El rescate del vampiro

Por Shawn Wiseman

Los médiums han secuestrado a una mujer, y Vasha, la gángster vampiro, quiere rescatarla sin contar con la policía.

Cuando se le asigna el rescate de la científica a Olivia, la vampiro-médium Kara quiere ir con ella para ayudarla, pero podría arrepentirse pronto de su decisión. Descubre que la científica podría estar trabajando en una nueva arma para luchar contra los médiums y, si se salva, Vasha podría tener las herramientas para empezar una nueva guerra.

Una vez más, Kara tiene que impartir justicia con sus propias manos, y no solo eso, sino que la última vez que luchó contra un médium casi vive para contarlo. ¿Podrán los poderes de Kara ser lo suficientemente fuertes para salvar la vida de quien debe salvarse o fracasará y se enfrentará a la ira de Vasha?

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 14 ago 2016
• ISBN: 9781507146057

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Libro 2: La mente del vampiro

Serie: Médiums vs. Vampiros

1. Colmillos perdidos

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—Bueno, las malas noticias son que vas a necesitar cirugía para que te lo arreglen —dijo un hombre mayor.

—Maldición —dijo Olivia—. ¿No hay otra forma, Gideon?

—Me temo que no —contestó él—. A menos que quieras elegir la opción de la dentadura postiza.

—No pienso llevar dentadura postiza. Prefiero tener un solo colmillo que llevar una de esas.

Kara, que miraba la escena de cerca, rio ante la posibilidad de ver a Olivia con dentadura postiza.

—Vamos, Liv, no están tan mal. Te acostumbrarás con los años —dijo Kara.

—¿Acostumbrarme con los años? —gritó Olivia.

—No hay que avergonzarse por necesitar dentaduras postizas siendo un vampiro de tu edad —terminó Kara con una sonrisa maliciosa.

Olivia miró a Kara de forma amenazadora y la señaló.

—Ve con cuidado, Kara. Ya te enseñaré yo quién es vieja aquí —Olivia volvió su atención a Gideon—. Entonces, ¿qué se haría en una intervención quirúrgica?

—Lo que se hará será crear lo que llamamos un puente reparador. Se cortarán los dientes que rodean al colmillo y se harán tres reemplazos: los dos a los lados se repararán con coronas y apoyarán al colmillo en el medio. Se fijarán para dar estabilidad, pero no será como tu viejo colmillo. Deberás tener cuidado cuando los uses. Si eres demasiado bruta podrías dañar los nervios que sujetan los dientes. Si tienes que drenar la sangre de presas vivas deberás hacer que pierdan la consciencia, de lo contrario si tiran con fuerza pueden llevarse con ellos tu colmillo.

Kara sintió escalofríos solo de pensarlo. La opción de la dentadura postiza era mucho más atractiva, pero Olivia no parecía tener miedo.

—Olivia, ¿por qué no te haces un reemplazo normal? Todavía te queda un colmillo natural.

Gideon asintió.

—Es una posibilidad, sería una buena alternativa para tu salud dental. Y, aunque no estoy seguro de si ocurre lo mismo a día de hoy, en mis tiempos era un símbolo de estatus haber perdido un colmillo a manos de un médium. Significa que te tuvieron miedo.

Olivia miró desde las gafas de Gideon a la sonrisa de preocupación de Kara, después suspiró.

—Vale, supongo que me haré un implante de diente normal.

Kara suspiró y sonrió. Gideon también sonrió mientras cogía dos moldes de plástico de la mesa.

—¡Excelente! Cogeré estos moldes y te haré un conjunto de dentaduras postizas temporales —Olivia iba a objetar, pero Gideon levantó la mano—. Los necesitas para proteger tus encías y tus dientes expuestos, señorita Lucerno. No discutas con esto. Es solo temporal.

Olivia frunció los labios y, después de asentir con la cabeza, Gideon salió para hacer las dentaduras postizas. Ella se levantó de la silla de dentista y Kara le pasó la chaqueta. Se la puso y se arregló el pelo.

—Es duro pensar que tengo que vivir con un solo colmillo el resto de mi vida —Olivia sacudió la cabeza del asco—. Si veo de nuevo a ese detective se arrepentirá de haberme dejado con un solo colmillo.

—Ojalá pudiera enseñarte telequinesis. No puedo ir a rescatarte siempre.

—Me aseguraré de noquearle antes de que sepa qué le ha golpeado —contestó Olivia mientras flexionaba el brazo—. ¿Vas a dejar que Gideon le eche un vistazo a tus colmillos? —preguntó.

—Ya sabes que odio todo lo que tenga que ver con los dentistas, sobre todo