un abuelo y no de esos cool, sino de los que se quejan por todo, pero desde antes de llegar estoy pensado en el mejor momento para irme o una excusa para faltar, hago un esfuerzo por ser social (bueno, quizá no tanto), pero hay días, que son prácticamente los 365, que quiero estar solo. Tampoco soy de los que charlan, pero sí escucho atento (en ocasiones, cuando no me distraigo por las extrañas historias de mi imaginación) y asiento a lo que se dijo, por lo que también formaría parte de la conversación, ¿cierto?, no, absolutamente no. Y además las personas o algunas se enfocan en temas superficiales y se inmiscuyen en cada recoveco de tu vida, quieren saberlo todo, por lo menos aquí he tratado de pasar desapercibido, me encanta hacer eso, que no se sepa de mí o tan solo lo mínimo, porque, ¿para qué quieren saber más?, pero siempre hay alguien, aunque sea una persona, que tiene tanto tiempo libre que inventa detalles de tu vida e inclusive pueden llegar a ser más entrometidos que… no sé, tantas cosas desde gente hasta ropa, usen su imaginación.

    Un día salí a comprar comida, es que estaba harto de comer carbonizado, escucho alguien que me llama. Era un compañero de un curso, a su alrededor había muchas personas y me detuve, casi paralizado pensando si continuar sobre el camino que había trazado en un principio o si ir a interactuar, me quedé tieso por unos segundos y no sabía qué hacer ante esa situación, ya que no estoy para nada familiarizado con la gente y mucho menos de mi edad. Wow, con esto me doy cuenta que es enserio que necesito salir y es por mi propio bien. Me invita a que me les una, voy para no parecer tan antisocial, pero sé que no engaño a nadie por todo el pésimo trabajo que he realizado con anterioridad.

    Les juro que al tener que hablar me pongo muy nervioso y divago en mis ideas, quizá tenía muchas, pero si acaso digo menos de la mitad y las más absurdas, debido a que pienso que prácticamente todo lo que digo es tonto y que está mal, por lo que no me considero bueno en esto, así que prefiero guardar silencio. Lo cual me hace tener más miedo por no intentar las cosas que evito, yo no

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1