Pasión en el Caribe
()
Información de este libro electrónico
Todo estaba preparado para aquella suntuosa boda en el Caribe... hasta que el padrino y la dama de honor empezaron a pelearse.
El origen del conflicto era el deseo que el rico Ethan Beaumont sentía por Anne-Marie Barclay y que se negaba a admitir. Después de la traición de su esposa, no estaba dispuesto a permitir que otra mujer entrara en su vida ni en la de su hijo. Hicieron las paces por el bien de los novios... pero también acabaron haciendo el amor. Sin embargo, Ethan creía que la relación debía empezar y terminar en aquella cama...
Catherine Spencer
In the past, Catherine Spencer has been an English teacher which was the springboard for her writing career. Heathcliff, Rochester, Romeo and Rhett were all responsible for her love of brooding heroes! Catherine has had the lucky honour of being a Romance Writers of America RITA finalist and has been a guest speaker at both international and local conferences and was the only Canadian chosen to appear on the television special, Harlequin goes Prime Time.
Relacionado con Pasión en el Caribe
Títulos en esta serie (100)
Com todo o coração Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La cenicienta del jeque: Reyes del desierto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La venganza de un hombre rico: Tres hombres ricos Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La indiscreción del jeque: Reyes del desierto Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Por ordem do príncipe Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPasión fugaz: 'Los Brodey' Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Pasión por dinero: 'Los Brodey' Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesA mulher do herdeiro Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Recordações esquecidas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDeliciosos prazeres Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUm perigo muito atraente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesA noiva do lorde Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Conta-me os teus segredos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViagem pessoal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesO amor mais querido Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesA meio da noite Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa reina del jeque: Novias de jeques escandalosas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5O castelo do amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa princesa del jeque: 'Reyes del desierto' Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Onde está o coração? Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Doce coração Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDeixa-Me amar-te Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesContrato nupcial Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesO que o dinheiro não compra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesO amor não tem preço Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCoração solitário Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUm desejo no natal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesReacender a paixão Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHerança de paixão Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUm "sim" para o milionário Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Libros electrónicos relacionados
Seducción Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConfidencias Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl mayor pecado Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Dama por Casualidad: Casa de Haverstock, Libro 1 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Amarle era su destino Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Corazón de lentejuelas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Rendición (Rendez-vous) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Pasión Atormentada: El esocés, #1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna novia diferente Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Bodas de Odio Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Una novia para el rey Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La dama y el corsario Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn velo de misterio: Los Montford (1) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La serenidad de la pasión Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El marqués de Montblanc Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa única solución Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La noche en la que empezó todo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El rescate de un rey Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El sueño más real Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Oscura venganza Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLadrona Encantadora ~ Isla de las Serpientes ~ Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Venganza en el altar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa magia de un beso Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa novia rebelde Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmor pirata Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un marido adecuado Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sueños hechos realidad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una proposición forzada Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEn la alegría y en la tristeza Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Besos de cristal: Vacaciones mágicas (1) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Romance contemporáneo para usted
Esclava de tus deseos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Salvada Por El Alfa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El maestro y la virgen Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una virgen para el billonario Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Esposa por contrato Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Dos Mucho para Tí Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Fiesta de empresa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Contrato por amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Delicias Apetecibles Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Macho Alfa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Resiste al motero Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Vendida al mejor postor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Besos a medianoche Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El trío de Marley Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tres años después Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Novio por treinta días Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Matrimonio por contrato: Lorenzo Bruni, #2 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La chica de mis sueños. Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Una y mil veces que me tropiece contigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tú de menta y yo de fresa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Vaya vaya, cómo has crecido Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un sueño real Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Después de Ti Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Esposa en la sombra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Soy una mamá Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Todo es posible... menos tú Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un orgullo tonto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Esposa olvidada Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un hombre de familia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Prometida falsa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Comentarios para Pasión en el Caribe
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Pasión en el Caribe - Catherine Spencer
Editado por Harlequin Ibérica.
Una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Núñez de Balboa, 56
28001 Madrid
© 2003 Catherine Spencer
© 2017 Harlequin Ibérica, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Pasión en el caribe, n.º 1450 - diciembre 2017
Título original: In The Best Man’s Bed
Publicada originalmente por Mills & Boon®, Ltd., Londres.
Todos los derechos están reservados incluidos los de reproducción, total o parcial. Esta edición ha sido publicada con autorización de Harlequin Books S.A.
Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares, y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales), hechos o situaciones son pura coincidencia.
® Harlequin, Bianca y logotipo Harlequin son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited.
® y ™ son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited y sus filiales, utilizadas con licencia. Las marcas que lleven ® están registradas en la Oficina Española de Patentes y Marcas y en otros países.
Imagen de cubierta utilizada con permiso de Harlequin Enterprises Limited. Todos los derechos están reservados.
I.S.B.N.: 978-84-9170-732-5
Conversión ebook: MT Color & Diseño, S.L.
Índice
Portadilla
Créditos
Índice
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Si te ha gustado este libro…
Capítulo 1
ETHAN Beaumont… Ethan Andrew Beaumont… Monsieur Beaumont» Desde que fijaron la fecha de la boda, no había dejado de oír aquel nombre una y otra vez. Todo el mundo lo pronunciaba con una mezcla de respeto y admiración y con aquel tono que tan solo solía concederse a la realeza y a los dictadores.
«¿Y qué tiene de malo?» se preguntó Anne Marie, «Teniendo en cuenta que el que se casa con mi mejor amiga es Philippe Beamont, es normal ¿no?» Anne Marie bebió un poco de champán «Pero entonces, ¿por qué en otras bodas los protagonistas son los novios y en esta el único importante parece Ethan Beaumont? ¿Y por qué Solange lo permite?»
Se dirigió al azafato.
–¿Cuánto tiempo falta para que aterricemos?
–El descenso comenzará en breves instantes. Por favor, permanezca sentada y mantenga su cinturón abrochado –luego sonrió–. Aunque no creo que necesite que se lo recuerde ya que ha permanecido sentada durante todo el trayecto. ¿Le asusta volar, mademoiselle?
–Normalmente no –Anne Marie volvió a mirar por la ventana, pero la isla ya había desaparecido y el avión había comenzado a girar–. Aunque no suelo viajar en aviones tan pequeños.
Él volvió a sonreír.
–Está en buenas manos, el capitán Morgan es un piloto excelente. Monsieur Beaumont solo contrata a los mejores.
Una vez más alguien nombraba a Beaumont con indudables muestras de admiración y respeto, como si se tratara de una divinidad. Anne Marie volvió a sentir recelo ante tanta idolatría. No tenía ninguna gana de conocer al todopoderoso Beaumont.
–No se parece en nada a Philippe, aunque tienen rasgos similares a pesar de ser medio hermanos –le había contado Solange cuando la llamó para hablarle sobre la boda–. Es una persona que se hace respetar, tiene muchas propiedades y la gente lo admira tanto que lo tratan como si fuera de la familia real. Ahora entiendo por qué a Philippe le asustaba contarle que íbamos a casarnos. Ethan es… ¿Cómo podría describirlo? Una persona arrolladora.
–O lo que es lo mismo, un tirano –había dicho Anne Marie–. Que un hombre adulto tenga miedo de anunciarle a su familia que se casa es de locos. Si quieres saber mi opinión, creo que a ese Ethan Beaumont se le han subido las riquezas y el poder a la cabeza.
Solange se había quedado un rato callada antes de responder.
–Oui, es poderoso, pero en el fondo es un buen hombre. No tan cariñoso y tierno como mi querido osito, por supuesto, es demasiado frío. No parece un hombre dispuesto a dejarse llevar por pasiones o sentimientos.
–Pero en un momento de su vida lo hizo –le había corregido Anne Marie–. Su hijo lo demuestra.
–Sin embargo no tiene mujer. Quizá heredó el carácter frío y distante de su madre inglesa y por eso su matrimonio duró tan poco –había replicado Solange con un suspiro y Anne Marie se la había imaginado encogiéndose de hombros con ese estilo tan francés que la caracterizaba–. ¡Es una pena!
–Querrás decir un alivio. Ninguna mujer se merece tener a su lado a un hombre que es capaz de arrebatarle a su hijo. Es el niño el que me da pena por tener que vivir con un padre así.
–¡Pero, Anne Marie! ¡No fue culpa de Ethan! Fue la madre la que los abandonó.
–Lo que demuestra lo infeliz que debía ser, ya que prefirió renunciar a su hijo a tener que seguir aguantando a su marido.
El repentino ataque de risa de Solange se había transformado en un miedo repentino, como si hubiese temido que la castigaran por no guardar la compostura.
–No importa que me digas algo así en privado, pero debes tener cuidado con lo que dices cuando estés aquí en Bellefleur. A la gente no le gustaría enterarse de que una extraña critica a su seigneur.
¡Seigneur! ¡Por Dios! Anne Marie se reclinó en el asiento y cerró los ojos mientras el avión se acercaba a la isla. ¡Parecía que su amiga estuviera hablando de un hombre feudal de la edad media! ¡Era absurdo!
En el asiento trasero de aquel enorme Mercedes sintió como si ella fuera lo único anormal de Bellefleur.
Cuando el chófer atravesó las calles del pequeño pueblo, los habitantes se detuvieron e hicieron una especie de reverencia ante el coche.¿Acaso debía devolverles el saludo?, se preguntó Anne Marie. Odiaba aquella repentina falta de confianza. No, seguramente el gran seigneur no lo aprobaría.
–Será encantador y hará todo lo posible por que dispongas de todo lo que necesites, pero no te tratará como lo hacen los anfitriones norteamericanos –le había advertido Solange–. Es demasiado reservado. Probablemente te llamará mademoiselle Barclay hasta que te vayas, tardó mucho tiempo en llamarme a mí por mi nombre.
La perspectiva de tener que pasar más de un mes de reverencias y de morderse la lengua en presencia de un ser dominante con aires de hombre feudal le provocaba un gran malestar. Probablemente arruinaría sus planes de disfrutar de la compañía de su amiga antes de convertirse en su dama de honor. El viaje parecía condenado al fracaso.
Pero lo que más la preocupaba a Anne Marie era que aquel hombre autocrático influyera también en el matrimonio de su amiga.
Anne Marie conocía a Philippe Beaumont y le gustaba, su amiga y él hacían buena pareja, pero le parecía un hombre de carácter débil y ella dudaba que supiera enfrentarse a su medio hermano, a juzgar por lo que sabía del último.
De repente las puertas de la verja que daba paso a la propiedad de los Beaumont se abrieron y poco después llegaron a la puerta principal de la casa.
Anne Marie sabía lo que era el lujo. Había asistido a los mejores colegios y había viajado mucho, estaba acostumbrada a tener lo que quisiera. Aun así, y sin tener en cuenta la belleza del lugar, el tamaño y la opulencia de la mansión Beaumont la dejaron sin palabras.
–¿Mademoiselle?
Un empleado doméstico vestido con pantalones cortos y una camisa blanca impecable le estaba abriendo la puerta del coche. Salió decidida a enfrentarse a todo lo que le deparara el futuro con entereza.
El empleado la acompañó hasta la puerta de la casa mientras la resguardaba del fuerte sol con un paraguas. Pero la casa no tenía puerta principal sino unas puertas de hierro forjado exquisitas que daban paso a un patio interior tan grande que podría haber servido de salón de baile.
Solange la esperaba allí con los ojos húmedos de la emoción.
–¡Cómo te he echado de menos! –le dijo su amiga mientras se acercaba a ella y le daba dos besos–. Bienvenida a Bellefleur, ma chère, chère amie ¡Me alegra que estés aquí por fin!
–¿Te alegras? –Anne Marie también estaba algo emocionada. Miró a su amiga detenidamente mientras la agarraba de los brazos–. Si te alegra tanto verme, ¿por qué lloras?
–Porque soy muy feliz.
–No pareces muy feliz.
Solange se encogió de hombros y tras mirar con disimulo por encima del hombro se dirigió a su amiga.
–Ven, te voy a mostrar tus habitaciones. Allí podemos hablar con más calma. Ethan dio órdenes de que te alojaras en la casa de invitados al lado de la mía.
–¿Quieres decir que no duermes en la casa principal?
–Hasta que no me case no. Ethan no lo permite, si no Philippe estaría tentado a escabullirse hasta mi cama por la noche.
–¿Cómo hacía cuando vivíais en París?
–¡Calla! Nadie debe saber eso, Anne Marie. Aquí todo es diferente.
–Ya veo –murmuró mientras seguía a Solange hasta otra verja en el lado opuesto del patio. La atravesaron y llegaron a una enorme terraza con una piscina. Las vistas eran increíbles: un horizonte en el que se mezclaba el azul cielo con el azul del océano y entre medias una fila de cocoteros.
–Como habrás podido observar, estamos bastante lejos de la casa principal, pero las casitas son espaciosas y cómodas.
–Eso esta bien, necesito espacio para terminar los vestidos.
Solange la miró por encima del hombro y durante unos segundos recobró aquella vitalidad que la caracterizaba.
–Estoy impaciente por ver mi vestido, los dibujos que me mandaste me encantaron.
–Si quieres podemos probártelo más tarde, y así te haces una idea de cómo va a ser el producto final.
–Tendremos que esperar hasta mañana. Acabas de hacer un largo viaje y vamos a cenar pronto. Supongo que antes de comer querrás ducharte y cambiarte.
–Probablemente esta noche conoceré al maravilloso Ethan Beaumont. –Anne Marie frunció el ceño–. Creo que la cena no me sentará muy bien.
–No, esta noche no –dijo Solange entre risas–. He ordenado que nos traigan la cena a mi suite. Los tíos de Ethan están visitando a unos amigos y no volverán hasta mañana por la tarde y Ethan está de viaje de negocios.
–Pensé que encargarse de esta isla y de las vidas de sus habitantes eran también sus negocios.
–¡Mon Dieu, non! Tiene negocios por todo el mundo, aunque está empezando a pasarle gran parte del trabajo a Philippe para dedicarse más a sus empresas de petróleo. Por eso está fuera.
–¿Está en Oriente Próximo? ¡Bien! ¡Cuanto más lejos esté, mejor! Ese hombre ya me cae mal y no tengo ganas de conocerlo.
–Me temo que no está tan lejos. En realidad está bastante cerca, en Venezuela. Estoy segura de que volverá en un par de días, hasta entonces tendrás que convivir con sus tíos y con Adrian.
–¿Quién es Adrian?
–El hijo de Ethan –el tono de Solange se suavizó–. Es un niño adorable, creo que te llevarás bien con él independientemente de lo que piensas de su padre.
En aquel momento el camino les llevó hasta una pradera y Solange se detuvo para señalar las dos casitas por encima del mar.
–Bueno, ya hemos llegado, chérie, aquí viviremos una temporada.
Tras sus primeras impresiones de