CITAS CÉLEBRES PARA ENTENDER EL SEXO
No existe ni ha existido nunca un solo ser humano que no haya intentado comprender. En cuanto un fenómeno se nos pone por delante –desde una piedra a un amanecer, desde un sufrimiento a un dilema o una alegría–, siempre intentamos darle sentido, esto es, comprenderlo. No podemos ni debemos evitarlo, pues esa es quizá la condición más radical que nos caracteriza. Esto implica que somos seres problematizantes, lo cual no significa que nos volvamos unos pelmazos dando la tabarra frente a cada cuestión que se presenta en nuestra existencia, sino que nos domina el asombro, la fascinación. Para nosotros, en todas partes puede haber un problema, es decir, siguiendo la etimología griega del término problema, algo que arrojar –ballein– delante de nosotros –pro– y con cuya acción –ma– tenemos que focalizar la vista y el entendimiento porque la presencia de eso arrojado delante nos impide continuar el paso.
Así como cuentan que la pintura nació por el afán de retener la sombra del amado en una pared antes de su partida, se dice que la filosofía se inició con una pregunta: (“¿Qué es?”). Naturalmente, esta pregunta debió de empezar a machacarnos muchísimo antes de que a Platón le diera por denominar filosofía a la actitud de afrontar la existencia. Por eso, es posible que no todos llevemos a un entrenador de fútbol dentro, pero lo que es indudable es que llevamos a un filósofo, a alguien que se pregunta qué demonios es
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos